Ángel y diabla (1)

Este relato cuenta el amor y el deseo entre un padre y su hija. Incapaces de evitar la atracción que sienten entre ellos se ven inmersos en una verdadera historia de amor.

Hola me llamo Alejandra, Alex para mis amigos y familia. Tengo 17 años, aunque me faltan escasos meses para cumplir los 18...

De mi vida puedo contar que vivo en un pueblecito pequeño, donde soy bastante conocida por la gente joven, sobre todo por los chicos. No voy a mentir, a mi me encanta mi cuerpo, desde pequeña he sido muy coqueta y me desarrolle muy bien. Soy morena, ojos verdes, morenita de piel, delgada pero con curvas, culito duro y respingón (que para eso lo entreno en el gimnasio), y lo que más me gusta, mis tetas, una 100, perfectamente redondas y bien puestas, de hecho a menudo no uso sujetador, muchos piensan que son de silicona.

Actualmente soy muy feliz, y muy madura para mi edad. He sabiado sacar partido de las buenas cosas que me han pasado en la vida y he tenido las fuerzas suficientes para afrontar algún que otro bache. Mi madre se separó de mi padre por culpa de su trabajo... Era una mujer de éxito en los negocios y nunca estaba en casa, siempre discutían y cuando cumplí los 15 y estimaron que ya era lo suficientemente mayor para aceptarlo, mis padres se separaron. Al principio lo pasé bastante mal, porque mi madre fue a vivir al extranjero y aunque me quería llevar con ella, entre los 3 decidimos que lo mejor era que continuara mi educación en el mismo colegio, hasta los 18, y luego ya eligiera yo misma qué camino iba a seguir, asi que desde entonces vivo sóla con mi padre. Aiii mi padre! Es un Ángel, como su nombre indica! Lo adoro, es lo mejor que tengo! Es tierno, amable y bueno... en ese punto medio entre un padre protector pero tambíen liberal y comprensible, casi como un amigo. Y que coño! está tremendo! he salido a él, o eso dicen... tiene 40 añitos, pero se conserva estupedamente, la envidia de mis amigas, segun ellas es un "padre que me follaría"!

Hablando de follar, aunque tenga 17 años ya estoy muy experimentada, mi primera relación sexual fue a los 15, cuando después de la separación de mis padres pasé una época un poco mala y empecé a salir por las noches y a desmadrarme un poco. Suerte que tuve el gran apoyo de mi padre para reconducirme y llevarme por el buen camino. Ahora se compaginarlo todo, soy buena estudiante pero también una chica super sociable y rodeada siempre de gente. Con respecto al sexo he hecho casi de todo, mi cuerpo me ha ayudado a gustar mucho a los chicos, y he podido acostarme con cualquiera, siempre usando protección, con jovenes y mayores, aunque nunca más de 30 años, este último caso con un profesor particular que me tenía loca perdida, y que finalmente terminó mudándose de pueblo por riesgo a estropear su matrimonio. Tengo qué decir que desde que probé el sexo con hombres más maduros, los de mi edad raramente me satisfacían del todo, me ponía mucho sentirme como una mujer más adulta.

Como ya comentaba de siempre he tenido una relacion super buena con mi padre. Pero nunca como la de el verano pasado, marcó mi vida y la cambió por completo. Ahora hasta salimos juntos de fiesta por las noches en algunas ocasiones, es una pasada porque me invita a todas las copas y sabe espantar a los moscones mejor que nadie. Él sabía que no soy virgen, hablábamos del tema, aunque por supuesto no le contaba los detalles, ni sabía que había llegado a ser tan promiscua.

El caso es que una noche de viernes yo volvía pronto a mi casa, cosa inusual en mi, pero andaba muy cansada, y bastante renegada de una noche de sexo insustancial, eso sí, aún iba un poco chispada por el alcohol que había bebido. Entonces pasó, vi a mi padre en el sofa, sólo con el pantalón de pijama, con el pelo aún mojado después de la ducha, acariciándose los abdominales y con la cinturilla del pantalón tan baja que se le marcaba el principio de los oblicuos. Siempre había sido atractivo, pero cuándo se había puesto tan tremendo? Imagino que desde que se fue mi madre había querido volver a estar en el mercado... ahí fue cuando me di cuenta de que era el hombre más perfecto del mundo.

-Que haces ya en casa cariño?

-Nada Papa, que me he cansado de estar por ahí, me voy a la cama.

Le di un beso de buenas noches, trastabillé con el sofá y casi me cai en su regazo, rozando con mi piel su torso desnudo. Noté una corriente electrica, que sumada con el alcohol se convirtió en calentura. Los dos sonreímos, me besó en el pelo y me fui para mi cuarto. Cerré la puerta con llave e instintivamente me empecé a masturbar, lento primero para acelerar el ritmo después, acabando en un gran orgasmo y dándome cuenta de que explotaba pensando en mi padre, en su imagen de "adonis" en el sofa.

Apenas pude dormir.... el pensamiento de que mi padre me ponía cachonda no era fácil de asumir, pero menos aún que ese pensamiento se fuera convirtiendo en deseo con el paso de los días. Cuando me desperté un instinto me llevó a su cuarto, abrí la puerta lentamente y le vi allí, con las sábanas entrelazadas en las piernas, vestido sólo con un boxer negro y con una pequeña erección, o eso quería pensar... porque no podía ser que "eso" fuese así en estado relajado. Y se me grabó a fuego en la cabeza. Su cuerpo, su cara, su polla dentro de sus calzoncillos. Y el deseo de que todo eso fuera mio algún día.

Estaba loca? Había perdido la cabeza pensando así en mi padre? O peor aún... era una locura pensar que mi deseo podía ser correspondido? No lo sabía, pero desde ese día iba a hacer lo posible por comprobrarlo, porque la sóla posibilidad de que algo entre los dos pasara llenaba mi cabeza las 24 horas del día, asi que decidí sacar todas mis armas de mujer para intentar conquistarlo a mi manera, y si algo salía mal, sacarlo de mi cabeza definitivamente.

Volví hacía mi cuarto y me puse lo más provocativa que pude para pasar el sábado en casa. Me puse un tanga negro y minúsculo y una camiseta de tirantes de licra que se ajustaba a mi pequeño cuerpo y dejaba marcar mis pezones de una manera exagerada.

Esperé por el salón a que mi padre despertara y le preparé el desayuno.

-Buenos días Alex, qué tal has dormido?.- Noté que abría los ojos de más al verme así vestida.

-Muy bien Papá, aunque he tenido bastante calor sabes?.- Me levanté y me dirigí a él para darle un beso en la mejilla a la vez que le rodeé con mis brazos y pegué mis pechos a él.- Ahí te he dejado el desayuno!

-Ya, ya veo que te has puesto muy fresquita.- Yo me volví hacía la cocina contoneando lo más que pude mis caderas y lo noté, su cuello girando y su mirada clavada en mi culo.

Pasé varios días así, paseándome en sus narices medio desnuda, cada día con un modelito nuevo, recibiendo miradas indiscretas por su parte, de las que él pensaba que no me estaba dando cuenta. Algunas veces llegaba algo más lejos y me iba desnuda desde mi cuarto a la ducha, entreteniendome un poco a la puerta de su habitación, dónde sabía que él me podría estar mirando, e incluso dejaba mis tangas en el baño, para que él los tuviera que recoger para echarlos a lavar. Si mi plan estaba funcionando mi padre ya tendría que ponerse más cachondo que yo cada vez que nos veíamos. Había que pasar a la acción!

Un sábado animé a mi padre a ir a tomar unas copas. Fuimos a un pub que habían abierto hace poco, muy cool y con gente bastante selecta. Estaba alejado de casa por eso fuimos en coche. Me puse para matar, con unos pantalones de cuero negro, un top azul ajustadísimo con un escote de vértigo, sin sujetador y con taconazos. Menos mal que me puse la gabardina encima antes de que mi padre me viera porque sino se iba a infartar antes de salir.

Una vez allí me quité la gabardina y al verme soltó un "guauu, cuándo te has hecho tan mayor?" Nos bebimos un par de copas y yo ya iba contentilla, él nunca me dejaba pasar de dos por si las moscas, asi que cuando me la terminé le saqué a bailar. Empezamos frente a frente, pero cuando la música se puso en plan bachata le di la espalda y me pegué a él, de manera que mi culo intentara rozar su paquete. Le eché valor y empecé a restregarme un poco más descaradamente, sacando el culo y pegándome cada vez más a él, que terminó rodeándome la cintura con sus brazos y recortando del todo la distancia entre nosotros. Parecíamos una pareja ligando, nos estábamos soltando, yo estaba eufórica porque no me lo creía, y ya notaba su miembro cada vez más duro detrás de mi, tanto que cuando mi padre notó que se nos estaba llendo de las manos se acercó a mi oido y me dijo: "creo que deberíamos irnos".

En el coche no hablamos mucho, pero mi padre no quitó su mano de mi muslo en todo el viaje, y yo le puse mi mano encima. Estaba en el aire, la tensión sexual, ambos lo sabíamos pero ninguno daba el paso, asi que tenía que armarme de valor.

Al llegar a casa mi padre se sentó en el sofa a descansar un rato, y yo fui al mini bar a por un par de copas más.

-Cariño, ya sabes que nunca más de dos...eres menor, ni siquiera deberías beber! Podría costarme tu custodia... ya sabes lo mucho que confío en ti.

-Papa, sólo una más. Hoy es una noche especial.- Me senté a su lado y le rocé la cara con mis dedos.- Me acerqué y le di un beso en la mejilla, suave, seguido de otro, y otro, bajando un poco por su cuello, entreabriendo un poco más mi boca para darle besos más sensuales.

-Que...que haces Alex? - Me soltó

-Papa, se que lo sientes, como lo siento yo... Tu y yo, y toda esta tensión sexual entre nosotros. Hoy, bailando he notado como se te ponía dura, y llevas días deseándome, lo se...- Ya está, ya lo había dicho, ahora venía el momento de euforía o de hundimiento de mi vida.

-Cielo, no puedo... no podemos....

Me puse a horcajadas sobre él, pegándome a su cuerpo todo lo que pude y junté mi frente a la suya, ambos empezamos a hiperventilar, llenos de nervios y deseo, como si fuera una primera vez.

-Te quiero Papa, y no sólo te quiero... te deseo. Eres lo más importante de mi vida, ahora lo se, y quiero tenerte para siempre.- Acerqué mi boca a la suya, manteniendome unos segundos a un milimetro de sus labios por si notaba una negativa, pero allí nos mantuvimos, asi que me lancé a sus labios carnosos con un beso casto primero, para profundizarlo después, juntando nuestras lenguas en lo más profundo.

-Alex... te quiero, más que a nada de verdad, pero esto no está bien.- Decía estas palabras con mis labios aún en los suyos. Su mente quería pararlo pero su cuerpo no pudo. Nuestros besos se hicieron mucho más intensos, y sus manos empezaron a sobarme por todas partes. Se había terminando rindiendo. Me quitó la camiseta dejando libre mis tetas y de manera salvaje empezó a chupármelas, mordiéndome los pezones y deteniendose en ellos bastante rato.

-Esto no puede acabar bien mi niña, estás demasiado buena... no puedo resistirme a ti.

-Sii Papa, es lo que quiero, a ti. Hazme tuya, soy tuya.- Estás palabras terminaron de desmontar a mi padre, nos besamos durante minutos como adolescentes, saboreándo nuestras lenguas, quitándonos cada vez más ropa, me dejo completamente desnuda y admiró mi cuerpo como un regalo.

Yo empecé a desabrocharle el pantalón y saqué por fin su polla de los boxer, mi regalo, mi premio por mi insistencia, ese miembro que ya no pude soltar nunca, y que iba incrementando de tamaño con mis constantes caricias. Era enorme, gordo y largo, además de hermoso, lleno de venas y con un glande que estaba deseando chupar. Me hinqué de rodillas y me dispuse a hacerle una mamada a mi padre.

Él se dejó hacer, la chupaba por todos los lados, por el tronco, hacia dentro y hacia fuera, me la metí entera en la boca y mi padre con su mano en mi pelo hacia que su polla me follara la boca, me comí sus huevos. Me detenía en la punta de su capullo y me lo pasaba por la forma de mis labios. Depués de unos minutos noté que mi padre estaba a punto....

-Sigueee sigueeee, me voy mi niña, voy irme como sigas asi, ohhhh si diosssssssssss! ahhh ahhhhh ahhhhhh.

Aceleré mucho el ritmo y finalmente mi padre se corrió, no lo desaproveché y sin apartar la boca me lo tragé todo. Me ponía caliente solo de pensar comerme la tremenda corrida de mi padre. Chorros de semen inundaron mi boca. Disfruté y cuando terminé, envolví su capullo en mi boca y aspiré, como si de una pajita se tratase, para tragarmelo todo.

-Joder mi vida, ha sido increible!.- Me levantó y me acopló tumbada en el sofa, ahora era mi turno. Yo abrí mis piernas todo lo que pude para darle acceso y él empezó a lamerme el coño, depilado casi en su totalidad, menos una pequeña franja de pelitos perfectamente recortados.

Esto era el cielo. Ya no ocultaba mis gemidos y mi padre me proporcionó dos increibles orgasmos gracias a su sexo oral. Me morreaba el coño como si de una boca se tratase y me penetraba con la lengua y con la nariz, me chupaba el clítoris a la vez que me metía algún dedo dentro, era salvaje el placer que podía llegar a sentir. Un tercer orgasmo del que se bebió todos mis jugos y casi había perdido el conocimiento.

Me puse de nuevo encima de él, ya los dos desnudos del todo, continuaron los morreos, los tocamientos, el no paraba de besarme las tetas. Yo sus pezones, parecía que nos iba la vida en ese polvo que ibamos a echar, porque sí, estaba dispuesta a que mi padre me follara, quería hacerlo. Su polla está dura otra vez, apuntando al cielo. Y yo ya no pude más...

-Follame por favor.- Le suplicaba pegada a sus labios.

-Me muero por follarte Alex, pero no está bien... no lo estáaaa....- Tuvo que contener un grito cuando volví a agarrar su polla y a masturbarla con rapidez.

-Quiero que lo hagas Papa, que me folles, que me penetres fuerte, tan fuerte que me hagas reventar, quiero que me llenes con tu polla. Te deseo tanto!!

Mi padre no pudo aguantar más con todas esas guarradas que le dije, asiq sin mediar más palabra me subio un poco y apuntando a su falo me empaló de una vez, ohh dios, que placer! Por fin lo tenía dentro. Estuvimos así un rato adaptandonos, terminándonos de creer que su polla estaba dentro de mi, mientras nos besábamos como unos novios enamorados. Empecé a moverme con urgencia, yo lo montaba y él me cogía de la cintura y me empujaba hacia abajo de manera que las penetracions eran mucho más intensas.

-Siii papa si, sigue oh oh, mas fuerte, massssss! la quiero mas dentro ahhhhhh siiiiiiii

-Tomala toda mi amor, es tuya, siiiiiii nnnaaaa, mmmmmmm ohhhh ohh asi asi asiiii!

Seguimos todo el tiempo en esta posicion, mientras nos besábamos como locos, restregandonos las lenguas por todos lados, como si lo hubiesemos estado deseando toda la vida. Las tetas me botaban de una manera increible cuando me enderezaba hacia arriba.

-Joder nena, estás buenisima, ohhh siiiiii sigueeeeeee! me encantan tus tetas, y tu culo, y tu coño, lo quiero todo!

-Todo es tuyo ah ahhhhh siii mmmmmmm! Oh oh ohhhhh!

Me corrí, varias veces, mientras mi padre aguantaba como un javato. Estaba siendo el mejor polvo de mi vida,con mi padre, no podía creer que despues del desentreno aguantase tanto. Hasta que llegó...

-Cariñooooo ahh ahh, me corro me corro diosssssss! ohhhhhhh siiiiiii aaaaa - Intentó sacarme de él.

-No no, Papa lo quiero dentro oh si, si, siii!! correte dentro por favor, quiero que me llenes, siii por dios siguee sigueeeeeeeee!! mas masssssssss!!

Mi padre no se contuvo ni un segundo más y se corrió, dentro de mi, de su niña. Yo volaba del placer, seguía montandole para que pasara bien toda su leche dentro de mi coño, la quería toda.

-Ohhhhhhh siiiiiiiiiii asiiiiiiiii.......... - Fue lo último que dijo mi padre antes de que nos corrieramos a la vez y yo callera encima suya. Con su polla todavia dentro de mi -

-Mi vida...lo siento....no quería... no pude aguatarme más.... - Mi padre se lamentaba.

-No digas nada, yo si quería, y quiero. Pasaría toda la noche así, contigo dentro.

Nos dimos un beso muy dulce en los labios, mi padre acercó una manta y nos cubrió a los dos que nos acurrucamos en el sofa. Exahustos nos quedamos dormidos, abrazados, con nuestras piernas entralazadas, y mi cabeza apoyada en su pecho.

Continuará.....