Ángel y diabla (3)

Sigue la historia, con más amor que nunca...

-Alex-

Antes de ir a comer pasamos por la farmacia. Sabía lo que tenía que comprar, una píldora del día después (por si acaso) y las pastillas que me tomaría a partir de ahora. Quería mantener relaciones seguras, sólo con él, y lo mejor de todo, él sólo conmigo.

Mi padre me llevó a las afueras de la ciudad, a un sitio en el que nunca habíamos estado. No entendía muy bien por qué no íbamos al centro a comer, entre otras cosas porque no consideraba ir arreglada para comer allí, pero cuando entramos y mi padre se dirigió al camarero empecé a entender lo que pretendía.

-Buenos días, queríamos mesa para dos. A mi novia y a mí nos gustaría que fuese cerca de la ventana, gracias.

“NOVIA”. Me había llamado novia, mis mejillas se encendieron y el corazón empezaba a palpitarme rapidísimo. Vale que sabía que mi padre me deseaba, pero que quisiera ir tan enserio conmigo, de esa manera, superaba mis expectativas. Una vez nos acomodaron le pregunté con una sonrisa radiante y con brillo en los ojos.

-Papá, por qué has hecho eso?

-El qué? .- Puso cara de no saber lo que estaba preguntando pero lo sabía perfectamente.

-Eso, presentarme así.- Mis mejillas seguían rojas de emoción.

-Es lo que eres, o lo que quiero que seas, si tú quieres. Mi novia, la única mujer en mi vida… Llevo mucho tiempo esperando este momento y ahora no quiero perder el tiempo. Se que no podremos llevar una relación normal, pero quiero que te sientas como si lo fuera, por lo menos siempre que esté en mi mano.

-Te amo.- Tuve algo de miedo al principio al estar en un sitio público, pero tras escuchar sus palabras mi gesto salió sólo y me acerqué a besarle, sin dudar, con todas las personas del restaurante a nuestro alrededor.

-Yo también te amo mi pequeña.- Me dio otro pequeño beso en los labios y añadió.- Vamos a comer!

Fue una autentica pasada. Me cogía de la mano, se acercaba a mi cuello para susurrarme cosas al oído, nos besábamos y compartíamos nuestra comida. Éramos una auténtica pareja. Sólo esperaba que por mano del destino nadie conocido apareciese por allí, porque no habría manera de explicar aquello. Cuando terminamos cogimos el coche y fuimos camino de regreso a casa.

-Me podías haber avisado de que iríamos ahí! Voy como de andar por casa…- No es que fuera mal, pero iba muy sport, con unos shorts vaqueros ajustados y una blusa con botones, dos o tres desabrochados para lucir escotazo.

-Cariño, estás guapísima, siempre lo estás, te pongas lo que te pongas.

-Que va, seguro que por eso no me has metido mano en el restaurante, yo pensé que acabaríamos haciéndolo en el baño, como en las pelis!.- Fui a picarle para ver si entraba en el juego, y vaya que si entró!

Ibamos por la carretera de vuelta a la ciudad, pero mi padre giró y se desvió por uno de los caminos. Aparco detrás de un almacen y se volteó  para mirarme.

-Mi amor, tenía ganas de follarte encima de la mesa, pero lo veía un poco excesivo y no quería ir con prisas, por eso te estaba llevando a casa… pero ya que insistes, vamos a echar otro de los polvos típicos de las pelis, el del coche!

Se me echó encima directo a mi cuello y yo me reí a carcajadas. Lo conseguí! Confiaba en que nadie nos viera, aquello estaba desierto al ser domingo. Me quitó directamente la camiseta y se puso a lamer mis pezones, no llevaba sujetador, cuando estaba con él nunca lo llevaba. Yo mientras me desabroché los shorts y los tiré al suelo del coche, me quedé en 1 minuto sólo con mi tanga negro. Nos recolocamos y mi padre se puso en el asiento del copiloto y yo a horcajadas sobre él, empecé a desvestirle mientras él no dejaba de lamer mis tetas.  El se quedó totalmente desnudo y cuando fui a tirar de mi tanga me detuvo con la mano

-No, no te lo quites, déjatelo.- Me lo apartó un poco y metió la mano dentro, rozando mi clítoris en círculos, mientras nos besábamos en la boca. Empezó a penetrarme con un dedo, luego dos, y luego tres, casi sentía que me estaba follando con su polla. Cuando por mis gemidos supo que casi alcanzaba el orgasmo sacó los dedos y se los llevó a la boca, lamiendo todos mis jugos.

-Que rica estás amor, me encanta.- Eso me excitó muchísimo y quise tenerlo ya dentro de mi. Su pene estaba durísimo, no hizo ni falta que yo lo animara. Subí un poco hacía arriba, me aparte el tanguita y me fui ensartando en su gran falo hasta tenerlo completamente dentro de mi. Solte un gemido que casi fue un grito.

-Dios Papa, qué dura y grande la tienes, es una gozada, me encanta, me llena por completo!

-Vaya, y yo que pensaba que me querías por mi forma de ser!.- No pude evitar reirme, me encantaba eso de nosotros, podíamos estar cachondísimos y a la vez no perder la confianza ni el sentido del humor.

Yo votaba fuerte encima de mi padre, la follada fue una locura, mucho más dura y desesperada que las anteriores veces que nos habíamos acostado. Mi padre no paraba de sobarme el culo y agarrármelo fuerte, hasta que empezó a pasar sus dedos por mi agujero  y a abrirme los cachetes.

-Mmmmm mi vida, como me pones!!!  Tu culo me fascina, algún día necesito que sea mío.

  • Ya es tuyo papa, ohhh siiiii mássss mássss, haz lo que quieras conmigo!!.- Mi padre me volvía loca, me hubiese dejado hacer cualquier cosa en sus manos, confiaba plenamente en él.

Se llevó el dedo índice a mi boca y se lo chupé, volvió a llevarlo a mi culo y empezó a presionar mi entrada, se sentía increíble notar como lo estaba introduciendo mientras no parábamos de follar. Lo metió más adentro y mi orgasmo fue inmediato. Contraje de tal forma los músculos de mi vagina que en dos embestidas más mi padre se vino en mi interior y arremetiendo lo que sus fuerzas le permitieron hizo que todo su semen pasara bien dentro de mi. Espectacular.  Me recosté en su pecho mientras recuperaba la respiración, aún dentro de él.

  • Joder Alex, nunca había follado así en mi vida, eres increíble!!

  • Yo tampoco papá, jamás había estado con otro que me diese tanto placer. Y sabes por qué es? Porque no sólo es sexo, es amor. Eres el hombre de mi vida! .- Le besé con dulzura y levanté para vestirnos y recolocarnos. Volví a casa con cara de satisfacción total, mi padre con su mano sobre mi rodilla, pero su mirada no era la misma que la mía, notaba algún rastro de preocupación….

-Ángel-

El día con mi hija estaba siendo perfecto. Me hacía feliz y yo le hacía feliz a ella. Pero no todo iba a ser de color de rosas, y la primera controversia había llegado. “Jamás he estado con otro que me diese tanto placer”. Había estado con otros… Sabía perfectamente que Alex no era virgen, me lo había contado, pero imaginarme a cualquier otro hombre poseyéndola me había puesto enfermo en un segundo. Follaba de vicio y eso sólo podía explicarse gracias a la experiencia. Mi niña tenía una laaaarga experiencia si me basaba en las cosas que era capaz de hacer en la cama.

-Estás bien Papá? No has hablado mucho desde que volvimos a casa.- Nos habíamos duchado, puesto cómodos y tumbado en el sofá, los dos juntos, con una mantita mientras veíamos una peli.

-Porque estamos viendo la película.- Intenté evitarla hasta que se me pasase un poco el cabreo. No podía culparla, yo también había estado con alguna mujer que otra desde que me separé de su madre.

-Venga papá, dímelo! Te conozco y estás serio. Si vamos a empezar una relación seria no quiero que haya mentiras desde el principio…

Le besé la cabeza y me enderecé un poco para mirarla a los ojos.- Es increíble lo madura que eres con tu edad, esa frase debería haberla dicho yo y sin embargo me estoy guardando lo que siento.

-Y bien? Qué es? Puedes contarme lo que sea.

-Lo se, pero es difícil porque en realidad es algo absurdo, pero no puedo evitarlo. Estoy celoso.

-Celoso? De qué?.- Me dio un golpecito en el hombro mientras se recostaba sobre mi pecho.- No te he demostrado que te quiero?

-Si, claro que sí. Pero hoy me has recordado que has estado con otros hombres, y Alex, me pone de los nervios pensar que otros tíos te han puesto la mano encima, que hayan sido otros y no yo los que te han enseñado a hacer todas esas…cosas…

-Pero Papá! No digas eso! Los dos hemos tenido nuestras vidas antes de esto, lo importante es que a partir de ahora no va a haber nadie más. Que todo “eso” que he aprendido sólo voy a utilizarlo en ti.- Alex empezó a ponerse melosa y a besarme el cuello.

-Ves? A tu edad y eres la madura de esta relación! Vas a tener que perdonarme mis estupideces.

-No son estupideces, es normal, me encanta que lo hayamos hablado. Además, me pone mucho verte celoso.

-Ah si?.- Ya había empezado a meterle mano debajo de la camiseta y tenía aprisionada una de sus tetas. – Pues soy celoso, celosísimo. Quiero que seas sólo mía.

-Soy tuya papa. Y sabes lo que no he hecho nunca??? .- Se acercó a mi oído y me dijo lo que resultó ser una de las frases más bonitas que me habían dicho nunca. – Nunca consideré a nadie lo suficientemente importante como para dejarle follar mi culito, hasta ahora…

Ahí lo tenía. Mi niña, mi amor, mi mujer, ofreciéndome desvirgar su precioso culo. Todas las inseguridades que me habían abordado hacía dos minutos habían desaparecido para dejar paso a la mayor de las excitaciones por lo que estaba a punto de pasar.

La abracé con todas mis fuerzas y la levanté en volandas del sofá, llevándola a la que ahora era “nuestra” habitación.

La recosté en la cama y volví a desnudarla despacio, preparado para volver a hacerle el amor, por tercera vez en el mismo día. Me quité la ropa mientras ella me miraba y me lancé a besarle despacio por todo su cuerpo menudo.

-Estás buenísima cariño, tu cuerpo… dios, me vuelve loco. Me pones a cien en cuestión de segundos.- Mi polla estaba medio erecta con sólo mirarla y me entraron unas ganas locas de partirle el culo rápidamente pero quería que lo disfrutara. Le acaricié y le besé desde su boca, pasando por su cuello, parándome en sus tetas y siguiendo por su abdomen. Cuando llegué a su coñito le di besitos suaves y un par de lametones, y sin entreterme más le abrí las piernas y metí mi lengua dentro de su vagina, flotando su clítoris con mi nariz, haciéndola gemir, lo que me puso al borde de la locura. Quería que estuviese bien excitada y bien mojada para cuando pasáramos a la acción. Seguí utilizando mi lengua mientras gemía y empecé a preparar su culito con mi dedo, introduciéndoselo poco a poco. Cuando lo metí del todo intenté meter un segundo dedo, mientras seguía comiéndole el coño con intensidad.. en un primer momento creí que se quejaba pero Alex gimió y pidió más, asi que continué hasta que ella alcanzó el orgasmo.

-Sii siii oh dios papaaa siiii… dios dios, q gusto me corro!! Fóllame!!

No aparté mis dos dedos del interior de su culo y con mi pene me dirigí a su coñito y empecé a penetrarlo, una y otra vez, con facilidad por lo mojada que estaba. No tardo nada en llegar a un segundo orgasmo lo que me puso a mi al borde, asi que lo saqué y me dispuse a la entrada de su culo. Aparte mis dedos y vi como se mantenía su agujero abierto y dilatado para mi. Apunté mi glande en la entrada y empecé a presionar.

-Bufff Papa joder… duele. Despacio por favor…. –Le había colocado sus piernas por encima de mis hombros para que estuviese abierta para mi y le acariciaba el abdomen para relajarla.

-Shhh tranquila mi niña, voy despacio.  Te quiero, te amo, te deseo.- Me agaché un poco para alcanzar su boca y besarla y seguí metiendo poco a poco más de mi longitud, el capullo ya estaba dentro.- Te duele mi amor? Tomaremos el tiempo que necesites.

-Sigue papa, me gusta, duele un poco pero te necesito más dentro, más profundo, ohhh siiii… dios!!

Empujé algo más fuerte y metí mi polla casi hasta la mitad, estaba apretadísima, casi me corro sólo por la fricción al ir metiéndosela dentro, pensé que si seguía duraría tan sólo un segundo.

-Joderrrrr Alex, mmmm oh si mi vida, voy a meter un poco más, me queda poco para venirme, estás toda apretada ahiii oh siii.

-Ahhh papaaaa mmmmm joder!! Sigue sigue, me gusta, muévete!!

No pude aguantarme más, apreté más fuerte y terminé de meterla hasta el fondo. Alex ahogó un grito y la besé en los labios apasionadamente. Sin separar mis labios de los suyos, comencé a moverme, fuera despacio y luego dentro otra vez, viendo como mi hija poco a poco se relajaba y los quejidos pasaban a ser gemidos pidiéndome más.  Dos, tres, cuatro embestidas más cada vez más fuertes, ella ponía cara de absoluto placer, al igual que yo, que estaba en el puto cielo. Cuando vi que me venía aceleré el ritmo, embestí su culo con dureza una última vez para luego sacar mi polla y correrme dentro del gran agujero que había dejado en su culo totalmente abierto, viendo como mi lefa se disparaba hacía su interior.

-Ohhh siiiiisiiiiii alex mmmmmnaaaa hostiaaaa!!.- Cuando terminé de sacar todo mi potencial no pude evitar desplomarme sobre ella, sudando, respirando sobre su cuello.

-Papa, ha…sido…increíble!! Me has partido por la mitad, que sensación!

-Me alegro mi niña, tenía miedo de hacerte daño, me has vuelto tan loco que creo que se me ha ido de las manos la pasión.

-Ha sido perfecto, estoy exhausta!

-Te quiero mi amor, me siento todo un privilegiado por haber estrenado tu precioso culo, eres perfecta.

-Yo también te quiero, y no te preocupes, que ya nadie más va a probarlo jamás.

Nos reimos, nos acurrucamos y nos quedamos dormidos en nuestra cama, en nuestro cuarto, en nuestra casa.