Anuncio en Internet

Encontré a una pareja primeriza en la red.

Voy a relatar una experiencia real que tuve después de publicar un anuncio en la sección de Contactos de una página web.

De un tiempo a esta parte he empezado a tener la curiosidad primero, y luego la necesidad de probar cosas nuevas en el sexo. Soy un chico de 33 años, casado y sin hijos que hasta ahora había llevado siempre una vida sexual bastante convencional. Siempre me he considerado imaginativo y morboso. Decidí que quería abrirme a nuevas experiencias y sobre todo que me apetecía follar con más de una persona a la vez. Me empecé a interesar por las parejas liberales, de los tríos, de los swingers, de los clubs de intercambio, etc. Un día descubrí una página web dedicada a estos temas y me decidí a publicar un anuncio. Decidí lanzarme y buscar tanto chicas como parejas o chicos, ya que me considero bisexual.

En menos de una semana salió publicado mi anuncio. No esperaba gran cosa, pero la verdad es que me empezaron a llegar e-mails de todo tipo, pero sobre todo de chicos y alguno de parejas. Decidí contactar con una pareja de Madrid cuyo mensaje me pareció sugerente a la vez que sincero. Buscaban a un chico de Madrid, bisexual, inexperto, y a ser posible, poco dotado. No querían precipitarse ya que era su primera vez, y yo todavía andaba un poco indeciso por lo mismo. Tras una serie de mensajes expresándonos nuestras dudas, deseos y temores, intercambiamos nuestros móviles y acordamos una cita. No sabía qué aspecto tenían, puesto que no habíamos intercambiado fotos, pero nos habíamos caído bien por teléfono. Resultaron ser una pareja algo más mayor que yo, de 35 años él y 36 ella, casados desde hacía un año, con buen aspecto y agradables en el trato. No daré sus nombres verdaderos, pero me referiré a ellos como Ramón y Laura. Parecían cultos y simpáticos. Una pareja que para nada llamaba la atención y era bastante normal. El más o menos de mi altura (1,80), y algo más fornido que yo. Ella era guapa de cara y entradita en carnes. Unos pechos y un culo generosos que se disimulaban en el amplio vestido de tirantes que llevaba.

Mientras estábamos tomando algo en un pub cercano a su casa me confesaron lo nerviosos que estaban y se alegraron de que yo no fuera tampoco un bicho raro.

Cuando terminamos las copas me invitaron por fin a subir a su apartamento. Estábamos los tres algo nerviosos, pero el cubata que nos sirvió Ramón ayudó a sentirnos más cómodos y a desinibirnos. Pasado un rato, y ya "contentos" por el alcohol, le dije a Laura que me encantaban las chicas llenitas y guapas como ella. Laura vino hacia mí, me plantó un beso en los labios y me pidió que le sacase el vestido. Debajo no llevaba nada y contemplar esa maravilla de cuerpo me dejó algo aturdido. Siempre me han gustado las chicas algo gorditas.

Ramón se levantó, fue hacia ella, y esta le despojó de su ropa. Allí estaban los dos en bolas bailando música lenta y yo mientras tanto mirando alucinado. El cuerpo de Ramón desnudo era también espectacular. Musculoso y bien proporcionado. Tenía un pene que, flácido, parecía normal, pero que cuando se empalmó adquirió un tamaño considerable. Yo, al ver esto, me quedé bastante cortado, pero a la vez muy excitado.

Me dijeron ¿qué esperas?. Unete al baile, pero antes te tienes que desnudar. Como yo no me decidía, se me acercó Laura y me quitó, primero la camisa, y después el pantalón y los calzoncillos todo junto. Yo me ayudé poniéndome otro cubata para relajarme, aunque aún no estaba del todo empalmado. Ramón propuso ir al dormitorio y tumbarnos los tres en la cama para estar más cómodos.

Al cabo de un rato de estar tumbados, Laura en medio, Ramón y yo a los lados, fuimos venciendo el nerviosismo mientras Laura nos besaba en la boca a los dos y nos acariciaba por todo nuestro cuerpo.

Hubo un momento en que las bocas de los tres se juntaron y nuestras lenguas empezaron a juguetear. Entonces Laura se apartó y allí nos quedamos Ramón y yo dándonos un morreo mientras Laura nos miraba divertida.

Por fin logré una erección completa, y ya sin complejos, me puse de rodillas frente a los dos. Ramón dijo. Hace tiempo que quiero que Laura experimente el sexo anal, pero no se atreve con la mía porque piensa que le voy a hacer mucho daño. Buscábamos a alguien con el pene pequeño para iniciarnos a los dos en el sexo anal, ya que tampoco nos gustan los "juguetes", vivradores, consoladores, etc. porque son muy fríos.

No voy a entrar en detalles de posturas, corridas, etc. porque creo que son muy aburridos. Sólo diré que pasamos los tres una noche inolvidable. Yo les dí placer a los dos por detrás, me follé a Laura un par de veces, y entre Laura y yo le hicimos una mamada a dos lenguas a Ramón.

Desde aquella noche no les he vuelto a ver, pero quizás repitamos la experiencia más adelante.

A mí me encantaría conocer otra pareja que quiera experimentar algo parecido. Me encontraréis en: toniyali@yahoo.es

Toni