Antiguo diario

Hoy no os voy a contar nada mío, sino partes de un diario de una antepasada, que hace poco he encontrado...

Hola, soy Taila y esta vez no os voy a contar nada que me haya pasado a mi, como en anteriores relatos. Esta vez os voy a transcribir partes de un diario de una antepasada que hace poco ha caído en mis manos (hacer limpieza en los desvanes de vez en cuando es lo que tiene, no solo se encuentran arañas). Este diario me ha ayudado a entender mejor mi forma de ver el sexo, se ve que ya lo traía en los genes, jajajajajaja.

." hoy mis padres me han dicho que me van a presentar a mi futuro marido, y me ha dado mucho miedo, yo no quiero casarme, quiero seguir siendo la que soy, mi padre es serio y muy estricto, pero está siempre muy ocupado y le ha dejado el tema de mi educación a mi madre, que, pobrecita, no sabe que hacer en cuanto no está mi padre cerca; así que normalmente……………hago lo que me da la gana! (siempre que tenga cuidado y mi padre no se entere). Me paso el día en el campo, o leyendo, o metida en mis pensamientos, pero sin nadie a quien darle cuentas de mis actos, puedo bañarme en el río, pasear……….y me temo que esa vida sin preocupaciones se acabó."

.." hoy le he conocido, y todos mis temores se han puesto frente a mí, todos y alguno más!. No me extraña que a mi padre le parezca estupendo para su hija, es serio, sin ternura en la mirada y casi ni me ha mirado, se ha limitado a saludarme inclinando la cabeza y se ha ido con mi padre a la biblioteca para sabe dios que planes que seguro me afectan pero no piensan contarme. Mi madre me ha dicho que es guapo pero estoy tan aterrada que ni siquiera en eso me he fijado, solo me he dado cuenta de que es muy alto."

." Hoy me caso con él, me ha despertado mi madre, con un desayuno del que no he podido probar bocado, y menos cuando mi madre ha tenido conmigo una conversación de "madre a hija", mejor se hubiera callado, sólo me han dado ganas de salir corriendo y no volver más, según mi madre, esta noche mi marido vendrá a mi habitación y yo tengo que soportar no sé que cosa que va a ser como si me atravesaran con un hierro al rojo vivo (¿ será que nos marcan como al ganado?, no me he atrevido a preguntárselo) , solo sé que no quiero casarme.

Ya estoy en la iglesia, mi padre me lleva y no puedo evitar llorar, quiero volver a mi casa, con mi madre y con mi nani. Sin darme cuenta, todo se acaba y de repente me encuentro con mi marido en mi nueva casa, es de noche y todas las cortinas están corridas, no hay luz y yo siento que me voy a morir, de repente todo se vuelve negro a mi alrededor. Cuando me despierto ya ha amanecido y estoy acostada, levanto la ropa de la cama y me miro, esperando………… no sé, ver qué es eso que me había dicho mi madre, pero yo estoy igual que siempre y entonces pienso que ojala mi marido hubiera hecho eso que tenia que hacer mientras estaba desvanecida. Me paso el día sola y solo entra una doncella que me sube la comida. Según va pasando el día me voy poniendo más nerviosa y cuando por la tarde mi marido entra en la habitación, doy un grito y me escondo en el baño. Mi marido, enfadado y según me contó después, harto de que le huyera y ni le hablara, abrió la puerta del baño de un golpe y me arrastró tras él, se sentó en la cama y me puso sobre su regazo, pero no sentada, sino tumbada sobre él , subió las faldas del vestido, bajó mis calzones y ……..empezó a darme azotes en el trasero, de tan sorprendida y asustada que estaba no me salía ni la voz para protestar, sólo podía patalear y escucharle mientras me decía que ya le habían dicho en el pueblo que yo era una niña malcriada y que no se casara conmigo.

Siguió dándome azotes hasta que mi culito ya debía estar rojo como un tomate, yo seguía pataleando y ya me salía la voz para gritar, llorar, suplicar y llamarle de todo, amenazándole con mi padre. Según me iba dando azotes, mi trasero cada vez dolía más pero también algo que no sabía definir ponía calor en el estómago.

Cuando acabó de darme azotes, yo seguía llorando de dolor, de rabia, y también de vergüenza, y a él le debió de dar pena ver mi culito tan rojo y el resto de mi piel tan blanca, que cogió una pomada y tumbándome en la cama refrescó mi trasero con ella, según sentía sus manos acariciándome, tan suave, el dolor se iba pasando y ese calor en el estómago se iba haciendo más intenso, haciéndome gemir. Se tumbó a mi lado y siguió masajeando mi culito, pero de ven en cuando sus manos se perdían más abajo, donde mis piernas se unen y……………uffffff, entonces el calor se hacía fuego y no podía controlar mis gemidos. Desató el corpiño y sacó mis pechos por encima de la camisola, me dio mucha vergüenza, pero cuando los acarició con las manos su mirada cambió, seguía siendo dura, pero parecía que tenía llamas dentro de los ojos, los apretaba y yo sentía que me ahogaba. Con una mano seguía acariciando los pechos, apretando los pezones y con la otra seguía jugando donde mis piernas se juntaban, mmmmmmmm, me estaba licuando…….hasta que le vi desnudo, ay! Eso debía ser el hierro que mi madre decía, me puse nerviosa y casi salgo huyendo otra vez………..hasta que vi su cara de enfado y me quedé donde estaba, mi culito no soportaría otro enfado tan seguido. Acercó esa cosa a mí y me dijo que la acariciara, que no le tuviera miedo y la toqu酅parecía seda en su parte superior, le miré y le pregunté si podía darle un beso, que suave en mis labios!, mi marido gemía igual que yo! Le di besos, la acaricié y lamí y mi madre tenía razón, estaba dura como una barra de hierro………pero no quemaba. Cuando me di cuenta mi marido tenía su boca en mi sexo y…….dios! eso si que era estar en la gloria, su lengua me volvía loca y sus dedos apretando los pezones……parecía que había unos hilos que me conectaban y él los manejaba, podría estar en sus manos toda la vida. Cuando me quise dar cuenta estaba entre mis piernas, empujando con esa cosa e intentado entrar en mi, eso si que molestaba! Me puse tensa pero con sus caricias en mi sexo volví a olvidarme de todo y él siguió empujando hasta que sentí que daba un empujón fuerte y………..dios! que dolor, quise irme, le empujé y me sujeto con fuerza, esperó hasta que me acostumbrara y después empezó a moverse despacio, ohhhhhhhhhhh, ya no había dolor, me estaba muriendo, pero de placer, siguió moviéndose cada vez más rápido y yo creí que iba de este mundo, algo explotó en mi y ……… en él, cada vez jadeábamos más rápido y me sentí en el cielo y en el infierno a la vez!.

Pobrecita mi madre, no sabe lo que se ha perdido en la vida, y yo………….no volveré a tener miedo de mi marido nunca más, ya sé como tenerle contento (y de paso complacerme a mi misma, jajajaja)"

.." Estoy malita, me duele el estómago y creo que tengo algo de fiebre, mi marido ha mandado llamar al médico y el muy bruto me ha recetado unos supositorios en lugar del jarabe que siempre me había dado. Cuando se fue me puse histérica y le dije a mi marido que ni soñara que yo iba a ponerme eso. Se enfadó muchísimo y me dijo que no preocupara que no me lo iba a poner yo, que me lo iba a poner él, creí morirme de vergüenza y le dije que ni lo soñara!. Tendría que haberme dado cuenta de la cara que iba poniendo, me miraba airado y me dijo que ya sabía él que la niña malcriada tenia que volver a salir, pero que iba a hacer que se me volviera a olvidar durante una buena temporada, entonces me di cuenta de lo que iba a volver a hacer y le roge que no , que sería buena, que por favor no volviera a azotarme, pero ya no había vuelta atrás, me puso otra vez en su regado y empezó a dar palmadas en mi culito, cada vez más fuerte y yo a llorar y patalear, llamándole bruto y mal marido. Cuando pensé que ya no iba a poder más oí como rasgaba el envoltorio del supositorio y me puse histérica, me sujeto las piernas entre las suyas y abriéndome las nalgas consiguió enfilar el supositorio en mi agujerito, dios, que vergüenza y como picaba el maldito supositorio! Como no se fiaba de mí, cuando ya estaba dentro, siguió empujando con su dedo y lo introdujo dentro de mi ano, como dolía! Te vas a estar quieta, me decía, y ni sueñes que voy a sacar el dedo hasta que no este seguro de que no lo vas a echar fuera, estaba muy enfadado, tanto que al sentir que yo empujaba para librarme del supositorio que me picaba y de su dedo que me molestaba siguió azotándome con su mano libre.

Según iba pasando el tiempo, su dedo me molestaba menos y lo sentía moverlo de vez en cuando, haciendo círculos en mi agujerito, volvía sentir calorcito en el estómago y por mi postura estaba notando cómo crecía la famosa barra de hierro. Mmmmm, casi me estaba gustando la postura, cuando lo noté bajarme de su regazo y apoyarme en la misma postura sobre la cama, se bajó los pantalones y con el dedo aún en mi ano, empezó a introducir su miembro en mi cuevita, ohhhhhhhh, que placer, estaba dura y grande y me estaba volviendo loca! Justo cuando estaba a punto de llegar, la sacó y me sentí vacía, también sacó el dedo de mi culito y sentí un gran placer al pensar que ahora ya iba a poder expulsar el dichoso supositorio que me molestaba, pero mi gozo duró muy poco, de repente sentí su miembro apoyado en mi agujerito y ahí si que casi me desmayo, me decía que él se iba a encargar de que el supositorio no saliera y que además me lo iba a introducir bien adentro. Seguía empujando y yo estaba sintiendo que me iba a partir en dos, para que no me cerrara me estaba dando azotes y de repente empujó un poco mas fuerte y………….que dolor, la cabeza entró y creí que me había desgarrado, siguió empujando y yo gritando, hasta que la tuve toda dentro, dios, como quemaba! Se quedó quieto hasta que me recuperé y después empezó a moverse, pero no tan despacio como la noche de bodas, estaba realmente enfadado conmigo y me estaba follando el culo! Poco a podo se fue pasando el dolor, me estrujaba los pechos, los pezones y estaba acariciando mi sexo, el dolor se había pasado y ahora estaba en el séptimo cielo sintiendo a mi marido empujar cada vez mas fuerte, dilatándome al máximo y llevándome al cielo y al infierno otra vez. Se corrió como un loco dentro de mí, mientras yo gritaba de placer.

A partir de ese momento rezo porque cada vez que me pongo malita, el médico me recete supositorios y mi marido quiera ponérmelos………………….".