Anécdotas de Romeo : El viejo del metro (Gay)
Estaba necesitado de sexo y dejé que un viejo asqueroso me manoseara en el metro y me la metiera a pelo en los baños de la estación.
Me había despertado esa mañana con un calentón que mi consolador solo había dejado en pausa, pero mi culo pedía a gritos que le metieran una polla de carne, llevaba una mala racha con mis citas, no llegaba a culminar con una buena follada, el anterior tío con el que estuve se corrió mientras se la chupaba y no se volvió a recuperar, con la autoestima por los suelos y la calentura por las nubes cogí el metro para ir al centro, cuando subí el vagón iba con pocas personas, yo me quedé de pie, a medida que iban pasando paradas el metro se iba llenando y notar los roces de alguna que otra persona no fue raro, sentí como una mano se apoyó en mis riñones y luego la quitó rápidamente, más tarde un pequeño roce en mis nalgas, aunque no le di importancia debido al estado del vagón, cuando por tercera vez noté como un hombre me restregaba su paquete por mi culo, la tenía dura eso se notaba, yo estaba de cara al cristal del vagón y lo pude apreciar por el reflejo, era más alto que yo, pelo blanco con perilla canosa, notaba su panza en mi espalda y era feo, en otra ocasión no hubiera dejado que me tocara, pero había que reconocerlo su rabo me puso cachondo, yo moví el culo discretamente para que él siguiera rozandose contra mi culo, se pegó más a mi y durante dos paradas estuvo acomodando su polla entre mis nalgas, dentro de lo que la ropa permitía, la sensación de su polla dura me tenía a cien, pero el vagón comenzaba a descongestionarse y pronto se separaría de mi culo, se acercó más a mi y me susurró al oído ; Voy a bajar en esta, sígueme.
Asentí sin decir nada y cuando él bajo fui unos metros tras de él, se metió en los baños de la estación, yo le seguí, habían varios baños, pero solo uno tenía la puerta abierta donde estaba él, me metí y cerré la puerta del estrecho baño. Me miró con una sonrisa maliciosa.
¿Qué edad tienes nenito? - Preguntó mientras se abría la bragueta.
Diecinueve. - Le dije sin saber cómo podía estar allí, su aspecto cara a cara no era mejor que lo que aprecie en el vagón, no lo pregunté su edad pero tendría unos cincuenta y ocho o sesenta años. Su aspecto era envejecido, con barriga redonda.
Déjame ver. - Dijo mientas comenzó a quitarme la ropa. - Mira que cosita más suave, yo creía que iba a tener mal día y mira que putita me la va a chupar. - Dijo riéndose con malicia, cuando terminó de desnudarme por completo, solo me quedé con las zapatillas, me dio un pequeño empujón sentadome en la taza del inodoro y se bajó los pantalones, su picha estaba tiesa, llena de canas con huevos bastante colgados, antes de que yo reaccionara me agarró de la cabeza y me la metió hasta la garganta, empezó a mover su pelvis follandome la boca, me atragantaba pero no me daba tregua continuaba follandome la boca con agresividad, yo me agarré a su culo peludo y cuando soltó mi cabeza continúe chupandosela, mientras el se quitaba la camiseta, dejando a relucir su panza llena de pelos canosos y sus tetas caídas. Yo continuaba tragando su barra de carne.
¡Para! No quiero quedarme con las ganas de follarte, levanta y date la vuelta. - Ordenó, me levanté y me puse de espaldas a él, poniéndole mi culo depilado a su disposición.
¡Que culito tienes zorrita! Seguro que se han metido un montón de pollas por aquí ¿eh? - Dijo mientras me metió la punta de un dedo. Acto seguido noté la punta de su polla en mi agujero.
Pon un condón. - Le dije al notar su polla.
¿Crees que voy a follarme este coñito jovencito con una puta goma? No uses la boca si no es para chupar. - Me dio un azote en el culo tan fuerte que me escocio.
¡Aaaah, cerdo! - Le dije, pero puse más el culo en pompa, estaba a cien.
Metió su rabo en mi culo de un solo tirón y sin lubricar.
- ¡Aaaah! - Di un grito en seco. - ¡Lubricalo cabrón! - Dije.
Agarró con sus manos mi cintura y sin hacerme caso comenzó a bombear sin parar, me apoyé como pude en las paredes del baño y comencé a soportar ese rabo que empezó a lubricarse con jugo preseminal, sus pelotas rebotaban y se oían con claridad, yo no paraba de gemir y apretaba mi culo con fuerza para notarla más apretada, mientras él me decía cosas como ; Así putita, zorra te va la lefa, voy a preñarte cerda... Y me azotaba el culo.
Empezó a gruñir y notaba su polla palpitar, el culo me escocía un poco por haber empezado sin lubricar, pero pronto comenzó a correrse en mi interior, notaba su semen caliente dentro de mi agujero, la sacó flácida, sin decir nada se limpió la polla papel, lo dejó caer caer al suelo y se subió los pantalones, mientras su semen chorreaba por mis muslos.
- Has sido una buena puta, espero que nos volvamos a ver. - Dijo mientras se ponía la camiseta y se fue del baño.
Ese cabrón no había esperado ni a que yo acabará, me masturbe y después de correrme me limpié lo mejor que pude y volví a casa.