Angelina

Trata de ayudar en las explicaciones a su marido, sin recordar que solo viste una delgada y corta camiseta que apenas le tapan sus bien moldeados muslos y dejan entrever su tanga cortita con que duerme, su aparición sorprende a Leo y calma su ira, pero...

Angelina.

Angelina una mujer de 25 años, dos hijos de tres años y otro de dos meses, sin problemas y dedicada a su familia hasta que su marido, Joaquín de 30 años, por codicia, entra en ambiciones de capitales, en un mundo que lo absorbe y lo complica hasta casi transportarlo a una desesperada situación financiera.

La casa de Angelina sufre penurias y su marido afligido recurre a su amigo de infancia Leo, de 28 años, soltero, quien posee capitales en transportes tanto en camiones y en buses, ayuda a este a salir por el momento de sus deudas, claro que le exige un interés del tres por ciento, le facilita al marido dos mil euros a un plazo a devolver de sesenta días el primer pago de 115 euros, y de ahí mensualmente esa cantidad hasta 18 meses mas. Le cobraba barato el préstamo porque eran amigos o sino otro sería el monto. Llegan los sesenta días y comienza el calvario de Angelina.

Leo llega a cobrar su cuota, a casa de esta, y el marido solo a juntado 100 euros y le explica lo difícil de su situación a Leo, este se enoja y le avisa que le dar cursos a los cheques que tiene como garantía. Angelina que escuchaba en el dormitorio se acerca a tratar de ayudar en las explicaciones a su marido, sin recordar que solo viste una delgada y corta camiseta que apenas le tapan sus bien moldeados muslos y dejan entrever su tanga cortita con que duerme, su aparición sorprende a Leo y calma su enojo, pero este clava sus sentidos en esa mujer, apasionándose de admiración y pasión por ella, es la mujer de su amigo, pero es preciosa. Júntame el dinero que volveré otro día, le dice a Joaquín, saliendo de la casa.

Al día siguiente, aproximadamente a las nueve de la mañana vuelve, sabe que Joaquín no está, pero pregunta por él. Angelina se a tapado con un chal sobre los hombros y le informa que no está, bien le dice este, entonces te lo diré a ti, déjame entrar y se introduce en la casa, tu marido me debe este mes 15 euros y a fines de mes me deberá ciento quince mas, si no a sido capaz de pagarme ciento quince, ¿crees tú que será capaz de pagarme ciento treinta, mas el 3 por ciento de interés, que harían un total de ciento treinta y cuatro euros?

Angelina se calla por que entiende que esa cifra su marido no será capaz de juntar… no creo, tartamudea…, entonces, dice Leo tendré que enviar a mi amigo a la cárcel.

No, casi grita Angelina…, no, eso no…, por favor, piensa en mí y los niños, replica

En ti puedo pensar, por que eres una mujer que realza la belleza y excitas mis ansias de poseerte, contesta…, oye… sería la solución…, mientras tu marido me deba los euros, que no puede pagar, tú, pagarías en la cama los intereses y te contaré que estaría complacido de recibir tan digno pago…, al tiempo que la abraza y le retira el chal, diciéndole anoche no dormí pensando en que tú serias hoy mi mujer, le dice…, atacándola contra la muralla y mete su mano entre la camiseta y su piel, manoseándole uno de sus pechos y la otra mano la agarra del pelo inmovilizándola, Angelina sorprendida no sabe como reaccionar, pero piensa si soy de él, este no enviara a la cárcel a mi marido, y pronto siente los labios de él sobre los suyos trata de cerrar su boca , pero no puede él aprieta su seno haciéndola gimotear y aprovecha de introducir su lengua en su boca. Angelizas siente que se abalanzaban sobre ella, tumbándola en un sillón, ahí seguía besándola y manoseando su cuerpo. Él baja a su tanga y se entretiene en su entrepierna y empieza a besar su vagina y a meterme su lengüita. Ella gemía y me retorcía, le gustaba lo que le estaba haciendo Leo en su cuerpo, pero pensaba en su marido, Leo se detuvo un momento, para mirar detenidamente su vagina, rasuradita, y muy mojadita. Luego se sube encima de ella y empezó a penetrarla con fuerza, y ella empezó a sentir que la llevaban al cielo. Pensaba que el sacrificio por su marido, sería placentero para ella.

"Me estremecía, sentía placer, temblaba de placer y quería más. Pronto las embestidas eran mas fuertes sentía el placer y con los orgasmos que comenzaba a sentir, ¡era fantástico!, mi marido dedicado a los negocios se había olvidado de mí y luego de dos meses nuevamente sentía que me poseían con pasión y eso me excitaba, llegando a un soberbio orgasmo y gritaba de rabia de sentirse saciada por otro hombre y no por mi marido. Luego quedaron abrazados sobre el sillón sin aire y agotados del esfuerzo realizado.

"A los pocos minutos esta como toro de fuerte y arremete contra mí nuevamente, me penetra con mucha fuerza, me siento de mil maravillas, me siento deseada, verme despeinada, agitada, gimiendo, gritando de placer y penetrada por mi vagina, me excita, ¡sus embestidas eran mas fuertes nos sentíamos fantástico! Como me coge mi amante, rico, como me inunda, pues no riega mi sexo, son tan poderosos sus chorros de semen, que inunda mi sexo".

Luego conversamos, le digo esto no puede seguir soy madre de dos chicos y amo a mi marido…, él me contesta no te estoy pidiendo que te separes…, solo te digo serás mía mientras tu marido me deba dinero…, luego…, veremos que pensamos los dos.

Llevamos dos años siendo amantes y mi marido aún le debe 500 euros, la verdad que me es indiferente si cancela o no, total ya me acostumbre a mi amante y sin él no tendría la agraciada vida que llevo, además estoy embarazada de él y dentro de seis meses aumentaré mi familia en un nuevo miembro.