Animando a la prima Laura.
Laura lleva unas semanas deprimida, y su madre acude a David, su sobrino y socorrista de la playa en la que veranean, para que hable con ella y la haga sentir mejor
David salió corriendo de su posición elevada en la silla del socorrista para saltar a un par de personas antes de llegar a la fría agua del mar. El muchacho sabía bien que lo más seguro era que fuese una falsa alarma, como de costumbre, pero siempre tenía que ir lo más rápido posible porque un fallo de su intuición podría costar la vida a algún bañista.
Como se temía, en aquella ocasión la situación no era de vida o muerta, ya que antes de llegar hasta la víctima de ahogamiento, un par de amigos del hombre en apuros ya habían llegado para prestarle auxilio. El muchacho aún así se acercó para ver si todo iba bien.
David nadó despacio hacia la costa una vez se hubo asegurado de que todo estaba bien y que nadie más precisaba de sus servicios. El chico no pudo evitar disimular su sonrisa cuando desde el trayecto de la costa a su silla se sintió observado por tres chicas diferentes que observaban su fuerte y empapado cuerpo de músculos marcados. Aún así el chico no les hizo mucho caso, tenía novia desde hacía un par de meses y estaba encantado con ella.
Cuando a las tres de la tarde finalizó su jornada laboral hasta el día siguiente, el muchacho se marchó al hotel en el que estaba hospedado durante las semanas que trabajaba de socorrista en aquella playa. El muchacho en ningún momento había echado de menos a su familia o sus amigos, ya que sus padre habían pasado la anterior semana de vacaciones en la playa que él se encargaba de custodiar y dos día atrás sus tíos y su prima Laura había ido allí también a pasar un par de semanas de vacaciones, con lo que siempre tenía alguna cara conocida en su entorno.
David, después de comer y dormir una larga siesta se despertó sobresaltado cuando escuchó como sonaba con fuerza el móvil en su mesilla de noche, el chico miró la pantalla abriendo solo el ojo izquierdo y lo descolgó para llevárselo al oído cuando vio que se trataba de su tía.
- David, ¿has hablado ya con Laura?- preguntó la mujer como primer saludo, el muchacho abrió los ojos de golpe: había quedando con su tía que hablaría con su prima Laura porque últimamente se estaba comportando de una forma extraña en casa.
- Ahora mismo voy- dijo el muchacho levantándose de la cama- ¿está allí con vosotros ahora?
- Sí- respondió la mujer.
- Pues dila que baje, invéntate cualquier cosa, tía, ya la espero aquí- dijo David que no quería que se le volviese a olvidar del asunto de su prima.
En el pasado David y Laura habían mantenido una muy buena relación hasta que cada uno ingresó en un instituto diferente lo que hizo que se comenzaran a distanciar hasta el momento actual, en el que ya ni siquiera en los veranos tenían tiempo para verse: David porque tenía que trabajar de socorrista y estudiar y su prima porque también estaba centrada en sus estudios de la facultad.
El muchacho que para dormir más a gusto lo único que se había puesto eran unos bóxers, buscó con rapidez una camiseta y unos pantalones de manga corta para recibir a su prima, atusándose un poco su corto pelo negro, delante del espejo con rapidez, un instante después de escuchar como alguien golpeaba la puerta de su dormitorio.
Tras la puerta estaba su prima Laura, era una chica bastante más baja quee él, de piel morena, pelo largo, castaño y liso, bastante gordita… Este último defecto la muchacha trataba de que pasase inadvertido vistiendo ropa holgada, pero David sabía perfectamente de los problemas de sobrepeso de su prima.
El anfitrión sonrió vivamente a su prima cuando la vio y la invitó a entrar, no recibiendo más que una sonrisa forzada de Laura, pero que aún así entró en la habitación sin hacer preguntas.
- ¿Qué quieres primo?- preguntó una vez se sentó en la cama.
- Tu madre está preocupada por ti y me ha pedido que hable contigo- dijo automáticamente. La chica al oírlo se levantó como un resorte y se encaminó a la puerta, pero David se puso en su camino- Ella está preocupada y yo también lo estoy- dijo el chico seriamente-¿Qué te está pasando?
- No me pasa nada- respondió Laura enfadada por la encerrona.
- No vas a salir de aquí hasta que me lo digas- dijo David dando un par de pasos a su espalda hasta que sintió la puerta sobre su espalda.
Laura, no conforme con lo que su primo le acababa de decir avanzó hasta la puerta, pero este no cedió y no permitió que su prima saliese de la habitación. Aún así la chica trató de forcejear un poco con él, pero la indudable superioridad física de David se impuso en aquella ocasión.
- ¡¿No es evidente lo que me pasa?!- preguntó la chica enfadada- dime, ¿qué diferencia me ves con tu preciosa novia?- David no supo que responder, pero fue la propia Laura la que contestó- Ella tiene un cuerpo bonito y es muy guapa y yo soy gorda y fea- dijo furiosa mirando a su primo por obligarla a confesar el motivo de su estado.
- Bueno Laura- dijo el muchacho tratando de calmarla- no te voy a decir que no estés un poco gordita, pero lo que te puedo asegurar que no eres nada fea- dijo David con convicción ya que así como lo sentía.
- Sí, preciosa, por eso tengo a tantos chicos que me invitan a salir.- dijo sarcásticamente- No recuerdo a ninguna novia que hayas tenido que tuviera un cuerpo como el mío- comentó haciendo que David comenzase a pensar que decirle.
- No todo es el cuerpo, estoy seguro de que habría cientos de chicos que les encantaría salir con una chica como tú- dijo convencido.
- ¿De verdad? ¿Dónde están?- preguntó mirando para los lados- Porque yo aún no he visto ni uno de esos. ¿Qué tal si cuando regresemos de vacaciones me presentar a tu amigos a ver si se lanzan a por mí?- sugirió haciendo que David pensase una forma de negarse, era su prima, la tenía mucho aprecio y sabía que si se la presentaba a sus amigos estos no tardarían en tratar de seducirla, pero estaba seguro de que la usarían para un polvo de una noche, relación que estaba convencido de que haría más mal que bien a Laura- Te da vergüenza solo pensarlo, ¿a que sí?
- ¡No!- dijo David enérgicamente- lo que pasa es que mis amigos son unos salidos y no quiero que traten de llevarte a la cama y te dejen al día siguiente- contestó el chico un tanto crispado.
- ¿Y qué tiene eso de malo? Es mucho más de lo que tengo ahora- dijo enfadada- ¿O es que temes que pasen de mí?
- Eres una chica guapa y divertida, ¿Por qué quieres juntarte con tíos solo para tener sexo?- la muchacho no contestó pero se mostró azorada- Si no fuera tu primo te juro que te complacía aquí mismo y te quitaba todas esas tonterías de la cabeza.
- Eso es mentira.
- ¿Tú que sabrás si es mentira?- dijo David enfadado.
- ¡Demuéstrame que es verdad! ¡Ven a tomarme ahora mismo!- dijo la chica mirándolo con fijeza.
David, harto de aquella conversación se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, para agarrar con fuerza el pomo y poner el pestillo de la habitación.
- Tú lo has querido- dijo David dándose la vuelta al tiempo que se quitaba la camiseta mostrando ante su prima su fuerte y bronceado torso.
Laura no pudo evitar mirar a su primo sin comprender que era lo que le estaba pasando, ni lo que pretendía hacer, así que camino lentamente hasta que cayó sobre la cama de espaldas. David no desaprovechó la ocasión que se le presentaba y saltó sobre su prima, para colocar sus piernas de tal modo que esta no tuviese escapatoria.
- ¿No me has pedido que te tome ahora mismo?- preguntó el chico moviendo sus manos con rapidez y pasándola por debajo de la holgada camiseta de esta para estrujar con sus fuertes manos las suaves y grandes tetas de Laura, las cuales estaban cubiertas por un sujetador que David se apresuró a romper por la parte de delante.
La chica miró incrédula a su primo, el como este magreaba con fuerza sus blandos y suaves pechos y el como esta simple acción provocaba que el calor que ambos sentían subiese rápidamente.
- ¡Para David, esto no esta bien!- dijo Laura tratando de parar aquello.
- Ahora no pienso parar- dijo el chico con firmeza apretando los duros pezones de la chica y viendo en el rostro de esta el placer que esto la producía- y tú tampoco lo deseas. Es más tu has sido la que ha provocado todo esto.
Tras decir aquello el joven socorrista agarró la parte de debajo de la camiseta de su prima y tiró con fuerza hasta que esta quedó por encima de sus pechos, mostrándose unos senos mucho más grandes que la media, un poco caídos, de pezones grandes y marrones y un abdomen bastante flácido pero que se apresuró a besar para transmitir a Laura que le gustaba lo que estaba viendo.
Laura dejó de resistirse en cuanto notó como la boca de su primo se encargaba de lamer y succionar de sus grandes pezones, al tiempo que con sus manos se dedicaba bajar los pantaloncitos de su prima hasta sus rodillas, para comenzar a examinar el sexo de esta.
La chica, al notar que su zona íntima tan solo estaba cubierta por sus bragas, cerró las piernas con fuerza para que David no pudiese arrebatarla su prenda íntima, ante lo que el muchacho mordió con fuerza los pezones de la muchacha, provocando que esta gimiese de dolor y descuidase por un instante su protección hacia su sexo, tiempo que David aprovechó para arrancarla las bragas de un tirón y meter su mano entre sus piernas.
- ¿Soy el primer chico que está explorando esto, Laurita?- preguntó el chico divertido viendo el rostro sonrojado de su prima.
- Sí, eres el primero- dijo la chica en voz baja.
- ¿Quieres que siga?- preguntó haciendo que la muchacha asintiese débilmente con la cabeza.
- Sí, por favor, sigue- pidió Laura al ver que con el asentimiento no era suficiente para que continuase frotando sus amplios labios vaginales rosados y su clítoris de grandes dimensiones.
- Estás caliente como una perra- comentó el chico mientras comenzó a frotar con toda su mano el sexo de la joven, haciendo que esta arquease su espalda y gimiese de placer.
Después de unos minutos de excitantes tocamientos por parte de David, que era un experto en la materia, el muchacho no pudo aguatar más su excitación y se quitó sus pantalones y sus bóxers, dejando a la vista de su prima su pene en erección, era un pene de dimensiones bastante normales, poco más de 15 centímetros, pero de un grosos más que considerable.
- Yo ya te he complacido a ti un poco, a ver que sabes hacer tú para hacerme sentir bien- dijo el chico acomodándose en la cama junto a su prima y agarrando la mano izquierda de esta, ya que era zurda, para llevarla a su miembro.
Laura, que nunca había tenido una verga entre sus manos la apretó con suavidad y sintió como esta latía bajo sus dedos, estaba caliente y sus venas bien marcadas. La muchacha, que pese a no haberlo hecho nunca, había comentado cosas con sus amigas, comenzó a pajear con suavidad al David, provocando que la gruesa cabeza rosada de su falo comenzase a soltar líquido pre-seminal, un líquido que hacía que la punta estuviese pringosa y brillante.
- Pásale la lengua por encima, que eso me da mucho gusto- dijo el chico mirando a su prima.
Laura miró dudosa, pese a no practicar sexo, Laura charlaba a menudo con sus amigas sobre el tema, para cuando llegase la ocasión, y siempre habían considerado que comer la polla a un chico era una especie de humillación. Aun así la chica en aquel momento no se acordó de todo aquello, acercó su lengua con lentitud para lamer el rosado y palpitante glande del muchacho que gimió de placer en cuanto notó la húmeda e inexperta lengua de su prima.
Laura, motivada por las exclamaciones ahogadas de placer de su primo continuó lamiendo aquella sobresaliente verga, pasando su lengua por el grueso tronco, llegando hasta los testículos depilados de David y dándoles suaves lamidas, subiendo de nuevo hasta la punta de su pene para metérsela en la boca y cabecear suavemente sobre ella…
- Que bien lo haces- dijo el chico sonriendo a su prima, a la que también se la escapó una sonrisa, en cuyas comisuras había un poco de líquido pre seminal- ahora deja que te lo haga yo a ti- dijo el chico incorporándose para agarrar a su prima de la cintura y tirarla sobre la cama.
A la chica le gustó mucho que su primo la levantase y la tirase sobre el lecho, muchas veces se habían metido con su peso y con que estaba demasiado gorda, pero para David parecía que aquel problema no existía, al menos a la hora desplazarla.
David, que estaba bastante excitado agarró con fuerza las rodillas de su amante y las separó de golpe haciendo que Laura sintiese un tirón en las inglés, la muchacha se dispuso a protestar para que fuese un poco más delicado, pero las ganas de quejarse se evaporaron cuando sintió la rápida lengua de su primo lamiendo con deseo el gran sexo de labios rosados y clítoris prominente que con tanto celo había guardado durante toda su vida.
El muchacho, que acostumbraba a hacer sexo oral a su novia usó las mismas técnicas que usaba con esta para complacer a su prima. Laura gimió como loca hasta que ella misma cogió la almohada de la cama de su primo y se la puso sobre la cara para que nadie en el exterior pudiese oírla. Mientras tanto David usó también sus manos para complacer aún más a Laura, agarrando con dos dedos su clítoris para frotarlo suavemente mientras que con la otra mano penetraba su sexo y con la lengua lamía lentamente los labios y el clítoris atrapado.
David, que al ser mucho más experimentado que su prima supo el momento en el que esta se iba a correr paró antes de que la eyaculación se produjese, dejando a Laura frustrada y deseosa de continuar con aquella incestuosa relación.
- No seas malo, David, sigue por favor- pidió la chica mirando al muchacho entre jadeos y echándose ella misma su mano a su vagina para comprobar lo empapada que estaba.
- ¿Quieres que te haga correr?
- Sí por favor, lo estoy deseando- manifestó la chica sin pudor.
- Lo haré, pero lo haré con esto- dijo el chica agarrándose la verga por la base, durante el tiempo que había estimulado la vagina de Laura su pene había perdido parte de su dureza inicial- pero antes tendrás que encargarte de ponérmela dura de nuevo.
La muchacha encantada ante la perspectiva de ser desflorada por su primo, ya que era un buen chico que estaba segura de que le daría una experiencia sexual a recordar, se levantó y acercó al joven para agarrarlo de los hombros y ponerse de puntillas para besarlo con pasión, ante lo que David se dejó hacer y devolvió el beso con al menos la misma pasión que la que lo había recibido.
Las manos de Laura poco a poco se volvieron menos pudorosas y comenzó a sobar con mayor energía y deseo el cuerpo de David, acariciándole primero el pelo, luego bajando lentamente a sus hombros, desde hay bajó despacio, entreteniéndose en sus duros pectorales y marcadas abdominales, las cuales chupo y mordió con suavidad, hasta que finalmente se arrodilló en el suelo y volvió a meter la verga del muchacho en su boca.
David, mientras su prima se encargaba de revisar su cuerpo, había hecho lo propio con el de su amante, a la que lo que primero que hizo fue quitarle definitivamente la camiseta para que sus pechazos quedasen libre y así poder toquetearla sin barrera alguna. El joven, para que Laura viese que estaba encantado con el cuerpo de su prima jugueteó con sus grandes y suaves pechos, apretó con fuerza las nalgas de esta, acarició los costados con cariño para hacerla ver que no le importase que tuviese algún kilo de más…
- ¡Házmelo con las tetas!- pidió David después de unos segundos en los que Laura lamió con pasión la verga de su primo- la he probado con las de mi novia, pero estoy seguro de que las tuyas me harán sentir mucho mejor.
Laura sonrío halagada, la novia de David era una chica que tenía un cuerpazo y la posibilidad de superar a aquella hermosa mujer en algún aspecto motivó a la chica que agarró con fuerza sus tetas y colocó en su canalillo la gruesa polla de su amante, que gimió de placer al sentir los blandos y calientes senos de su prima oprimiendo su pene. David trató de gemir de una forma moderada, ya que si bien estaba sintiendo un placer indescriptible no quería que su prima pensase que estaba fingiendo para hacerla sentir bien, pero en aquella ocasión la inexperta muchacha tenía unos pechos mucho más adecuados para aquella clase de trabajos, ya que los de su novia eran más pequeños, y duros.
- ¿La quieres ya dentro de ti, zorrón?- preguntó el muchacho que estaba acostumbrado a hablar así a su novia mientras tenían sexo porque la gustaba ser tratada con más rudeza a medida que sea acercaba el orgasmo.
- Sí por favor- dijo la chica alzando la mirada.
David sacó del cajón de su mesilla una cajita de preservativos del que sacó uno y se lo pasó a su prima. La chica que nunca había puesto uno a una polla de verdad miró a su amante, pero este la ignoró y se pajeó suavemente.
- Es importante siempre ponerse condón, yo me he puesto muchos, creo que te irá bien aprender a ponerlos, comienza por abrirlo- dijo el muchacho y Laura comenzó a sacar de su envoltorio el círculo de látex- ahora colócamelo en la punta- dijo el muchacho señalando su hinchado glande.
Laura no pudo evitar que la temblasen un poco las manos cuando colocó el preservativo donde su primo le había indicado y comenzó a bajarlo suavemente, como había echo durante clases de educación sexual con un plátano, aquello se parecía mecánicamente, pero la sensación era muy diferente, el sentir la vigorosa polla de su primo entre sus manos hacía que su cuerpo estuviese excepcionalmente caliente y que ansiase terminar aquel prolegómeno para sentir su verga en su interior.
- Y así es como se pone un condón para que tu amante no te deje preñada o te transmita enfermedades de transmisión sexual- dijo el chico sonriendo, también ansioso de penetrar el sexo de su prima- como has sido tan buena alumna, dime ¿como quieres que follemos?
- Yo arriba, cabalgándote- dijo la chica agitada por la excitación, David, al que le encantaba aquella postura, como muchas otras, se tumbó en la cama.
- Su montura está preparada, vaquera- dijo el joven sonriendo colocando sus manos detrás de la cabeza.
Laura, feliz de la predisposición de su amante apuntó su sexo sobre la verga del muchacho, apoyando sus manos sobre el fuerte torso de este para ir bajando poco a poco. La chica, que no era muy dada a las penetraciones más allá de unos pocos dedos, fue descendiendo lentamente para que la gruesa polla de David no le dañase en exceso. La joven se sorprendió cuando no solo no le dañaba ni un poco sino que la producía un gran placer el sentir como el grueso falo que estaba acogiendo cedía ligeramente sus paredes vaginales, hasta que finalmente los pubis de ambos se juntaron, señal de que la penetración había concluido.
David, para que los nervios de la chica disminuyesen, puso sus manos sobre los grandes senos de su prima y comenzó a juguetear con sus pezones, al tiempo que movía sus caderas ligeramente para hacer cada vez las penetraciones más profundas y que el placer fuese invadiendo el cuerpo de Laura.
La cabalgadora no tardó en desinhibirse y comenzar a botar ella misma sobre la verga que tan profundamente le estaba llegando, colocando sus manos sobre los duros pectorales de su amante que respiraba casi tan agitado como ella, mientras el muchacho se divertía apretando los senos de su prima y sobando el cuerpo de esta.
- Estoy a punto, ¿Y tú?- preguntó la chica con urgencia por llegar al orgasmo.
- Aún me queda, pero acaba cuando quieras.
El impulso racional de Laura le dijo que debía aflojar y tratar de proporcionar el orgasmo al muchacho, al igual que ella lo iba a recibir, pero su cuerpo se negó ante aquello y continuó cabalgando con la misma energía hasta que finalmente sintió como su vagina trataba de expulsar sus fluidos, con la gruesa verga de su primo taponándola. Laura extasiada de placer se dejó caer hacia delante, apoyando sus grandes y flácidos pechos sobre el duro torso del muchacho, que la besó con pasión en cuanto sus labios estuvieron los suficientemente cerca.
- Veo que has disfrutado- comentó el chico con una sonrisa convencido en que después de eso su prima no volvería a pensar que no era deseable, en mucho tiempo.
- Sí, pero ahora te voy a hacer yo que acabes.
La muchacha, que con el orgasmo parecía haberse desinhibido por completo se levantó de encima de su primo, sacó el pene que tenía en su sexo y retiró el preservativo que lo enfundaba, para comenzar a lamerlo como una auténtica profesional. David en aquella ocasión ni siquiera se molestó en intentar fingir que aquella lamida no le estaba volviendo loco y sus gemidos se volvieron aún más fuertes cuando Laura usó su punto fuerte: sus enormes y suaves pechos.
Laura apretaba con fuerza sus pechos entorno a la verga de David, subiendo y bajándolos suavemente, asomando en cada bajada el impresionante glande, que brillaba sobremanera debido a la cantidad de saliva que estaba recibiendo, ya que Laura no dudaba en darle lamidas periódicamente.
- ¡Me corro!- avisó el chico y a continuación su verga soltó un violento chorro de esperma que acabó en la barbilla de la muchacha, que se sobresaltó un poco al principio, pero que una vez repuesta usó sus pechos para estrujar el pene de David para dejarlo sin una gota de semen.
La chica no liberó el pene de David hasta que este no se volvió flácido después de lamerlo hasta dejarlo bien limpio. El chico observó a su prima bastante cansado y satisfecho, pero se quedó impresionando cuando Laura comenzó a lamer el semen con que el habían quedado embadurnadas sus propias tetas, cosa que no esperaba de una chica que acababa de disfrutar de su primera vez.
- No tienes porque tragarte mi semen- dijo el chico, que había recibido más de una queja de su novia cuando este se lo pedía.
- ¿Te molesta?- preguntó la chica mientras seguía lamiendo sus propios pechos.
- Para nada, estás de lo más morbosa así- dijo el chico satisfecho.
- Lo he visto en alguna peli porno e imaginé que te gustaría- dijo la chica satisfecha de estar agradando con aquello a su amante.
- Me encantas- dijo incorporándose y besando con pasión los labios de su prima- eres fabulosa, y si en algún momento vuelves a dudar de que lo eres llámame y me encargaré de recordártelo.
- ¿Y si solo me apetece tener sexo con mi primo favorito?- preguntó con la sonrisa que tanto le gustaba ver a David.
- Entonces llámame también- dijo sonriendo vivamente a su prima, tanto por haberla ayudado a salir de la pequeña crisis en la que se encontraba, como por la calidad del sexo que acababa de disfrutar.
Agradeceré comentarios y sugerencias, tanto por aquí como por mi correo fantasias1987@hotmail.com