Antepasados incestuosos (Bianca 5)

Bianca finalmente puede disfrutar al máximo.

Sugiero la lectura de los relatos anteriores en este orden: Gianncarlo 1 y 2, Jugando a escondidas y Bianca 4. Gracias.

Al otro día, dispuesta a hacer las cosas de la casa y trabajar en la huerta mi madre me apartó y dijo:

Hija, cuando usted quiera podrá volver a hacerlo, cuando sienta ganas estará bien. Pídalo.

Si, madre, pero temo que vuelva a dolerme mucho.

Le aseguro que no le dolerá. La he visto que se excita bastante.

Excitar? Qué significa?

Cuando usted respira profundo y no puede dejar de moverse. Eso es excitarse.

Ah.

Y eso significa que le gusta y que se siente bien.

Si, todo eso me gusta mucho y también lo que viene después... me hace sentir liviana.

A eso se llama orgasmo.

Ah...también sentí como una necesidad de estar llena y completa.

Significa que usted tiene ganas de que la penetren. Si alcanza un orgasmo solo con caricias puede alcanzar otro mucho mejor cuando algún miembro esté dentro de su vagina. La sensación es sublime, una pierde la noción de todo lo que hay en derredor. Le gustaría hacer el intento esta misma noche?

Dudé y no pude responderle. Aun sentía temor por el dolor causado la noche anterior y no creía estar preparada para sentirlo de vuelta. Mi madre viendo mi gesto dubitativo enseguida acotó:

Solo se hará si usted lo pide. En algún momento tendrá que volver a hacerlo para satisfacer a los hombres. Mientras mas lo retrase mas miedo tendrá.

Madre...

Si, hija.

Lo haré esta noche, si usted me lo pide.

Usted misma lo pedirá llegado el momento.

La caída del sol llegó rapidísimo. Mi padre hizo desvestir a todo el mundo, incluido a Luiggi que en todas las ocasiones siempre había estado vestido. Acto seguido y completamente desnudos nos instó a que mi madre y yo nos acostáramos en la cama. Mis hermanos y mi padre se acercaron y éste empezó a hablar.

Gianncarlo ya sabe lo que es estar dentro de una mujer pero es necesario que el resto aprenda algunas cosas. Observen las tetas de su madre y las de su hermana.

Los 6 ojos de mis hermanos pasaban de mis tetas a las de mi madre en un continuo vaivén, y me dio la sensación de que no se decidían por cual mirar; obviamente las de mi madre, mucho mas desarrolladas, finalmente terminaron concentrando la mayor atención.

Mi padre empezó a pasar un dedo sobre el pezón de mi madre y enseguida vi la punta erguirse. A continuación hizo lo mismo sobre el mío que tuvo exactamente el mismo efecto.

Observan como se han puesto los pezones? Ello significa que la acción gusta a la mujer. Pero gusta mucho mas si apretan la punta en forma repetida y cuando está bien dura le pasan la lengua así:

Enseguida su boca fue a dar a mi teta. Sentí un escalofrío por el cuerpo y comencé a mojarme cuando mi padre agarraba con sus dos manos una sola de mis tetas, apretaba el pezón con los dedos y luego lo lamía con la punta de la lengua.

Primero una y después la otra.

Enseguida pasó a mi otra teta, generándome ese efecto húmedo que tanto me gustaba.

Ahora ustedes.

El primero en chuparme fue Gianncarlo que lamía una y otra teta, en un principio suavemente. Luego, cuando yo empecé a sentir una imposibilidad de estarme quieta mi hermano se abocó mucho mas y pasó de lamer a succionar como si quisiera sacarme algo de adentro. Se sentía muy rico, la humedad estaba rodando en tropel hacia mi bombacha cuando mi padre hizo que ahora Franco me lamiera. Gianncarlo dejó su lugar a Franco y pasó a dedicarse a las tetas de mi madre que lo recibió con la piernas y los brazos abiertos. Pude escuchar enseguida la respiración fuerte de ella cuando Franco comenzó a chuparme a mi. Este era mas atolondrado, chupaba, lamía y me rozaba con los dientes. Sin embargo, aquellas acciones de mi hermano se sentían igual de ricas, seguí mojándome y respirando cada vez mas rápido. Por último, mis tetas pasaron por la boca de Luiggi que hacía todo con el solo fin de complacer a mi padre.

Chupe, hijo, chupe.

Luiggi pareció animarse cuando mi padre lo hostigó, se agarró a mis tetas, me lamió la canaleta y dejó caer el peso de su cuerpo sobre el mío. Enseguida pude sentir su piel sobre la mía y mi padre habló:

Muerda el pezón despacio.

Sentí los dientes apenas apretándome los pezones y comencé a agitarme mucho mas; los jadeos salían de mi boca en el mismo momento en que Luiggi atrapaba mi sensible piel entre sus dientes. Aquello me gustaba mas que nada, no sentía dolor, sino una placer indescriptible, gimoteé una y otra vez a medida que Luiggi fue apretando la punta de mis tetas.

Muerda alrededor que parece gustarle, pero no le haga daño.

Siguió mordiendo por toda la extensión cuando mi padre le llevó las manos hacia la punta de mis pezones; jadeaba a lo loco, me retorcía y arqueaba bajo su cuerpo de manera intempestiva con el solo fin de que abarcara toda la extensión de mis tetas.. Era un placer sentir su boca y sus dientes mordiéndome, pasando la lengua junto a las manos que apretaban la punta de los pezones, duros y llenos de tensión. Habían logrado agitarme bastante y necesitaba un poco mas de todo eso para llegar a lo que mi mamá había llamado orgasmo. Algo alienada me escuché decir casi a los gritos: quiero un orgasmo!!!!, cuando vi que mi padre retiraba a Luiggi de mis tetas. Mi madre sonrió y mi padre fue quien habló:

Ya lo tendrá, todavía hay cosas que debo enseñar a sus hermanos. Y si ellos lo aprenden bien eso le dará muchos orgasmos, me entiende?

No quería oír ninguna explicación solo quería que me sacaran la ansiedad lo más rápidamente posible. A pesar de ello me quedé callada.

Ha entendido hija?

Si, padre.

Enseguida mi padre tuvo dificultad en sacar a Franco de las tetas de mi madre y lo zamarreó un poco:

Quiere recibir la hebilla del cinturón?

No, padre.

Entonces obedezca cuando doy una orden.

Si, padre, disculpe.

Mi padre hizo que mi madre abriera las piernas y nos juntó a todos a mirar.

Observen. Esto se llama vagina. Como ya han visto nuestro miembro se introduce aquí dando mucho placer a la mujer, excepto la primera vez....

Me acerqué a ella y pude ver la piel rosada de mi madre completamente brillante, cargada de un algo trasparente y gelatinoso. Mi padre pasó el dedo por allí y nos dio a oler a cada uno. Y siguió hablando.

Cuando esto aparece, significa que la mujer está lista para la penetración. Y para que aparezca hay que lamer, tocar y chupar todo el cuerpo de la mujer.

Seguí observando aquella humedad, supuse que similar a la mía, y mi pensamiento se desvió hacia el orgasmo, que había sentido cerca y que mi padre me había negado. Pero él siguió hablando y explorando a mi madre. Abriendo sus labios vaginales nos mostró lo que el llamó el clítoris.

Este botón genera mucha excitación en la mujer. Lo ven?

Mi padre empezó a tocar el clítoris de mi madre; pasaba los dedos desde la vagina hasta el clítoris una y otra vez hasta que mi madre empezó a jadear. Una vez estuvo allí empezó a recorrerlo en círculos con sus dedos mientras con la otra mano mantenía abiertos los labios de la vagina de mamá. Así estuvo un rato, con mi madre respirando agitada hasta que ella comenzó a tocarse las tetas.

Ven como está su madre? Podría seguir así y arrancarle un orgasmo.

Un qué? Dijo Franco aun cuando nadie le había dado permiso para hablar. Sin embargo mi padre le contestó como si la pregunta no le hubiese molestado, al contrario.

Un orgasmo, lo mismo que siente usted cuando derrama su líquido blanco.

Oh.

De repente vi a mi padre en una postura estática, como si algo lo hubiera sorprendido, cuando observé la entrepierna de Luiggi. Tanto mi padre como mis dos hermanos tenían la verga o parada o con indicios de erección. No era el caso de Luiggi.

Y a usted que le pasa?

Nada, dijo Luiggi.

Por qué no está como a los demás?

No se.

No le gusta ver a su madre?

Se quedó en silencio y mi padre insistió

Le hice una pregunta. No le gusta ver a su madre?

No, señor.

No?

No.

Por alguna razón mi padre dio por finalizado el asunto y siguió sobre mi madre a quien hizo levantar las caderas. Esta vez mi padre volvió a mostrarnos su ano, abriéndole las nalgas y nos dijo lo delicada que era esa abertura, que debía lubricarse con saliva, el flujo de la mujer o con el propio semen pues en los anitos vírgenes la penetración era complicada. Y mientras decía esto me miraba fijamente. Me avergoncé y un escalofrío me recorrió mas de temor que de otra cosa. Ya había experimentado el dolor cuando me había penetrado por la vagina y si mi padre estaba diciendo que el culo era mucho mas delicado algo de dolor debería estar involucrado.

Enseguida mi padre se acostó sobre mi y me besó la boca. Sentí la lengua entrarme de a poco y la dejé hacer; sus dos manos me agarraban la cara y entre las piernas sentí su verga endureciéndose a medida que la lengua me recorría la boca. Al tiempo sus manos fueron a mis tetas y comenzó a besarme sobre los ojos, luego pasó la lengua por las orejas y descendió hasta mi cuello. Allí me lamió una y otra vez, surcando los hombros y de a poco fue bajando hasta las tetas.

Todas sus caricias y su suavidad, podía ser extremadamente delicado cuando quería, me mojaron bastante y me relajé por completo cuando pasaba las manos por mis tetas y luego las lamía con toda la extensión de la lengua. Siguió un tiempo largo así, exacerbándome cada vez mas pero dejándome tranquila con la suavidad de sus caricias, hasta que besó mi estómago y luego se acercó a los vellos negros que recubrían mi pubis. Sentí estremecerme cuando los dedos se enredaron con ellos, dando pequeños tironcitos al tiempo que los recorría con la lengua. Así fue bajando casi hasta llegar a mi clítoris y sentí el aire faltante en el ambiente, tuve la necesidad de abrir la boca para llenar mis pulmones y un escalofrío me recorrió de pies a cabeza cuando mi padre finalmente llegó a mi botón que lamió despacio para luego acrecentar el ritmo sobre él, generándome gran excitación.

Empezó a meter dedos sobre mi vagina que fue agrandando con ellos, siempre con una delicadeza desconocida hasta entonces y sentí mojarme cuando me chupaba el clítoris, me abría por dentro con sus dedos y me tocaba las tetas con su mano que iba de una a la otra a un ritmo frenético. Sentí que estaba lista, hacía rato que me movía de un lado al otro, deseosa de disfrutar de todas las caricias de mi padre que sabía exactamente lo que hacía. Agitada, jadeaba inquieta cuando sentí los indicios del orgasmo. Empecé a quejarme de necesidad, necesitaba ser penetrada, tal cual lo había dicho mi madre y lo pedí a los cuatro vientos:

Por favor, entre ahora, por favor.

Enseguida mi padre, en un movimiento muy rápido fue entrando mientras su lengua me penetraba al mismo tiempo la boca. Apenas sentir la cabeza me invadió la completitud y me abrí de piernas mucho mas para que la penetración fuera rápida; ansiaba sentirme completamente llena. Mi padre no se hizo esperar y me fue penetrando tranquilamente pero hasta el fondo. Ahora sí sentí mucho placer, empecé a moverme para palpar dentro de mi cuerpo todo esa carne que me colmaba y él empezó a empujar. Su lengua era un látigo de carne que no daba descanso a la mía mientras el bombeo fue creciendo sin poder dejar de sentir todo las sensaciones, que unas tras otras se sucedían. Estaba llena, completa, muy excitada y el orgasmo se avecinaba cuando mi padre bombeaba sobre mi como endemoniado. Puede ver mis tetas atrapadas bajo el cuerpo de mi padre cuando sentí su leche dentro de mi vagina. Aquello, por alguna razón me calentó mas y mi padre terminó completamente relajado sobre mi cuerpo. Al rato salió de mi y Gianncarlo tomó su lugar. Este me apretó tan fuerte las tetas que me hizo gemir y sentir muchísimo cuando me penetró hasta el fondo.

Mi hermano tenía el doble de fuerza de mi papá y me daba duro hasta hacerme saltar. Escuché mis propios gritos y los de él cuando me bombeaba con una crudeza que no me dejaba pensar. Me estaba haciendo disfrutar mas que mi padre y el orgasmo, ahora tan cerca, me instó a empujar yo contra él hasta que finalmente lograra sacarme toda la ansiedad. Estaba arqueado, con una mano apoyada sobre el catre, haciendo palanca fuertemente sobre mi vagina estrecha y sentí no poder mas.

Lo acompañé gritando como loca hasta que la explosión llegó sola mientras mi hermano me siguió bombeando sin descanso. Pude sentir mis espasmos que hacían mover mi pubis y mi hermano se puso loco, bombeó algo mas fuerte, si es que podía hacerlo, y empezó a tensarse. Lo dejé que me siguiera traqueteando, me gustaba como lo hacía, y lo atraje completamente hacia mi para sentir su piel sobre mis tetas. Se dejó llevar y no mucho tiempo después una nueva cantidad de fluidos me llenó la vagina.

Continuara.