Angie Catalina: Historia Real (1)

Tras años de vestirme de chica en la intimidad, mi primera vez con un hombre. relato %100 real

Angie Catalina: Historia Real I

En mis dos anteriores relatos les conté una historia producto de mi imaginación; en este y los próximos relatos les contaré mi historia real.

Al igual que la mayoría de tv´s mis inclinaciones por vestir de mujer comenzaron a muy temprana edad; cuando llegue a la adolescencia, el vestir de chica cuando estaba en casa ya era algo cotidiano para mi.

Soy hija única de una madre soltera, quien por la necesidad se dedicó a trabajar, por lo cual desde que yo era muy pequeña pase mucho tiempo sola, tiempo en el cual, curioseaba la ropa y cosas de mi madre, y fantaseaba con ser mujer. Para cuando era adolescente había mirado muchos libros y enciclopedias sobre sexualidad, ya que mi mamá es profesora y tenía esta clase de libros, así que sabía ya bastante acerca del homosexualismo y esas cosas.

Salí a la calle vestida un par de veces y como nadie reconocía mi verdadero sexo me sentía muy contenta, pero a medida que fui creciendo y mi estatura aumento tuve que dejar de salir por que ya se notaba y la gente me miraba con discriminación.

Aun así seguí vistiéndome en la intimidad y refinando el arte de convertirme en mujer.

Me describiré un poco para que se hagan una idea de mi; mido 1.83mt, entenderán por que se me nota que soy hombre, sin embargo soy muy femenina, tengo una linda cara, muy buen culo, que desde niña lo tuve, lindas piernas, ojos cafés, pelo negro, y me comporto totalmente como una chica cuando estoy vestida.

Para cuando cumplí 18 años tenia muchas ganas de tener sexo, porque nunca lo había tenido, me considero bisexual, como no tenía novia decidí un día llamar a un servicio de acompañantes, me enviaron a una chica muy linda, al principio me éxito mucho, pero luego de un rato simplemente perdí la excitación, a pesar de que la niña era lindísima y todo, después de eso decidí que debía estar con un hombre, para saber que me gustaba en realidad.

Siempre había fantaseado con estar con un hombre y que me penetrara, de hecho desde adolescente solía masturbarme metiéndome cosas por el ano, pero a pesar de que llevaba tanto tiempo vistiéndome y había conocido a mucha gente por mail y chat, nunca me había atrevido a tener nada con nadie, en parte por que creía que me atraían mas las mujeres y en parte por miedo al SIDA y las enfermedades de transmisión sexual.

Sin embargo un día estaba sola en casa, mi mamá había salido de la ciudad y volvía hasta el día siguiente, así que decidí aprovechar para estar todo el día vestida, si mal no recuerdo era un sábado.

Pase por una tienda de lencería que había cerca de mi casa y compre un cachetero blanco de encaje, muy lindo y sexy que se amoldaba a mi culito de forma espectacular, compre también unas medias veladas, blancas de las que llegan hasta mitad del muslo y allí tienen un encaje con silicona por dentro para que se peguen a la piel y no se bajen, se puedes usar con liguero o si el, yo las usaba sin liguero, también compre un sostén blanco de encaje igual que el cachetero.

La verdad es que a mi nunca siempre mi ha gustado la ropa de acuerdo a mi edad, es decir, panties de algodón, sostenes muy de joven, jeans ropa deportiva, jardineras, me gusta ser tierna, no me gustaba la ropa de señora mayor, ligueros, encajes, medias veladas, minifaldas y blusas de secretaria, tacones, etc. Además por que apenas con 18 años eso se veía muy como disfraz, así que usaba ropa como la que usarían las chicas de mi edad (actualmente tengo 23 años así que ya uso de todo).

Sin embargo ese día me dio por compara las medias veladas y la ropa de encaje, y me gusto la sensación de usarlas; llegue pues a mi casa y me vestí, me puse todas las prendas que compre, encima una blusa semitransparente color amarillo claro y una falda larga café de mi mamá, me maquille y como entonces tenia el pelo un poco largo, algo mas debajo de la quijada, solo tuve que ponerme una diadema y quede lista.

Entre entonces a Internet y me conecte al Messenger, allí por pura coincidencia me encontré conectada a una amiga tv de closet llamada Sara, ella es mucho mayor que yo, ya casada y con hijos, pero se vestía en la intimidad como yo. No la conocía personalmente hasta entonces, pero ese día yo estaba decidida a ser mujercita, así que le conté que estaba solita y vestida y con ganas de coger, aunque no le dije que era virgen, porque me daba pena, ella acepto venir, aunque un poco triste porque estaba en el trabajo y no tenia nada de ropa así que tendría que venir como chico, a mi eso no me molesto, al contrario me alegro, por que quería estar con un chico no con una tv, además por que la había visto en fotos y no se veía muy bien de mujer, ya que era un poco gorda.

Javier era su nombre verdadero, y así lo llamare a partir de ahora dado que no estaba vestida.

Javier llego a mi apartamento como a eso de las 3:30 p.m. yo estaba súper nerviosa, además porque habían pasado varias horas desde que habíamos hablado por Messenger, pero cuando por fin llego me sentí muy contenta.

Lo hice pasar y nos sentamos en la sala a charlar un rato:

-eres muy bonita- me dijo Javier mientras tocaba mi quijada con mano.

-te parece?- pregunte yo un poco sonrojada, ya que era en realidad la primera vez que alguien me veía vestida, sabiendo que era una tv.

-si, bastante, y tienes novio o novia?- pregunto él.

-no, no tengo- respondí.

-y eso?-

-pues no encuentro a la persona indicada-

-y hace cuando no tienes relaciones?-

-pues hace rato… como seis meses- respondí con esa mentira por que como dije antes me daba pena que supiera que era virgen (aunque se lo confesé meses después por mail)-,por eso házmelo con cuidado por que estoy un poquito estrecha-

la verdad es que tenia un poco de miedo de la primera vez por que había leído que dolía y todo y si bien yo solía meterme cosas por detrás, pues ya una polla es distinto.

Pasamos entonces a mi habitación, yo estaba súper nerviosa y emocionada de que me iban a coger por primera vez, lo primero que hice fue quitarme la falda quedando de la cintura para abajo solo con el cachetero y las medias, lo cual se veía súper sensual, estando así di una vueltita para mostrarle mi culito y mis piernas a Javier:

-Huuyy- dijo sorprendido- estas muy buena.

-gracias- dije orgullosa mientras me acercaba a él y le quitaba la corbata.

Entonces note su miembro duro sobre el pantalón, me arrodille y le solté lentamente el cinturón, el botón del pantalón y le baje la cremallera, dejando que el pantalón cayera. Su pene se veía con ganas de escapar de su calzoncillo, así que yo le di gusto y lo saque.

Tenia una polla lindísima, de unos 16 cm mas o menos, y unos 4 de grueso, ni muy grande (que para una primera vez hubiera sido un problema), ni tan pequeña, en el tamaño justo que me gustan, completamente depilado, lo cual me agrado por que se veía mas limpio.

Javier tendría unos cuarenta y tantos años, un poco gordo como ya dije, con bastante barriga, pero la verdad a pesar de eso no era un tipo feo, y su olor me agrado, olía a hombre, y eso me gustaba.

Yo comencé a acariciar su polla que estaba durísima, entonces Javier me dijo:

-quieres mamar?-

-si- respondí muy contenta, porque era algo con lo que siempre había fantaseado.

Entonces él se acostó boca arriba en mi cama y yo me arrodille justo frente a su polla:

-tienes un condón?- pregunté

-si, pero chúpamelo sin condón- dijo haciendo una mueca.

-no, yo todo lo hago con condón- respondí, como ya les había dicho una de las razones por las que no había tenido relaciones antes era por el miedo al SIDA, así que no iba a arriesgarme.

A pesar de no gustarle la idea saco par de condones, me dio uno y de inmediato se lo puse, comencé entonces a meterme su polla en la boca, como siempre había soñado, primero besando su glande, acariciando la puntita con mis labios, luego metiéndolo mas y mas, hasta llenarme toda la boca con su sexo.

Se lo chupe mas rápido cada vez, apretando su polla con mis labios lo mas que podía

-mm lo chupas rico Angie- decía Javier muy contento.

Seguí así un buen rato hasta que me aburrí y le pregunte:

-quieres penetrarme?-

-pero claro, ven súbete- respondió Javier entusiasmado.

Yo me baje entonces el cachetero, quedando en mi blusa, sostén y medias solamente y subí entonces a la cama, él quería que me sentara sobre su polla de manera que quedara mirándolo de frente, yo entonces me puse en cuclillas sobre él y con mi mano tome su polla dirigiéndola hacia mi anito, el sentir el roce de su verga con mi entradita me excitó mucho, sin embargo no lograba que entrara. Así lo intente varias veces, pero no lo logramos, de manera que Javier saco un frasquito de vaselina y se la untó sobre el condón, y yo tome un poquito y me la puse en el ano.

Nuevamente me puse en cuclillas sobre el solo que esta vez dándole la espalda, de esta manera y con la ayuda de la vaselina su miembro empezó a entrar, dolió un poquito, pero no tanto como yo esperaba, gracias al entrenamiento que le había dado a mi culo con años de masturbarme por detrás.

Me senté completamente, hasta que mis nalgas descansaron sobre sus muslos, y me quede así unos cuantos segundos mientras me pasaba el poquito de dolor que sentí; una vez superado este dolorcito comencé a moverme, me levante suavemente y me volví a dejar caer sobre su falo, la sensación de estar siendo cogida por primera vez es lo mas delicioso del mundo, llevaba años deseando ser mujercita y al fin lo estaba logrando; un hombre metiéndome su polla por el culo, me sentía la chica mas feliz del mundo, tanto, que a cada momento me movía mas y mas rápido:

-Para que me vas a hacer venir muy pronto- dijo Javier- cambiemos de posición.

Yo obedecí y me levante sacando su polla de mis entrañas que de inmediato comenzaron a extrañarlo. Entonces él se paro al borde de mi cama y yo me puse en cuatro, de manera que Javier parado podía penetrarme, aunque como el no era muy alto, tuve que abrir bastante las piernas, lo que, además de darle a él una vista bastante excitante, permitía una penetración mas profunda. Estando así él llevo su pene nuevamente entre mis nalgas y como ya esta dilatado mi esfínter, pudo penetrarme hasta el fondo sin ningún problema y sin ningún dolor, a diferencia de la vez anterior.

Se sentía magnifico, yo estaba viendo luces de tanto placer, entonces para hacer mas sensual la posición en que estábamos, agache mi cabeza hasta tocar la cama con la cara y arquee mi espalda, de manera que quedara mi culo en lo mas alto. La sensación es mágica, no hay nada mejor para mí que sentir un pene entrando y saliendo mi culito.

Tras unos minutos así, Javier me pidió nuevamente que cambiáramos de posición, él se quedo de pie al lado de la cama, y yo me acosté boca arriba en el borde, de manera que el pudiera penetrarme, mientras mis tobillos descasaban sobre sus hombros. Esta pose me pareció magnifica y súper morbosa, por que podía ver su rostro y su expresión de placer y también mis piernas cubiertas por esas sexys medias veladas hasta el muslo. (Después supe que a esa posición algunos le llaman "el pollo asado", ya que uno ensartada como un pollo que esta dando vueltas en un asador ;-)

Así, ensartada como estaba, después de un rato Javier termino viniéndose dentro de mi culo, yo hubiese deseado enormemente poder sentir su semen calientito dentro de mis entrañas, pero debido al condón no fue posible, (aun hoy lo deseo, ya que siempre que he tenido relaciones lo he hecho con condón, y pienso seguir haciéndolo, pues no quiero engrosar las listas de homosexuales con SIDA del mundo).

Sin embargo Javier hizo algo bastante morboso y sucio, (que confieso me encanto); en vez de sacarme la polla con todo y condón, y después quitarse el condón, sacó solo su polla, dejándome el condón lleno de semen dentro el culo.

De retiró entonces y yo seguí con mis piernas abiertas, y mientras él miraba, yo saque con una mano el condón de mi culo y lo amarre para botarlo. En ese momento me sentí como una puta, acostada con el culo y el penecito al aire, mientras el comenzaba a vestirse, luego de que se pusiera el calzoncillo y mientras se abotonaba la camisa, yo estire mi pierna y con la punta del pie le empecé a acariciar el miembro:

-ten un poquito de piedad- dijo él, mientras yo le sonreía coquetamente.

Entonces me pare, y mientras él se vestía yo me puse mi cachetero nuevamente, con la diferencia de que ahora ya no era virgen.

Después pasamos al computador y Javi me mostró algunas fotos que tenia estando vestida con algunas amigas, con quienes hacían unas orgías tremendas. Luego de un rato se tuvo que ir por que volvía al trabajo.

Yo me quede tremendamente arrecha y me pegue una masturbada tremenda, recordando como, hacia apenas unos instantes, había sido cogida por primera vez.

Este relato es 100% real. En mis próximos relatos les contare de mis demás veces que fueron mas cachondas y deliciosas, besitos a tod@s

P.S. busco amigos y amigas en Bogotá y espero sus comentarios a mi mail catalina_hill@yahoo.com