Apocalítico hero (Parte octava)

Continuación de la saga. Hablamos un poco más de Asn y Yio.

Sin confesárselo la una a la otra, pero tanto Yio como Asn se sentían vacías sin Joss a su lado. Para ambas parecían eternas las horas en las que él permanecía fuera, pero en su interior sabían que no era exclusivamente por la seguridad del grupo, era por la cercanía de aquel hombre especial.

Yio no hubiese sabido ni cómo explicarlo. Antes de la hecatombe ya conocía a Joss y no podía ni imaginar en qué clase de hombre se iba a convertir tras los fatales acontecimientos, y eso que antes casi le pasaba desapercibido. Ella también era amiga de la fallecida esposa de Joss; siempre la apreció y sintió igualmente su pérdida. Pero ahora era otro tiempo,  como otra era de sus vidas y había que aprender del pasado y de los errores, pero también hacer un esfuerzo por olvidar y seguir hacia adelante.

Asn por otro lado, se preguntó a sí misma si amaba a Joss. Había tenido sueños húmedos con él pero eso no tenía por qué significar nada más allá de un simple aumento de la líbido. Pudo cerciorarse de ello incluso durante una de las noches en que Joss estuvo ausente, con el más insólito de los hechos, pues tuvo un sueño húmedo con Yio, que dormía a escasa distancia de ella en otro saco de dormir. Asn no había tenido inclinaciones lésbicas en su vida y tras despertarse en mitad de la noche cuando más tórridas eran las imágenes de su sueño, se sintió turbada ante la necesidad de tocarse que volvió a experimentar, tarea a la cual desde luego se abandonó placenteramente descubriendo una extraña parte de su ser que desconocía, al imaginarse haciéndose una tijera con su compañera de viaje.