Apocalítico hero (Parte séptima)

Los nuevos protagonistas non continúan hablando de ellos. Sus pasiones y deseos más ocultos afloran tras la hecatombe.

I (Dona)

El paso de compartir a mi hombre con otra mujer no lo podría describir como especialmente traumático. ¿No era acaso lo que deseábamos? Gregor y yo lo habíamos hablado muchas veces e incluso contemplábamos la posibilidad de hacerlo con otro hombre, pero de eso ya hablaré porque la vida tras la hecatombe me tenía reservadas muchas sorpresas.

Farrah era una veinteañera monísima, y ese punto de juventud frente a nosotros la hacía muy atractiva. A pesar de que venía de una región tradicionalmente racista supe que un hombre negro de las características físicas y espirituales de mi marido acabaría cautivándola.

II (Gregor)

Echaba de menos mi vida en el ejército; y era casi un deshonor para un soldado como yo el haberme quedado desprovisto de equipo cuando iniciamos la huída. Ni una miserable pistola llevaba conmigo. Y es que el sexo siempre me ha cegado, a veces no me ha dejado ver lo que sucede a mi alrededor; el simple hecho de que Farrah se subiese a bordo despertó mis más bajos instintos carnales. Nunca había follado con una mujer blanca y desde luego que era una de mis fantasías.