Anexión de la anécdota

Ese mismo día, a la noche, le dije a mi chico que no viniera a por mí, a lo cual me llevé una sorpresa viniendo a recogerme donde trabajaba. El chaval del restaurante llamemosle Martín, salió conmigo a la par que sus miradas se cruzaban, nos despedimos con un sonriente hasta mañana, me acerqué sorprendida, dándole un abrazo, me preguntó que quién era el chaval y tal, a lo que le respondí con la función de él en el trabajo.

Llegamos a mi casa, le dije que iba a ducharme, que estaba sudada, mientras me quitaba la parte de arriba, noté vibrar mis nalgas por un mensaje en el móvil, era mi compañero de trabajo, que qué hacía, que si se había ido a cenar con el chiquillo ese, le comenté que me iba a duchar, que estábamos quedando, conociendonos, respondió ligeramente con un cuando me dejaras la opción de hacerlo a mí, yo estaba algo alterada, entre lo que sucedió el otro día y que me estuviera hablando justo al poco de salir del trabajo, quizá quería quedar conmigo.

Le entredí largas diciendo que me estaba esperando para ver una película, y me encontré con una foto suya, tapandose con la manta la polla, toda marcada las sabanas, tremenda por cierto, los abdominales marcados pero no eran de gimansio, secos y voluminosos, lo primero que se me pasó fue querer devorarle entera, lanzarme sobre su polla hasta tener la mitad de firmeza que su cuerpo, quería que me anestesiase, a lo que de imprevisto entra el chaval, llamemosle, Dorma, y me dice joder que tardas, medio riendome le digo, es que tenía que lavarme el pelo, por dentro pensaba, si supiera lo mojada que estoy. Se puso a mear tan tranquilo, y me dijo te espero en la cama.

Ese día justo no había nadie en casa salvo nosotros, pensaba delirar destrozando la cama y sudando como una cerda hasta que los cristales se empañasen y sólo nos olieramos como nos dejaron vivir, repletos de fluidos y un ambiente férreo de locuciones sollozantes, quizá pensandolo en frio, estaba muy exhaltada, con lo que me topé, de golpe se me quitó el calentón, estaba espatarrado en un cama diminuta, y lo primero que se le ocurre decirme es que tiene pereza de la vida y que quiere dormir, yo un poco disgustada, me acosté con él, estuvimos haciendonos caricias, dandonos besos hasta que se quedó dormido, intenté dormirme como él, pero no había manera, pasó media hora, una hora, y ya cansada, me desquité de su lado, partando el peso vago que en mi caía, cogí el móvil y me fui con el pensamiento de ir a ver una serie.

Con todo esto, dejé al chaval de mi trabajo a media palabra y al otro dormido en el octavo paraiso del limbo, vi por encima un poco el mensaje a lo que insinuaba un poco, pasé, me puse a ver la serie esta de Ricky y Morty, y sobre las 5 de la mañana, casi cuando me estaba alelando, me llega un mensaje de Martín, pidiendo perdón, que no quería intimidarme, que quizá interpretó mal los mensajes y se dejo llevar, a lo que claro, no le veía maldad alguna, le dije que no pasaba nada, que le había excitado un poco por la situación en la que estaba pero que no buscaba eso, él preguntó, que qué situación, si podía saber, le dije, que estaba entrando en la ducha y que justo entró el chico con el que estaba, además que llevaba ya un tiempo de aires caldeados, a lo que me dijo que eso como era así, teniendo una persona al lado y siendo tan fina, me extrañó, nunca me alagaron con eso, le pregunté extrañada por qué fina, y con una voz seductora, el habla latina, empezó a envolverme en él, describió mi cuerpo sin confines, al aire de lo que le placía, el audio, lo repetí varias veces sin creermelo, notaba que estaba mojada, no hacia falta casi ni moverme, tenía las venas del coño a reventar, empecé moviendome, como cuando tienes pereza de rascarte y lo haces con el otro muslo, pues así, presionaba los muslos magreando más mi jugo que empababa el pantalón sin cesar, me envió unas interrogaciones, a lo que sin más, me dejé llevar y grabe un vídeo, la escena era esta, posé el móvil en una mesa apoyado de unos libros, y le envié moviendome algo sexy de un lado para otro, sin que se me viera la cara mucho, quitandome la camisa lentamente, imaginandome que tenía su cara delante y él sacaba su lengua restregandose con mis pechos, lo que no esperaba, era de respuesta, otro audio, diciendome que sabía que era una zorra, que le había encantado, me sentía tan libre enviandoselo olvidandome del otro, no quería contestación alguna, esa noche iba a acabar gritando a silencios su nombre, no aguantaba este desjadero tan excitante, el siguiente vídeo, era yo, quitando con la misma congelación mis pantys de dormir, me quedaban sueltos y apretaditos, no tengo mucha cintura, pero no voy a negar que tengo un culo voluminoso,vamos ocupaba toda la cámara, también puede ser que estuviera muy cerca por las ganas de que me follara, pero vamos, quería que escupiera la mayor cantidad de semen, no tuve contestación, sólo una videollamada entrante.....

(Si os gusta comentadlo. Continuará...)