Angry girls IV
Termina lo que iniciaste.
Las cosas con June habían mejorado. Ella se mostraba siempre atenta, dispuesta a ayudar. Me sonreía cada vez que me miraba. Era agradable y cálida.
¿Cena especial esta noche? – Me preguntó reposando sus brazos sobre el mesón de la cocina.
June se había transformado en pocos días en la cima de la ternura. La luz de la cocina aclaraba sus ojos y sonrojaba sus mejillas. Me perdí por un segundo.
Eh sí – Dije volviendo la vista a lo que hacía – Alex viene.
Sentí sus hombros tensarse y tal vez estaba paranoica, pero noté un destello de enojo en ella.
¿Quieres ayudarme? – Pregunté curiosa.
La noté dudar, noté la línea de sus labios curvarse y ceder.
Está bien – Me dijo - ¿A qué se debe la ocasión? – Preguntó.
Y yo tan terrible mentirosa solo supe evadir la pregunta.
¿Puedes pasarme el tarro de azúcar? – Le pregunté fingiendo concentración.
¿Pero qué haces? – Me preguntó sorprendida, mirando mi obra de arte.
Galletas – Le dije confundida por su expresión.
Ana, es demasiada azúcar – Me reprochó – Deja y lo hago yo.
Di un paso hacia atrás dándome cuenta de lo que hacía, tenía razón. Había vaciado el tarro de azúcar.
¿Mi exuberante belleza te distrae? – Preguntó mirándome.
¿Qué? – Dije sobresaltada – N-no.
Ella me sonrió y levantó una de sus cejas, le daba gracia mi inesperado nerviosismo.
Quiero decir, eres linda – Sentía la cocina cada vez más reducida y a June cada vez más cerca, mirándome de esa forma tan suya – Hace calor, iré a abrir una ventana – Agregué saliendo apresurada de allí.
¿Calor? – Preguntó soltando una carcajada – Ana, estoy congelándome el trasero aquí.
C-cerraré la ventana entonces – Debía calmarme y no pensar en el trasero de June, aunque ella lo había mencionado, no pude evitar mirarlo al entrar en la cocina. Desvié inmediatamente la vista de allí, cuando June notó mi presencia.
Ana… - Empezó a decir.
Y el timbre sonó.
Salí tan de prisa que casi tropiezo con mis propios pies.
Hola, pareces un tomate – Fueron las primeras palabras de Alex.
Si gracias, pasa – Le dije intentando calmar mi respiración.
¿Y bien? – Preguntó - ¿Qué preparaste? – Mientras pasaba una mano por su estómago.
¿Solo piensas en comida? – Le pregunté, cerrando la puerta.
Y en mujeres – Respondió, guiñándome un ojo.
No me sorprende - Le dije sonriendo.
Responde la pregunta Ana – Dijo sentándose en el sillón mirando alrededor.
June está en la cocina – Le dije – Y preparé pizza.
Sus ojos se iluminaron.
Se quemó – Agregué – Así que compré comida china.
Ya lo sabía – Me dijo, invitándome a sentarme a su lado - ¿Cómo van las cosas con June? – Preguntó sin dejar de mirarme.
Se ha portado amable conmigo – Le dije, sonriendo un poco.
Noté vacilar lo azul en sus ojos y se acercó a mi oído muy despacio – Ya está aquí – Me dijo.
Se alejó sonriendo, sin notar mi piel de gallina.
Y no sabía de qué hablaba hasta que escuché a June.
Las galletas ya están en el horno – Dijo. Su voz fría como el hielo – Hasta mañana.
Hola June – Saludó alegremente Alex.
Alex – Dijo ella en el mismo tono frío, dispuesta a irse.
¿No vas a cenar con nosotras? – Preguntó.
June, quédate – Le supliqué.
Tal vez solo pensaba cosas que no eran, pero su mirada se suavizó al escucharme.
Suspiró y se sentó en el sillón individual, colocó sus manos en ambas rodillas y miró las cajas de comida china. Alex me miró, pero mis ojos se quedaron en June. Y a ella también la escuché suspirar.
Tomé una de las cajas y se la ofrecí – June ¿Estás bien? – Ella asintió y tomó la caja tratando de parecer relajada, pero la tensión en sus hombros no se iba.
Sentí un frío repentino en mi muñeca, seguido de calidez. Toda la escena me parecía tan surrealista, que sentía ir en cámara lenta. La mano de Alex estaba sobre la mía. Giré a mirarla extrañada y sentí el peso de la mirada de June sobre nuestras manos.
¿Emocionada por mañana? – Preguntó Alex.
¿Qué? – Las palabras eran pesadas en mi boca. June no dejaba de mirarnos y por un segundo sentí ahogarme.
La fiesta – Dijo, como si fuese lo más obvio del mundo.
Ah claro – Dije, deslizando mi mano fuera de la suya – La fiesta.
Los ojos de June fueron desde mis manos, hasta su caja de comida.
Vendrás también ¿cierto? – Preguntó Alex en dirección a June.
Sí, por supuesto – El tono de su voz era firme y seguro, tal vez sí me estaba imaginando cosas después de todo. O ella disimulaba muy bien. Mi mente era un enredo colosal.
Luego de la cena más tensa que haya tenido en mi vida, donde June no quitaba sus ojos de la comida y Alex me hablaba de cosas que no entendía muy bien, por fin era hora de ir a la cama.
Alex se despidió con un prolongado abrazo - ¿Qué haces? – Le pregunté incómoda.
Nuestro experimento – Me dijo en un susurro.
Pero June no está aquí – Le dije intentando separarme.
Ella deshizo el abrazo y me miró – Si, tienes razón – dijo mirando nerviosa alrededor – Nos vemos mañana entonces, ponte guapa – Agregó guiñándome un ojo.
Cerré la puerta y miré el desastre de cajas de comida y bebidas carbonatadas. Suspiré, quería dormir.
Te ayudaré – Escuché decir a June – Ve a dormir, yo me encargo.
Mi rostro debió ser un poema, pues June empezó a reír.
No me mires así Ana – Dijo aun entre risas.
Tengo que quedarme a mirar esto – Le dije.
Ella sonrió.
Esta chica es mucho más desastrosa que yo – Dijo cuándo empezó a recoger – Y come demasiado.
Me escuché reír.
Pero tiene buen gusto – Agregó – Igual que yo.
Extrañada la miré.
Y mirándola la vi acercarse, demasiado. Subió una de sus manos y arregló un mechón de cabello detrás de mi oreja.
Sus labios eran el paraíso en ese momento. Rojos, como si recién los hubiese mordido. Sentía que no respiraba.
Un sonido lejano me hizo desenfocar la vista de ella. Mi celular.
June pestañeó varias veces y se separó un instante.
Termina lo que iniciaste.
Un impulso eléctrico subió por mi columna y cerré la distancia que había entre nosotras, haciendo caso omiso del sonido al fondo. Y la besé. Ella no retrocedió.
Era tan delicioso que dolía. Un remordimiento atravesó mi mente, June era mi prima.
Me separé bruscamente.
La miré pidiéndole disculpas con la mirada. Sus mejillas estaban encendidas y sus clavículas subían y bajaban con su respiración, se veía sorprendida.
Cualquiera en su lugar se hubiese sorprendido.
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@thundervzla
BEGARE (ID: 1420535) : Oye que bien, tengo una fan o/ muchas gracias por leer y me alegra muchisimo que te haya gustado. Espero este también te guste. Saludos :3
*Artwork (ID: 1368763) : Tal vez se me está contagiando la locura y eso xD Gracias por leer. Siempre es agradable ver tu user en mis comentarios ^^*
**karina (ID: 1255308) : Hey gracias, saludos :3****
*monica (ID: 1333788) : Hola muchas gracias Mónica, espero este capitulo también te guste :D*
*dawn (ID: 1430998) : Jajaj pues si, gracias por leer :3*
**HombreFX (ID: 853437) : Genial, gracias :3****