AÑO 2112 - Capítulo X
Víctima de un chantaje, Marie se ve obligada una vez más a entregarse a su jefe. Las consecuencias de ello darán un vuelco a su vida y a la de su esposo.
CAPITULO X
Como cada lunes, Diana pasaba parte de la mañana en la fábrica de su padre supervisando el negocio. En esta ocasión llegó acompañada de Marie
D- Buenos días Eduard
P- Hola cariño
P- ¡Buenos días Marie, que sorpresa volver a verte!
M- Buenos días señor Person
D- Hoy tengo mucha prisa Eduard, así que vamos a despachar lo más urgente y luego le das a Marie toda la información que sea preciso. Yo tengo una reunión y no debo llegar tarde.
Cuando Diana salió por la puerta, Marie sintió como unos gusanos recorrían su estómago.
P- Que alegría volver a verte Marie, no sabes como te he echado de menos.
Marie guardó silencio
P- No te había visto desde…bueno, tú ya sabes. ¿Qué tal te va con mi mujer?
M- Muy bien, gracias, su esposa es muy amable conmigo.
P- Estás preciosa y ese vestido que llevas resalta tu delicioso cuerpo. Sabes, he soñado contigo un montón de veces y cada vez que despacho con Brian me entran ganas de preguntarle por ti. Pero ya veo que sigues tan esplendida y preciosa como siempre.
M- Gracias señor Person, pero ahora las cosas son distintas y …
P- ¿Por qué han de ser distintas? Diana te arrancó de mi lado y eso me enfureció muchísimo. Pero ahora estás nuevamente aquí y necesito tenerte una vez más, solo una vez más.
M- Señor Person, yo no puedo, su esposa, Brian …
P- Marie, cielo, teníamos un acuerdo y ambos lo respetábamos, nos fue bien. Rememoremos esos momentos, no sabes cuanto te deseo…
M- Señor Person, por favor…
P- Con tu boca, solo quiero tu boca, sentir tus labios y tu lengua una vez más, la última, te lo prometo.
Y desabrochándose los pantalones, sacó su erecto miembro y empujó la cabeza de Marie hasta metérselo todo en la boca.
P- Ohhh, siiii, que bueno Marie, casi lo había olvidado.
Marie se había resistido lo justo y ahora tenía que cumplir su parte del compromiso. Le asqueaba volver a sentir en su boca la viscosa corrida de su ex jefe, y sobre todo, lo que más le dolía era engañar a su amado Brian, pero no tenía elección, debía hacerlo y lo estaba haciendo, a pesar de que seguramente nunca se perdonaría por ello.
P- ¡Que bien lo haces mi amor! No has olvidado nada de lo que aprendiste, sigue, sigue, no pares hasta que me corra
Marie deseaba que se corriese cuanto antes y acabar de una vez por todas con ese mal trago, por lo que puso todo su empeño para acelerar la conclusión.
P- Ohhh Marie, que bien lo haces, vas a hacer que me corra de inmediato, siiii…
El señor Person se vació por completo en la boca de Marie, que a duras penas podía tragar las abundantes eyaculaciones de su ex jefe, quien una vez aliviado permitió que Marie se retirase.
P- Eres realmente maravillosa. Siento tanto que te hayan arrancado de mi lado. Tú haces que la vida de un hombre merezca la pena y sin ti solo queda la monotonía y el vacío.
M- Señor Person, esto no puede volver a suceder nunca más, si su esposa se enterase me costaría el empleo. Lo último que quiero es traicionarla.
P- ¿Ya has olvidado quien te sacó de la miseria, quien te regaló una vida, quien te hizo mujer, quien le dio sentido a tu sexo?, ¿acaso no me debes nada?
M- Lo siento señor Person, creo que debo irme ya. Esperaré a Diana en recepción.
P- Marie, espera por favor, no quería decirte eso, soy un estúpido, perdóname, ¡Marie…!
El trabajo ya estaba hecho y no tenía sentido seguir aguantándole. Todo había quedado grabado y las consecuencias de aquello ya eran responsabilidad de Diana.
Eduard se mesaba los pelos y con la cabeza escondida entre sus manos maldecía su suerte. ¿Cómo podía haber caído en aquella trampa?
D- Tú eliges Eduard, o firmas este documento de renuncia a tus derechos y de aceptación de divorcio o sacamos a la luz todos los trapos sucios ante un tribunal. En mi opinión el resultado sería el mismo pero tu honor se vería públicamente menoscabado. Decide lo que quieres hacer.
P- ¿Por qué me haces esto Diana?, te he pedido perdón, te he jurado y perjurado que ha sido la primera y única vez que ha sucedido y que nunca más va a volver a suceder. Si me das la patada mi honor se verá igualmente mancillado.
D- ¿La única vez me dices?, ¿te crees que soy tonta?, ¿y los dos meses que te la estuviste follando todos los días? Deberías avergonzarte por lo que le has hecho a esa chica.
P- He sido débil, eso lo reconozco, esa chica es cautivadora, pero te juro que he aprendido la lección y que jamás volverá a suceder.
D- Eso ya no debería preocuparte. Firma y quedaras liberado para follarte a todas las furcias que te de la gana, o que se dejen, porque vas a tener pocos argumentos para obligarlas.
P- Eres muy cruel
D- ¿Cruel yo?, que sepas que aunque ahí no lo pone, te voy a pasar una renta para que puedas vivir sin dificultades, lo necesario para salir adelante aunque sin lujos. Y esta renta está condicionada a que dejes en paz a Marie, ni harás por verla ni mucho menos tomarás represalias contra ella. Si lo haces se te acabará el subsidio.
P- Y que piensas hacer con la empresa, ¿crees que tú la puedes sacar adelante?
D- Lo creo, si, con la ayuda de Brian y de Carlota, no te quepa la menor duda.
P- Así que Brian va a ocupar mi puesto. Pues mira, de todo esto es de lo único que me alegro. Siempre me ha sido fiel.
D- Y por ser fiel lo tendrá. La infidelidad ya ves que tiene sus peligros.
P- Diana, te lo suplico una vez más…
D- Tienes de tiempo solo mañana para llevarte tus objetos personales del despacho. Solo mañana.
No tardó mucho tiempo en correrse la voz de que el Sr. Person estaba vaciando su despacho. El revuelo era evidente, tan solo los replicantes continuaban con sus funciones como si no pasase nada. Brian asistía silencioso al desalojo. Desconocedor de la trampa que le habían preparado a su jefe, le costaba comprender la decisión de Diana.
P- Mi fiel Brian, han sido muchos años trabajando codo con codo por esta empresa, viéndola crecer y luchando juntos por superar los malos momentos. Ahora queda en tus manos. Confío en tu buen hacer y no dudo de que sabrás llevar la nave a buen puerto.
B- Señor Person, yo…, no lo entiendo…
P- Es la decisión de la dueña. Me echa y a otra cosa.
B- Pero usted es su marido…
P- Lo era hasta ayer que firmamos el acta de divorcio.
B- ¿Se han divorciado?, ¿pero por qué?
P- No hagas preguntas indiscretas.
B- ¿Ha sido por lo de Marie?, ¿se ha enterado?
P- Es mejor que no sepas nada. Son asuntos privados entre Diana y yo. Esfuérzate por sacar adelante esta empresa y por hacer feliz a tu hermosa mujer. Lo demás no debería importarte.
El señor Person giró su cabeza para ver por última vez lo que fue su despacho y cruzó la puerta en dirección a la calle.
B- Déjeme que le ayude con las cosas.
P- No Brian, muchas gracias pero este último trecho lo tengo que caminar yo solo. Te deseo buena suerte.
Brian contemplo inmóvil como su defenestrado jefe se marchaba hasta perderse tras una esquina al final del pasillo. Se volvió hacia el despacho y por primera vez se dio cuenta de lo inmenso que era y del complicado trabajo que tenía por delante. No sabía por donde empezar.
Tras un largo y complicado día, Brian regresó a su casa más tarde de lo que lo hacía habitualmente. Su preciosa Marie ya había llegado y se estaba dando una ducha de vapor. Brian la contempló en silencio, embelesado con la belleza de su cuerpo desnudo y sin poder quitarse de la cabeza la duda de cuantas manos lo abrían acariciado, además del Sr. Person y él. ¿Tendría razón su amigo Adrian y Marie acompañaría a Diana en sus juergas sexuales? ¿Por qué Diana había repudiado a su marido y sin embargo mantenía a Marie como su asistente? Algo extraño estaba sucediendo y él tenía que averiguarlo.
M- ¡Ah, estas ahí!, no te oí llegar.
B- Llevo unos minutos contemplando tu belleza
M- Calla tonto, que me ruborizas
B- No me extraña que el señor Person te desease tanto
M- ¿A que viene eso ahora? Acordamos que no íbamos a hablar más de ello.
B- ¿Sabías que Diana se ha divorciado del Sr. Person y que lo ha despedido de la empresa?
M- ¿Qué lo ha despedido?, eso no lo sabía
B- Pero que se divorciaba de él si, y no me habías dicho nada.
M- Cariño, esos asuntos no son de nuestra incumbencia. Además, mas pronto que tarde te ibas a enterar.
B- ¿Y sabes porque lo ha hecho?, ¿tienes tú algo que ver con ello?
M- ¿Qué quieres decir?, no se por donde vas
B- Que si Diana sabe lo tuyo con el señor Person
M- ¿Por qué insistes una y otra vez con sacar ese tema?, ¿acaso te gusta martirizarte? Lo que pasó, pasó y los dos conocemos las razones. Enterremos definitivamente el pasado y vivamos plenamente el presente.
B- ¿Sabias que me han nombrado director?
M- ¿En serio, tu eres ahora el director?, déjame gritarlo a los cuatro vientos ¡¡¡Mi marido es el nuevo director de Jordan Componentes!!!
B- Calla y no hagas el ridículo
M- En serio que no tenía ni idea. Antes hubiese apostado por su amiga Carlota, aunque ella ya tiene su propia empresa.
B- Yo lo que necesito saber es si tú estas en medio de esta historia. ¿Sabía o no sabía Diana que atendías sexualmente al señor Person?
M- Al parecer pusieron cámaras en su despacho y lo tienen grabado.
B- ¡Me lo temía!, lo malo es que te tienen a ti también. ¡Dios!, cuantos habrán podido verte ya.
M- ¿Pero quién me va a ver tonto? A lo sumo su amiga Carlota, pero nadie más.
B- ¿Y por que no te ha despedido a ti, que has sido quien le ha puesto los cuernos a Diana?
M- Brian, estas nervioso y dices cosas absurdas. Yo fui una víctima igual que Diana. Quizá por eso nos une una buena amistad.
B- Lo siento Marie, perdona, están pasando muchas cosas en poco tiempo y estoy bastante desconcertado. Necesito tiempo para asimilar esta situación.
M- Cielo, ahora ya no debes preocuparte por nada, te han nombrado Director, yo soy la asistente personal de Diana y Eduard ya no interferirá más en nuestras vidas. Deberías estar orgulloso de hasta donde has conseguido llegar.
Pero para Eduard los reproches aun no habían terminado
Q- No será porque yo no te había avisado. Parece mentira que no conozcas a Diana
P- He sido un estúpido, eso ya lo sé, pero el castigo ha sido desproporcionado. Le he pedido mil veces perdón y me he humillado ante ella, pero todo ha sido inútil.
Q- ¿Y ahora que vas a hacer?, ¿Dónde vas a vivir?
P- He conseguido un apartamento de treinta metros en un edificio de alquiler y gracias a que tenía buena relación con el sindicato. Con lo que Diana me pasa no puedo permitirme nada mejor.
Q- Aun no me lo puedo creer, pero si tenías el mundo a tus pies…
P- ¿Tú me puedes ayudar?, ¿no tendrás algo para mí en tu empresa?
Q- ¿Pero es que sabes algo de bioquímica?
P- Me adaptaré a cualquier cosa, empezaré desde abajo, pero necesito una oportunidad.
Q- Ahora no tengo ningún puesto vacante, lo único que podría hacer es colocarte en lugar de algún replicante, pero tu mismo me dijiste que los humanos son menos productivos y restan beneficios.
P- No me toques las narices ahora tú también. Me conoces y sabes que voy a darlo todo si me contratas.
Q- Mira Eduard, veré lo que puedo hacer por ti, pero te lo tienes merecido por encapricharte de un coñito virgen. Tenías que haber hecho como yo, me cuestan un poco más, pero tengo a dos en el departamento de proyectos preparadas para el sexo. Y te aseguro que son una bomba.
P- Ahora no estoy para bombas, necesito encontrar un trabajo y pensar en la manera de resarcirme. Entre Diana, Carlota y Marie me han tendido una trampa y te jugo que pagarán por ello.
Q- Olvídate de lo que ha sucedido y no te metas en nuevos problemas. No creo que esa chica tenga culpa alguna, te pilló tu mujer y eso es todo.
P- Todo a su tiempo, Quentin, todo a su tiempo…