Años sin verte y sigo tocándome pensando en ti...

Conocí a Will cuando mis hormonas eran incontrolables. La primera vez que lo ví, me imaginé teniendo sexo con él. Llevaba un sombrero y un traje antiguo. Y su olor me encantó inmediatamente. La cosa es que no entra en los estándares de belleza masculina, salvo por sus hermosos ojos verdes.

Conocí a Will cuando mis hormonas eran incontrolables. La primera vez que lo ví, me imaginé teniendo sexo con él. Llevaba un sombrero y un traje antiguo. Y su olor me encantó inmediatamente. La cosa es que no entra en los estándares de belleza masculina, salvo por sus hermosos ojos verdes.

Era mi compañero de trabajo. Siempre me sentí atraída por él. Pasé años a su lado sin decir una palabra. Yo era virgen y tenía novio. Pero la atracción era fatal. Me mojaba nada más de imaginarme sobre él.

Un día, tuve un viaje de trabajo, y al final del día me embriagué en la cena. Otro compañero me había insistido en que haríamos una excelente pareja sexual, la idea se me metío pero no dejaba de pensar en Will. Con las copas encima, en el camión de regreso y las luces apagadas, me habló al oído. Me tienes loco... Entre las copas de más que traía la imagen de Will se hacía más clara, y simplemente imaginaba que era él. Lo besé y enseguida mis senos se agrandaron, y mi vulva comenzó a palpitar. La imagen de Will en los besos de este hombre se hicieron fuertes. Su lengua en mi boca y sus manos tomandome tímidamente de la cintura, me exitaron fuertemente. "Tócame" murmuré. Comenzó a recorrerme las piernas , la cintura y a besarme el cuello, - me encantas, me fascinas- me decía; estaba yo en un estado mental increíble, tuve un orgasmo en ese momento y gemí en la obscuridad del camión.

El viaje fue corto, y aunque le decía que él también me gustaba, pensaba para mí "pero no estoy pensando en ti".

Al día siguiente tenía resaca, y me sentía mal por haberme permitido esto. Estaba online, y apareció Will. Comenzamos el chat con vanalidades, y terminé por contarle la historia de la noche anterior, omitiendo que había estado pensando en él. Creo que mi historia lo empezó a exitar porque sin contenerse escribió: "Qué falta de confianza..." Al principio pensé, se equivocó de conversación o la leyenda apareció muy tarde... pero siguió "´para que son los amigos, si no para apoyarse", y entonces le dije: De haber sabido ésto antes, ya te hubiera violado hace mucho tiempo, chiquito..

No había vuelta atrás, que él me dijera ésto hacía que creciera un ardor embriagante entre mis piernas. Nuestro primer acercamiento sexual fue por internet, el impacto fue evidente, mi mano no dejaba el clítoris y me tardaba en contestar, "estoy muy duro, ya no puedo más, hay que concretar ésto... no puedo seguir así..." y no podía creerlo! Una corrida y quería más, no podía parar... -No sabes cómo te deseo...- No podía escribir... Puse la web cam, y me quité la ropa frente a él, le mostré mis senos, "estoy muy duro, aaaaaaaaay que hermosa estas..." me desnudé completamente, en ese entonces había empezado a rasurarme completamente, y eso lo exitó aún más... "te quiero penetrar, no puedo más..." -todo lo que ves es tuyo- le decía.. y seguía masturbandome... Me corrí por última vez ese día...

Al día siguiente lo ví en el trabajo, y nos mirábamos tímidamente. Pensé que quizá no había sido en serio, y me sentí totalmente estúpida. Y pasaba por donde él estaba y agachábamos la mirada. Más tarde nos topámos en el camino al sanitario por accidente, le había comentado anteriormente que los besos en el cuello me volvían loca.

Me ofreció la mano en señal de saludo y respondí. Me tomo la mano y se acerco lentamente a lo que parecía sería un beso en la mejilla, de pronto sentí sus labios en mi cuello, y mis pupilas se dilataron, su olor se disparó sobre mí y me sentí perdida, busqué su espalda inmediatamente y lo empujé hacía adentro de los sanitarios.

Metí la mano bajo su camisa y sentí su piel, qué delicia es recordarlo, nuestros labios se juntaron desesperadamente y recuerdo perfectamente la textura de su lengua... oh, qué manjar.... La química era impresionante, sus manos también recorrieron dentro de mi blusa, y me hacían gemir, recorrimos ahora hacia abajo y toqué sus glúteos... Muy bien tonificados, y él empezó a alabar los míos también con un gemido "deliciosa, me encantas". Me di la vuelta y empecé a frotarme contra su miembro, uff... sólo recuerdo y me empiezo a menear.... En este punto su lengua se concentro en mi cuello y sus manos en el frente, una arriba apretandome los senos y la otra explorando dentro de mi pantalón por el frente.

Yo seguía intensificando su erección con mi frotación, como una gata en celo, en movimientos circulares con su pene entre mis nalgas todavía con ropa... "Estas muy mojadita, qué rico, quiero probarte" metío su mano entre mis bragas y soltó otro gemido... Su voz se cortaba, y parecía que no podía respirar, estabamos en una increíble agonía... Sus dedos gentilmente tocaban mis labios y buscaban mi clítoris, gentil y desesperadamente... Todo un caballero... Tuve un orgasmo en éste punto... Empecé a temblar y el disfrutó el temblor de mi cuerpo, mis pezones erectos y el olor fuerte de mi exitación. No era justo que él todavía continuara en este estado y yo ya hubiera terminado. Así que me di la vuelta y bajé para morder su pene por encima de la ropa... Rápidamente desabroché su pantalón y lo expuse... Era el pene más hermoso que  he visto, no dude en lamerlo inmediatamente, nunca había deseado tanto un pene como en éste momento. Lo metí en mi boca y comencé a mamar, ya no podía contener sus gemidos que había estado deteniendo. No sé como lo hice, pero lo tragué completamente una y otra vez, delicioso, empezó a tomar su ritmo y sus manos tomaron mi cabellera. Me dí el permiso de tocar sus testículos y no pudo más, esto fue el acabose, se vino en mi boca y soltó el gemido más intenso. El sabor de su semen era un poco más salado que lo que conocía hasta entonces, me encantó.

Salimos del baño un poco temblorosos y sin fuerzas, y seguimos con nuestras actividades con "normalidad". En la salida me espero en la puerta y cuando salí me sonrió... Una sonrisa un tanto pícarezca. Me acerqué para despedirme en la mejilla y me tomo del brazo... "No, aún no puedo dejarte ir"... me murmuró... Paró un taxi y me invitó a entrar. No lo dudé ni un segundo.

Entramos en un motel que llamaré "El abeto" y en este punto de la historia, como supondemos que sucederá, tengo que recordar que era vírgen, y sí... el fue mi primera vez. Entramos en la habitación y comenzamos a besarnos deseperadamente mientras nos ibamos quitando la ropa. No quise decir nada de mi virginidad porque pensé que arruinaría las cosas y creería que eso significaría que quería una relación formal. Me acomodó gentilmente en la cama y bajólentamente por mi cuello mi pecho, mis pezones, mi ombligo y mis piernas quitandome las bragas. Abrió lentamente mis piernas besando la parte interior de mis piernas, subiendo poco a poco hacia mi pubis. Cuando sus labios llegaron a su destino, no pude contenerme y gemí fuertemente... Pero cuando su lengua me rosó por primera vez, se me cortó el aliento y tardé un instante en recuperarme... Era un gran amante... Ver su cabeza entre mis piernas era exquisito... Con sus manos abría cada vez más mis piernas porque se querían cerrar.

Me dejé llevar tomé su cabellera y a decir cosas como "Cómeme bien, no pares, no sabes cómo te deseo" y metió uno de sus dedos... Uff... tenía un ardor delicioso en mi vagina, y sentía un dolor placentero... En este punto él se empezó a masturbar, y me dijo "Discúlpame, pero ya no puedo más..." Y se puso un preservativo, yo estaba muy nerviosa, por pensar en que iba a descubrir en ese instante que era virgen. No dije nada... Se acomodó sobre mi, y empezó a meter el pene... Notó que había algo raro, porque no entraba bien. Levanté mis piernas y mis rodillas quedaron a la altura de sus hombros, mis piernas abrazaron su cuello y noté que ésto le gustó, terminó de entrar y comenzó a hacer su vaivén.

Mi sentimiento era extrañó, me gustaba verlo en esa forma, pero mi vagina aún no se acostumbraba a su enorme pene. No pude tener un orgasmo de ese modo, pero sabía como contraer la vagina,  y así el hizo lo que quizo... Terminó y nos recostamos juntos... "oye... ?" no quise oir la pregunta y me levanté hacia el baño... se dió cuenta que estaba en una situación algo incómoda, y se levantó a abrazarme.... Tomamos el baño juntos entre besos y enjabonadas, creo que tuve una maravillosa primera vez...

Nos vimos en el mismo motel algunas veces más... Y después el destino nos separó...

De ésto hace más de dos años... Y me sigo mojando pensando en él...