Apocalíptico hero (Parte tercera)
Joss, Asn y Yio continúan en su huída con el resto del grupo. En esta parte Joss toma una determinación y abandona el campamento y Asn nos habla de alguna de sus inquietudes.
I (Joss)
Emprendí la salida del campamento muy cabreado. Me pertreché con equipo de campaña y ni siquiera advertí a mis hijos de mi marcha. Asn corrió unos pasos tras de mí y alarmada me preguntó adónde me dirigía. No sé qué pensó o qué imaginó, pero no le dije nada, hasta que se detuvo en seco y dijo ¡perdóname! No habló en plural, no dijo perdónanos. Habló por sí misma, sin incluir a la otra mujer, así que sin decir palabra no dejé de caminar hacia el valle. Únicamente volví la mirada una vez, para contemplar a mi cuñada con un gesto implorante y casi a punto de llorar, lo que creo que me la puso dura, y bastantes metros más atrás, sobre el promontorio vi a Yio mirando hacia mí, quizá también preocupada.
Anduve durante unas horas iracundo, pero me fui calmando y sopesando la locura de plan que había trazado en mi cabeza. Me dirigía hacia la cabaña donde se había instalado la patrulla que posiblemente nos perseguía, con la determinación de tenderles una emboscada yo solo. Sabía que era una temeridad de altísimo riesgo y que me llevaría una jornada de camino al menos llegar hasta allí. Pensé mucho en la conversación que había mantenido con Asn y Yio horas atrás y estaba cabreado por el hecho de que hubiesen malinterpretado cuales eran mis pretensiones sexuales. Jamás se me hubiera ocurrido abordar a las hijas de Yio; yo cuidaba del grupo, no hubiera sido capaz de hacer daño a unas adolescentes. Eran ellas, Asn y Yio, cualquiera de ellas, las mujeres con las que deseaba tener sexo. Pero al parecer me había equivocado con todo aquello. La hecatombe, la huída, el miedo, el haber disparado contra aquel tipo…, todo me tenía cansado, confundido… Mi prioridad era salvaguardar a mis hijos, pero también cuidar de Asn que era de mi familia y por supuesto de Yio y de sus hijos, que eran la familia de quien fue mi gran amigo.
Físicamente me sentía bien, quizá mejor que nunca; podía caminar decenas de kilómetros durante el día sin apenas descansar. Había perdido los kilos de más que tenía debido a mi sedentario trabajo en la ciudad; el 2021-nCoV no nos había afectado en apariencia porque ya habían pasado suficientes días como para que si alguno del grupo lo hubiera contraído hubiese fallecido. Me notaba fuerte, audaz, capaz de todo, pero sentía como si tuviera un tapón de semen en la mente y necesitará desatar un torrente de esperma en compañía de una mujer.
II (Asn)
Me quedé muy preocupada por la marcha desesperada de Joss. Preocupada por el grupo, pero también por él porque parecía dispuesto a cualquier locura. Sí, pensé en que optara por el suicidio porque en aquel contexto cualquier cosa era posible y era verdad que parecía desesperado, aún así le quedaban sus hijos y confié en que reflexionase. Corrí a coger un walkie por si él llevaba el suyo, pero mi intento de contactar con Joss resultó infructuoso. Pude salir corriendo tras él quizá, pero dudé demasiado y se alejó hasta perderlo de vista, porque los únicos prismáticos que poseíamos los llevaba él consigo. Consideré entonces que la mejor opción era quedarme en el campamento y aguardar a que regresara sano y salvo.
Estaba asustada ante esta situación, pero el rostro de mi compañera Yio también reflejaba la misma incertidumbre. Justo después de la desaparición de Joss ambas nos miramos sin saber exactamente qué decirnos la una a la otra. Así que a partir de esos acontecimientos empecé a pensar que en realidad Joss estaba enamorado de Yio y que la necesitaba junto a él; así que me sentí un poco extraña en el papel que yo desempeñaba en el grupo; me sentí como marginada. Además, y aunque me avergüence confesarlo, un par de noches atrás tuve un sueño húmedo con mi cuñado, un sueño que quizá más adelante cuente. Fue algo inusual en mí, me confundió tener ese sueño, sí, me sentí confusa porque en mitad de la noche desperté y en el desvelo sentí la necesidad de rememorar el sueño y de tocarme, aunque a escasos centímetros mis sobrinos dormían junto a mí. Creo que esa noche algo despertó en mí, algo con respecto a Joss que nunca antes había sentido y que cambiaría por completo la forma en la que de ahí en adelante vería a ese hombre.