AÑO 2112 - Capítulo IX
Poco dura la alegría en casa del pobre. Lo que se prometía como una vida feliz junto a su amado, puede complicarse de la noche a la mañana.
CAPITULO IX
A- Amigo, no hay nada peor para un hombre que enamorarse. Cuando eso pasa estás perdido y tú ahora mismo no es que estés perdido, estás acabado. ¿Hace cuanto que no nos follamos juntos a una putita replicante?
B- Lo siento Adrián, ya se que tú no lo entiendes, pero no me apetece follar con nadie más que con Marie. Solo la carne sin sentimientos ya no me motiva.
A- ¡Quien te ha visto y quien te ve! Esa chica te ha hecho perder el sentido y la dignidad. Para empezar yo no hubiese consentido que mi jefe se la tirase.
B- Eso es parte del pasado y ya hemos pasado página. La vida no es fácil para nadie, tampoco lo ha sido para mi, pero nosotros hemos sabido superar las dificultades y ahora vivimos felices, los dos juntos, en una bonita casa con ese toque femenino que la convierte en un verdadero hogar.
A- Lo que tu digas, pero eso no debe excluir a tus amigos, ni que te puedas correr juergas con replicantes. La fidelidad es solo entre las personas.
B- Ya te he dicho que no me apetece. Además, no creo que ella se vaya acostando con replicantes.
A- ¿Y que te sabes tú?, ¿no trabaja de secretaria para la mujer de tu jefe? Pues por lo que yo tengo entendido se corre unas juergas de escándalo con las pollas mas destacadas del catálogo. ¿Quién te dice que Marie no participa de esas juergas?, ¿quien te asegura que eso no forma parte de su trabajo? Como sea igual de pervertida que su marido… yo no me fiaría un pelo.
B- ¿Y tú te consideras mi amigo, que vienes a sembrar dudas sobre mi esposa?
A- Vale, vale, ya veo que no voy a poder hablarte con franqueza. Lo que tú quieras. Yo pienso ir esta noche a un local donde se prepara una fiesta monumental. Aun no tengo el pase seguro, pero creo que si muevo las fichas adecuadas conseguiré la invitación. Será una orgía por todo lo alto. Tú te lo pierdes.
La visita de su amigo Adrian le había dejado preocupado. Él también sabía de las correrías de Diana, muy amiga de beneficiarse replicantes, y la cercanía de su mujer a la vida personal de Diana le despertaba recelos. Sabía que aunque sucediese no debía preocuparse por ello, todo el mundo tenía sexo con replicantes, estuviesen casados o solteros, era algo socialmente aceptado, pero no podía imaginar a su Marie teniendo sexo con nadie más que con él. Había sido muy duro el tiempo que el señor Person estuvo usándola y ahora no quería ni pensar en algo parecido, ni siquiera con un replicante.
Por otra parte, la vida de la nueva pareja se desarrollaba con normalidad. Brian con su trabajo de secretario del Sr. Person y Marie como asistente personal de Diana. Pero pronto las cosas iban a tomar un cariz muy distinto.
D- Marie, te presento a mi amiga Carlota
M- Encantada Carlota
C- Lo mismo digo.
D- Carlota es mi mejor amiga y la que más sabe de sistemas en toda la residencial. Es una auténtica experta. En todos los hogares y negocios hay instalada alguna aplicación suya.
C- No exageres Diana, me va bien, eso es todo.
D- Bueno, bueno. La cuestión Marie, es que quiero que Carlota te vaya iniciando en el mundo de los sistemas para que puedas ayudarme con el ordenador. Verás que no es tan complicado como parece.
M- Algún conocimiento ya tengo. A pesar de la falta de recursos en la escuela nos hablaron de los sistemas y pudimos manejar alguno.
D- Mejor, así te adaptarás más fácilmente a lo que necesito. Bueno, ahora os voy a dejar con vuestra primera clase. Yo tengo que ir a visitar a alguien, así que aprovechad bien el tiempo.
Carlota y Marie se quedaron solas.
C- Así que tú eres la famosa Marie
M- No sabía que fuese famosa
C- Si hija, en los círculos de Diana se habla mucho de ti
M- Confío en que al menos no se hable mal
C- ¿Mal?, ¡que dices! Pero si Diana no tiene mas que elogios para ti, que si eres simpática, trabajadora, cumplidora, lista y además muy guapa.
M- Me ruborizas…
C- Pues es cierto todo lo que digo. Diana está encantada contigo. Tanto que yo debería estar celosa, mas que su asistente pareces su amiga.
M- Por eso no te preocupes, se muy bien cual es mi lugar y además no tengo el más mínimo interés en echar a perder todo lo que Diana me ha ofrecido.
C- Eres inteligente. Y desde luego hay que serlo para casarse con una persona como Brian. ¿Cómo os conocisteis?
Marie dudó por un instante. Si la pregunta era comprometedora, la respuesta podía ser peligrosa.
M- Alguien nos presentó.
C- ¿En los asentamientos?
M- No, no, ya estaba en la residencial cuando nos presentaron.
Carlota tecleo algo en el ordenador y enseguida se mostró en la pantalla un documento.
C- ¿Sabes lo que es esto?
Marie no contestó. Solo se le humedecieron los ojos.
C- Es un expediente de la zona de cuarentena. El 115856-B, ¿te suena de algo?
Los peores temores de Marie se estaban haciendo realidad. A pesar de no tener culpa de nada, podía ser expulsada y separada de su esposo. No tenía sentido excusarse de nada.
M- ¿Qué quieres de mi?
C- Tranquila mujer, no te pongas nerviosa, no tenemos nada en contra tuya. Pero necesitamos tu ayuda.
M- ¿Necesitamos?
C- Si, aunque más bien es Diana quien necesita de tu ayuda. Ella lo sabe todo, tu condición de virgen cuando entraste a trabajar a la fábrica, tus numerosos encuentros con su marido, tu posterior matrimonio con Brian… por eso te sacó de las garras de su esposo.
M- Brian no tiene culpa de nada, no lo metáis en esto. Se casó conmigo para que no me devolvieran a los asentamientos.
C- Vaya, así que para el bueno de Eduard solo eras un juguete de usar y tirar
M- ¿Qué queréis de mi, que queréis que haga?
C- Ayudamos y te aseguro que tu vida cambiará notablemente. Hemos instalado cámaras en el despacho de Eduard, él no tiene ni idea, pero tú nos vas a ayudar a conseguir las pruebas que necesitamos…