Anécdota del Papa

Era alguien muy muy importante...

Durante su última visita a República Dominicana, el Papa, cansado de tanto protocolo y alabanza se decide romper un rato las reglas. Cuando sube a la limousina para uno de los traslados le dice al chofer: "Hijo mío, tengo ganas de romper un poco el protocolo. ¿Serías tan gentil de dejarme manejar mientras tú te vienes atrás para descansar?"

Nadie puede negarle algo al Papa, ¿verdad? Y aquí vamos, con el Papa al volante y el chofer sentado atrás en una enorme limousina de vidrios polarizados.

Un poco olvidado del arte de conducir, el Papa va por una de las avenidas principales de Santo Domingo.. y se va pasando semáforos en rojo, tumbando botes de basura y haciendo poco caso a las señales de tránsito. Se le arrima un patrullero y lo detiene. El Papa baja su ventana, y al verlo el policía se asombra y regresa a su vehículo, toma el radio, y se produce el siguiente dialogo:

Oficial: "Patrulla #505 a central, cambio"... Central: "Sí, chicuelo, que sucede?" Oficial: "He detenido a un tipo que por lo que parece es influyente poderoso, y no sé como proceder. Cambio"... Central: "Pues, como siempre: quítele unos pesos y tráigame lo mío, cambio" Oficial: "No, pues, es que este tipo parece ser influyente de verdad no me quiero meter en problemas, cambio" Central: "Ah, la flauta..., qué, es narco o qué?" Oficial: "No, hombre, mucho más pesado que cualquier narco!" Central: "Ahh, qué ese es de los del FBI, DEA, Senador, General, Bin Laden o que?" Oficial: "No, no seas tonto, los FBI, Senadores o Generales y todo lo demás, no le dan ni por los tobillos a este señor!" Central: "pues quien es?" Oficial: "Pues no sé, se me hace que es DIOS, Cambio..." Central: "Está usted loooco, cómo que DIOS,... por qué lo dice?" Oficial: "Digo que es DIOS, porque trae al PAPA de chofer!!!"