Anything could happen 18

Creo que el estar aquí cambiaría muchas cosas de mi vida.

Cloe

Me dirigí hasta mi asiento y me senté agradecida de que fuera del lado de la ventana y no del pasillo. Eché una mirada rápida a las caras que tenía cerca; algunas estaban tristes, otras felices, algunas demostraban un evidente miedo acompañado de nerviosismo y muy pocas estaban neutrales. También pude darme cuenta de que no había solo mujeres, sino que muchos hombres viajaban en el mismo vuelo, que era obviamente exclusivo de la milicia.Eché mi cabeza hacia atrás y espere a que abordaran los demás pasajeros con los ojos cerrados e imaginándome la impresión que tendría Angie al leer mi cara, ¿Le dará risa?, ¿Sentirá remordimiento?, ¿Le será indiferente?, ¿Sentirá lo que yo siento? Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no sentí cuando una persona se posicionó a mi lado. Abrí los ojos para conocer a la persona que sería mi acompañante en el viaje y la encaré.

-Lo siento, no era mi intención despertarte.

-Cloe: Tranquilo, solo estaba pensando. (Esbocé una sonrisa que fue correspondida por otra igual)

-Mi nombre es Aarón, con doble “a”, tengo 26 años, soy sargento de primera clase y gozo de una completa soltería que no me importaría perder si es por ti. (Me tendió su mano al tiempo en que mi guiñaba un ojo y yo soltaba una carcajada)

-Cloe, sin “h” entre la “c” y la “l”, 22 años, sin la más remota idea del rango en el que me encuentro y con el corazón hecho trizas gracias a una mujer. (Estreché mi mano con la de él y dejándole claro mi inclinación sexual)

-Aarón: Bueno, supongo que la tipa es medio ciega. Mira que dejarte ir y de paso romperte el corazón. (Negó con la cabeza y torció los labios)

-Cloe: Hey, respeto a los ciegos que mi cuñada tiene esa discapacidad. (Le amenacé con la mirada y con el dedo índice)

Iba a disculparse pero las quejas de una mujer interrumpieron sus palabras.

-Tonta, tonta, tonta aeromoza ¡Que ni siquiera estoy en la lista! ¡YO soy jefa de toda la lista! (Dejó caer su cuerpo en el asiento y cerró los ojos echando su cabeza hacia atrás) Odio los viajes de vuelta, Aarón, los odio. Y recuérdame no volver  a confiar en nadie que no seas tú. (Le amenazó  con el dedo índice y después volvió a la posición de antes)

-Aarón: Muy bien, gracias por preguntar. Mi madre preguntó por ti jaja si lo sé yo también me extrañaría.

-No estoy de humor, déjame dormir y despiértame cuando estemos por aterrizar. (Y así sin más se dio la vuelta y cayó en un profundo sueño)

-Aarón: Desearía tener ese poder de dormir al instante de poner la cabeza en una almohada… Bueno, Cloe la piedra que está a mi lado es la sargenta mayor, su nombre es Cristina. Al igual que tú sin “h” después de la “C”.

-Cloe: ¿Mucho gusto?

-Aarón: Si, no te escucha. Dejaremos las presentaciones para más tarde. Ahora la cuestión es: ¿Dormirás o me compartirás tus penas? (Su sonrisa burlona y su mirada me infundieron confianza y ¿Cómo iba a rechazar a la única persona que me hablaba entre todos estos desconocidos?)

-Cloe: Es algo larga y estúpida. (No quería aburrirlo con toda mi patética historia)

-Aarón: Al igual que el vuelo. Mira, déjame comenzar a mí. Hace 5 años que estoy aquí y no es por vengar la muerte de alguien o huir de casa. Mi hermano y yo siempre estábamos juntos, él tan solo era mayor por un año. (Ese “era” no indicaba que iba a ser una bonita historia) Los dos nos enlistamos a la edad de 21 años en el ejército con algo más de conocimientos básicos de cirugías. Él siempre fue más guapo, más fuerte y más divertido por lo que se puede decir que yo era algo como su sombra. Cuando llegamos al campamento él dejo de ser más que yo, aunque eso no quiere decir que ahora era yo el que valía más, sino que ahora todos nos veían iguales, éramos dos extraños más arriesgándonos y salvando a los que se habían arriesgado por desconocidos. Pronto los demás se convirtieron en nuestra familia y a los meses llegaron 5 cabos más, entre ellos la mujer más hermosa que mis ojos habían visto y que por supuesto tampoco pasó desapercibida por mi hermano aunque yo no me di cuenta. Los siguientes días me empeñé en cortejarla y posteriormente pedirle que fuera mi novia. Para mi sorpresa, ella aceptó. Obviamente ya no pasaba tanto tiempo con mi hermano y yo creía que eso lo mantenía irritado.

Una noche me informaron que debía marcharme en un viaje para encontrar soldados caídos, que estaría fuera alrededor de una semana o más y que sería una de las misiones más riesgosas del mes. Llorando me despedí de ella con un beso pero se me olvidó por completo despedirme de mi hermano ya que hacía unos días habíamos tenido una pelea bastante fuerte en donde me había dado cuenta de que ya no era el mismo de antes. Todo lo que salía de su mirada era coraje y rencor que eran aún más fuertes con las palabras y expresiones que soltaba con el único propósito de herir a las personas. Fue una de las experiencias más horribles, no pude salvar a más de 20 hombres y para salvar a uno tenía que regresar al campamento. Decidimos regresar  al tercer día, era de noche y solo el equipo de veladores estaba despierto. Llevamos al soldado a la carpa en donde se encontraban los instrumentos que necesitaba pero se encontraba demasiado mal y necesitaba a mi hermano. Dejé a los chicos controlando al soldado para ir a buscar a mi hermano y explicarle la situación en el camino para que cuando llegara supiera que más hacer. Al llegar no lo encontré en su cama y comencé a buscar por todos lados hasta que llegue al campamento de mujeres y lo vi, estaba con ella. De pronto me paralicé y no porque los vi, sino porque disparos comenzaron a escucharse afuera y fue hasta ese momento que voltearon  y me vieron.

La mirada de mi hermano era de una pena enorme, suplicándome con la mirada que lo perdonara pero la de ella, la de ella era burlona y así sin más ni menos alcanzó el arma que estaba en el suelo y mirándome a los ojos le disparó a mi hermano en la cabeza.  Corrí para intentar salvarlo pero ella me disparó en la pierna y caí al suelo. Recuerdo el olor de la sangre mezclándose con la tierra y como la vista se me hizo cada vez más borrosa. Desperté y Cris estaba a mi lado, sosteniéndome la mano con fuerza mientras me informaba la muerte de mi hermano. (No le dije nada, le di la mano y la apretó con fuerza)

-Aarón: Ahora, señorita, quiero escuchar su historia…

-Cloe: Ni siquiera puede llegar a llamarse historia. (Y así entre plática y plática; encontré a un nuevo amigo que hizo más ameno el vuelo y que me haría más amena toda esta locura)

Isabella

-Sam: ¡La negó y después la abofeteó! No puedo calmarme. Por su culpa tal vez nunca sostenga otra vez a mi hermana entre mis brazos. ¿Cómo pudo ser tan perra? (Su cara y pecho estaban rojos de la rabia mientras que las venas de su cuello saltaban ferozmente)

-Diego: Sam, basta. Necesito que analicen esto con la cabeza fría porque obviamente voy a impedir que cualquiera de ustedes valla a reclamarle a Angelina algo que ella acaba de saber y entender. (Tomó por los hombros a Sam y lo obligó a sentarse)

-Isa: Esta situación, no sé. Me parece tan irreal ¡Cloe está en un vuelo rumbo a Irak! (Me levanté como impulsada por un resorte y procesé por fin toda la información cayendo en cuenta de lo grave que era la situación)

-Yani: ¡Ni siquiera sabemos cuánto tiempo pasa hasta que sepamos de ella! (Lágrimas volvieron a resbalar por sus mejillas) Pero… dejemos de ser fatalistas, tal vez esto es lo correcto y lo mejor para ella.

-Sam: ¿Pueden quedarse esta noche conmigo? (Se volvió a nosotros con un hilo de voz y todos asentimos con un nudo en la garganta que dejamos escapar) Solo, no quiero estar solo.Lo más probable es que mis padres se marchen a otra ciudad dentro de poco y no quiero estar solo, por favor.

Pusimos mantas en el piso en donde nos recostamos los cuatro y aunque ninguno lo expresara abiertamente, sé que todos rezamos esa noche para que Cloe estuviera bien. Estaba a punto de dormirme pero la vibración de mi móvil me despertó.

| Msj Pau: Siento lo de tu amiga :/ ¿Estás bien? | | Msj Isa: Gracias y si estoy un poco mejor, me quedaré esta noche en lo de Sam. ¿Voy por ti después de clases? :P | | Msj Pau: Eso es bueno J Te veo mañana, descansa. | | Msj Isa:  n.n Dulces sueños, te quiero :$ | | Msj Pau: ^.^ Te quiero más :3 |

Y así, con una sonrisa en la cara pero algo triste terminé ese día rodeada de mis amigos.

Cloe

El avión comenzó a descender  para su próximo aterrizaje al momento en que mi compañero despertaba.

-Aarón: Hey, buenos-lo-que-sea-del-día. ¿Lista para conocer tu nuevo hogar y a tu nueva familia? (Animado comenzó a estirarse y sonreír a todo mundo)

-Cloe: Eso creo. (Resoplé y me coloqué el cinturón de seguridad)

-Aarón: ¡Oh por Dios! ¡Ataque terrorista! ¡Busquen y carguen sus armas todos! (Gritó de repente causando que todos lo vieran extrañados ya que aún estábamos en el aire)

-Cristina: Hijos de puta, ¡Odio a los terroristas! (Se levantó de golpe de su asiento y cargó un arma que llevaba en su cintura apuntándole a una aeromoza justo en la frente)

-Aarón: Jajajaja. (Soltó una carcajada que contagió a todos los pasajeros, incluso a mí. Fue una broma bastante buena)

La chica relajó sus hombros y cerró los puños con fuerza. Bajó el arma y sonrojada se dejó caer, nuevamente, en el asiento mientras dirigía una mirada de evidente enojo a Aarón.

-Cristina: Espera la venganza, cabrón. (Recargó su quijada en su puño y el brazo en su pierna mientras cerraba los ojos y negaba sonriente) ¡Lo admito! Fue divertido. (Levantó las manos rindiéndose)

-Aarón: Cuando despiertes en la cama con una chica recuerda este día y recuerda que ni ese despertar fue tan bueno como este.

-Cristina: Idiota. (Se giró rápidamente y le plantó un golpe en su hombro, después abrochó su cinturón de seguridad)

-Aarón: ¡Auch!, me entumiste el brazo. No puede ser que le des esa impresión de chica ruda a nuestra nueva compañera el primer día. (Se frotó el brazo con intención de calmar el dolor)

Al parecer Cristina ni siquiera había notado mi existencia pues sus ojos se dirigieron a los míos y comenzaron a estudiarme. No sé lo que ella habrá pensado de mi pero la imagen de ella que ya había formado si era la de una chica ruda.

-Cristina: Eso está bien, así sabrá que conmigo no hay tantas bromas. (Su mirada fría seguía sin apartarse de mi rostro pero llegó un momento en el que no pude seguir  sosteniéndosela y agache la mía) Mi nombre es Cristina.

Subí la mirada rápidamente y me encontré con su mano extendida a modo de saludo.

-Cloe: Ho-hola, soy Cloe. (Estiré mi mano y apreté la suya correspondiéndole el saludo)

-Aarón: Es de la nuevas, no vayas a ser mala con ella.

-Cristina: Existe un protocolo de entrenamiento que no podemos dejar pasar ni mucho menos hacer excepciones, tú lo sabes bien, ahora no vengas con lloriqueos. (Volteó su cuerpo al frente y comenzó una charla con la persona que estaba en el otro pasillo de asientos)

-Aarón: No es así todo el tiempo, no te preocupes.

Sin verlo venir el avión descendió bruscamente pero al parecer solo pocas personas (incluida yo) nos asustamos ante tal repentino aterrizaje, creo que solo los “nuevos” no asustamos.

Con mi equipaje al hombro y las demás cosas en manos bajé del avión y me encontré frente a un gran pelotón de soldados. Algunos hacían guardias, otros saludaban a sus compañeros, jugaban distintos juegos de mesa o hacían deporte y otros te miraban fijamente.

-Aarón: Como ves, no es un campamento muy grande pero tenemos 9 alrededor de este que son más pequeños y sirven a distintas áreas, puedes explorar si quieres. Bueno, Cloe, tengo que reportar mi presencia, nos vemos a la cena. Suerte.

Estaba sola y a punto de caminar a cualquier lugar pero la voz gruesa de un hombre se escuchó por un megáfono llamando a todos los novatos a formar una línea para la presentación.                                                                                                           Torpemente logramos formar la línea mientras los demás soldados se reían de nosotros.

-Seré uno de sus guías-entrenadores, mi nombre no es de su incumbencia y se referirán a mí como señor ¿entienden? (Su cabeza estaba totalmente calva y enormes gotas de sudor resbalaban por su frente a la vez que otras más de saliva salían de su boca disparadas hacia nosotros. Era un hombre bastante fornido que fácilmente pasaría por gordo si no fuera por su musculatura) ¡No los escuche, maricas!

-¡Señor, sí, señor! (Gritó una voz que podría pasar por la de un niño)

-Idiotas, eso solo se dice en las películas. (Se acercó peligrosamente hasta uno de los chicos y lo haló del brazo hasta que quedara frente a todos) Quiero escucharte decir que lo entiendes. (Comenzó a dar vueltas alrededor del chico que tenía los ojos aguados y que estaba evidentemente asustado. Me pareció que no pasaba de los 17 años)

-¡Lo entiendo! (Gritó fuertemente pero el rostro del soldado se endureció más)

-No, eso no es lo que debes contestar. (Le soltó un golpe en la mejilla y el chico se tambaleó. Sn darle oportunidad para recuperarse le soltó otro golpe en las costillas haciéndolo ponerse de rodillas) ¡Sigo sin escucharte!

-Entendido. (Apenas pudo soltar las palabras de su boca cuando otro golpe aterrizó en su cabeza y patadas sofocaban su estómago, de repente levantó la cara sangrienta por la mejilla y con la vista me suplicó que lo ayudara)

-¡Dilo más fuerte y llámame señor! (Estaba a punto de dejar caer de nuevo su puño en su rostro pero se detuvo al escucharme) ¿Qué has dicho? (Se acercó hasta donde me encontraba apartando de un empujón a las personas que estaban a mi lado)

-¡El chico ha dicho que lo ha entendido, señor! (Grité mientras me mantenía rígida aunque por dentro me temblara todo el cuerpo)

-Oh miren, el pequeño nene necesita que lo defiendan. (Acercó su rostro hasta el mío hipnotizándome con esos ojos de víbora y mareándome con ese aliento a sangre y alcohol que golpeaba mi frente, por lo que no vi venir el gancho que se impactó en mi estomago sacándome el aire que tenía dentro ni el impacto de su anillo en mi frente. Pude ver como levantaba de nuevo su brazo dispuesto a darme otro golpe pero un grito lo detuvo de nuevo.)

Cristina: ¡Basta, Gregory! El entrenamiento comienza mañana, no tienes porque obligarlos o castigarlos por nada el día de hoy. (Lo apartó de un empujón y llegó hasta mi lado para ayudarme a estabilizarme) Vallan todos a buscar al primer sargento Esben.  (Dijo y automáticamente se alejaron los que sería mis nuevos compañeros mientras que tres chicos ayudaron al que seguía de rodillas) Llévenlo a enfermería, uno de ustedes explique la situación y los otros dos vallan a reunirse con su pelotón. (Acercó sus fuertes manos a las mías y las puso sobre mi abdomen) Tú respira conmigo 1… 2… 3… ¿Te encuentras mejor? (Levantó mi rostro con uno de sus dedos)

-Cloe: Si-i, eso creo, gracias por detenerlo. (La miré a los ojos y frunció el seño mientras acariciaba mi frente causándome un respingo a causa del dolor)

-Sargenta Mayor Cristina, la necesitan en la carpa de juntas. (Dijo una chica que estaba detrás de Cristina mirándonos curiosa)

-Cristina: Estaré ahí en un minuto. (Respondió sin abandonar mi rostro con su mirada)

-Chica: La necesitan ahora. (Su tono de voz cambió a uno levemente cabreado)

Cristina suspiró resignada y pasó un mechón suelto de mi cabello por detrás de mis orejas mientras apartaba su otra mano de las mías sobre mi abdomen)

-Cristina: Ve a la enfermería, nos vemos después. (Dio media vuelta y camino por detrás de la chica que iba casi corriendo)

-Cloe: Adiós. (Dije aunque sabía que no me escucharía. Creo que el estar aquí cambiaría muchas cosas de mi vida empezando por que no había pensando en Angelina desde que acabó mi charla en el vuelo con Aarón)