Aplicando justicia (34)

Sol me hace sentir bien y Alphonse se descuelga con algo inesperado

SOL - ALPHONSE - EL LEGADO.

Estaba a punto de salir del hotel y me volvió a llamar Sol , esta vez la atendí, aunque le haría sudar la gota gorda, no por nada en especial, sólo tenía ganas de joderla un rato…

  • Sí, ¿quién habla?...
  • Hola, ¿ Carlos ?...
  • Sí, ¿con quién tengo el gusto?...
  • Soy yo, Sol , te estuve llamando un montón de veces, después que vi tu llamado en mi teléfono.
  • ¿Sol?, a sí Sol, te llamé anoche porque te necesitaba, pero está visto que no es lo mismo cuando necesitan de uno a cuando uno necesita del otro.  Entiendo que existan compromisos más importantes…
  • ¡Nooo, por Dios!, no me digas eso, no hay nadie más importante que vos, anoche salí, fui a bailar con otra chica, ya la conocés, era la secretaría anterior de Alphonse , estábamos bailando y no me di cuenta de la llamada, apenas vi mi celular te llamé, me daba apagado y me fui para casa.  Casi no dormí y te llamé varias veces más, te juro que no hubo nada más.
  • Vos sabrás, no es necesario que me jures nada, me basta con saber que te necesité y no estabas.
  • No, no Carlos , por favor, me dijo Karina que estabas parando en el Sheraton e iba a ir para allá, dame media hora y me podés revisar por donde quieras, no hubo nadie más y me duele lo que me decís.
  • Lo que te va a doler es el culito cuando lo tenga todo para mí, me estoy yendo a comer a “La Estancia”, tomate un taxi y buscame allí.
  • Ya estoy saliendo, mi culito es todo tuyo y está más apurado que yo por llegar.
  • No hagas bromas porque todavía estoy un tanto cabreado.  No quiero perder el tiempo, no traigas pantalones.
  • Ya, ya estoy llegando.

La conversación con Sol me había puesto a mil, imaginaba su culito parado esperando por la penetración de mi miembro en su estrecho y apretado interior, tenía deseos de romperla y hacerle masticar la almohada, después habría tiempo para los mimos.  Me movilicé con un taxi que tomé en la puerta del hotel, así me evitaba el problema del tránsito, el restaurant al que quería asistir era el que ofrecía el mejor servicio y las mejores carnes, estaba en la calle Lavalle y mi hambre se había duplicado.

Acababa de sentarme cuando vi que entraba Sol , venía apurada y no bien me individualizó se desplazó con prisa para llegar a mi lado.  La pollera acampanada y de listones, negra y corta, que no llegaba a ser minifalda pero que dejaba adivinar sus nalgas paradas, más la blusa blanca, la campera de cuero desabrochada, los zapatos de tacos y el cabello suelto que enmarcaba su cara juvenil, la convertían en una adorable mujer, la que, con sólo mirarla, te hacía caminar el morbo a altas velocidades.

Su mirada resplandecía cuando estuvo a mi lado y a cualquiera de los que la miraron les quedó claro quién se “comía” a ese “pedazo de mina” o “pedacito” porque estaba más juvenil que nunca.  El abrazo no tardó en llegar y el beso “partiéndome” la boca no se hizo esperar.  Apenas nos acomodamos insinuó unas disculpas y le avisé que había sido todo en broma pero que no dejaba de ser una especie de “revancha” porque no había podido contar con ella.

“No se habla más de ello” , -le pedí ante su insistencia-, luego pasamos un momento muy ameno y nos comimos todo, el vacío, el matambre y un poquito de asado de tira, todo cocinado a la vista, con leña y en una parrilla redonda en que se veían varios costillares clavados en distintos asadores alegraban la vista e incentivaban el hambre, además, la atención era de primera y el ambiente como para quedarse a vivir, los precios eran “internacionales” pero eso a mí no me importaba.

A la niña se le habían pasado los resquemores y salimos de allí de lo más alegre y satisfechos.  Caminamos un par de cuadras abrazados y le tiraba “palitos” con doble intención para hacerle saber lo que le iba a pasar una vez que estuviéramos en la habitación, pero Sol , con toda la picardía, me seguía la corriente contestando también con doble intención.

Nos servía a los dos para incentivar la calentura… “No sé vos, yo ya no puedo más, pará a un taxi y vamos rápido al hotel, estoy empapada como nunca y con muchas ganas de sentirte” , -dijo sin ningún tipo de empacho-.  Las palabras estaban de más, paré un taxi que nos llevó rápido y mientras buscaba la tarjeta frente a la puerta del cuarto, Sol me tenía abrazado desde atrás, reía excitada y con sus dos manos jugaba con mi verga y los testículos.

Nos prendimos de las bocas apenas cerré la puerta, se sacó la campera y dejando caer la pollera, dijo que tenía que pasar al baño, lo hizo ex profeso para que pudiera admirar sus nalgas “tapadas” por la tirita de la tanga y sus piernas enfundadas en las medias negras cuyo encaje ceñía sus muslos.

Me desnudé solo, la esperé en la cama y salió rápido, desnuda o “vestida” solamente con los zapatos y las medias, traía en sus manos un tubito de crema que encontró en el botiquín y me lo alcanzó.  No le hizo falta agregar más, de inmediato se puso en cuatro y no dejó que le acariciara las tetas, “después hacé los mimos que quieras, ahora castigame el culito, se lo merece por haberte hecho esperar” , -dijo acompañando las palabras con una cara casi de “profesional” …

Estaba aceleradísimo, ese culito a mi disposición y las ganas de rompérselo le iban a jugar en contra a Sol, pero pareció gemir con placer y alivio cuando zambullí mi cara entre sus nalgas.  Se lo gasté a lengüetazos dejando que ella expresara casi con gritos el placer que experimentaba, mi lengua parecía un estilete y no fue únicamente en el agujerito más cerrado, el hueco “natural ” también recibió su parte y me recompensó con un orgasmo cuando, torciendo la cara en una posición incómoda, absorbí su clítoris.

Se movía como una víbora pidiendo más lengua y aún seguía con algunos temblores cuando insistió con lo del culito… “Poné mucha crema porque ya sabés que es la segunda vez que lo voy a usar y tu pijita se hace respetar” , -pidió con voz de nena-.  No esperé más y el glande pronto hizo presión para entrar mientras ella se abría las nalgas para permitirme una mejor penetración.

No bien la cabeza de la verga hizo su entrada triunfal ahogó un grito de dolor y activó sus músculos, nos dolió a los dos, de todos modos, no pensaba parar y ella me lo pedía alzando la voz… “No te pares, seguí, pero despacio, ¡la puta madre, me duele más que antes!, te siento hasta en la panza” .  Movía sus caderas como ayudando a la penetración y se “comía” centímetro a centímetro todo el largo y el grosor de mi verga.

La lubricación cumplía su función y no había escollos, pero… no pude dejar de aplicar un poco de sadismo y cuando faltaban unos centímetros moví mis caderas y se lo “mandé a guardar sin pedir permiso” .  El grito de Sol retumbó en las cuatro paredes, aunque se mantuvo firme, aguantó el “pijazo” y los movimientos más rápidos que le imprimí a las entradas y salidas.  Era un concierto delicioso el choque de mi pelvis en sus nalgas y el sonido que surgía de su nariz y garganta al absorber lágrimas y mocos.

Ya se lo había anticipado, “nada de meterla y esperar a que te acostumbres” , lo había aceptado antes con risas y lo confirmaba en ese momento con llantos entrecortados y puteando contra la almohada.  Como fuere, el placer sádico fue muy corto porque ella misma comenzó a colaborar acoplándose a mi ritmo y pidiendo: “Dame más, seguí, metela lo más que puedas, rompelo, es tuyo, ¡por Dios!, estás durísimo” , -decía empujando sus caderas con un ritmo perfectamente acoplado al mío.

Machaqué con fuerzas y ganas, me gustaba eso y a ella le encantaba, me di cuenta que había tenido un par de orgasmo chicos porque su vagina hacía chorrear líquidos por sus muslos y a la vez me di cuenta que estaba preparando un final “a toda orquesta” .

Eso sucedió cuando, gritando como si me liberara, me afirmé en sus caderas, pegué mi pelvis a sus nalgas y le inundé las tripas, todo lo cual coincidió con su propia explosión, el orgasmo fue avasallante y se desplomó sobre la cama.  La dejé caer y junto con el desborde de su orgasmo y sus temblores se quejó porque la salida a presión de la verga hizo tronar su culito perforado.

El morbo me hizo mirar el hueco entre sus nalgas y noté que le era difícil fruncir su esfínter para cerrarlo.  Me dejé caer sobre ella diciendo que no podía más y me contestó dejando de morder la almohada:

  • Vos decís que no podés más, jajaja, yo siento abiertos hasta los agujeros de las orejas, fue tremendo, pero me gustó, quiero más…
  • Ni en joda, vas a tener que tener piedad de este veterano, tengo más ganas de siesta que de seguir cogiendo, me mataste…
  • Tonto, lo decía en broma, no puedo ni moverme, pagaría por tener el inodoro y la ducha al costado de la cama.
  • Dale vení, yo te ayudo…

Se abrazó a mí con brazos y piernas y me pidió que la llevara, algo de resto me quedaba y cumplí con su deseo mientras ella me daba besos en el cuello.  El baño fue con caricias, mimos y toquecitos, no pasó de allí, pero ella aprovechó para hablar:

  • Anoche, aprovechando que no estaba Karina , fui a bailar con Patricia , la chica que era la secretaria de Alphonse , fuimos a un boliche cerca de Puerto Madero , resultó que, si bien vi hombres, eran las mujeres las que predominaban y aunque no figuraba como boliche gay exclusivo para mujeres, era muy evidente.
  • ¿Estabas entretenida con ella y no escuchaste el teléfono?...
  • No tonto, nada que ver, entretenida sí, pero bailando, había dejado todo en la mesa y cuando volvimos fue ella la que escuchó la señal del mensaje, me vino bien para irme porque se estaba poniendo “mimosa”.
  • ¿Te cambiaste de bando?
  • De otros hombres no quiero saber nada, sólo está Karina y de vez en cuando, además, a la “sosías” no le llegan ni a los zapatos.  Al margen de esto, me llamó cuando viajaba y me dijo que Alphonse te estaba por pedir que te hicieras cargo.
  • Ya hablé con él, me vas a tener de jefe, posiblemente toda la semana.
  • Te conozco como sos de serio en tu papel de Presidente, pero… ya sabés que estoy para que me “dictes” todas las cartas que quieras, jajaja.
  • Ya veremos, me jodió un poco el pedido porque me pensaba ir a Aruba unos días.
  • Me dijo Karina que tenés a alguien que te “vuela los pájaros” en Aruba , ¿cómo es eso?
  • En realidad, son dos, está Valentina y está Karina, las dos juntas “me vuelan los pájaros” y quiero rehacer mi vida.
  • ¿Cómo vas a hacer, una acá y la otra allá?  Se te va a hacer complicado.
  • Es cuestión de hablarlo, no creo que haya problemas en hacer un matrimonio en trío.
  • Con tal de estar al lado tuyo Karina te acepta lo que quieras, habría que ver qué opina… Valentina , me dijiste, ¿no?...
  • Tengo que hablarlo, pero… o ganamos todos o alguno pierde y te aclaro que no pienso ser yo.
  • Te entiendo, aunque, de vez en cuando podrías mirar para el lado de la “petisa”, ¿no?, yo siempre voy a estar dispuesta, soy una incondicional, jajaja.
  • Ya lo sé, ¿por qué no aprovechamos a recuperar un poco de energías con una buena siesta?...

No hizo falta repetirlo, eran como las cinco de la tarde y ninguno había dormido bien, no tardamos en “desmayarnos” entre las sábanas.  Le “entramos” a la siesta casi como hasta las nueve de la noche y desperté con una cierta humedad en la entrepierna, Sol se esmeraba en la mamada y se atoraba dejando salir una buena cantidad de saliva que empapaba mis testículos y parte de mis muslos.

Me acomodé para mirarla y su sonrisa acompañada de un guiño cómplice me hizo sentir muy bien.  No quise hacerla esperar y le di lo que pretendía, tragó hasta la última gota y me dejó la verga reluciente… “No me pude aguantar, la vi tan paradita, bah, “paradota”, me entusiasmé y se me acalambraron las mandíbulas, jajaja” …  La alegría y la buena onda con que Sol tomaba las cosas resultaba contagiosa y la acerqué a mí para besarla.

  • ¿Qué vas a hacer, te vas o cenás conmigo?...
  • Me quedo, todavía queda un área sin explorar, el culito no quiere más pero mi “chuchita” te quiere adentro.

Le pedí que se vistiera y solicité una mesa en el comedor del hotel, la cena estuvo muy bien y nos pasamos como dos horas allí adentro, cuando regresamos a la habitación se nos fue el tiempo en la “batalla” que sostuvimos entre sábanas.  La “chuchita”, como ella le decía a la vagina, pidió y obtuvo lo que quería, incluso con un poco de “yapa” y el culito a pesar de que había dicho que ya no quería más, fue “asaltado” sin que se resistiera.

Parecía que había tomado un “puré de Viagra” y mi ego estuvo por las nubes cuando Sol me dijo con la voz entrecortada, “por favor, Carlos , no puedo más” …  Acabé y fue como si me desenchufaran, a ella le pasó igual y apenas poco tiempo después, se nos “apagaron las luces” , bastó con cerrar los ojos, nos despertó el sol del domingo entrando por la ventana, recién allí me di cuenta que las luces de la habitación continuaban encendidas.

Me levanté y fui a bañarme, detrás de mí entró Sol y luego de usar el inodoro se acercó a la bañera y me dijo: “Me voy a bañar contigo, pero… ¡qué ni se te ocurra tratar de meter nada en ningún lado!, estoy en carne viva, fue intenso pero casi mortal, jajaja” …  Nos dedicamos sólo a bañarnos y no quiso quedarse a almorzar alegando que ya no se aguantaba la misma ropa.  Se despidió cariñosamente y yo pedí la comida en la habitación porque quería escuchar las noticias o investigar en Internet.

Imaginé que el desbarajuste en las Divisiones de Homicidios de la Capital Federal y de la Provincia debía ser total.  Según la Prensa, lo del Juez en una zona de la Capital y la denominada “masacre de narcos” tenían un denominador común, habían sido hechas por “sicarios profesionales” que ya no deberían estar en el país y de acuerdo a las declaraciones de testigos, obtenidas “extraoficialmente” , todo apuntaría a un empresario de renombre y a su hijo, aunque, a priori, no había forma de probar nada.

No daban más datos y los voceros de Prensa del empresario se habían encargado de desmentir la participación de sus empleadores en los hechos acontecidos.  Por otro lado, no había modo de conseguir alguna nota con ellos, todo estaba muy hermético e imaginé que circularían “sobres de dinero” a montones por “debajo de las mesas” de Funcionarios Políticos, Policiales y Judiciales.  Por un tiempo no se sabría de ellos y era el tiempo que yo me tomaría para no actuar apresuradamente.

El resto del domingo hice “sapo” , sólo dejé pasar el tiempo y el lunes a primera hora estaba entrando en la empresa.  Daba por descontado que Lucas no estaría al frente de la Dirección de Seguridad porque había viajado con Alphonse, pero, a simple vista vi que los puestos estaban todos cubiertos y en la oficina ya se encontraba Sol , me saludó con un beso, le pregunté cómo estaba, me contestó que estaba mejor que nunca y me pasó las novedades.

No había nada para destacar, fui llamando a cada uno de los Directores para preguntarles sobre novedades de cada una de sus Direcciones y tampoco había nada para resaltar.  Se me fue casi toda la mañana en esto, paré para almorzar y en la tarde, acompañado por Sol , me fui a recorrer las distintas plantas y charlar un poco con los empleados en sus propios lugares de trabajo.  Eso no lo hacía Alphonse , más que nada por un problema de edad, pero siempre insistió con esto.

Julio me avisó que en la ciudad de Paraná había quedado todo bien encaminado y que estaban abocados al estudio de tres filiales más de otras provincias pero que Alphonse les había pedido que lo llevaran con calma, que en caso de tener que proceder había que hacerlo con pruebas indiscutibles en las manos y me pareció lógico, quiérase o no, la mala publicidad momentánea no era muy producente para los intereses de la empresa.

Hablé con Alphonse por Skype para pasarle novedades y aunque me dijo que no era necesario, la charla me sirvió para saludarla a Ingrid .  Me alegre mucho por su recuperación, todavía le faltaba para volver a ser la belleza que era, aunque la prestancia de su cuerpo y el brillo de su mirada se mantenía y la tornaban una mujer la mar de interesante.  Luego hablé por video-llamada con Karina , ésta estaba enloquecida por lo que estaba conociendo de Berlín , según ella y yo concordaba, era Historia viva.

La semana pasó volando, no hice cambios y noté que todo funcionaba como un relojito, cada cual sabía lo que tenía que hacer y lo hacía, algo que, por otro lado, era lo que siempre había pretendido.   El viernes por la tarde-noche llegaron Alphonse y Karina , fui con Sol en mi coche hasta el aeropuerto, saludé a todos y me volví con Karina .  Nos enloqueció a Sol y a mí contando de todo lo que había visto en Alemania y sí, había traído piedras del Muro, había todo un negocio turístico con eso.

Las dejé en la casa y desistí de quedarme un rato más con ellas, Alphonse me había pedido que lo acompañara a cenar porque quería contarme de lo que había arreglado con Helga .  Sólo me había comentado que salió como él esperaba, pero no se lo veía feliz.

Llegué temprano a la casa y la cocinera junto a las otras dos chicas del servicio me saludaron con cariño, Alphonse me hizo pasar a su privado para conversar a solas.  Lo primero que hizo fue darme un estudio médico con fecha de mes y medio anterior…

  • Esto queda entre nosotros dos y mi médico.  El tumor se desarrolló bajando desde la glándula hipófisis y tomó parte de la columna en la unión con la cabeza.  Los desmayos y las alteraciones de que fuiste testigo no tienen nada que ver con el corazón o los pulmones.
  • ¡Por Dios Alphonse!, ¿cuándo te enteraste de esto?...
  • Hace como seis meses que mi médico me venía insistiendo con hacer una tomografía exhaustiva pero siempre me negué a ellos, cuando me decidí, ya era tarde para hacer nada.
  • Podemos consultar a otros profesionales, intentar otros medios…
  • Ya está Carlos , esa era otras de las causas por las cuales me tomé más tiempo en Alemania .  Tengo muy buena medicación y se detuvo el crecimiento tan agresivo, pero, sigue estando allí y no se puede operar.
  • ¿Qué, qué tiempo te dieron?...  ¡Mierda, no sé por qué te pregunto esto!...
  • No, está bien, no hay problemas, el tema es que no lo saben, días, meses, incluso un par de años, todo depende de la vida que lleve y creo que la decisión que tomé con Ingrid es la correcta y lo que planteó Helga de forma imperativa me decidió definitivamente.
  • ¿Qué es lo que pensás hacer?
  • Le di a Helga su herencia en vida, le encaminé la creación de dos empresas en Alemania con su nombre como marca, con el compromiso de la entrega de materias primas por unos dos años, hasta que se consolide, tendrá los dividendos de esta empresa en el orden del 10% y nada más.  Le hice renunciar expresamente a cualquier otro bien, la casa, los vehículos y los bienes de la empresa en La Argentina.
  • ¿No te apuraste con esas decisiones?
  • Para nada, Ingrid estuvo de acuerdo y Helga sabe que traicionó mi confianza.  De todos modos, va a tener un muy buen pasar y es buena en lo suyo, seguramente hará caminar a esa empresa hasta llevarla a lo más alto.
  • De eso nunca tuve dudas, capacidad le sobra y conoce bien ese mercado.
  • Dejame seguir, lo siguiente que haré es recluirme en una isla del Caribe con Ingrid , ya la adquirí a nombre de ella, tenemos el yate, el personal y dinero no me va a faltar, aun así, otro 10% de los dividendos de esta empresa se le pasarán a ella mensualmente, todo el resto, incluida esta casa va a quedar para quien merece mi confianza y me ha demostrado una competencia total para que la empresa no decaiga.
  • ¿No estarás pensando en…?
  • Sí, efectivamente, vos serás mi sucesor, el hijo varón que nunca tuve y quien no me falló nunca, ni aun en las peores y tengo claro que Ingrid y yo te debemos la vida, eso no hay dinero que lo pague.  Por eso, el 100% de todo lo que me queda, pasará a tu nombre, con la salvedad de los dividendos a que hice mención. Helga ya lo aceptó y firmó el conforme renunciando a reclamos testamentarios, además. No podés negarte, los Abogados ya hicieron el traspaso, en una semana parto a Alemania y desde allí al Caribe con Ingrid .
  • No sé qué decir, me tomás completamente por sorpresa, ¿por qué mejor no hacés algo para paliar el problema de salud?, yo no tengo problemas en brindarte ayuda con la empresa.
  • No me jodas Carlos , ya decidí todo lo que hay que hacer, lo único que te voy a pedir es que mantengas al personal de la casa, hace mucho tiempo que están conmigo y son como familia.
  • Eso te lo puedo prometer, nunca tuve un sólo problema con ellas, también las aprecio mucho.

Cené casi sin pronunciar palabras, acicateado con bromas de vez en vez por un Alphonse que parecía haberse sacado un problema de encima.  Tenía un fin de semana cargado de cosas en que pensar y aceptaba que algo parecido a esto me esperaba de parte de Alphonse, aunque nunca pensé que sería tanto.  La vida me había sacado, pero también me otorgaba muchísimas compensaciones y ni tenía palabras para agradecer.

Más tarde regresé al hotel manejando como si fuera un zombi, apenas si llegaba a tomar conciencia de lo que Alphonse me legaba, la empresa en sí, sumadas sus filiales en todo el país era un monstruo empresarial, además como las decisiones pasaban por una sola persona sin injerencias de accionistas ni asesores externos todo era más fácil de llevar, aunque eso implicara estar siempre al “pie del cañón” para evitar a los “buitres” que siempre querían sacar sus “tajadas” .

Esto me obligaba a cambiar todos mis planes con Valentina y con Karina , para eso debía hablar nuevamente con Alphonse pues yo tendría que viajar a Aruba de prisa y pensé en llevarla a Karina , había que poner las cartas sobre la mesa con ellas dos y volvernos los tres o no, ya se vería, eso debido a que, una vez metido de lleno en el movimiento empresarial no podría tenerlas separadas.  En ese momento la cabeza no me daba para pensar en ninguna cosa más y ni siquiera abrí la cama, me dejé caer, mañana se vería…

A las nueve de la mañana la llamé a Karina , recién se levantaba y le pedí que se viniera para el hotel…

  • Danos un ratito y ya salimos para allá…
  • Nada de salimos, quiero que vengas sola, tengo que hablar cosas con vos sin que Sol meta las narices.
  • Está bien contá con eso, ¿hubo algún problema con Alphonse ?...
  • No, no podría decir que es un problema, pero me obliga a tomar decisiones rápidas.
  • No me asustes Carlos , sé que en Alemania tuvo reuniones con Abogados, con Helga y con Ingrid y no quiso que yo participara, llegué a pensar que estaba enojado y me dejaba de lado.
  • Nada que ver, vení para acá y te explico.

Mientras esperaba a Karina , pedí el desayuno a la habitación y lo llamé a Alphonse .  Me atendió enseguida diciendo que ya había hablado con las chicas del servicio y que ellas no tenían ningún problema para quedarse a mi lado…

  • Mejor que mejor, nunca tuve problemas con ellas y me parecen de lo más serviciales y discretas, lo llamo porque tengo otro inconveniente…
  • Vos dirás, si está a mi alcance trataré de ayudarte a solucionarlo.
  • Tengo que irme unos días a Aruba, debo solucionar algunos problemas personales y si me hago cargo de la empresa no voy a poder, además, Karina tendría que viajar conmigo, creo que el jueves o el viernes podría estar de regreso.
  • Uff, creí que era más dramático, por mi parte no hay problemas, no tengo necesidad de presentarte a nadie en la empresa y me puedo arreglar con Sol , yo viajaría el sábado en la noche y, de última estiro toda la agenda para el lunes posterior, eso sí, ese mismo lunes tendrás que asentar tu firma en el Banco.  Andá tranquilo, nos vemos el viernes que viene.

Alphonse me sacaba un peso enorme de encima y aunque hubiera podido pensar lo que quisiera respecto de Karina y el viaje a Aruba , hacía un culto de la discreción y no preguntó nada más. Karina vino volando, creo que después de que cortó la comunicación ya se estaba subiendo a un taxi, pues se retiraba la camarera que me había traído el desayuno y ella entraba en la habitación.

  • Hola mi vida, te extrañé horrores, más rápido no pude venir.  Dejá que te sirvo y aprovecho para desayunar yo, ¿a qué se debe el apuro?... -Todo esto acompañado de abrazos, besos y movimientos ondulantes de su pelvis apretando mi bulto-.
  • Necesito saber si estás dispuesta a ser mi pareja acompañada de la otra número 1.
  • ¡Epa, qué directo que sos!, ya te dije que sí, no la conozco, pero si el tema es estar a tu lado, yo me adapto.  Veo que estás muy acelerado…
  • Más que acelerado, tuve que tomar decisiones rápidas urgido por Alphonse y debo decidir también por mi vida sentimental a futuro, por lo pronto, lo mismo pienso preguntarle a ella y acorde a su respuesta las voy a dejar que se conozcan.  Esto que ha sucedido cambia toda mi vida y la de ustedes dos.
  • Nunca te vi así y esto debe ser más importante de lo que hasta ahora me dijiste, pero… vos decidís…

Acorde a como siempre era Karina , preguntó lo justo y necesario y espero por lo que yo resolviera, me quedaba la parte más “pesada” , que Valentina entendiera la situación de la “otra” que tenía el mismo nivel que ella en mis sentimientos y que desconocía por completo.  Tomé la Tablet y la llamé, no me contestó enseguida por el Skype y usé el celular…

  • Hola mi cielo, estaba pensando en llamarte, esperá, ¡tía, atendé a esta señora, es Carlos !...  Disculpe señora es una llamada internacional , -era evidente que se disculpaba con alguna clienta-.
  • Dejame hablar con él, debo contarle algo , -se escuchó la voz de la rubia veterana-.
  • Sí amor, contame, esto es un lío, está el negocio lleno de gente.
  • Es corto lo que tengo que hablar, es para decirte que hay otra mujer a mi lado y ocupa el mismo lugar que vos en mis sentimientos, por eso…
  • Me, me, Carlos, ¿me estás diciendo que me vas a dejar?, -no me di cuenta, siempre escuchan parte de lo que decís y sacan conclusiones-.
  • No, para nada, escuchá bien, eso depende de vos, tengo un matete de aquellos con mi vida y te necesito a mi lado, pero… a la que vive acá también, ¿estarías dispuesta a compartirme en una especie de matrimonio de tres?
  • No la conozco, pero te conozco a vos y me la imagino buena persona, ya te lo dije, si vos estás, yo quiero estar, acepto esa “unión” pero me tenés que contar más.
  • No sabés que bien me hace escucharte decir eso, mucho no puedo hablar, vamos a hacer una cosa mejor, tomate una media hora, prendé la computadora y se presentan y hablás con ella por el Skype.  Ya te contaré más, otra cosa, ¿qué pasó con el pasaporte?...
  • Ya averigüé, hay un conocido de mi tía que me lo puede sacar en dos días, pagando, claro, tengo que verlo el lunes.
  • Genial, te quiero Vale, te voy a dejar con Karina para que se conozcan.

Puse el Skype y la entregué atada de pies y manos a Karina para que se conocieran y hablaran las dos, cruzaba los dedos para que todo saliera bien, aunque internamente sabía que saldría todo a medida, el interés de cada una de ellas estaba para conmigo y no harían nada en contrario para poder cumplir con esa premisa.  Escuché, “hola Valentina , encantada de conocerte” que profirió Karina al saludarla y me puse a preparar un bolso con ropa.

De inmediato dejé de hacer eso y tomé mi celular para llamar al aeropuerto, había un vuelo que salía a las ocho de la noche con destino a Colombia y desde allí podría hacer un transbordo para ir hasta Aruba .  Ni Karina ni yo teníamos visas para ingresar a Aruba, pero recordé que cuando volvía me habían informado que, en calidad de turista, me podrían dar una visa provisoria por quince días para ingresar.

Sólo tenía que presentar una dirección en que me alojaría y llevar fondos suficientes para vacacionar.  Eso me daba tiempo por si quería quedarme más días para tramitar una visa por más tiempo, no me hacía falta, con esos días me arreglaba, dinero llevaba y la dirección estaba respaldada por la escritura de mi casa que también llevaría.  Confirmé los pasajes y regresé a la preparación del bolso.

Aparté en otro bolso las armas, no llevaría nada, no quería problemas con la Seguridad de los aeropuertos, guardé también el dinero sobrante pero antes retiré unos cinco fajos de cien dólares y billetes sueltos, eso lo puse en el bolso con la ropa para viajar.  Terminaba con esto escuchando las risas de Karina por la conversación que estaba manteniendo con Valentina , no sabía de qué hablaban, pero me hizo bien escuchar esas risas, parecía haber buena onda entre las dos.

Al escuchar que se despedían, regresé al lado de Karina , “es fantástica , -dijo- nos vamos a llevar de diez, ¿para qué preparaste esos bolsos? , -preguntó extrañada-.

  • Tengo que llevar un par de cosas al motor-home, retirar la escritura de la casa de Aruba y llevarte a vos a tu casa para que prepares un bolso con ropa de verano, a las ocho de la noche sale el avión para Colombia y de ahí a Aruba, vamos a llegar de madrugada, algo así como a las tres o las cuatro.
  • Estás loquísimo, jajaja, ¿cómo voy a hacer con el trabajo?, Alphonse me corta la cabeza…
  • Ya hablé con Alphonse, él se va a arreglar con Sol, además Alphonse se retira y me deja a cargo de todo, para eso fueron las reuniones con los Abogados en que vos quedaste afuera, después te cuento bien.

Pasamos por el estacionamiento dónde estaba ubicado el motor-home, hablé directamente con el dueño y le aboné quince días de estancia, me lo cuidaría como si fuera la hermana o la madre, después ingresé solo al vehículo, dejé asegurados todos los bártulos que quedarían bien guardados, tomé la escritura de la casa y salí cerrando con la llave electrónica.  Después seguimos viaje hasta la casa de Karina que ya no aguantaba más para preguntarme sobre Alphonse , ni siquiera tenía en cuenta el próximo viaje a la isla caribeña.

  • El tema es así, el viaje a Alemania de Alphonse fue para hacerse tratar de un problema grave que tiene, le recomendaron alejarse de cualquier estrés y se va a ir a una isla del Caribe con Ingrid, además heredó en vida a la hija y se me fue todo al carajo cuando me dijo que la hizo renunciar a cualquier reclamo testamentario y logró que los Abogados hicieran los papeles legándome en vida toda la empresa, con todas las filiales y además, la casa en que vive actualmente, la cual es una mansión que tiene como diez habitaciones, parque, dependencias, es un lujo total , - Karina no salía de su asombro-.
  • ¡Por Dios!, él me dijo que te tiene en la consideración más alta y me contó que te debía la vida, igual que Ingrid, pero no esperaba esto, ¿cómo es eso?, ¿se va a quedar sin nada?...
  • Dice que tiene suficiente para él, de todos modos, hay que pasarle un 10% de los dividendos a Ingrid y otro tanto a Helga por dos años, todo lo demás lo puso a mi nombre y apenas nosotros regresemos de Aruba, él se despide y se va, mal que me pese, no sé si volveré a verlo otra vez.
  • ¿Tan mal está?
  • Sí, no quiere que nadie sepa, pero el tema es terminal aunque no le dieron fecha…  ¿Te das cuenta el porqué de mis apuros?...

Karina se puso mal con el tema de Alphonse , le había contado toda su vida anterior y él jamás la juzgó, le había tomado un cariño especial, casi como si fuera un padre.  Se quedó callada y no hizo ningún comentario, aunque, sin aspavientos ni sollozos, las lágrimas caían por sus mejillas y ni siquiera atiné a darle un abrazo, una porque estaba manejando, otra porque si la abrazaba iba a explotar.  Eso sólo lo hice al bajar en la puerta de su casa y, efectivamente, rompió en llanto desahogándose.

Sol no estaba, se notaba que había salido a hacer compras y le vino bien a Karina para recomponerse, después tomó una maleta de viaje y comenzó a poner ropa, zapatos, vestido largo, me acerqué a mirar y le saqué todo…

  • Poné un par de zapatillas, ojotas, un sólo par de zapatos, dos jeans, shorcitos, vestidos cortos de verano, remeras, ropa interior y traje de baño escueto, tus cosas de higiene y algo de maquillaje.  No olvides el pasaporte y ya está lo necesario para Aruba.
  • ¿Tan poco?, parece que fuéramos a pasear hasta el Tigre y regresáramos en el día.
  • Con que te pongas la tanga yo estoy hecho y se me caen las babas.  Sin bromas, si querés no lleves nada, sólo un sobre con tus documentos es suficiente, allá compramos todo.
  • Dale, te tomo la palabra, compramos todo allá, jajaja, me gusta más esa idea. -En ese momento entraba Sol -.
  • ¿En que andan ustedes dos?, ¿se van a ir de viaje?...
  • Sí, Solcito , no volvemos hasta el jueves o viernes de la semana que viene.  Me lleva a Aruba , voy a conocer a Valentina .
  • ¡Ahh, bueno!, se están aclarando los tantos, ¿cómo vas a hacer con el trabajo?...
  • Quedás a cargo de la oficina Sol, vas a estar con Alphonse, ya te va a decir él, pero vos pateá todo para la semana que viene, no la que viene no, la siguiente.
  • La puta madre, con las ganas que tenía yo de sol y playa.
  • Te prometo algo, en las próximas vacaciones te pago el pasaje y te vas, casa vas a tener y las chicas que quedan allá te van a atender de diez.
  • No voy a dejar que lo olvides, ¿cuándo salen?...
  • Esta noche, el vuelo sale a las ocho de la noche.
  • Bueno, tenemos tiempo, voy a preparar algo de comer o vinieron con ganas de “konga”, yo siempre lista.
  • No, dejá todo, no jodás y vamos a almorzar afuera.

Almorzamos en un restaurant chiquito que quedaba cerca, la pusimos al tanto a Sol de algunas cosas y nos fuimos para Ezeiza alrededor de las cinco de la tarde.  Quería llegar con tiempo, no para despachar el equipaje porque prácticamente era de mano, sino para asegurarme el tema de los pasajes y el transbordo.  Arreglado esto nos fuimos a hacer tiempo a la confitería del aeropuerto.

Nos reíamos porque volvió a suceder lo de las admiradoras, Karina , aun de jeans, remera y campera “paraba el tránsito” y a poco que se peinara y arreglara no podía pasar desapercibida máxime con el parecido con la actriz venezolana.  Dos señoras estuvieron a punto de acercarse a la mesa, pero no se animaron y noté también que un “paparazzi” improvisado filmaba con discreción mediante un Iphone de los más modernos, le di tela para cortar, aunque el quilombo lo tendría otra persona, ya habría tiempo para aclarar.

“Tengo ganas de comerte la boca, estás hermosa” , -le dije tomándola cariñosamente de las manos-…  La morocha reaccionó tal como esperaba y me contestó: “ Como si tuvieras que pedirle permiso a alguien, yo siempre tengo ganas” …  Levantó el culo de la silla, se apoyó en la mesa con las dos manos y fue ella la que me comió la boca sin que nadie de los que miraban le importara.

Le devolví el beso y le dije de salir.  Ya en el medio del hall, llevándola abrazada de los hombros, comencé a reír con ganas.

  • ¿Qué maldad hiciste?
  • Yo ninguna, mi pareja me besó, yo la besé a ella y ahora la llevo de los hombros, el problema lo va a tener una persona cuando tenga que explicar el video que filmaba un “paparazzi” entusiasmado, jajaja.
  • No podés ser tan malo, vamos a explicarle, ¿a dónde está?
  • No sé, salió corriendo a dar la noticia, mejor vamos al pre-embarque que se nos va a hacer tarde.

El avión despegó a horario, la primera clase estaba casi vacía, la azafata nos brindó una atención preferencial avisándonos también que el transbordo no nos llevaría más de media hora, así que estimé que llegaríamos a Aruba cerca de las cuatro de la mañana.  Me estiré en el asiento y me puse a pensar que la vida me había cambiado totalmente.

Continuará…

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