Añorando a un viejo y depravado amigo

Añorando a un viejo y depravado amigo

Hola a todos antes de comenzar me voy a presentar, me llamo Susana y me considero una ardiente sevillana, ante todo bisexual y libre de follar con quien me dé la gana, sin presiones ni chantajes. Os debo confesar que disfruto del sexo en toda su plenitud como cualquiera, aunque en mí caso dicen que lo hago en toda su integridad y hacer posible con quien me venga en gana, disfrutando tanto de hombres como de mujeres a mí antojo e incluso a veces con parejas, no suelo hacer intercambio de pareja con mi marido. No suelo decir no… a no ser que sea por motivos familiares, trabajo o que seáis jóvenes.

También os repito que no me seáis pesados, ya que con un marido tengo de sobra, no me obliguéis a no ser que estemos liados, tampoco me presionéis que con mi jefe tengo de sobra y menos echarme en cara nada, pues eso es algo que mi padre hace muy bien, dicho esto comienzo… pasadlo bien y no mancharos demasiado..

Os debo confesar que desde muy joven he tenido amantes, bueno amantes no… que suena mal… mejor diré viejos amigos, no os sabría decir desde que edad comencé o para ser exacta desde que edad comenzaron estos conmigo. Desde siendo una niña sentí a mi abuelo por parte de padre que jugaba demasiado conmigo, haciéndome sentar sobre su regazo o me decía que debíamos de jugar a los trenes, pegándose demasiado a mis nalgas… mmm.

Me marche de vacaciones a casa de una amiga… mis padres no me lo pudieron impedir pues había cumplido ya los 18 años, Jessica me acogió con cariño y aunque esta era bisexual no habíamos mantenido relación alguna, menos aun sabia de mi condición. Jessica fue quien me presento a Anselmo padre de su novia a modo de que sea este quien me enseñara la ciudad mientras ella trabajaba, fue precisamente este hombre quien tras saber de mi mayoría de edad pensó en darme algunas alegrías.

Aun recuerdo aquella tarde en el cual este me invito a acompañarle a una reunión de viejos amigos, cosa que no me importo mas ante la atención mostrada por este buen hombre esos días. Obviamente no pensé mal… pero os debo confesar que recuerdo aquellos días gracia a mí querido diario, pues en ellos cuento con todo detalle sin dejar nada en el olvido lo que me ocurrió, cosas que muchas veces os niego a vosotros más por no alargar aun más mis confesiones.

Bueno continuo, aun recuerdo aquel día… mirad como os he mentado previamente, Anselmo me llevo a dicho reunión de compañeros de trabajo que allí me entere que dicha reunión en verdad era, una manera de recordar todas su batallitas y relaciones. Antes de entrar me invito a tomar varias cervezas y cuando entramos comenzó a entrarme sueño por el calor y la falta de aire acondicionado, también por la pesadez de la reunión y tras un descanso ya en compaña de algunos compañeros más, acabe por tomarme hasta cuatro copas de vinos que estos me invitaron y aunque quise declinar la oferta, tuve que aceptarlas finalmente por no herir sus sentimientos.

Cuando volvimos a entrar estaba un poco piripi… ya sabéis mareada, no recuerdo bien como llegué a casa de uno de ellos, pero pronto me vi rodeada de estos hombres que pronto comenzaron a acariciarme… ooohhh. Cuando quise darme cuenta me habían despojado de mis ropas y me encontraba solo con mis medias y mis braguitas, no recuerdo sus nombres pero sí que prontos comenzaron estos a desnudarse y como uno de ellos se me abalanzo… ooohhh, sin poner yo resistencia… mmm, como comenzó a besarme y yo le correspondía… mmm.

En no más de minuto ese primer hombre me estaba chupando mi vulva… ooohhh, mientras un segundo me besaba y un tercero besaba mis senos… uuummm, uniéndose finalmente un cuarto. Sentía como dos manos me masturban y que estas eran de hombres diferentes… ooohhh, como mientras una me frotaba en círculos mi clítoris… la otra penetraba mi orificio vaginal… mmm.

No creyéndome ni a mí misma cuando me vi chupar aquel primer miembro… mmm, pues tras ponerme lo delante de la boca… comencé a devorarlo, comencé a chupárselo como pocas veces lo hacía… aaahhh. Tras el primero continúe con un segundo que por cierto aun no había cogido ritmo… ji ji ji, continuando con un tercero que tenía muy buenas perspectivas… mmm. Chupe u chupe hasta que me detuvieron para continuar con un pequeñín, la cual intente levantar pero sin mucho éxito y finalizar la de un nuevo acompañante… ooohhh, este si tenía un buen elemento y luego volver a comenzar… aaahhh.

Finalmente chupaba aquellas que estaban a mil y masturbaba aquellas que no daban la talla… aaahhh, aquellos hombres me hicieron dar la vuelta y continuaron lamiendo cada uno de mis orificios… ooohhh, chuparon y bebieron mis flujos. Allí estaba yo rodeada de hombres maduros… saboreando cada una de esas pollas a veces hasta de dos en dos… ooohhh, hasta que por fin se decidieron a penetrarme… ooohhh.

No recuerdo bien quien fue pero no me dejaron mirar… ooohhh, mientras uno me embestía sentía los dedos de otro masturbarme… uuummm, mientras yo seguía haciendo disfrutar a otros… aaahhh. Me decían… “buena perrita… así… así… chupa… chupa”, saliendo uno de mis entrañas y ocupar otro su lugar… aaahhh.

Cuando le toco a este atento padre de la novia de mí amiga… mmm, me la clavo con amor y pasión… aaahhh, notaba su barrigota chocar con mis nalgas al compas de su pelvis, escuchábamos el sonido de mis fluidos… ese chapoteo por cada una de esas embestidas… aaahhh. No deseaban correrse pues querían gozar… aaahhh, no deseaba venirse hasta dejarme exhausta… ooohhh, sacaban sus pollas de mi inocente y dulce orificio para que sea otra la que ocupaba su lugar… aaahhh.

Aun me viene a la memoria cuando me pidieron ser yo quien me pusiera sobre ellos pues los años les pasa factura, tras acostarse el primero me puse sobre él y comencé a dejarme caer hasta que su glande se introdujo en mi orificio vaginal… ooohhh. Comenzando yo a moverme pero fue la incomodidad de ellos, cuando me volvieron a pedir que me tumbara y nuevamente se turnaban para que se las chupara a unos y otros me penetraban… ooohhh, hasta que comenzaron a correrse dentro de mí… uuummm.

Cuando desperté ya de noche… con un tremendo dolor de cabeza, estos me pidieron pasar la noche allí pues no me veían como para volver, cuando me duche aun salía de mi interior restos de su semen… mmm, llevándome algo a la boca a modo de poder saborearlo… ooohhh (joder, si me hubieran dicho que iba a ser el juguete sexual de cinco abueletes… mmm, nunca me lo hubiera creído). Esa noche volví a hacerlo con ellos dos… Anselmo y eso amigo suyo llamado Juan José, convirtiéndose este en un buen amigo, compañero y amante… instructor durante mis vacaciones… mmm.

Con Juan José era el típico hombre que en verdad no le ponía hacerlo en la cama y si en cualquier sitio, cuando me llamaba para vernos no era precisamente para eso… sino para que pudiera estar conmigo un rato, obviamente sabia para que. Cogía este y nos íbamos al parque de María Luisa, buscaba unos arbustos donde poder estar sin que tuviéramos “mirones” y tras sacarse del interior de pantalón su miembro… mmm, me animaba a chupársela allí mismo… cosa que hacía con gran placer.

Tras separarme y comenzar a acariciarme y besarme, comenzaba despojarme de mis prendas… dejándome en la gran mayoría con tan solo la falda, acabando por ponerse a penetrarme allí mismo… ooohhh. Alternando conmigo varias posiciones… posiciones que no podía probar con su mujer, pues esta no se lo permitía… llamándole “vejo verde”… ooohhh. Tras la penetración vaginal… uuummm, comenzaba la penetración anal… uuummm, eso sí… siempre con preservativos hasta acabar en m boca, cosa que según el… “le ponía aun mas”.

Este fue aquel que me enseño que los mejores amantes eran los negros y musulmanes por su dotación… pero no por su palabrería, pues para eso están los italianos aunque estos son muy celosos. Los hombres mayores y no todos le darán sabiduría y el buen sexo, pues para eso han aprendido de todos esos años de sexo el arte de amar, pero me puntúa que no todos están a la altura, pues habrá algunos que no habrán salido aun del “huevo”. Si buscas un pillín o un golfo… búscate un chavalito que estos de eso saben mucho, si buscas un cabron… búscate a un militar o policía. Me decía…

• “Experimenta y goza… y aprenderás de la vida, aprende de todo y de todas… prueba todo aquello que sea del sexo, ya sea con chicas o animales, ya sea sado o con familiares, pervierte y véndete, pues cuando te mueras no te llevaras más que aquello que has gozado”, me soltó.

Aun recuerdo con gran placer el día en que Juan José me presento a Johann, un hombre maduro de color que lo único que tenía blanco eran sus dientes y su cabello. Este tenía un pollon de cerca de veinte tres centímetros por 8 de diámetro al menos, cuando comencé a comerme aquella barra de carne… aquella morcilla, os puedo asegurar que no me entraba en la boca y tuvo que introducírmela por otro orificio… mmm. Siendo este el vaginal… ooohhh, cuando ese hombre comenzó a penetrarme creo que no chille mas en mi vida como aquel día, menudo pollon poseía ese hombre… ooohhh, arqueaba yo el cuerpo para que aquello me entrara con mayor facilidad pero ni aun así… dejándome mi coñito dolorido… uuummm.

Tras practicarme sexo oral donde no veáis como este hombre chupaba cada milímetro de mi vulva, comenzó nuevamente a penetrarme... ooohhh, pero siendo ahora sus embestidas más lentas para darme mayor placer… uuummm. Se detenía varias veces a modo de poder probar si me entraba en la boca, saboreaba su enorme polla… dedicándome a su glande, mientras probaba mis propios fluidos… mmm.

Me hizo devorarle sus enormes genitales sin ayuda de mis manos… ooohhh, pero aun así me era imposible tragármela entera, probando algo que aunque me negué acabe aceptando y no era otra cosa que la penetración anal… uuummm, cuando puso su glande en mi entrada anal pensé que me desgarraría pero comprobé que estaba muy equivocada, pues comenzó muy despacio a introducírmela… ooohhh.

Me introdujo la mitad y de ahí no paso, penetraciones lentas y eficaces… cada una de esas embestidas daban mas placer que la anterior… ooohhh, sintiéndola cada vez más dentro hasta llegar a sentir sus genitales golpear mis nalgas… uuufff, aguantaba yo como podía… llegando incluso a separar mis glúteos… ooohhh, mientas que aquel monstruo bombeaba… aaahhh. Hasta sentir como se venía y entre gritos, descargo casi todo dentro y el resto sobre mis nalgas… uuufff.

Por Johann conocí a su hijo… un atractivo chico que era todo un buen amante y que ni su padre y menos yo dijimos palabra, claro está que aunque estuve saliendo con el… también mantuve algún contacto con su padre, pues su hijo no había salido en las dimensiones del padre. Finalmente conocí a Marcus… disfrutando de su amistad entre otras cosas los últimos días de mis vacaciones, Marcus era un chico afroamericano asentado en España… si lo hubierais conocido, hubierais visto aunque era atractivo no era atlético ni sobre salía en nada más… al menos visiblemente, pues obviamente en aquello que sobre salía estaba oculto dentro de su pantalón… mmm.

La primera vez con Marcus fue una sorpresa para ambos… al menos eso pensé yo, comenzamos a enrollarnos en la disco… luego acabamos en su casa, tras marrearnos y magrearnos… fui yo quien dio el paso… mmm, llevándome la grata sorpresa de ver su enorme pollon… mmm. Este cuando paso al ataque… me comía mis orificios como pocos hombres… aaahhh, devoraba tanto mi orificio vaginal como el orificio anal como nadie… uuummm, menos mal que se lo trabajo bien pues sino aquel pollon no me hubiera entrado jamás… mmm.

Aunque no era virgen y ya había mantenido bastantes relaciones os podría jurar que este hombre me había hecho mujer, pues con solo la mitad de su miembro ya me había hecho alcanzar tres orgasmos y estaba en la gloria. Era tal el placer obtenido que yo misma movía mi cuerpo cuando el se detenía, era yo quien deseaba que no se detuviera y por mucho dolor que me produjera… la deseaba dentro. Marcues para nada era tranquilo sino a veces era violento, era un hombre de grandes manos que llegaba a cogerme del cuello y apretar e incluso a abofetearme mientras me penetra… ooohhh.

Cuando aquella polla estuvo realmente dentro de mí y sus genitales golpeaban una vez tras otra mis nalgas, para nada sentía dolor sino mucho placer… aaahhh (Dios como gozaba con este hombre… era toda una maquina). El debajo y yo encima… penetrándome… ooohhh, mientras sus manos amasaban mis nalgas… aaahhh,  mientras yo jadeaba y él se mostraba frio… ooohhh, apretando mi cuerpo hacia abajo hasta sentir su glande golpear mi útero una vez tras otra… ooohhh, era increíble ver ese engendro entrar en mi cuerpo… ooohhh.

Fui su puta durante aquellos tres días en que me hacía el amor… que digo sexo durante al menos tres cuarto de hora, dejándome exhausta… demostrándome lo que es un hombre, me penetraba como y donde sea. Llegando yo misma  a moverme cuando él ni tan siquiera se movía… buscando su polla, buscando el placer… ooohhh, me gustaba cuando me sujetaba ambas muñecas a mi espalda… aaahhh. Me encantaba sentir como se encajaba a mi orificio, como no dejaba escapar ni una gota cuando se corría en mi interior… ooohhh, no dejaba de decirme que me iba a preñar… sabiendo yo de sobra que eso era imposible.

Me apeno separarme de él tanto el de mí… confesándome el ultimo día que tenia novia, cosa que me daba igual pues yo durante ese mes me había follado a cerca de veinte personas tirando por lo bajo, número que jamás le hice saber y que solo le mente que era el segundo… mmm.

Bueno mis queridos lectores y lectoras hasta aquí llego mi confesión, se despido hasta otra confesión, pero eso sí… sí deseáis saber más de mí, os invito a pasaros por mi blogs desfasado personal:

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