AÑO 2112 - Capítulo I
En una sociedad con escasos recursos, divida entre ricos y pobres, los primeros disfrutan de una vida fácil y cómoda mientras los segundos se ven obligados a malvivir o a servir resignadamente a los poderosos. Un precio a pagar muchas veces demasiado alto.
CAPITULO I
Año 2112. Planeta Tierra. Finalmente todos los esfuerzos realizados para salvar al planeta de su destrucción empiezan a dar sus frutos. Hemos estado al límite del desastre, aunque la tardía reacción no ha evitado que casi el ochenta por ciento del planeta haya quedado prácticamente inhabitable y que la mitad de la población haya desaparecido por causa de la hambruna, las enfermedades y los desastres naturales. Muchos humanos optaron por irse a colonizar otros planetas en una arriesgada aventura de incierto futuro. Aquí solo se quedaron los más ricos, los que controlan las partes del planeta habitables y la economía, y los más pobres, aquellos que han logrado sobrevivir y que difícilmente subsisten en las zonas más degradadas y míseras de lo que queda de la Tierra o hacinados alrededor de las zonas habitables. Solo unos pocos privilegiados disfrutan de los limitados recursos que la escasa naturaleza superviviente al desastre todavía ofrece. Muy pocos entre los más pobres encuentran cabida como trabajadores en las grandes urbes. Para eso ya tienen a los replicantes, humanoides de laboratorio creados a imagen y semejanza del ser humano y diseñados y programados para asumir fiel y eficazmente cualquier tarea que se les encomiende. Fuertes e incansables se muestran siempre dispuestos y complacientes. Su nombre coloquial, replicantes, tiene su origen en la película Blade Runner , realizada cien años atrás por el que fuera director de cine Ridley Scott, de donde se tomó el nombre de los seres que se creaban artificialmente para realizar las tareas más penosas que la raza humana no podía acometer, los Replicantes.
La empresa Erotic Company Services está especializada en replicantes para todo tipo de actividades sexuales, desde las más sencillas y convencionales hasta las mayores perversiones que un cliente les pueda encargar, si se tiene el dinero suficiente para pagarlas, claro está. Lo mismo suministran para el mercado masculino que para el femenino, cada día más exigente. En el mercado de replicantes se puede conseguir de todo, incluso un clon idénticamente genético de una persona concreta, siempre que se pueda aportar una muestra genética original para poder clonarla. Aunque no está permitida legalmente la realización de clones de personas vivas, si tienes dinero y te aseguras después de destruir el replicante y no dejar rastros, nada te puede impedir mantener relaciones sexuales con una copia idéntica de la persona que más deseas; una fantasía al alcance de muy pocos. Para los que no disponen de tanto dinero como para comprar en propiedad un diseño exclusivo, pueden alquilarlos por un tiempo determinado a un precio más asequible.
Mientras millones de personas malviven hacinados en el exterior, dentro de las residenciales se disfrutan de algunas comodidades que son consideradas todo un lujo y se viven sin ningún pudor las orgías más obscenas que se puedan imaginar. Todo está permitido y todo está consentido.
A- Pasa Brian. Deja que te ofrezca un vaso de agua pura de manantial
B- ¿De manantial auténtica?, ¿de donde la sacas?
A- Tengo mis contactos, me la pasan de contrabando de la zona exclusiva, vale una pasta pero merece la pena pagarla.
B- Desde luego, ya no queda casi nada natural de lo que disfrutar…
A- Es verdad, cada vez es más difícil disfrutar de lo autentico. Hablando de auténtico, ¿cuánto hace que no has hecho el amor con una mujer de verdad?
B- ¿Yo?... hace mucho tiempo. Desde que tienen a esos replicantes dispuestos a darles placer las veces que pidan y como ellas quieran, sin quejas ninguna y sin riesgo de dejarlas embarazadas, ya no me como una rosca si no es con otra replicante, y mi sueldo no me da para muchas alegrías.
A- A mi me pasa lo mismo. Mi mujer tiene mi esperma codificado y congelado porque dice que con tanto follar con replicantes voy a echar a perder mi semen y no se fía. Hemos hablado de la posibilidad de transferírselo a uno para que la deje preñada, pero no lo vemos claro, los impuestos por tener un hijo son actualmente excesivos. Hasta que no cambien un poco las cosas, mejor esperamos.
B- Si, mientras no se amplíe la zona habitable seguirá estando penalizado tener un hijo, y me parece que de momento no hay posibilidades de apertura de nuevas zonas si tenemos en cuenta además la millonada que nos estamos gastando para mejorar las condiciones de los asentamientos que hay extramuros de la residencial.
A- Por cierto, ¿nunca te has planteado follar con alguna joven proveniente de los asentamientos?
B- No, es demasiado arriesgado y muy caro si buscas todas las garantías. Además no sabes como van a responder. Con las replicantes sabes que vas a tener lo que buscas y al final resulta incluso más económico.
A- Pues hoy disfrutaremos de una especial
B-¿Si?, ¿cómo de especial?
A- Una oriental, japonesa más concretamente
B- ¿Japonesa genéticamente auténtica?
A- Si, si, cien por cien auténtica. Me lo han garantizado.
B - Te habrá costado una pasta conseguirla, desde que desaparecieron las islas el siglo pasado es muy difícil encontrar material genético puro.
A- Bueno, la verdad es que me ha salido muy barata, en realidad no me ha costado nada.
B- ¿Nada?, ¡joder Adrian!, nunca dejas de sorprenderme. ¿Y esta vez como lo has conseguido?
A- Me ocupé de poner en contacto a uno de los directivos de ECS con mi contrabandista en la zona exclusiva y como agradecimiento me manda a la nipona.
B- Pues va a ser divertido follar con una japonesa. Dicen que eran muy dóciles y sumisas.
A- Ahora lo comprobarás. Me han dicho que es una geisha experta en las prácticas más refinadas y que solo tiene dieciséis años fisiológicos.
B- Buff, me estoy poniendo malo solo de pensarlo
Mientras tanto, en otro punto de la residencial, dos mujeres conversan animadamente.
C- Pues yo los prefiero que eyaculen
D- ¿Y para que?, si tú te corres igual y no te pringan
C- Ya lo se, pero así resulta más realista. Soy bastante tradicional.
D- Si, si, ya lo veo, y una romántica. Seguro que incluso preferirías hacerlo con un hombre de verdad
C- A veces si, necesito que no sea todo tan perfecto, hemos perdido la emoción de lo imprevisible.
D- Chica, allá tú y tus manías, pero para mi no hay nada mejor que un buen amante completamente a mi gusto que me de todo lo que yo quiero y tal y como yo lo quiero, sin que me tenga que pedir nada a cambio. Para crearme problemas ya tengo a mi marido.
C- No sé que quieres que te diga Diana… al principio todo esto de los replicantes era fantástico, pero con el tiempo estoy perdiendo el interés. No son más que modernos consoladores como los que utilizaban nuestras abuelas.
D-¡Pero que dices! ¡Que van a ser consoladores!, son de carne y hueso como tú y como yo, solo que genéticamente preparados para ser los amantes perfectos. Mirta compró uno en propiedad y hace las veces de su compañero, no necesita marido.
C- Mirta es una ninfómana. Le sale más económico tener uno en propiedad que pagar un alquiler cada vez que tiene ganas de echar un polvo.
D- Tienes razón Carlota, eso es verdad. Y además no lo comparte con nadie.
C- ¿Y quien va a querer compartirlo? ¿Sabes que le puso un pene de treinta centímetros? A mi me reventaría con semejante herramienta.
D- Es que tú no eres Mirta, ella necesita ese tamaño para satisfacerse.
C- Ya sé lo que le necesita Mirta… ¿y tú?, ¿qué necesitas?, ¿alguna vez has estado con dos a la vez?
D- Si, en una ocasión me di el gusto
C-¿Y…?
D- Muy bien, muy excitante
C- ¿Te penetraron a la vez?, ya me entiendes, por los dos agujeritos al mismo tiempo…
D- Nooo, mi culito es demasiado sensible para que le metan nada. Mientras uno me follaba yo se la chupaba al otro, y así íbamos cambiando. Me corrí tres veces.
C- A mi me gustaría hacerlo por lo menos una vez y saber lo que se siente.
D- ¿El trío o que follen los dos agujeritos a la vez?
C- Ambas cosas
D- Pues hija, si que tienes gustos raros…pero alquilar dos replicantes resulta muy caro
C- Ya lo sé, pero nosotras podemos permitírnoslo, ¿o no?
D- Hay una forma de hacerlo para que no salga tan caro. Tú te alquilas uno y yo me alquilo otro, y nos los vamos turnando.
C- Me parece una idea excelente. Tendremos que probarlo algún día.
De vuelta en el apartamento de los hombres, la japonesa acababa de llamar a la puerta.
A- Hola preciosa, pasa, pasa.
J- Konnichiwa. Mi nombre es Aiko
B- Hola Aiko, llevas un vestido muy bonito
J- Es el traje tradicional de mi tierra, se denomina kimono.
A- Pero parece un poco incómodo ¿no?, creo que estarías mejor sin él. ¿Por qué no te lo quitas?
J- Si eso es lo que le complace…
Ambos hombres contemplaban ensimismados como la joven se despojaba ritualmente de aquellas extrañas vestimentas.
B- Es realmente preciosa
A- Si, y desde luego parece muy joven. Creo que hoy voy a disfrutar como no lo he hecho en años.
La pequeña geisha se tomó su tiempo en desvestirse de todos sus ropajes, pero finalmente se mostró completamente desnuda ante sus anfitriones.
B- Parece una niña, así depilada y con tan escaso pecho no aparenta tener ni dieciséis años.
A- Me explicaron que en esa sociedad a los hombres les gustaban las mujeres con apariencia aniñada.
B- Pues para mi gusto se han pasado un poco.
A- Tan solo es una replicante. No se tú, pero yo voy a dar buena cuenta de ella.
La dulce meretriz trataba de cubrir sutilmente sus encantos emulando una programada vergüenza por la situación
A- Dime Aiko, ¿sabes hacer todo lo que nos gusta a los hombres?
J- A una geisha la enseñan desde niña en el arte de complacer a los hombres en cualquiera de sus facetas.
A- Eso me gusta. Pero ahora vas a tener que demostrárnoslo.
Ambos hombres se sentaron en el sofá
A- Ven, arrodíllate y chúpamela
La joven se postró de rodillas ante Adrián quien rápidamente se quitó los pantalones ofreciendo a la geisha su goloso miembro.
A- No sé si esa boquita de porcelana va a poder con todo esto que tengo para ti.
Sin decir palabra alguna y con un gesto de sumisión resignada, la japonesa se introdujo como con miedo su polla en la boca.
A- Siiii, ¡que bueno! Es verdad que te han enseñado bien. Pero a mi me gusta que te la tragues enterita ¿entiendes lo que te digo? enterita hasta la garganta.
La actitud sumisa de la geisha al más puro estilo japonés le ponía a cien. Su rasgada mirada se cubría de un húmedo velo que transmitía una fragilidad que despertaba en el hombre sus más bajos instintos. Con una aparente dificultad conseguía tragar hasta el último milímetro de su pene. Y así una vez tras otra, y aunque en ocasiones pareciese ahogarse volvía a introducírselo completamente hasta hacerlo desaparecer dentro de su boca.
A- ¡Ahhh, que bueno niña! Eres genial, perfecta… Ven Brian, no seas tonto y disfrútala. Tienes que saber lo que se siente cundo le entras hasta su garganta.
Su amigo no había podido evitar excitarse ante semejante espectáculo y sin dudarlo accedió al ofrecimiento deshaciéndose también de sus pantalones.
B- Ven preciosa, quiero que ahora me lo hagas a mí.
La geisha cambió diligentemente de pene y continuó chupando y tragando a su nuevo solicitante. El anfitrión buscó entonces acomodo en otra parte de la meretriz..
A- Levanta ese culo, ya es momento de que sientas a un verdadero hombre entre tus piernas .
Una vez la chica se hubo colocado en posición, se la metió de golpe sin más dilación, haciéndole emitir un lastimero quejido.
A- ¿Te gusta o te duele?, porque tienes un chochito de lo mas recogido.
Asido a sus caderas, la folló fuertemente mientras ella se afanaba en tragar una y otra vez el miembro de su amigo, quien ya se había abandonado definitivamente a los placeres que le proporcionaba la aniñada geisha.
A- ¿Quieres follártela ahora un poco?
B- No, deja, que esto me gusta mucho y voy a correrme de un momento a otro
A- Pues yo no quiero quedarme sin probar su culito. Como lo tenga tan estrecho como su chochito va a ser una auténtica delicia.
Y dejando caer una buena ración de saliva sobre su ano, se la sacó de la vagina para introducírsela inmediatamente por el culo.
A- Abre bien ese culito que mi polla pide paso
Y comenzó a metérsela. Los ahogados gemidos de la chica eran cada vez más lastimeros, ya que en ningún momento dejó de chupársela intensamente a Brian a pesar de aparentar un notable sufrimiento con la penetración anal.
B- ¡No pares ahora que me corro!
Y mientras lo hacía forzaba la cabeza de la japonesa contra su ingle para metérsela entera y descargar su esperma directamente en la garganta. Fue una explosión de placer intensa y casi dolorosa. Cuando acabó de correrse y le liberó la boca, las lágrimas que manaban de los ojos de la chica habían extendido por sus mejillas el rimel de sus pestañas y el carmín de sus labios se desdibujaba por toda su cara. Casi al borde del ahogamiento su tez pálida se había tornado en un rosa intenso, casi rojo. Entre lágrimas, toses y esfuerzos por conseguir alguna bocanada de aire, su lacio pelo negro se agitaba ante las violentas embestidas que Adrián le propinaba y sus lastimeros gemidos evidenciaban la artificial dificultad que le suponía ser follada por el culo.
A- A partir de hoy este culito ya será mayor de edad.
Y seguidamente, sin poderse aguantar más, se vació por completo dentro de ella, inundándola con su esperma entre estertores y gritos obscenos provocados por el monumental orgasmo.
Cuando todo volvió a la calma la imagen de la chica era totalmente penosa. Acurrucada en el suelo junto al sofá, con las manos sobre las rodillas y la cara manchada de negro y rojo, con los ojos enrojecidos por las lágrimas, babeando entre sollozos una espuma seminal y con un dilatado y enrojecido esfínter por el que rebosaba una parte de la abundante corrida del Adrian, su amigo Brian no pudo mas que sentir pena por ella y lamentarse de la brutalidad con la que le habían tratado.
A- ¡No seas estúpido!, solo es una replicante y está diseñada para esto. Si sufre algún daño ellos se ocuparan de repararla y la volverán a dejar como nueva. Lo cubre el seguro.
B- No puedo evitarlo Adrián, ya se que es cierto todo lo que dices, pero la miro y solo veo una frágil niña a la que hemos hecho pasar un muy mal rato.
A- Solo son sentimentalismos estúpidos. Mírala. Ya sé que está hecha de lo mismo que tú y que yo, pero carece de sentimientos, solo responde a los estímulos con los que fue programada. Y su función es follar, follar tanto y como quiera el cliente que paga por ella, y siempre accederá a cualquier cosa que se le pida. ¿Hace eso una mujer de verdad? No te engañes, solo son replicantes, están a nuestro servicio y los fabricamos precisamente para esto.