¿Ángel o Demonio?

Capítulo 1 - Leyendas.

Hola nuevamente, soy consciente de que la largura de tanto, este relato como el anterior, es demasiado corta, tal y como me habéis comentado, pero esto se acaba en el próximo capítulo, el cual tendrá una longitud digna. Pido paciencia al leer esta serie de relatos puesto que todo se desarrollará lentamente, pero puedo asegurar que habrá de todo, desde acción hasta sexo. Por último agradecer a las personas que se han molestado en mandarme un e-mail y animar a aquellos que no lo han hecho, cualquier crítica será bien recibida. Un saludo, espero que os guste ^-^

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Los primeros rayos de sol iluminan el camino de regreso a la base.

Atravieso rápidamente las calles de la ciudad que en su tiempo fue llamada Nueva York. De la gran manzana tan solo quedan los grandes edificios, algunos de los cuales están comenzando a deteriorarse por la acción de los elementos.

Tardo un cuarto de hora en llegar a Central Park y, como siempre que regreso a este lugar, la nostalgia y el recuerdo de lo que una vez fue me golpean fuertemente.

Ya no hay niños jugando, ni parejas paseando… no hay nada.

Recorro los casi inexistentes caminos del parque hasta llegar al zoológico, donde, antes de entrar, doy un último vistazo al bosque en el que se ha convertido.

Reduzco la velocidad de la moto mientras atravieso el complejo, a primera vista todo parece inofensivo, pero sé, tan bien como todos los habitantes de la base, que en cada esquina del lugar hay una cámara y un subfusil semiautomático con disparo controlado desde la cámara de vigilancia, así como torretas de combate ocultas en los lugares más elevados de este zoológico.

Todo está en calma y, estaría en absoluto silencio, si no fuera por el motor de mi vehículo.

Los animales hace mucho tiempo que se fueron, asustados por el poder que desaté dos años atrás.

<< Si hubiera hecho caso a Sam y me hubiera quedado quieto… >>

Una lágrima recorre mi mejilla al recordar a mi exnovio, la primera víctima de esta horrible historia.

Con un movimiento de manos detengo la moto y, con un pensamiento la oculto del mundo exterior.

Camino en silencio hasta llegar a un edificio, en la placa del cual aún se puede leer el nombre. Tropic zone. Entro, esta vez sin mirar atrás, y camino hasta una puerta metálica y blindada con un pequeño teclado a la izquierda.

Inserto un código, tras lo cual el teclado desaparece, dejando a la vista la forma de una mano. Retiro el guante de cuero que cubre la mía y la coloco sobre la superficie azul. Tras unos segundos la puerta se abre, deslizándose silenciosamente hacia arriba, mostrando unas escaleras que, para un simple humano, habrían estado demasiado oscuras como para poder verlas, pero claro, yo no soy humano.

Recorro los pasillos con calma, intentando no despertar a los pocos supervivientes de la locura que desaté.

Llego por fin a mi habitación, un pequeño cuarto que cuenta con lo básico, una cama, un escritorio y un baño propio.

Observo mi habitación con un deje de nostalgia, recordando la que en su día si que fue mi verdadera habitación, en mi verdadera casa, un lugar al que llamaba hogar.

Con dos pensamientos provoco que el traje de combate se desprenda de mi cuerpo y que se guarde en el pequeño baúl que hay junto a la cama.

Camino desnudo hasta el escritorio, donde montones de armas se amontonan, incluidas aquellas que llevaba hace escasos segundos. Con un movimiento de mi mano lo ordeno todo, dejando en el centro del mueble un librito pequeño de cuero negro, en el centro de la cubierta del cual, un círculo en relieve rodea una piedra de ámbar perfectamente esférica.

Lo cojo y me tumbo en la cama, acomodándome para leer la historia de todo lo ocurrido desde que liberara al dios creador de la vida hasta hace, escasamente, dos semanas.

Abro la pequeña cubierta y comienzo a leer mi historia.

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En este mundo hay diversas historias sobre como surgió, algunos dicen que fue un dios, otros dicen que fueron muchos dioses, hay incluso quien dice que fue creado a partir de una gran explosión hace millones de años.

Sinceramente, yo creía en esta última teoría, al igual que la mayoría de la población mundial, pero hará cosa de dos años mi forma de pensar, al igual que la de todo el mundo cambió.

Antes de explicarte que ocurrió necesito que tú, quien está leyendo esto, conozcas la leyenda que en mi familia ha sido transmitida de generación en generación, la leyenda de cómo todo se creó…

Hace millones de años, cuando el la Tierra no era más que una masa de roca incandescente vagando por el espacio, existía un civilización de seres con habilidades increíbles, entre las cuales destacaban la de conceder o arrebatar la vida.

Esta civilización viaja, aún a día de hoy, por el universo, buscando lugares donde plantar la semilla de la vida o, por el contrario, destruir aquellos lugares en los que reine el caos.

Uno de estos seres llegó a la Tierra y, por razones desconocidas, decidió plantar la semilla de la vida. A raíz de este suceso, comenzaron a aparecer los primeros organismos vivos, pero no solo eso, el pequeño astro comenzó una conversión hasta transformarse en lo que hoy conocemos como el planeta azul.

La vida prosperó hasta que, hace dos mil años, aquel ser volvió.

En aquel momento las guerras para conquistar Europa estaban a la orden del día, nadie se salvaba, todos, en cualquier parte del mundo, luchaban para hacerse con un centímetro más de territorio, éramos unos salvajes.

El ser, presa de una enorme decepción, tomó una decisión. Destruir la vida en este mundo por lo que, para lograrlo, envió a su escuadrón, compuesto por diez criaturas. La guerra entre ambos bandos estalló, pero desde el primer momento estábamos condenados.

Cinco de las criaturas, aquellas que tenían alas obtuvieron el nombre de ángeles, mientras que las otras cinco, aquellas que tenían poderes sobrenaturales y lo podían destruir absolutamente todo con un solo pensamiento, fueron denominadas como demonios.

La guerra por la supervivencia de la Tierra continuó durante los siguientes años, pero los únicos que iban perdiendo hombres eran los habitantes del planeta.

Una noche, después de arrasar a un centenar de humanos, el líder de aquellos ángeles regresaba a su base, a informar al creador de los resultados que había obtenido en la batalla.

Volaba bajo, admirando la naturaleza del paisaje, cuando lo escuchó.

El sonido provenía de la orilla más cercana de aquel río sobre el que volaba.

Se acercó al origen de tan extraño sonido oculto entre las sombras de la noche y observó una extraña escena.

Junto al río había una mujer llorando, entre sus brazos sujetaba el cuerpo menudo de un recién nacido, pero este no se movía, no respiraba, estaba muerto.

Según cuenta la leyenda, el ángel decidió acercarse a la mujer y revivir al niño, pues no soportaba la enorme pena que transmitían los llantos de la mujer.

El niño creció rodeado de muerte y desolación, conforme pasaba el tiempo, desarrolló unas habilidades especiales, casi las mismas que aquellos del escuadrón del creador.

Veintitrés años después de haber comenzado la guerra, aquel chico, ahora convertido en hombre, decidió poner fin a esta. Sabía que no podía vencer al creador, pues sus poderes no eran como los de él, pero tenía una habilidad especial, podía sellar la energía vital dentro de objetos.

Así pues, fue al encuentro de todos y cada uno de los miembros del escuadrón y los fue sellando en diferentes partes del mundo, a cada uno en un objeto distinto. Hasta que llegó el día de enfrentarse al ángel que le dio la vida.

Durante la pelea el hombre, exigió saber porqué le había resucitado, pero el ángel no quiso darle una respuesta. Tardó casi un día entero, pero al final lo encerró en el colgante que él mismo llevaba.

Tras haber vencido a todo el escuadrón fue al enfrentamiento final, contra el creador. La lucha duró seis días, pero al final consiguió vencerle, todo y que para poder hacerlo, tuvo que dar su vida…

Esta leyenda se ha ido pasando de padres a hijos en mi familia desde tiempos inmemoriales y, se dice, que descendemos de este hombre. Tal vez sea verdad o sea mentira, eso lo dejo a tu elección, pero te pido que no lo decidas hasta que leas lo ocurrido en estos dos últimos años, la historia de cómo he desatado el fin del mundo.