Apetito sexual universitario

La historia que me conto una muchacha quien se desato en un apetito sexual inusitado.

Esta es la historia que me fue narrada por una muchacha que un dia descubrió que su apetito sexual era urgente

Era una mañana muy calurosa, alrededor de 32 grados castigaban a la ciudad. Miles de personas salian apresuradas de sus casas para ir a sus trabajos. Carolina, en tanto, todavia estaba en su habitacion repasando algunos apuntes y libros para el examen que tenia que dar ese mismo dia. Habia estado estudiando muchos dias antes por lo que sentia muy bien preparada para la ultima prueba del año. Cuando se disponía a salir para la universidad, prefirio cambiarse la blusa blanca que tenia puesta por una mas cómoda. Eligió enseguida una mas corta y ajustada. Ahora los grandes pechos que tenia estaban mejor marcados, parecian que estaban a punto de explotar. Carolina se miró al espejo y sonrió picaramente, le gustaba sentirse arreglada para cualquier ocasión.

A pesar de su seguridad habitual sintió un pequeño cosquilleo cuando estaba llegando a la universidad, penso primero en los nervios propios del examen, pero rapidamente comprendió que las miradas lujuriosas de los jovenes estudiantes estaban todas dirigidas hacia ella. La falda que llevaba era muy corta y le marcaba perfectamente sus piernas y cola que tanto cuidaba en el gimnasio. Sabia que tenia que tener la cabeza en todo lo que habia estudiado pero no podia dejar de pensar en lo mucho que le excitaba estar rodeada de los muchacho que la observaban con lascividad y sentirse como una verdadera puta

El examen no le resultó tan fácil como había planeado en un principio, las distintas imágenes eróticas que se le aparecían por su cabeza la desconcentraban buena parte de las dos horas programadas. Le faltaba una ultima pregunta y por los nervios comenzó a mirar hacia los costados en busca de poder conseguir alguna ayuda para solucionar el problema. A su derecha, un muchacho alto moreno y de buen cuerpo no dejaba de admirar sus pechos, sin tener ninguna vergüenza. Carolina le sonrió timidamente y le hizo un pequeño gesto con la mano indicando tres dedos que correspondía al numero de pregunta. Su compañero de banco no tardo en apuntar en un papel la respuesta que necesitaba para completar el examen. Carolina le agradeció con una sonrisa propia de su simpatía. Al final de la nota decía "mira que todo tiene un precio... te espero en la puerta del baño de hombres". Estaba terminado de copiar la respuesta y la excitación en su cuerpo comenzó a hacerse sentir. Sintió que su entrepierna estaba tan húmeda como nunca lo hubiera imaginado, al mismo tiempo experimentó la dureza de sus pezones que parecían una roca

Apenas salió del aula echo una mirada al muchacho moreno que le había dado la respuesta, todavia estaba escribiendo. Se la notaba nerviosa, dudaba respecto de sus futuros actos. El corazón le latió violentamente. Muy despacio comenzó a caminar hacia el lugar de la cita con el desconocido. Miraba distraída hacia arriba y abajo cuando sintió que una mano se apoyo en su hombro. Desconcertada dio la vuelta rápido y encontró al muchacho que le sonrió y confirmó en voz alta lo que habia declarado en la nota

Todo tiene un precio preciosa.

Tienes razón respondió Carolina un poco nerviosa y excitada. Y cual es el precio que debo pagar?

El muchacho levantó su gran mano y la llevo a uno de los pechos de Carolina, quien mordió sus labios para no gritar. Los brazos y el cuerpo del muchacho la llevaron de manera brusca hacia el interior del baño. Pareció perder el sentido común y la conciencia. Carolina parecía dispuesta a hacer realidad las imágenes que le surgían antes de llegar a la universidad. En el baño no había nadie pero poco le importaba a ella. El moreno arremetió su boca con los labios carnosos de Carolina y sus manos tocaban hoscamente sus tetas que salieron disparadas de su sostén. La arrinconó contra una de las paredes y comenzó a sobarle los pechos. Carol gimió por primera vez, al tiempo que lleva una de sus manos a su coño. El muchacho la estaba sobando con una violencia inusitada. Arranco de varios tirones su blusa, el sostén y la falda. Carolina paso del gemido a un grito de excitación máxima:

vamos cabrón que esperas para follarme , grito la muchacha. Nunca pensó largar semejante aclamación, pero sus deseo sexual podía mas que su timidez

El moreno sonrió y llevó su boca a la raja caliente lamiendo furiosamente el chocho húmedo y bien depilado

-ahhhh que bueno eres cabron , gritó Carolina

La excitación de ambos no les permitio oir que llegaron dos muchachos recien llegados al baño al baño. Al ver semejante espectáculo, no dudaron en desabrocharse los pantalones.

El muchacho moreno estaba con los ojos cerrrados disfrutando de la tremenda mamada que le estaba haciendo Carolina, quien no podía dejar de saborear esos 20 cm de carne negra que no le cabían en su boca.

Los dos chico comenzaron a masturbarse unos minutos hasta que uno de ellos llevo su boca hacia el culo de Carolina, quien saco apenas la boca de la verga y alcanzo a balbucear

  • joder que es esto?

  • No tengas miedo preciosa, no te vamos a hacer daño

El chico le empezo a chupar la raja sin importarle nada., al mismo tiempo que ayudaba con sus dedos quienes alternaban el culo y el coño

A Carolina no le importo mucho eso porque seguia chupando esa polla como desesperada

Vamos Jose .. ese culito te esta esperando grito uno de los chicos con una mano se masturbaba y con la otra manoseaba los pechos de Carolina

Jose la tomo de la cinturas y de un solo envión le clavo los 18 cm de polla. Era tal lo lubricada que estaba Carolina de lo excitada que le entro toda de una sola estocada. Esto le provocó una corrida furiosa que inundó los huevos que golpeaban sin cesar su sexo caliente

Si hijo de perra folla a tu putita grito descontrolada Carol

Este grito pareció excitarlo al muchacho moreno que descargo todo su leche en la boca , cara y hasta el pelo moreno de Carolina. Esa enorme verga no paraba de liberar semen que la muchacha trataba de limpiar con su sensual boca. Con la otra mano estaba masturbando freneticamente al chico que quedaba disponible y que no pudo aguantar mucho mas la excitación que tenia por estar con una hembra semejante corriendose de manera considerable en el rostro

El baño era un concierto de gemidos. Apenas luego de las soberbias corridas, entró otro muchacho que quedó con la boca abierta ante el espectáculo de Carolina y su nuevos amigos...

Esta historia continuara...