Ángela y yo (3)

Empiezan a emanciparse: Problemas que surgen por ello... Pero su amor sigue igual...

Luego de la separación forzada, empecé a ahorrar para irme a vivir solo… Tenía la intención de dividir la propiedad que teníamos mi madre y yo: Yo pensaba comprarme un departamento de un ambiente grande o uno de dos que fuera pequeño… Para ambas, debía agregarle algo

Tuve la suerte de encontrar uno de dos ambientes, y bastante barato, con pocas expensas, y que estaba en buenas condiciones: Para eso me hice ayudar por un amigo que sabía de casas

Durante los meses en los que todavía no se sabía nada, ahorré lo más que pude… Hasta que una familia nos compró la casa: Ellos tenían dinero y pagaron al contado… Y encima pagaron unos miles más que lo que pedíamos: Fue porque eligieron algunos de nuestros muebles

Mi madre pagó un anticipo y tramitó cuotas, debido a que tenía que comprar los muebles; pero yo, con mi mitad más con lo que había ahorrado y dado que sí venía amueblado, pude pagar el departamento al contado… Era el mes de agosto, y se podía decir que era un regalo de cumpleaños atrasado

Para septiembre ya tenía todos los servicios habilitados… Me costó decírselo a Ángela, dado que su madre apenas quería que la llamara… Pero, gracias a una amiga mía que tenía en el gimnasio donde ella iba, ella pudo enterarse

Dos días después llegó el viernes y vino a verme, ya que mi departamento quedaba entre mi trabajo y el gimnasio… Iba a ser el reencuentro, luego de casi seis meses

Me contó que iba a empezar a trabajar en un local de comidas rápidas, para que a su mayoría de edad pudiese mudarse… Le dije que yo iba a ayudarla, si quería, así por lo menos $100 ahorraría por mes… Me dijo que no me molestara, pero terminé convenciéndola

Pero el hecho era: Vino a verme… Y ello suponía algo… No sólo vino a contarme lo del trabajo, que era muy importante a nuestra relación… Pero no tanto como la relación misma

En cuanto nos acomodamos, me fijé en ella… Estaba con un conjunto deportivo, el cual estaba compuesto por calzas, un short deportivo, medias y zapatillas; arriba tenía un top de lycra y había dejado una remera y una campera con capucha en una silla… Sencillo pero apropiado para su figura

Yo estaba informal: Una remera, un sweater y pantalones deportivos ajustables… Y en una silla tenía mi ropa de trabajo: Saco, camisa y zapatos

Nos empezamos a mirar: Estábamos en una mesa enfrentados… Detrás de Ángela y un poco a su derecha había un sillón… Como quería saber si estaba con intenciones de hacerlo, me paré y me dirigí hacia el sillón

Mientras pasaba, le puse una mano en su hombro y la empecé a bajar… Luego, me senté y Ángela, sonriendo, me dijo: "¿Eso a que se debió?". Ella lo sabía

Entonces se paró y me miró detenidamente: Primero me miró la cara y se detuvo en mis labios… Y allí empezó a mirarme y mirarse: Sus pechos, hacia abajo… Y, finalmente, ella se tocó sus glúteos

La miré y, cómo estaba cerca, estiré mi brazo y le empecé a tocar su cuerpo: Primero sus glúteos, luego sus pechos y luego la acerqué a mí

Entonces, todavía vestidos, la besé en la boca, chocando nuestras zonas erógenas: Estaba tan excitado que notaba que mi verga estaba superando mis calzones

Supe que ella lo notó porque me miraba con deseo mezclado con súplica… Eso me dijo que lo quería, y no tardé en cumplirle su deseo: La llevé despacio hacia abajo y me bajé todo

Estaba tan grande que apenas podía con su ancho… Entonces me acordé de algo que me habían dicho: Cuando una novata no puede con el miembro de su pareja lo mejor es que lo vaya lamiendo por los costados, para luego seguir con la punta… Y si eso no resulta, estimularla en pechos y clítoris

Para ir a lo más enérgico, y sin quitarle mi miembro de su boca, giré para empezar a lamerle el clítoris… Mientras, le dije que intentara acostumbrarse con mi punta

Ella lamía con suma pasión e iba, poco a poco, tragándomela, mientras yo lengüeteaba su clítoris cada vez más rápido… Íbamos ganando excitación, con lo cual ella cubría más centímetros de mi verga

Esto hizo que me empezara a copar: Le empecé a explorar su vagina y sentir la humedad de la misma, y algunos escalofríos que recorrían la espalda de mi querida prima

Sus gemidos y la creciente humedad de sus paredes me decían que era hora de empezar con tácticas más agresivas: Me decidí por meter dos dedos en su vagina… Lo cual la excitó aún más

Tan excitada estaba que me estaba empezando a tragar casi toda mi verga y, cuanto más me aproximaba a su punto G, más tragaba… Al llegar, retiró su mano y sentí la puntita de su lengua lamiéndome la base de mi verga y, a veces, el inicio de mis testículos, lo cual me ponía como loco

Sentí que se estaba acercando la descarga, y le avisé… Le pregunté: "¿Quieres beberla o sentirla en tu cara?". Y preguntó si esa era una nueva técnica, le dije que sí, pero que capaz no le guste porque, según dije: "Cómo estoy de excitado, estoy seguro que te llenaría la cara de semen, y creo que sería algo ‘sucio’"… Me sugirió que haga mitad y mitad

Estaba contenta, porque me succionaba el miembro a una velocidad inaudita… Y eso me llevaba más arriba: Sentía que ya salía

A Ángela se la notaba expectante, devorando cada parte de mi miembro… Y cuando llegó, tomó una cantidad grande de semen, el cual fluía en forma constante… Y luego, soltando mi verga, me dejó darle en su cara

Estaba tan excitado que siguió cayendo y eso parecía excitarla más aún… Sus cachetes estaban llenos de semen y, cómo ya no quería seguir con su cara, le di un poco a sus senos

Se los masajeaba y se desparramaba el semen que estaba en su cara… En algunas ocasiones, se lo bebía también aunque sin tragarlo… Y cuando terminé, le ofrecí ir a la ducha… Ella, acordándose de su primera vez, se puso debajo de la ducha, y me llamó

Del sillón del living, se veía, a la derecha, la cocina… Y, caminando por un estrecho corredor, se veía, al fondo, una puerta… Ese era el baño

Como Ángela, la había dejado abierta, y también la mampara de la ducha, pude entrar y acompañarla, mientras dejaba mi ropa en la tabla del inodoro

Entonces, y a mi izquierda, la puerta que comunicaba con mi dormitorio… Pero lo que me importaba era lo que estaba enfrente de mí, o sea, mi prima, cual un ángel, sus senos mojados, su pelo casi lacio, sus ojos tan expresivos, me llevaban al cielo

La empecé a besar y a tocar suavemente, con mucho sentimiento, y ella hacía igual… Nunca, ni en los ratos de pasión me sentí tan bien con ella

Creo que era porque nos habíamos descargado, ella al bañarse y yo al haberle hecho lo que más quería… Pero más porque su tono, y lo que vi, nos llevó a darnos cuenta de lo que realmente sentíamos

No necesitábamos hablar, nos entendíamos sin palabras, y explorábamos nuestros cuerpos, sabiendo que era lo que más nos gustaba, mientras el agua limpiaba nuestros deseos… Tenía ganas de decirle todo lo que sentía por ella, pero se lo decía con besos y caricias… Y ella hacía igual

Tan bien nos conectamos que íbamos excitándonos: A mí me crecía la verga y ella gemía con una frecuencia muy alta… Y, sin penetrarla ni nada, llegué a eyacular, debido a lo bien que me hacía… Mientras me pasaba esto, ella gimió muy fuerte… Y, con ello, supe que ella acabó conmigo… ¡Lo bien que eso era para ambos!

La ayudé a secarse y a vestirse, prestándole mi bata, la cual le quedaba un poco grande, esto debido a mi altura y a que era hombre… Luego, abrí la puerta hacia mi dormitorio y la ayudé a entrar

Como tenía mi computadora, puse algo de música: Yo, como la conocía, puse los temas lentos que más le gustaban… Y seguimos prodigándonos caricias durante un rato largo, hasta que me fijé en la hora… Eran las 11 y media de la noche… Ángela debía volverse

Eso fue ese día, pero no pudimos sostenerlo: Su madre cada vez la excluyó más de mí… Gracias a Dios que su amiga, que ya sabía de lo nuestro pero que no nos juzgaba, dado que veía que Ángela se sentía bien conmigo, muchas veces nos ayudaba

Generalmente se veían los viernes o los sábados, y salían a veces a bailar o a veces venían a mi casa… Cuando venían a casa, a veces nos quedábamos charlando pero, cuando queríamos tener relaciones, la llevaba a mi habitación, mientras Ángela y yo nos quedábamos en el living

Pero su madre empezó a sospechar, y muchas veces llamó a mi casa mientras estábamos afuera. Y lo último que hizo fue averiguar donde íbamos y esperar a la salida… Varias veces, casi nos agarra juntos

Ángela y yo, ya hartos de esta situación, empezamos a ahorrar: Ella consiguió un trabajo como ayudante de un contador; y yo, un ascenso

Yo había ahorrado unos $500 más que lo que costaba el departamento y otros $1000 hasta mi ascenso, y a eso agreguémosle $500 de Ángela… Pero luego de diciembre, mes del cambio, empezamos a ahorrar entre $700 y $800 pesos por mes, a veces hasta mil

El año siguiente ahorramos $9400 y aún más el otro, cuando ella terminaba el secundario… Ahorramos 11 mil entre los dos… O sea que, sabiendo que carrera iba a cursar, y cómo en la ciudad no había universidad, se iba a tener que mudar

Averigüé si había alguna sucursal de nuestra empresa en la capital o en esa ciudad, sitas ambas a 200 y a 30 kilómetros respectivamente

El primer año compartió una habitación con su dos amigas, una era de su antiguo colegio y otra era la que sabía de lo nuestro… A veces, la iba a visitar y a veces venían para visitar a sus familias

Yo seguí trabajando como loco, y eso hizo que fuera el jefe más joven de toda la empresa: Hablé con la gerencia y se decidieron por un proyecto mío, el cual incluía la creación de sucursales y una política de comercio exterior… Esa sección podría crearse sólo en la sucursal de la capital

Cuando lo supo, Ángela averiguó si en la universidad de la ciudad capital aceptarían las materias que ya habían aprobado: Le dijeron que tendría que hacer un examen oral y escrito

Hicimos cálculos: Yo había ahorrado $5000 más lo que teníamos ahorrados menos la parte de la habitación y los gastos de la carrera… Y a eso agreguémosle que ella hizo un trabajo de medio tiempo

Durante unos meses, tuve que ir a la capital y armé la sucursal… Ángela dio el examen y lo aprobó… Y supimos que se concretaba… Y de esto nadie estaba enterado, ni siquiera la amiga que sabía de lo nuestro, la cual se llamaba Victoria… O "Vicky", como todos la llamábamos

Terminé de armar la sucursal, y me dijeron que, si las ventas iban bien, me pondrían como gerente de la sección que ideé, a lo que les dije: "Si es así, voy a necesitar un lugar donde vivir"… Me dijeron que sí, que ese sería mi porcentaje

Era marzo cuando vendí mi departamento a un precio mayor que el que lo compré, de $30 mil y a $36 mil… Cuando se dio lo que me prometieron y Ángela, consiguió un trabajo gracias a las pasantías de la facultad

Antes de mudarnos, Ángela le escribió a su madre una carta algo amenazante: "Estoy fastidiada porque noto que me proteges de un hombre, que me ama realmente, que no sólo tiene relaciones conmigo, sino que me ayuda en todo… Pensá que, si Mariano no me hubiera ayudado en todo este tiempo, yo no estaría aquí…"

Y siguió diciendo: "Y eso es lo de menos, porque la adversidad nos ha unido aún más, nos ha hecho enfrentar esto de otra forma… Pero, si quieres perseguirme, ya lo has hecho antes…"

A lo que agregó: "Y te cuento, má, que esto no es el berrinche de una adolescente, sino la elección conciente de una joven mujer… Y de dos personas que sienten que se aman, a pesar de las dificultades… Espero que me entiendas…"

En abril, ya estábamos viviendo en la casa que me compraron los de mi compañía y en una cuenta a nuestro nombre pusimos nuestros ahorros

En el resumen salió: Los 25mil que habíamos ahorrado más los 36 mil de mi departamento más $2500 que ahorré de cuando armaba la sucursal más $1500 de nuestros ahorros del mes anterior… En total, 66 mil

Aparte, al haber aclarado nuestra relación, nuestras familias, aunque algo renuentes, supieron que lo nuestro era en serio, que no era un amorío

Ante la vista de ellos y de todos los que nos conocían, éramos una pareja… Incluso nuestros vecinos, aunque no sabían que nos unía, nos veían así… Dos personas responsables y que se amaban

Pasamos el año y cursamos las mismas materias, dado que aprobé el año pasado todas las materias del primer año y Ángela igual, pero en dos

Como, ahora, después de aprobar juntos las materias, decidimos celebrar con algo nuevo ese hecho… Ambos nos conocemos: Ángela, creo que quiere hacer su primer anal

Nuestro nido de amor era así: Enrejado con puerta a la derecha, la cual comunicaba, mediante un sendero de empedrado, con la puerta de la sala de invitados que hacia delante comunicaba con el living y a la derecha con la cocina-lavadero

El living tenía dos puertas: Una, al medio a la izquierda, unía con nuestra habitación; la otra era la del baño y estaba situada al fondo a la derecha… También contaba con una ventana ubicada enfrente de la puerta de nuestra habitación

Con respecto a nuestra habitación era bastante larga… Llegaba al extremo izquierdo de la casa y contaba con dos ventanas corredizas: Una a la cabecera de la cama y la otra, cerca de la unión.

Llegué a las 9 de la noche, y Ángela ya estaba… La besé y me quedé contándole anécdotas del trabajo, y luego ella lo hizo… La abracé pensando en todo lo bueno que nos pasó este año, y no pude menos que alegrarme

Como ella intuía algo, me preguntó: "Se ve que estas contento, ¿es por todo lo nuestro?". Le dije que era todo, que nuestro amor se fuera consolidando, lo de nuestros trabajos y estudios… Aparte, saberte tan cerca de mí es lo mejor del mundo… Y allí la bese

Estuvimos unos minutos besándonos, dejándonos llevar, y luego empecé a acariciarla, todo con los ojos cerrados… Y Ángela gemía de gozo, y me decía: "No puedo creer que no me estés mirando", a lo que le respondí que casi conocía todo su cuerpo, que mis manos lo habían recorrido de punta a punta

Lentamente, la besaba y la desnudaba cada vez más, a lo que ella respondía haciéndome lo mismo… Íbamos recorriendo nuestros cuerpos, hasta que quedamos desnudos

Como el living era bastante frío, decidimos ir a la cama de nuestro dormitorio… Y allí empezó lo mejor: Empezamos con la 69. y yo la lamía con suavidad, pero con velocidad creciente… Mientras, yo raspaba sus pechos con la punta de mi verga y ella lamía mis testículos

Estuvimos así largo rato, hasta que ella me pidió que me acercara: Me puse abajo, y ella empezó a lamerme la verga, mientras yo seguía jugando con su clítoris y luego con su vagina

Tan bien estábamos haciéndolo que decidimos empezar con la penetración: Lento pero seguro, introduje mi verga en su vagina… Cada vez con mayor intensidad, y a gusto de Ángela, que se ponía cada vez más excitada

Luego de mucho tiempo, y sin dejar de estimular su ano y sus pechos y sin dejar de besarla en la boca, me decidí por el último tesoro: Su ano

Como le había metido dos dedos, ella estaba casi acostumbrada… Pero igual algo le dolió cuando empecé a introducírsela

Pero unos 15 minutos después de iniciar el sexo anal, ya se estaba soltando algo… Yo la guía un poco, hasta que se acostumbró y lo hizo por su cuenta… Le costaba un poco, pero lo hizo bastante bien por ser su primera

Y coronamos la experiencia con un 69, en el cual ella me hizo un oral excelente… Y luego nos fuimos a bañar, mientras nos besábamos y acariciábamos… Y esa es la última noticia de nuestro amor