Anything could happen 17
Normalmente cuando las personas están tristes, no hacen nada. Se limitan a llorar. Pero cuando la tristeza se convierte en indignación, son capaces de cambiar las cosas, aunque por consecuencia tengan que cambiar también ellos mismos.
Isabella
-Isa: Te tengo una pregunta. (Pasé mis manos por su abdomen y dejé caer mi rostro en su hombro)
-Pau: Dispara. (Giró si cabeza para escucharme mejor)
-Isa: ¿Por qué la primera vez que fui por ti, dejaste que tu amigo te besara?
-Pau: (Se separó de mi agarre girándose y tomándome del rostro) No me besó. Tú te volteaste cuando se acercó, él me lo dijo y después me dio un beso en la mejilla. Siempre lo hace. Y creo que tú eres una novia muy celosa. (Disminuyo la distancia entre nuestras bocas y comenzamos un juego de quién mordía primero a quién)
-Isa: Te quiero. (Susurré mientras ella halaba mi labio inferior con sus dientes. Ella al escucharme decir eso me besó con más ganas y soltó un suspiro)
-Pau: Te quiero.
Cloe
Intenté hablar, pero el dolor me lo impedía, el dolor no habla, gime en el corazón hasta que lo rompe y yo sinceramente me encontraba vacía, neutra, en shock. Sus palabras se quedaron grabadas en mi mente pero como un rompecabezas e hicieron una capa alrededor de esta para que no volviera a cometer el mismo error. Cientos de verdades se clavaron de una vez en mí corazón, uno a uno hasta llegar a lo más profundo de mi alma. El aire ya no me llegaba a la garganta, las palabras eran suspiros imposibles de retener, entonces comprendí que no me amaba y que si lo hacía, nunca sería con tanta fuerza como lo hago yo. El coraje y la dignidad llegaron, lentamente, suaves, se pasearon por mi mirada y la oscurecieron, después por mí sonrisa y la cambiaron por otra para finalmente instalarse cómodamente en el centro de mi corazón. Normalmente cuando las personas están tristes, no hacen nada. Se limitan a llorar. Pero cuando la tristeza se convierte en indignación, son capaces de cambiar las cosas, aunque por consecuencia tengan que cambiar también ellos mismos.
-Dani: ¿Estás bien? Tengo rato hablándote y no me haces caso. (Volteé a verla y me encontré con su sonrisa)
-Cloe: Mjm. Si, no te preocupes. (Tragué duro y me extraño el tono de mi voz. A veces el cuerpo se cansa de tanto sufrimiento y sin que lo sepas, te obliga a cambiar)
-Dani: Bueno te decía que… (Poco a poco la voz de Daniela se fue haciendo más lejana y una loca idea se planteó en mi mente. Pero no podía hacerlo sola, necesitaba a alguien y ese alguien solo podría ser Diego)
-Cloe: Genial. Después te veo, necesito encontrar a Diego. (Me alejé sin esperar una respuesta de su parte y con algo de dificultad corrí en busca de Diego) Aquí estás. (Llegué jadeante a la terraza y lo halé hasta un extremo que estaba solo) Necesito algo y tú vas a ayudarme. (Se me iluminó la vista y su expresión me dejó claro que podía confiar en él)
Angelina
-David: ¿Te imaginas lo que hubiera llegado a pasar de no haber entrado yo a la sala?
-Angie: Podrías callarte y dejar de lado ese tema. No quiero que nadie se entere. (Enojada lo arrojé a la cama y me monté arriba de él. Sentía que necesitaba sexo y lo necesitaba ya)
-David: ¿Qué haces? (Alarmado me aventó y me hizo caer a un lado de la cama) Yo no creo en el sexo antes del matrimonio.
-Angie: Ay, por favor. ¡Eres un hombre! Cualquiera me tendría ya desnuda.
-David: Lo siento pero yo soy distinto. (Se levantó y salió de la habitación azotando la puerta)
-Angie: ¿En serio? (Grité molesta)
Al ver que no regresaba me levanté de la cama y salí aún más enojada que antes. Caminaba por la casa y estuve a punto de arruinar lo sorpresa de Isa para Paulina así que decidí irme a otro lugar para no regar algo. Llegué a la terraza donde se encontraban todos y la vi. Sus ademanes eran otros, la sonrisa tierna había desaparecido y la mirada era la de una persona completamente distinta. Entonces supe que la había lastimado.
Cloe
-Diego: !No! y no insistas. No debo ayudarte en algo así. Me matarían todos, sobre todo Sam
-Cloe: Diego, por favor. Si no lo sintiera necesario jamás haría algo así. Lo necesito y Yanina es demasiado sentimental, Isa me lo impediría totalmente y Sam, Sam ni siquiera querría escucharme. Eres el único que puede hacer esto, por mí. (Entrecerró los ojos, soltó un pequeño suspiro y asintió levemente con la cabeza)
-Diego: Lo sabrán antes, no cuando ya no estés aquí. (Lo abracé con todas mis fuerzas y asentí feliz) Pero necesito que me digas el motivo, esas son las dos condiciones para ayudarte.
Le conté todo lo que había estado viviendo con ella, bueno lo que creí “real” y con esfuerzo logré contarle todo pero sin derramar lagrima alguna.
-Diego: ¡¿Qué le pasa?! Dime en donde está y te juro que aclaramos todo de una vez. Y me vale que sea mi amiga también pero… Arrgg Dime ¿Cómo es que tu corazón fue tan estúpido para enamorarse de ella? Perdón pero es la verdad y esto ya es demasiado, Cloe.
-Cloe: Estoy bien, Diego. Y si me ayudas, lo estaré aún más.
-Diego: Vámonos antes que me arrepienta.
Inmediatamente recogí mis cosas de la casa de David y Diego me llevó hasta la ciudad. Todo el camino me preguntaba si estaba segura y yo le respondí firmemente a todo que si, lo estaba.
-Cloe: ¿Qué les dirás cuando pregunten por mí?
-Diego: Que te sentías mal y que te detecte el virus del ammm escrenote.
-Cloe: Jajaja, ¿Qué es eso? (No respondió y cambió su mirada pensativa-divertida por una de preocupación)
-Diego: Hazlo todo con calma. Llama a tus padres, abuelos, familia y demás amigos pero cuéntales todo con sinceridad. Tú sabrás cómo. Te quiero, Cloe.
-Cloe: Y yo, Diego. Te quiero mucho. Gracias por todo, mejor amigo. (Sonreí y deposité un beso en su mejilla) Domingo, 4:00 pm en el aeropuerto.
-Diego: Ahí estaremos.
Se marchó y entré a mi casa. Solo los fines de semana era realmente segura la estadía de mis padres. Me reuní con ellos y les conté toda la verdad como me había dicho Diego. Mi padre se aferró a mí y mi madre era incapaz de sostener el llanto. Dediqué ese día especialmente a ellos como hacía mucho aunque para que hubiera sido perfecto me hacía mucha falta Sam.Al día siguiente me presenté a la academia por la mañana, los profesores tampoco entendieron y se negaron a dejarme ir pues me habían elegido como protagónica pero con súplicas y promesas los convencí. El almuerzo lo pasé con mis abuelos que tuvieron la misma reacción de mi madre y me partió el corazón verlos así, por lo que todo lo que restaba del día me quedé en su casa. Al llegar a casa jugué con “Nolito” y “Berto” sin duda los iba a extrañar muchísimo. Me fui a la cama muy temprano pero en medio de la noche sentí un peso a mi lado derecho y después otro al lado izquierdo, eran mis padres que volvieron a llorar toda la noche.La siguiente mañana la dediqué a mis demás amigos y sin sentir pasar el tiempo llegó la hora de irme al aeropuerto. Es increíble cuando te das cuenta del cariño que te tienen las personas. Cuando te das cuentas de que no estás solo, que hay manos siempre dispuestas a levantarte, hombros para llorar y carcajadas que acompañarán las tuyas. Pero aún hay algo y yo debo alejarme porque ese algo me impide apreciar las cosas por centrar toda mi atención en él.
Isabella
-Isa: No quiero irme, quiero estar siempre contigo y cuando lleguemos a la ciudad tú tendrás que marcharte a tu casa y yo a la mía. (Tenía mi cabeza en sus piernas y ella jugaba con mi cabello)
-Pau: Puedes ir por mí después de clases y siempre existirá la tarde para salir. (Soltó mi cabello y acercó sus dedos a mi boca para guiarse hasta encontrar mis labios) Gracias por el mejor fin de semana de mi vida.
-Isa: Gracias a ti, princesa. Te quiero. (Alcé el cuello para llegar a sus labios y comencé un nuevo beso que fue interrumpido por Diego)
-Diego: Por favor, chicas. Suban al auto que ya es demasiado tarde. (Se notaba alterado y nervioso)
-Isa: ¿Tarde para qué?
-Diego: Si estuvieran todos en los autos tal vez ya lo sabrían. (Su actitud me impacientó y obedecí sus órdenes para que nos dijera de una buena vez lo que evidentemente le estaba atormentando. Paul, Paulina y yo nos fuimos con él. Valeria, Angie y Daniela se fueron con Sam. Ya que estábamos en marcha me pidió que le llamara a Daniela y que pusiera el teléfono en altavoz al igual que ella lo haría)
-Sam: ¿Qué pasa, Diego?
-Yani: Si, ya dinos, nos tienes a todos expectantes. (De repente todos comenzamos a hablar a la vez causando un enorme ruido que nos obligaba a subir más el tono de voz)
-Diego: Cloe se unió al ejército y está por tomar un avión que se dirige a Irak. (Gritó para que escucháramos todos. Al oír eso un silencio reino entre los dos autos y un frío comenzó a recorrerme la espalda, las manos de Diego comenzaron a temblar y los corazones de quienes la conocíamos se paralizaron)
Cloe
No podía sostenerles la mirada a mis padres y abuelos, pues era la misma. Los cuatro decían que me apoyaban pero sus ojos cristalinos me gritaban e imploraban lo contrario. Recibí un mensaje de texto de parte de Diego en el que me avisaba que ya estaban aquí. El miedo por su reacción se adueñó de mi cuerpo y comencé a temblar. El primero en llegar a donde estábamos fue Sam que corrió hasta mí y me envolvió en sus brazos.
-Sam: No te vayas. Por favor, Cloe, quédate conmigo. (Todo esto lo decía entre lágrimas y llanto) Eres mi hermanita, Cloe. Mi trabajo es protegerte, no me dejes. (El nudo en la garganta se deshizo y comencé a llorar también. Cada vez me abrazaba más fuerte y sus sollozos eran más sonoros)
-Isa: Ven acá, pequeña idiota. ¿Estás loca?, tú no te vas a ningún lado, a ninguno lejos de nosotros. (Sam ni siquiera podía levantar la mirada y apartarse de mi pequeño cuerpo por lo que Isa se posicionó a un lado de mí. No esperaba otra reacción diferente a esa de su parte) ¡Te dan miedo los insectos! Y ni siquiera sabes defenderte. (Alejó a Sam y tomó mi rostro entre sus manos) ¿En verdad quieres esto?
-Cloe: Lo necesito. (Me enfrenté a su mirada de frustración y miedo pero al segundo de verme la cambio por una de tristeza y me dedicó una sonrisa de medio lado. Sentí una mano en mi espalda y me giré encontrándome con Yani que soltó un suspiro y sin poder pronunciar palabra alguna se echó a llorar en mi hombro. Diego llegó después, ahora sí me encontraba rodeada de mis mejores amigos. Si, lo sé ¿Y Angie, qué era? Ella era la razón de mi repentina decisión, su indiferencia era la razón de mi roto corazón y sus palabras eran la razón de mi cambio. Se escuchó la llamada al vuelo y todos se aferraron más a mí)
-Sam: Prométeme que volveré a llorar de alegría y abrazaré tu cuerpo cuando vuelvas. Prométeme que no me vas a dejar solo. (Nunca había visto a mi hermano así pero necesitaba alejarme de todo y con ella cerca creo que jamás lo lograría)
-Cloe: Lo prometo, Sami. (Todos me soltaron de su agarre y avancé hasta donde se encontraban mis padres y abuelos, igualmente hechos un mar de lágrimas. Me despedí de ellos y después se acercaron Paulina y Valeria que aunque no llegué a conocerlas mucho se despidieron de mi con un abrazo. Cuando llegué hasta Daniela esta no dijo nada pero se echó a llorar cuando se encontró con mi mirada)
-Dani: Supongo que esto significa nuestra ruptura también.
-Cloe: Lo siento, Dani. Gracias por los momentos que pasamos juntas. (Deposité un beso en su mejilla y le susurré un te quiero bajo)
Caminé para despedirme una última vez de mis amigos pero una mano me tomó del brazo e impidió que siguiera avanzando. No sentí ese cosquilleo de antes, las mariposas se cansaron, no se me entrecortó la respiración y mi corazón estaba tan ocupado reparándose así mismo que ni siquiera tenía las fuerzas necesarias para saltar y palpitar como antes. No me giré para encontrarme con sus ojos, no quería saber más de esa mirada de asco que acabó con mis esperanzas. Su contacto me hizo daño, me ardía la piel y quité bruscamente su mano con un movimiento de mi brazo y negando con la cabeza para dejarle claro que no quería saber nada sobre ella. Tomé mi mochila, mi equipaje y avancé sin mirar atrás. Antes de desaparecer por el ducto me despedí con un movimiento de manos y correspondieron la despedida de igual manera.
No iría a la guerra como tal desde el principio. Mi trabajo consistiría en ayudar tanto a la población como a mis nuevos compañeros. Sé que suena como a una loca idea pero tal vez desde allá pueda reconstruir mi corazón.
Isabella
-Isa: Debe existir una razón, no puede haberse ido así como así. (Comencé alterarme al ver el avión despegar. ¡Permití que Cloe se fuera a un lugar horrible! No hice nada para detenerla y la culpa se estaba apoderando rápidamente de mi ser)
-Sam: ¡Soy su hermano! Y no me dijo nada, tuve que enterarme por Diego. No me necesitó y ella siempre busca mi protección. Su corazón es blando, no aguantará estar en un lugar como ese. (Se llevó las manos a la cabeza y caminaba en círculos)
-Diego: Chicos, cálmense. Me dejó una carta para explicarles todo pero está en mi casa, vamos para que puedan entender todo.
-Sam: Ustedes. (Señaló a sus padres, enojado) Ustedes saben, ¿Por qué permitieron esto? (Jamás había visto a Sam tan alterado)
MartínPapá de Sam y Cloe: Si, lo sabemos pero creo que ella te dejo una mejor explicación con Diego. (Lo miró triste)
-Sam: Entonces vámonos, ¡No soporto esto!
-Isa: Tú no vas a manejar, dame las llaves y decide con quién te vas. (Me arrojó las llaves y nos dirigimos hasta los autos)
-Diego: Chicos, que Angie, Valeria, Dani y Paul se vengan conmigo. Ustedes váyanse a mi casa y llego después de ustedes. (Asentimos no muy conformes y arrancó el auto)
Angie
Diego manejó hasta la casa de Paul y los dejó ahí. Todo el camino parecía que me diría algo pero después se callaba y volvía a encontrarse en el camino. Llegamos a mi casa y apagó el auto. Su mirada estaba oscura y las venas de sus manos y cuello palpitaban agresivamente.
-Diego: Yo ¿Por qué? Arggg (Se notaba la impotencia en su tono) Ojalá supere esto y tú no termines enamorada de ella aún en su ausencia. (No entendí muy bien lo que dijo pero no me dio tiempo a responder, pues ya se había bajado para llevar mis maletas hasta la puerta, lo seguí y esperé para saber qué me diría) Esto es para ti. Buenas noches. (Me dio un abrazo y se marchó dejándome con la carta en las manos)
Entré a mi casa encontrándome con la horrible soledad que me recibía siempre. Llegué hasta el sofá y con temor abrí la carta.
Angie…
¿Recuerdas como te despertaba siempre para que no llegaras tarde a la academia? ¿Sabes que la frase en el techo de tu habitación me llevo un día entero para pintarla? ¿Tienes idea de las veces que me miré al espejo, arreglándome, solo para ti? ¿Cuántas veces pensé en buscarte y gritarte la verdad? No, claro que no sabías nada de esto… No sé cómo escribir lo que siento, sólo sé que mis ojos se han secado y que no derramo ninguna lágrima por ti, y no porque no quiera, sino, porque algo dentro de mi me lo impide casi gritándome que no llore más por ti. He estado pensando en ti y descubrí que todo, mis ilusiones eran producto de mi imaginación, sentía que tus ojos decían algo más que tu cuerpo y tus palabras pero me destroce al darme cuenta de que no era amor. ¡Ja!, claro que NO era amor, era asco, es asco lo que hay en tu mirada. Yo no soy nada para ti, eso es lo que me dices cada vez que me tocas con esas palabras, que me hieres con esa mirada; yo no soy nada para ti, mi mente lo repite mil veces, mi corazón no lo quiere aceptar; yo no soy nada para ti, porque tus palabras son ciegas, llenas de desamor, ¿Qué no te das cuenta de que me duele? pero lo sé, yo no soy nada para ti. Quizá sean momentos, solo momentos, pero para mí esos momentos se convierten en una eternidad, repitiendo mil veces cada palabra y cada mirada que la acompañó. Me desvanezco, me pierdo en la nada, mis ojos se llenan de tristeza, anhelando algo que nunca tendré; yo no soy nada para ti, eso me lo dice tu silencio, ese que ensordece, ese silencio que cala tanto, ese silencio que mata; yo no soy nada para ti, porque no tengo lo que necesito, y lo que necesito más que nunca en este momento es de tu amor, pero sé que no lo tendré y moriré esperándolo porque quizá nunca vendrá. Yo no soy nada para ti, pues no recibo ninguna señal, el cielo está oscuro, está lleno de estrellas, pero de qué sirve si no está la más bella. Mi mundo se opaca, se enmudece, solo hay tristeza, miedo, soledad; yo no soy nada para ti, mi corazón te llama a gritos, te pide que vengas a rescatarlo, pero tus oídos son sordos a su voz, no vienes, no me dices nada, todo está rodeado de silencio, mi mundo está lleno de huecos, está lleno de nada, mi mundo está muerto… Yo no soy nada para ti, porque si lo fuera me hubieras cubierto con tus brazos, protegido del frío, dicho que nada va a pasar porque estás tú conmigo, dicho que no tenga miedo, que me quieres, que nada va a cambiar, que nunca me dejarías ir… Pero mi realidad es otra, nunca llegaste, tengo miedo, tengo mucho frío, la oscuridad es enorme y no estás aquí para protegerme. Me pierdo, siento que me pierdo, el camino es confuso, lleno de niebla, me pierdo y me hundo en la nada, mi corazón se rompe en mil pedazos, no queda nada de él, mi piel se congela, mi mente se paraliza, la espera terminó… Tristemente ahora lo sé. Me quedo perdida en el desierto, muerta en lo que fue mi vida, obscura, marchita, ahora dejé de existir. Mis cenizas vuelan por los cielos, mi corazón dejó de latir, se cansó de esperar tu llegada, ya no hay vida, ya no hay nada. Soy como un alma perdida sin encontrar la luz; yo no fui nada para ti, que seas muy feliz, porque a pesar de todo, yo lo fui creyendo y aferrándome a mis ilusiones. Dicen que la distancia es el olvido, ¿Será cierto? Pues estoy por comprobarlo, alejándome del amor del que hasta ahora te das cuenta y que fue tu sombra durante 4 años.
Me quedé muda, las imágenes de los momentos con ella pasaron una a una por mi mente. Cerré los ojos y un frío espeluznante recorrió mi espalda… la cagué feo.Recordé también las atenciones que me daba Cloe, los detalles y todo lo que jamás vi y siempre estuve buscando en las personas equivocadas con el sexo equivocado. Alivió atravesó mi cuerpo al pensar mejor las cosas. Había escuchado miles de insultos y discriminaciones hacia los homosexuales y yo no podría soportar eso. Pero ¿Por qué el alma me duele? ¿Por qué de pronto me sentí el ser más asqueroso del planeta? Y su sonrisa, ¿Seré la causante de que esta haya cambiado? Yo no sé si tendrían respuestas mis enigmas pero el corazón lo sentía triste acompañando a lo que soy, ¿Soy tan estúpida y tan cruel para hacer algo como esto?, ¿Cómo es posible que pueda hacerle tanto daño? Lo sé, exactamente repitiendo lo mismo que le hice.Ahora entendía a Diego y estaba implorando porque sus predicciones no se hicieran realidad.