AÑO 2112 - Capítulo XVII

No satisfecha con lo sucedido, Carlota trata de implicar a su amiga Diana para que participe en la siguiente fiesta.

CAPITULO XVII

Al día siguiente, Brian no podía concentrarse en su trabajo pensando en lo sucedido la tarde anterior.

L- …Señor García, ¿me está escuchando?

B- Perdona León, estaba despistado, dime…

L- Que ha llamado la Sra. Carlota diciendo que hoy no pude venir, que le han surgido problemas en su empresa que la tendrán ocupada todo el día.

B- Entiendo… qué le vamos a hacer…

León enseguida detectó que su jefe no se comportaba con normalidad

L- ¿Le sucede algo señor?

B- ¿A mi?, no, nada, solo estoy un poco cansado, he dormido mal esta noche

L- ¿Quiere que me encargue yo de supervisar hoy la línea?

B- No, gracias León, no es necesario. Ocúpate de verificar el estado de los pedidos para la semana próxima.

L- Si Sr. García, como usted mande.

Antes de que León pudiese salir del despacho, Brian le reclamó

B- Espera León…

L- Dígame señor

B- ¿Qué edad tienes?

L- Veinte años, señor

B- Tienes la misma edad que Marie

L- ¿Se refiere a su esposa?

B- Si, a mi esposa, claro… por cierto León, ¿eres virgen todavía?

León se quedó perplejo ante semejante pregunta

L- ¿Cómo dice señor?

B- Que si todavía eres virgen

L- Bueno señor, en realidad no. En la universidad tuve una relación con una chica

B- ¿Humana?

L- Si, claro, humana

B- Y dime, ¿Qué te pareció?, ¿te gustó más hacerlo con ella que con replicantes?

L- Yo no he estado nunca con replicantes. Es un gasto que todavía no me he podido permitir.

Brian le hizo un gesto con la mano para que continuase con su trabajo. León se fue absolutamente confundido por las preguntas de su jefe.


Esa misma mañana, Diana había acudido a la empresa de Carlota para tratar unos asuntos personales con ella. Lógicamente Marie iba con ella.

D- Buenos días Carlota

C- Hola Diana.

D- Tú dirás porque me has citado aquí.

C- Tenemos que hablar en privado y este es un buen sitio.

D- Pues tú dirás, que me tienes intrigada

C- En privado Diana. Creo que Marie debería tomarse la mañana libre,

Los asuntos de su jefa no eran de su incumbencia, pero la forma en la que Carlota la estaba despachando era como mínimo sospechosa.

D- Marie, ¿por qué no te vas al centro comercial y vas viendo si han traído algo nuevo? Cuando acabe de hablar con Carlota te iré a buscar y me cuentas lo que has visto.

Y Marie, obediente, salió del despacho en dirección al centro comercial. Así podría pasar un rato con su amiga Karen.

D- A ver Carlota que me tienes que contar. Tanta intriga me pone enferma.

C- Ayer Brian estuvo en mi casa viendo la grabación de Marie chupándosela a Eduard.

D- ¿Y como es que se la enseñaste?

C- Insistió mucho. De hecho insistió tanto que acabamos follando.

D- ¡Joder Carlota, otra vez no!

C- Y no sabes lo mejor…

D- Desembucha

C- El fin de semana estuvieron en mi cada él y Marie, e hicimos un trío.

D- ¡Por Dios Carlota! ¿También con Marie?

C- Tranquila mujer, que todo sucedió con el consentimiento de Marie. Ella también quiso hacerlo.

D- Y te follaste a Brian ante los ojos de su mujer

C- Si, y también follé con ella

D- ¿Con ella también?

C- Si, quería probar lo que se sentía al hacerlo con otra mujer desde que tú me acariciaste un pecho.

Diana no podía comprender la actitud de su amiga. Si ya le parecía peligroso su fijación por Brian, montárselo también con Marie podía resultar una bomba de relojería.

D- Carlota, sabes muy bien que no me gusta nada que te líes con mi personal. Esas cosas terminan por salir mal y en estos momentos no puedo ni quiero prescindir de ninguno de los dos. ¿Por qué no les dejas un poco en paz?

C- A mi se me ocurre otra cosa

D- Carlota, Carlota… que tus ocurrencias me dan un miedo…

C- Escucha. Quiero invitarles otra vez este fin de semana. ¿Por qué no te vienes tú también?

D- ¿Yo? ¡Pero tú estas loca! ¡Como se te ha podido ocurrir semejante desvarío!

C- ¡Venga Diana! No me vengas ahora con puritanismos, que yo te he oído como le decías a un replicante con una polla tremenda que te diera duro “oh, si, fóllame, reviéntame cabrón” ¿o es que piensas que me acabo de caer del guindo?

D- ¡Carlota, por favor, que son mis empleados!

C- Pues tus empleados follan de vicio.

La conversación de ambas amigas no parecía encontrar un entendimiento. Mientras Marie había ido a ver a su amiga Karen.

K- ¡Que alegría verte de nuevo Marie! ¿Cómo te van las cosas?

M- Muy bien, gracias.

K- ¿Estas de fiesta que no veo a tu jefa?

M- Solo un rato. Se ha quedado en una reunión y luego vendrá a buscarme. Pero dime, ¿qué tal todo? cuéntame como te va la vida.

K- Pues la verdad es que en estos momentos mi futuro pende de un hilo.

M- ¿Y eso, que sucede?

K- Creo que están pensando en cerrar esta tienda. He oído que quieren abrir otra mucho más grande en la nueva zona, la que están construyendo junto a la zona exclusiva, y no tengo claro que me vayan a trasladar allí. Aquello va a ser todavía de más lujo y me temo que solo empleen a replicantes.

M- Vaya, pues si que son malas noticias. ¿Y si te quedas sin empleo, que te pasaría?

K- Pues que me tendría que ir fuera de la residencial. Mientras no tenga la carta de ciudadanía, no me asiste ningún derecho. Como te sucede a ti.

M- ¡Como que fuera!, después de todo lo que has tenido que pasar para hacerte un sitio ahora te van a dar la patada… ¡Ni borrachos! Hablaré con mi jefa y ella te buscará algo seguro. Por eso no te preocupes, pero a ti no te echan de aquí, ¡como que me llamo Marie!

K- Tranquila Marie que todavía nadie me ha echado. Además la nueva tienda todavía tardará unos meses en abrirse.

M- Bueno, tú mantenme informada. Ante la primera sospecha de que te despiden, me llamas y te busco lo que sea, pero tú no sales de la residencial.

En casa de Carlota parecía que las cosas empezaban a encauzarse

D- …y aunque tuvieses razón, ¿te has dado cuenta que seríamos tres mujeres para un solo hombre?

C- Ya lo sé, pero no tengo claro que Brian permitiese que otro hombre tocase a Marie teniendo en cuenta la experiencia que tu ex les hizo vivir.

D- Entiendo, pero al menos un replicante para igualar un poco el número. Lo pagaría yo.

C- Esta es la Diana que me gusta, activa y decidida. ¿Te follarás a Brian?

D- ¡Eres odiosa! Casi logras convencerme. ¿Qué respeto me tendrían después?

C- El mismo, ¿o es que Brian ya no me respeta cuando voy a tu empresa? Hay que saber diferenciar entre lo privado y el trabajo, y eso Brian lo sabe perfectamente.

D- No sé, me lo pensaré. Tú no digas nada. Si acudo será una sorpresa.

Los planes para una velada en casa de Carlota ya estaban cerrados. Ahora solo quedaba esperar acontecimientos.