Anotaciones sobre ella

Cap 2

Cap 2

Desde ese día en su departamento, todo fue un poco más rápido.  Efectivamente pase el fin de semana con ella, pero nada sexual paso porque pasaban interrumpiéndonos o yo me sentía nerviosa. La verdad es que siempre me ha intimidado, creo que son sus ojos y la forma en que me mira.

Aunque hace unos meses había pasado el verano, aun había algún fin de semana donde el sol regalaba hermosos días. Un fin de semana de esos la escuela de surf ubicada en la  playa donde mi hermano tenía el hostal organizo un campeonato a beneficio de los perritos que vivían cerca del lugar, con el dinero reunido de las inscripciones comprarían comida y ropa para el invierno que se aproximaba.

Ese campeonato provoco que el hostal se llenara de extranjeros que venían a probar suerte, yo debía ayudar a mi hermano. Principalmente lo ayudaba como recepcionista o mesera en la hora de desayuno.

El campeonato fue un día sábado por la mañana, estaba perfecta la marea. A la noche habría fiesta en la escuela. Mi hermano se ofreció de Dj, yo de bartender y Daniela regalo a la fiesta comida de todo tipo. Los ganadores del campeonato fueron un hombre de unos 40 años que venía de otra parte del país y una chica de 23 años extranjera, estuvo divertido la verdad. Los ganadores podían beber todo lo que quisieran gratuitamente, además de ganar 2 semanas sin costo en el hostal de mi hermano.

Daniela me dijo que no iría a la fiesta  porque yo andaría ocupada y si no iba a estar conmigo para que ir.

Anotación: ella no es de las que bailan.

Estaba divertida atendiendo los pedidos de las personas cuando me distraje, la verdad no recuerdo porque mire, otra vez no sabía a lo que me llevaría mirar…

Había dos chicas bailando entre risas, por la forma en que se miraban y tocaban era fácil saber que eran pareja, su felicidad pasaba desapercibida entre la de los demás.

Anotación: no todo lo que brilla es oro ni toda la gente errante anda perdida.

Por mirar no me di cuenta que un chico me estaba hablando hace más de un minuto.

-hey –dijo pasando la mano por delante de mi vista- un mojito por favor –ríe-

Solo asentí y llene un vaso con la mezcla que ya estaba hecha en una cubeta con hielos.

El chico se fue con su mojito, yo salí de ahí y deje a un amigo de mi hermano preparando los tragos. Mi hermano José ya estaba cansado de tocar música así que me tocaría a mi pinchar un ratito.

Puse música movida y más gente se puso a bailar, no me di cuenta que en un momento me vi poniéndole música a el par de chicas que bailaban. Ponía la música de acuerdo a su ritmo, no me fue tan mal porque la masa que se movía aparte de ellas también disfrutaba del mix de canciones.

No paso mucho cuando mi hermano nuevamente llego y el siguió de Dj, yo me fui a una de las hamacas lejos de ahí y me puse a jugar con mi móvil.

Gracias al ocio revise rincones de Facebook que ni siquiera sabía que existían, llegue a las “solicitudes de mensaje”. Note tenía unas 5 solicitudes, fui leyendo una a una hasta que llegue a algo que en su momento no entendí…luego lo haría.

-       Hola, me gustaría poder hablar contigo. Sé cosas que te incumben  –decía el mensaje-

-       Hola –respondí rápidamente. La persona leyó el mensaje y seguidamente me bloqueo. No le di importancia-.

Estaba por volver a la fiesta cuando me llamo Daniela, respondí pero la señal no estaba muy buena. Solo logre entenderle que estaba esperándome en el hostal de mi hermano.

Camine rápido, me metí a la barra y de la cubeta donde estaba el mojito saque un poco para llenar una botella.

Subí en una bici hacia el hostal, ahí estaba ella. Me vio y se levantó de donde estaba sentada esperando.

-       Quien me dijo que no era de fiestas? –rio mirándola, la saludo con un beso rápido-

-       No estamos en una fiesta ahora –ríe- estamos tu y yo nada mas –juega con una llave en su mano- quería tiempo contigo.

-       En qué momento arrendaste una habitación? –digo mirando la llave-

-       Pues no sé… tu hermano tiene un hostal bonita y no sabe que me gusta su hermana así que le pague por una que tiene de todo.

Yo solo le sonreí, no la creí capaz de hacer algo así. Le dije que me siguiera, caminamos un poco hasta llegar frente a la puerta de la 306. Entramos y ella cerró la puerta.

-       Esta habitación tiene de todo consolas de juego, terraza… –me interrumpe-

-       Si lo sé –dice mirándome- se lo que pague

Camina hacia mí. Me abraza pegándome a ella. Nos besamos un poco pero termino por apartarse para hablar.

  • lo que quiero saber es si te gusta… como decirlo, puede que vaya algo rápido pero quiero nos divirtamos – besa un poco mi cuello y sus manos de apoco se meten en mi camisa- .

Me dio nervios verla tan decidida, su seguridad me provoco cosquillas. Me aparte con la excusa de que quería que aprovecháramos al máximo cada rincón de la habitación, como vi que teníamos un mini-bar le prepare un coctel y me serví un poco de mojito que traía de la fiesta. Dimos un par de tragos, la verdad es que lo único que quería beber para ver si agarraba coraje de no apartarme cada vez que ella quería algo más.

Le propuse jugar con la Xbox que estaba en la habitación, por suerte quiso. Nos sentamos de manera que ella quedo con la espalda contra el sofá y sentada sobre la alfombra. Yo me senté entre sus piernas apoyando mi espalda contra su pecho.

Estábamos así jugando pero siempre perdía, a ella le daba por besar mi cuello y me desconcentraba.

-       No hagas eso, es trampa –reí y aparte mi cuello de sus labios- me dan cosquillas y me desconcentras.

-       Y por qué es trampa? Yo juego bien –deja el comando en la alfombra y me abraza. Besa mi mejilla- me puedes dar más del coctel que hiciste? Lo haces rico –dijo a mi oído y yo solo reí-

Me dejo de abrazar y yo me levante, prepare rápido el coctel que tenía un sabor cítrico intenso. Me serví más mojito y camine hacia ella. Me puse de rodillas donde antes estaba sentada, le pase el vaso y yo deje el mío sobre la mesita de centro. Revise mi móvil mientras de reojo veía como ella se tomaba del vaso, abrí el chat de mi mejor amiga y rápido escribí lo que estaba pasando en esa habitación.

-a quien le escribes? Si alguien te coquetea deberías decirle que ya sales con alguien… -dice mirándome fijo-

-hablo con mi mejor amiga –rio y ella toma rápido mi móvil-

-lee ente líneas y luego apaga el móvil- eres mía, yo te vi primero -sonríe, me agarra de la camisa para acercar mi cuerpo al suyo. Besa mi cuello, sentir sus labios fríos me dio electricidad-

-no hagas eso –dije apartándome suave-

-por? No te gusta? A mi si…- me agarro de la cintura e hizo que quedara sentada sobre ella- No te apartes, no te hare nada que no quieras –dijo en susurro y comenzaron los besos lentos-.

Le correspondía mientras mis manos tomaban su rostro, las suyas se metieron en mi camisa y acariciaban mi abdomen.

-me pones nerviosa –dije contra sus labios-.

-por qué? –dijo suave, tomo mi camisa por los bordes y la saco. Beso entre mis pechos y presiono- yo igual lo estoy… y si quieres que me detenga lo haré.

Siguieron los besos, sus manos bajaron y agarraron mi espalda. Me hizo mover hasta terminar contra la alfombra y ella sobre mí. Estaba torpemente tratando de desabrochar el brasier así que le ayude un poco, solo un poco… porque comenzó a sonar su celular. Lo miramos de reojo y era mi hermano, el supone que somos amigas.

Nos apartamos y ella contesto, solo escuche un “no…pues no se…veré donde esta y te aviso, chao”. Al terminar la llamada me miro y suspiro.

-debería matar a tu hermano por interrumpir esto –dijo y acto seguido se levantó, ayudo a levantarme. Comencé a ponerme la ropa que faltaba- al parecer necesita tu ayuda allá en la fiesta, no le entendí mucho la verdad –dijo algo enojada, yo no sabía cómo reaccionar-.

-iré…que hacemos luego? –dije poniendo mi chaqueta-.

-yo me iré, si quieres duerme aquí. Hablamos cuando tú puedas, adiós –dijo rápido y salió por la puerta-.

No entendía muy bien porque se molestó tanto, no lo pensé mucho y baje a ver que necesitaba mi hermano. No me explico mucho, solo me pasó las llaves de su auto y me pidió que fuese a dejar a su mejor amiga a su departamento.

Maneje hasta su edificio y para mi sorpresa era el mismo donde vivía Daniela. La chica estaba medio mareada así que me toco llevarla de la cintura y poner su brazo sobre mi hombro. Estábamos en el ascensor y ella estaba quedándose dormida.

-Hey… -dije tomando su rostro- no, por favor no –dije y agite suave su rostro-.

-no hagas eso o vomitare –dijo sonriendo-.

Las puertas se abrieron 4 pisos antes de dónde íbamos. Para mi sorpresa entro Dani…riendo hablando con otra  chica, me miro y dejo de reír. Hizo como si no me conociera, al parecer no a todos le dice que sale conmigo pero yo si debo gritarlo.

Siguieron hablando como si nada  mientras la amiga de mi hermano estaba con el rostro apoyado en mi pecho.

-para que bebes tanto si terminaras así –le dije suave y ella solo negó con la cabeza-.

-algunos dolores se curan con alcohol, eres muy joven para entenderlo –dijo y al instante que las puertas se abrieron-.

La tome nuevamente para caminar juntas, salimos sin decir mucho más. Si ella puede hacer como si no me conociera yo también puedo, pensé. Note que me miraba seria, sabia que debía tener celos o muchas preguntas como mínimo.

El ascensor siguió subiendo y yo entre con la chica a su departamento. Le ayude a quitar sus zapatos y ropa. Al estar acostada en la cama no le costó dormir, aunque me quede 2 horas por si despertaba para vomitar. No lo hizo y yo me fui de ahí.

Salí por la puerta  y tome el ascensor, para mi sorpresa Daniela estaba en el lobby esperándome. Hice como si no la conociera y seguí mi camino hacia el auto, estaba por subirme cuando ella cerro de golpe la puerta.

-que haces aquí con una chica a los abrazos –dijo enojada-.

-ahora si me conoces? –reí y la empuje lejos de mí- yo no soy un juego…no me trates de ver la cara de tonta. Dices que soy tuya pero sin embargo no me saludas cuando estas con amigas de tu edad. Te da vergüenza estar con una chica 5 años menor? –dije alterada- o me derechamente soy algo que tienes a escondidas!

-no es eso –dijo tratando de acercarse pero la mantuve lejos-.

-para mi sí! las cosas son o no, estas o no conmigo –dije en tono alto-.

Me subí al auto y sali rápido del estacionamiento. Me fui a dormir a casa, no era necesario volver a la hostal.

Al otro día solo leí un mensaje de ella “pues juguemos a no conocernos”. No le respondí, solo la bloquee de todo lo que pude y ella también a mí pero la verdad le duro poco, a las horas ya me tenía desbloqueada pero yo a ella no.

Pasaron dos semanas llenas de exámenes y lo único que hice fue estudiar o jugar en la computadora cuando tenía tiempo libre. Pasados los exámenes, el viernes  de esa semana me toco pasar haciendo compras porque al otro día era el cumpleaños de mi mejor amiga y haríamos una pool party en la piscina de la del hostal que era bastante grande, era fiesta sorpresa entonces solo los amigos más cercanos de Belén estábamos organizando todo.

Cuando cayó el sábado el plan era simple, cada uno tenía su tarea predeterminada. Yo debía ordenar todo para que la piscina y el jardín estuviesen a tono de la fiesta, los demás debían ocuparse de la comida, de traer todo el alcohol que compre el día anterior,  otros de organizar juegos para que la noche fuese más entretenida y  la tarea más difícil fue de la otra mejor amiga de Belén ya que debía distraerla mientras nosotros arreglábamos todo, por suerte salió bien y el cumpleaños número 17 más pinky-fresa que había visto estaba listo. ¿Por qué era fresa? Todo era rosado, la torta, los vasos, los globos, etc.

A eso de las 7 de la noche comenzaron a llegar las personas más cercanas. Cerré todas las puertas que dejaban entrar a la hostal, solo deje abierta la puerta del corredor que llevaba al baño.

Eran las 9 y ya había unas 50 personas. Belén era popular en el colegio, el número se justificaba e incluso que asistieran personas que estaban por salir del colegio y que ya habían salido hace mucho. Sabía que estaría un chico de último año que le encantaba a Belén, en realidad a toda chica le encantaba porque era “perfecto”. Ella llego a las 9:30 y la sorpresa le gusto, cantamos feliz cumpleaños y la fiesta comenzó.

Estaba de dj, ponía canciones y de vez en cuando bailaba con mi círculo de amigos que estaban a mi lado hablando.

Estaba divertido el ambiente y aunque era pool party aun nadie se metía al agua temperada, no falto el chico que empujo a un amigo y así de broma en broma casi todos terminaron en la piscina jugando.

Estaba hablando con mi mejor amigo, le enseñaba como tocar música con la tornamesa cuando note que me miraban.

-entonces así? –dijo Henry-.

Solo asentí y me quede mirando a la chica que no apartaba la mirada, era la misma que estaba bailando en la fiesta de surfistas. No sabía que estaba en mi colegio.

-Hey –dijo Henry sacándome los audífonos y lo mire- a quien miras tanto –sonrió juguetón moviendo sus cejas-

-nada –dije tratando de no reír y seguí enseñándole-.

La chica era linda, no sé cómo no la había notado antes. Seguí tocando música mientras Henry estaba jugando con mi móvil, publicaba fotos. Estaba jugando a poner música para que la gente bailara cuando Henry me quito los audífonos de golpe.

-creo deberías ver esto –dijo pasándome el móvil, entre líneas leí un chat y me dio una sensación de frio como si me hubiesen tirado una cubeta de hielo-.

Anotación: puedes mentir muy bien pero la verdad siempre se sabrá, para bien o para mal. A mi parecer todos deberíamos ser sinceros, la otra persona vera si la verdad le duele.

¿Recuerdan esa solicitud de mensaje en Messenger de Facebook? Bueno la misma persona me había hablado pero nuevamente en cuestión de segundos me bloqueo, en si no era un mensaje porque me mando una colección de screenshots sin ni siquiera dejar unas palabras de porque me los mandaba.

Eran de distintos días pero de un mismo chat en what’sApp. En resumen, Daniela nunca dejo a su novia y cuando peleaban era cuando ella me buscaba, podía leer en mensajes como hablaba de mí y de la novia con otra persona. Estaba todo claro, es verdad que le guste pero nunca dejaría a su novia por mí.

Deje el móvil sobre la mesa, tenía el corazón a mil. Quería llorar, golpear cosas no sabía que sentía en ese momento era una mezcla de enojo, tristeza, impotencia.

Puse un mix de canciones de 2 horas para despreocuparme de eso, me fui lejos y Henry me siguió.

-me mintió siempre –dije en susurro y caminaba de un lado a otro como tigre encerrado-

  • estas segura? –dijo tratando de abrazarme pero lo aparte-.

-sí… ahora todo me calza –golpee una rejilla de madera y se rompió- como tan estúpida –digo enojada- le creí todo –grite y por la música no se escuchó-.

-no es tu culpa –dijo agarrándome las manos y me abrazo- ellas… chicas así… no deberían existir.

-la quiero matar –dije y lo abrace fuerte, comencé a llorar-.

Estuve un rato así abrazada, no me dejo ir en mi automóvil en busca de Daniela porque según él no era bueno que hiciera algo enojada. Lo único que hice fue mandar un correo con todos los screenshots y un audio.

“No quiero ver ni tu sombra, te veo buscándome para arreglar tus mentiras y no me faltaran las ganas para tratarte a gritos  y humillarte. Eres una cerda, para mi estas muerta.”

Esa noche fue larga, recuerdo que me llamo por más de 3 días tan constantemente que cambie de número y compañía. También cambie de mail y no falta decir que en lo otro  estaba bloqueada.

Yo creía que en mi vida volvería a saber de ella, pues me equivoque…pero eso lo sabrán mas adelante ahora tocara hablar de quien apareció después de la chef.


Gracias a las chicas que se dieron el tiempo de escribir un mail.

https://ask.fm/Lnaglx97