Aplicando justicia (1)

En ésta nueva historia Guilleos1 se supera, se mete en la piel de un hombre que ha vivido mucho en todos los aspectos, virtuoso en armas de todas clases y experto en el amor, deambula por el mundo después de un desgraciado episodio amoroso, en él, pese a que sólo busca descanso,

PRÓLOGO.

En ésta nueva historia Guilleos1 se supera, se mete en la piel de un hombre que ha vivido mucho en todos los aspectos, virtuoso en armas de todas clases y experto en el amor, deambula por el mundo después de un desgraciado episodio amoroso, en él, pese a que sólo busca descanso, se apiñan una serie de aventuras que le forzarán a aplicar sus métodos, a veces no muy ortodoxos, para buscar JUSTICIA y VENGANZA, espero les guste como a mí.  Les aconsejo que sigan la historia desde el principio.

Tauro47.

Alegrías, sinsabores, vida, tan sencillo como eso.  Sé que elegí vivir una vida distinta y no me arrepiento de ello.

DÁNDOME A CONOCER. (1).

El motor-home que rodaba por la Ruta 9 con destino a Tucumán a poco de salir del límite con la Provincia de Córdoba estaba hecho sobre un chasis de un micro ómnibus Mercedes Benz, había gastado en él una suma considerable pero lo había mandado a hacer a mi entero gusto, hasta una antena satelital retráctil que captaba señales de Internet y de televisión por cable tenía en el techo, no molestaba cuando el vehículo estaba en marcha porque, por medio de un motorcito, la retraía y se ocultaba en un panel de la carrocería.

La mesa para unas seis personas de lo que sería el comedor se podía correr junto con los bancos para que quedara recostada sobre unos de los laterales, esto hacía que quedara un buen espacio para moverse y para disfrutar del sofá.  El baño químico era amplio, con inodoro y bidet incorporado y una cómoda ducha en que entraban dos personas.  El dormitorio ocupaba casi tres cuartas partes del vehículo y tenía una gran cama “King” que disfrutaba a gusto, con la rubia y la morocha que me acompañaban en ese momento.

Allí adentro no faltaba nada para tener un buen pasar, placard para la ropa, poca aunque buena y variada con un par de trajes y smoking incluidos.  Cajoneras debajo de la cama y anaqueles en distintas partes del dormitorio guardaban todo lo necesario para poder mostrarme bien acorde a distintas situaciones, aunque, en realidad, le escapaba bastante al hecho de “mostrarme” , en ciertas ocasiones ameritaba hacerlo.

La carrocería, el parabrisas y los vidrios de las dos ventanas que tenía en los costados se habían confeccionado con placas de plástico mezcladas de teflón y Kevlar que no permitía el paso de balas utilizadas por cualquier tirador, ni siquiera las de 50BMG o 12,7x108 mm, pues éstas sólo producían marcas de impacto pero no penetraban.

Este compuesto era un invento de un amigo armero que invirtió tiempo, trabajo y conocimientos para ayudarme a construir las placas necesarias que rellenaron las estructuras del motor-home pre-armadas por una empresa carrocera del tipo “familiar” , (padre y dos hijos que trabajaban de modo independiente) y que sabían mantener la boca cerrada.

A mi pedido, ellos hicieron también un habitáculo especial que rodeaba todo el vehículo como si fuera una gran moldura, ésta tenía diversas aberturas disimuladas y de difícil acceso, impensado sin un código determinado que sólo yo conocía, allí podía guardar mis bienes más preciados que eran: joyas, casi un millón de dólares en efectivo, distintos fajos de billetes de dinero local, documentación apócrifa que ya tenía desde tiempo atrás.

Además, dos pistolas Glock 27 Gen4, calibre 40, adaptadas para silenciador, cuatro cargadores adaptados de diez balas para cada una y dos rifles “profesionales” también con sus correspondientes silenciadores, miras de largo alcance ajustables y cuchillos de lanzar de “repuesto” , además de diversas cajas de balas para cada arma.

Estaba orgulloso de estos rifles, eran de lo más modernos, uno era un AX50 muy efectivo, usaba munición 50BMG y tenía un alcance cercano a los 2.000 metros, el otro era más liviano, un Arctic Warfare Magnum, éste tenía un alcance que orillaba los 1.200 metros y usaba munición 338 Lapua Magnum, los dos eran altamente certeros.  Algunos se preguntarán, ¿por qué tenía en mi motor-home semejante cantidad de dinero, joyas y armas sofisticadas y precisas? ...

No eran sólo esas, llevaba siempre conmigo un arnés en el que portaba una pistola Beretta 22 Mossad LRS, pequeña pero con balas explosivas de alta velocidad y diez cuchillos de lanzar de unos diez centímetros de hoja y dos de empuñadura.  A pesar de la bronca y el inmenso dolor que arrastraba y que me obligaba a disimular, me gustaba pensar que todo era por Justicia.  Muy “particular” en una especial y solitaria “guerra privada” pero Justicia al fin y el dinero y las joyas era el resultado de lo que lo que yo “cobraba” por aplicarla pero, no es cuestión de apurarse, a medida que vaya contando, entenderán.

No es ni era una cuestión de sembrar misterios, sucede que, desde hacía tiempo, me tomaba mis tiempos para todo y aunque parezca redundancia, esos “tiempos” eran una forma de vida adoptada para estar tranquilo.  Así era para viajar, para comer, dormir o entablar relaciones siempre efímeras y hasta para fornicar o coger o follar, como notarán, no detallo, “hacer el amor” , eso no existía para mí, estaba insensibilizado para con ese sentimiento.

A decir verdad, esto era así para muchos de esos “sentimientos” , sentir “algo” por las personas me “jugaba en contra” , lo tenía claro pero… tampoco estaba exento de condolerme o actuar en consecuencia al notar abusos o malos tratos contra quien no sabe o no puede defenderse y ni hablar cuando quien sufría los malos tratos era un animal, fundamentalmente perros o caballos, ellos nunca me jodieron en nada.  Había llegado a la conclusión de que la Educación recibida de mis padres actuaba en contra de mi supuesta o prefabricada maldad y nunca pude con ella, aún a costa de que me pudiera perjudicar.

Había amado con el alma a una sola mujer, a mi esposa, que ya no estaba, ella, de novia, fue quien se bancó todas las barbaridades, que permitió que gastara todos mis ahorros en lo que me propuse aprender para poder forjarme un camino en el ámbito de la Seguridad Privada Personal.

Artes Marciales, Cursos de Supervivencia, Entrenamiento de Comando y de armas de fuego y cuchillería brindado en un campo en que se había montado una Academia privada de Entrenamiento dirigida por un ex Oficial de Marine americano, el cual  había recalado a probar suerte en el Hemisferio Sur debido a una lesión en la rodilla que le impidió seguir la carrera y juntó a otros Profesores también especializados para hacerla funcionar.

La misma mujer que jamás esbozó un reproche por las horas de gimnasio que restaban tiempo a la pareja, ni por los sueldos gastados que impedían muchas veces el divertimento mutuo lógico y normal de cualquier pareja o por las ayudas económicas nunca reclamadas.  Ella siempre estuvo a la espera de mi llegada, muchas veces para curar heridas y darme el cariño, los mimos y el sexo que necesitaba, disfrutando también con todo ello…

Podía tener una pierna rota colgando de un arnés pero el sexo no me podía faltar, era una especie de obsesión rara, si estaba solo, aislado o rodeado de hombre nada de sexo me urgía, en cambio, si aparecía una mujer bella en el medio buscaba siempre los medios para tratar de acostarme con ella.

En eso también fue maravillosa, no sólo me dio todo lo que necesitaba, sino que logró que fuera la única en la que se me ocurría pensar, obviando o desestimando a cualquier otra que se acercara.  La quería tanto, era tanto el amor que supo implantar y lograr en mí que ni ganas me quedaban de mirar a otra, bueno... admito que mirar las miraba pero ninguna se igualaba, salvo una que algo se acercó, la cual terminó volviéndose un poco loca perseguida por “fantasmas” y “castigos divinos” .

Finalmente, cuando, luego de dos años de trabajo duro y aprendizajes, egresé de esa Academia compartiendo el primer lugar en puntajes con mi amigo Patricio, sabíamos quehabía que forjarse un futuro.  Allí no existían Títulos pero éramos los mejores, en lo particular sabía todo, absolutamente todo sobre repeler agresiones o evitarlas, conocía de cualquier tipo de armas o como sacarse a varios tipos de encima en una pelea asentando golpes destructivos.

En cuanto a armas, mi puntería era excelente tanto con pistola como con rifles de precisión en corta y larga distancia o el uso de los cuchillos de lanzar, podía conducir cualquier tipo de vehículos y podía llegar a aislar el dolor y a mantener la calma aún en las peores condiciones, el único problema, si es que se le puede llamar problema, era que todo sólo se basaba en teoría, lo único que implicaba práctica era el uso del polígono de tiro y las computadoras junto a los conocimientos de programación.

Conseguí mi primer trabajo por recomendación de mi Director-Profesor, era una condición estipulada por contrato si aprobabas el curso. Patricio también se benefició de esto pero él se dedicó al tema de la Armería y comenzó a trabajar en una importante fábrica de armas, yo fui a prestar servicios en la custodia personal de un Empresario extranjero, alemán para más datos y que nadaba en millones.

Mejor no podía estar, tenía un sueldo impensado para el común y muchas otras facilidades que supe explotar.  Trabajaba un día sí, otro no y en pareja con otro muchacho también recomendado por el Marine.  A los ocho meses de estar trabajando con el Empresario, lo quisieron secuestrar o robar, que era lo más probable, aún a pesar de que se declaró y se asentó que fue un intento de secuestro.  Eran cuatro tipos en dos autos y el error primario fue de mi compañero aunque jamás declaré algo así en la Justicia cuando me tocó hacerlo.

El Empresario viajaba con la Secretaria, una rubia alemana grandota, alta, de grandes tetas que nunca disimulaba y atrayente cabellera rubia que le caía en cascada a los costados de un rostro bellísimo, además, simpática con nosotros, siempre nos trataba muy bien recomendándonos todos los días la salud del “Jefecito” , como le decía al Empresario, el pedido no era caprichoso, eran amantes, quizás un poco más que eso, él la trataba como a una reina y nosotros lo sabíamos aunque fuéramos “tumbas” .

El único que estaba serio era yo que viajaba en el lugar del acompañante por dos motivos muy valederos para mí, uno era porque el trabajo que hacía me lo tomaba muy en serio y otro era porque, habiendo una mujer hermosa de por medio ni borracho me salía de mi papel y me brindaba a la jarana, era muy “entrador” , atento, gracioso y dado, algo que las mujeres captaban y solían luego darse con más facilidad.

No era este el caso porque Ingrid que así se llamaba era una “ninfa sagrada” , por otro lado, estaba por casarme y no iba a cometer ninguna cagada, ni siquiera con el pensamiento, ante lo que yo consideraba una falta de respeto a mi futura esposa, además le tenía mucho cariño a ella y un gran respeto al Empresario. ¡Qué sé yo! , son formas, modos de conducta, quizás “códigos”

Venían contentos de una reunión en que habían cerrado un acuerdo empresarial de varios millones de dólares con otra empresa y con gente del Gobierno, lo que implicaba también unas tremendas ganancias para él y que, como es dable destacar, ella recibiría su parte de esto.

Habían almorzado con un par de Senadores, firmaron un pre acuerdo porque los Políticos no quisieron recibir el maletín que él les había llevado y que seguramente llevaría dinero, ya había pasado en otras oportunidades, luego uno de nosotros en un coche particular se acercaría a un domicilio prefijado y dejaría el susodicho maletín.

Siempre me dio mala espina esa forma de proceder porque con el tema de evitar que la Prensa o los curiosos fueran a captar nada extraño por paquetes o maletines “sospechosos” , se había convertido en un “modus operandi” conocido y estaba lleno de traidores y de aprovechadores.  Decía del error de mi compañero porque se había relajado hablando con el Empresario, relajación que se extendía con la rubia ya que le hacía una broma por la mala pronunciación de una palabra y “olvidó” los espejos o mirar la cercanía de los coches a sus costados y los de adelante.

Era pasado el mediodía en plena ciudad y por esa broma o por la relajación, no notó que un vehículo se adelantó al nuestro, se puso adelante un poco antes de llegar a un semáforo, frenó por las luces rojas y mi compañero se arrimó demasiado a este automóvil detenido por delante del nuestro, tampoco notó que el automóvil que venía detrás se “pegó” a nuestras defensas encerrándonos para cualquier posible maniobra.

“Estás muy cerca, retrocedé un poco” , -le dije con voz de mando-, lo intentó en el acto para darse cuenta del “tapón” que había detrás y que no le permitió retroceder.  Enseguida me moví nervioso le grité al Empresario que se arrojara al piso del vehículo porque vi que se abrían las dos puertas delanteras del coche que estaba adelante y de él salían dos tipos con ametralladoras M-10 en las manos.

Salté como un felino abriendo la puerta y al que estaba en mi rango de tiro no lo dejé ni levantar el arma.  Las enseñanzas decían, “se efectúan dos disparos consecutivos y nunca al pecho, en estas situaciones los atacantes también pueden llevar chalecos, los puntos a atacar serán brazos, piernas o cabeza” .  Fueron dos disparos, uno en plena cara y otro en la garganta pero no pude impedir que el otro lanzara una ráfaga de disparos hacia el auto antes de caer abatido con un balazo cerca de la sien y otro en la mitad de la cara porque lo tenía de costado.

De inmediato sentí dos golpes en la espalda que me arrojaron contra un coche estacionado y un dolor muy agudo en el brazo izquierdo pero alcancé a girar y al que estaba parado y protegido por la puerta del auto le destrocé los pies con una andanada de tres disparos seguidos, eso lo hizo salir de la protección de la puerta y permitió que, al agacharse, el otro disparo le entrara en el medio del cráneo.  No pude ni le quise disparar al cuarto porque salió corriendo como una gacela saltando por entre medio de los autos estacionados detrás de los involucrados en el incidente.

Para mí estaba claro que no eran ladrones comunes, tenían chalecos de Kevlar tipo camisetas como los que llevábamos nosotros y es difícil “manejar” una M10, un arma que dispara 30 balas por segundo, en ráfagas cortas de cinco o diez disparos pero eso lo pensé después porque la adrenalina estaba a mil y lo prioritario era la atención de quienes viajaban conmigo.

Mi compañero aún tenía las manos sobre el volante del auto, rígido y como mirando al frente pero su cara presentaba tres perforaciones muy juntas y la sangre junto con los sesos manchaban todo el interior del automóvil, el Empresario quedó ileso pero la Secretaría tenía una perforación en el hombro y la mandíbula le colgaba, se sostenía no sé con qué y parecía muerta.  Estaba sentada en diagonal al conductor y le tocó recibir parte de los disparos de la ráfaga de la M10.

Al querer ayudar al Empresario a salir del auto, un dolor, intenso, punzante y agobiante, me ganó todo el costado izquierdo, tenía un disparo en la parte de atrás del brazo y parecía también que me arrancaban pedazos de pulmones, casi no podía respirar debido al impacto de dos proyectiles en mi espalda, el chaleco aguantó pero la fuerza de los impactos se sintió como si hubieran sido mazazos, así y todo alcancé a cerrarle la puerta en la cara diciéndole que se quedara adentro.

Me senté en la calle apoyándome en la puerta cerrada del auto y me mentalicé, casi por inercia, para aislar el dolor y evitar con ello el desmayo, sólo cuando cuatro policías de uniforme me rodearon, me aflojé y me desmayé.  Desperté al otro día extendido sobre la cama de una Clínica, con suero y varios “chupetes” en el pecho mientras mi futura esposa me miraba y se sonreía.

Me tenía tomado de una mano, la derecha, eso debido a que la izquierda junto con todo el brazo estaba inmovilizada, enyesada y sostenida por un arnés, debido a que tuvieron que operar para sacarme la bala que estaba incrustada casi un centímetro en el hueso húmero del brazo, tampoco le pude devolver la sonrisa, tenía un par de costillas fisuradas y un derrame importante de líquido sinovial que recubre los huesos de las costillas y esto no me dejaba mover sin dolores fuertes, hablar, a cuentagotas y respirar, sólo con mucha calma.

Luego de que la enfermera se fuera después de inyectar algo en la manguera del suero, me contó que todo había sucedido en dos o tres minutos, que no se conocían las filiaciones de los asaltantes que quisieron secuestrar a mi jefe y que la Secretaría se había salvado pero que tendrían que hacerle muchas cirugías para tratar de devolverle algo de la cara que tenía y que mi compañero no había sobrevivido, algo que yo sabía pero no se lo comenté…

  • Mi ángel, ¿quién te dijo que eso fue un intento de secuestro? , -pregunté balbuceando-.
  • La Policía, así es como se caratuló la Causa, además vos quedaste liberado por “Legítima Defensa”, el Fiscal y el Juez ya se expidieron y creo que tu jefe estuvo involucrado en esto porque movió muchos contactos.  De hecho, no sería raro que se apareciera porque todos saben que quiere verte apenas abras los ojos.
  • ¿No escuchaste si había filmaciones del hecho por las cámaras de seguridad?
  • No tengo ni idea, mejor preguntale a tu Jefe cuando venga, puede que él sepa.

Dicho y hecho, como a los veinte minutos apareció el Empresario con un sequito de cinco personas de la empresa, entre ellas, la hija, que adoraba a su padre y era una de las directivas más importantes, de 26 años, soltera, alta, estilizada pero engañadora porque destilaba “curvas” en todo su físico, era muy seria con todos y su presencia apabullaba pero no con los custodios, a nosotros nos trataba bien y la conocíamos hasta de verla en más que escuetos trajes de baño.

Tenía el cabello castaño claro y su vestido y calzado eran de excelente calidad.  Después de saludarme y darme las gracias por haber salvado a su padre, algo que sonó muy sincero, hizo “rancho aparte” con mi novia y se sentaron en un rincón a hablar, vaya a saber de qué porque hay situaciones en que sólo ellas se entienden.

Mi jefe también se mostró muy agradecido, aunque le resultaba difícil explicarme lo que sintió en ese momento y los ojos se le llenaban de lágrimas…

  • La verdad es que en mi vida sentí tanto miedo y si usted no hubiese estado allí con sus gritos, reacciones y repeliendo la agresión, no estaría contando el cuento.
  • Me alegra saber que toda mi preparación no fue en vano, lo único que le voy a pedir es tener una conversación a solas con usted, tengo algunas dudas que me rondan. -No lo dudó-.
  • Señores, me hacen el favor de esperar afuera, tengo algo privado que conversar, ¿las mujeres también?
  • No, con ellas no es necesario, -lógicamente, se acercaron a escuchar-.
  • Usted dirá...
  • ¿Cree de verdad que eso fue un intento de secuestro?
  • Bueno, eso es lo que me dijo la policía, según ellos era debido a mi posición y fortuna, opinan que podrían haber sacado buen dinero en un rescate.
  • Señor, esos tipos eran semi profesionales y no precisamente secuestradores.  Bajaron del auto disparando y a usted no lo alcanzaron de casualidad, usaban ametralladoras M10, que disparan 30 balas por segundo y lo hicieron con ráfagas cortas, eso sólo lo pueden hacer quienes aprendieron a hacerlo, tenían chalecos como camisetas que no hacen bulto, eso se lo vi al segundo tipo que abatí, el que disparó la ráfaga hacia el auto, al caer vi que tenía una camiseta similar a las nuestras debajo del saco y por encima de una remera.
  • ¿Cuál es su idea al respecto?  ¿Cree que podrían ser gente de nuestra Seguridad?...
  • No, creo que era gente mandada por alguno de sus “socios”, venían directamente a quedarse con el dinero del maletín y a eliminar a quien se le pusiera enfrente.  ¿Qué secuestrador dispara ráfagas contra el que quiere secuestrar?...  Estoy seguro que los mandaron, sabían lo que usted llevaba, conocían el itinerario porque yo no vi ningún auto sospechoso que nos siguiera, aparecieron en el momento justo y todo apunta a los Políticos.
  • Me está haciendo dudar muy seriamente de esas personas y aunque ahora no me los puedo sacar de encima por el negocio en sí que ya está montado.
  • Por eso mismo armaron el supuesto “secuestro”, el “arreglo monetario” no era personal con usted, la comprometida con ellos es la empresa, ¿cuánto llevaba en ese maletín?, si se puede saber…
  • Un millón y medio de dólares, lo que sucede que había que llevarlo por…
  • No me lo diga a mí, yo ya lo sé, es como una suerte de demostrar que está todo listo, ya pasó otras veces y luego alguno de nosotros lleva el pago a un lugar estipulado, hay tres o cuatro de ellos que saben cómo “funciona” esto, pudo ser cualquiera de los que sabían.  Que les robaran el dinero es una excusa que a ellos no les sirve y si usted no hubiese quedado vivo, el “arreglo” con la empresa sería distinto, incluso exigiendo más de lo que se habrían llevado.  ¿Qué hay de las filmaciones de las cámaras de Seguridad?, quisiera que me dejara investigar todo esto.
  • De las cámaras no sé nada pero primero, cúrese bien, no se haga ningún problema por los gastos y luego conversaremos porque hay modificaciones en la Seguridad y quiero que usted esté al frente y a mi lado.  Ya habrá tiempo para hablar de todo.

Se despidieron y pensé que se avecinaban tiempos mejores, incluso mi novia me dijo que algo de eso habían hablado con la hija.  Me di cuenta que había hablado sin demasiados inconvenientes y con muy pocos dolores, se lo comenté a mi novia y me dijo que me habían puesto un analgésico muy potente en el suero para disminuir los dolores al mínimo…

  • ¿Te sentís mejor, ya no te duele tanto?
  • Estoy mucho mejor, el problema es con los movimientos bruscos.
  • Comprendo, entonces voy a cerrar la puerta y te voy a hacer una mamada de las que te gustan, si querés usá los dedos libres conmigo, no sé si es por el susto que me di o porque te toqué cuando dormías pero estoy excitada y tenés los huevos muy cargados, enseguida lo soluciono.

Todo esto me lo decía con la mirada cargada de picardías y no tardé en reaccionar, yo sabía que sacaba todo su potencial cuando se ponía así y a mí me encantaba.  La miré un tanto enfebrecido cuando, dándome la espalda, se levantaba el vestido y se sacaba la ropa interior, lentamente, dejando que viera los labios de su vagina y su hermoso culo que me transportaba sustentado como si fueran pilares por un par de piernas perfectamente alineadas.

Parada a mi lado se mostró sacando pecho y dejando entrever las formas de sus tetas de pezones erguidos, no eran muy grandes pero llenaban completamente mis manos y a mí me encantaba acariciarlas, luego se agachó para hacerse dueña de su “aparatito” como ella le decía y me dejó caderas y nalgas al alcance de mi mano sana.  El “aparatito” no era para figurar en el Guinness, apenas y muy “enojado” , se erguía con sus diecinueve centímetros pero el grosor del tronco luego del glande tenía sus bemoles, eran unos casi siete centímetros de diámetro.

Para algunas de mi pasado no había resultado fácil pero mi futura esposa lo tenía “dominado” y “adaptado” a todos sus orificios o al revés, sus orificios “adaptados” a él, eso era lo de menos, había costado hasta lágrimas, gritos y paciencia inspirada en el amor pero ya hacía lo que quería con él.  Había aprendido y sabía bien lo que lograba, el tema fue que me secó en poco tiempo y tragó todo lo que mi glande, instalado en el fondo de su garganta, dejó salir, justo cuando se contraía, temblaba y gemía porque mis dedos, insertados en su culo y vagina, no se habían quedado quietos.

Pasé una semana internado, podría haber salido antes pero mi novia que, prácticamente se había mudado a mi habitación privada y mi Jefe no lo permitieron, hasta rehabilitación con el brazo tuve que hacer, resultado: Salí como “chiche” nuevo.  El mismo día, me cambié y me presenté ante la nueva Secretaria de mi Jefe, me enteré en la Clínica que a Ingrid la habían trasladado a Alemania para hacerle las operaciones faciales.  No me hizo esperar y me acompañó al despacho privado del Empresario.

Lo saludé y le dije que, si él lo estimaba conveniente, ya estaba a disposición.  No puedo negarlo, iba con un poco de temor, sabía de casos en que la víctima no quería saber nada de estar frente a sus defensores de ese momento, como mínimo le traían recuerdos de miedos y temores y solían cambiarlos y poner al frente de su Seguridad a otros efectivos.

Continuará…

Por favor, valoren y comenten.

GUILLEOS1 se los agradece.