Andrea y sus hermanos

La pequeña Andrea se enrola en una sesion de sexo con un hombre y dos mujeres más.

Andrea y sus hermanos.

Hola, soy Andrea, mi relato es 100% real. Ya saben que por supuesto mi nombre es real pero el de los demás no, ya que pertenezco a una familia muy bien acomodada y poderosa de mi lindo México. Quien transcribe mis historias es un amigo de aquí mismo al que tengo mucha confianza y lo quiero a pesar de lo que puedan creer.

En esta ocasión les relato como me llevo con mis hermanos, espero que se calienten

Después de que mi hermana, me encubriera cuando me masturbaba con las revistas porno de mi hermano. Me dijo que se lo debía y que se lo iba a pagar. Estábamos cenando una noche de viernes, en la que ninguno de mis hermanos había salido, música de fondo (Beethoven) y una seriedad se respiraba en el ambiente, hasta que mi mamá anuncio del compromiso que tenían con un amigo de mi padre. Y como siempre, nos invito a ir pero mis hermanos se salieron por la tangente, Tom, dijo que al otro día tenía partido y B, que había quedado con unas amigas, a mis 16 años yo me aburría mucho en esas reuniones y tampoco quise ir. Sorprendentemente, mis papás no pusieron peros, pues siempre querían que por lo menos uno fuera con ellos.

En mi cabeza hacía planes para el otro día, ahora buscaría en el cuarto de mis padres una revista o película o algo con que entretenerme. Terminamos de cenar y me fui a mi dormitorio a navegar un rato por Internet, hasta la medianoche que me dormí.

El sábado, mis papás partieron como a medio día pues era comida a donde iban para después asistir a un cóctel y era a las afueras de la ciudad (en Cuernavaca). Tom, se fue a jugar como a las 2 de la tarde y B salio a eso de las 3 después de que comiéramos juntas. Claro que antes la interrogue

  • ¿Ahora con quien vas a ir?-

  • Con Julieta… de compras.-

  • Cuídate.-

  • Cuídate tú, no te estés sobando todo el día la panocha… Nos vemos como a las 8, me vengo a cambiar pues voy a ir con Antonio al cine.-

Ella se retiro caminando a la entrada de la casa donde Julieta pasaría por ella. Al verla andar se me empezó a mojar la conchita. Ella iba con una mini de tablones azul claro, sus zapatos rosas de tiras hasta la pantorrilla y una blusa blanca muy ajustada, con sostén claro, sus grandes gafas oscuras y me imagino con un tanga.

Hice cuentas y entonces, noté que tendría la casa para mi sola durante casi 5 horas, pues la primera que regresaría sería B como a las 8, Tom llegaría, como siempre, después de las 10 y mis papás hasta media noche, así que tendría 5 horas para mi solita en casa y después de que se fuera B otras 2 a lo mucho.

Espere a que dieran 15 minutos y que B no volviera, ya no quería que me viera de nuevo en mis "asuntos". Pasado ese tiempo, me dirigí a la habitación de B, busque en sus cosas y nada, parecía que mi hermana era muy santa.

Entonces fui al cuarto de mis padres tratando de encontrar alguna película o algo. Todo fue muy raro, busqué en los cajones de ropa y en el closet sin éxito. Ya me había resignado a regresar al cuarto de Tom a buscar otra revista cuando se me ocurrió que tal vez podría excitarme con la ropa interior de mi mamá, así que rebusque en su cajón donde guarda toda esa ropa y encontré ropa de mucho tipo, principalmente pequeña y casi transparente, era muy excitante y toda olía muy rico, escarbando en la ropa encontré una clave de 4 dígitos. Pensé primero que sería de alguna tarjeta de crédito pero algo me ilumino y me fui a mi cuarto a encender la televisión, sintonicé un canal de adultos y me pidió la clave, que gustosa puse y la imagen apareció

La primer escena que vi fue a un par de mujeres, una rubia y la otra morena, la rubia con los labios vaginales muy anchos, fue lo que más me llamo la atención y la morena con unos senos redonditos, no muy grandes y se veían riquísimos… sí, se me antojo poder probar esos senos y esos labios grandes, nunca me consideré atraída por alguna mujer hasta ahora, de inmediato, mi mano busco mi conchita que ya estaba húmeda y comencé a acariciarme, primero lentamente y por encima, después de solo unos segundos, me metía el dedo rápidamente, eufórica.

El orgasmo me llegó pronto y me sentí aliviada, agradecida conmigo misma. No me preocupe por salir adecuadamente vestida de mi cuarto, mi blusa con estampado por encima de mis pequeños pechos y mi pants azul un poco mal acomodado. Mis dedos olían a sexo, a mi pequeño pero hambriento sexo y salí en busca de más cosas en el cuarto de mis papás esperando encontrar algo más excitante que la clave y dejar la misma en su lugar.

Me detuve bajo el dintel del marco de la puerta de la recamara de mis papás y escudriñe con la mirada toda la habitación, faltaba un lugar donde buscar, no creía que ahí hubiera algo pero aún así investigaría, en el gran closet de mis padres, había hasta arriba un par de edredones que casi no utilizaban y un par de cajas de cartón que tenían la etiqueta de "ropa de cama", pensé que eso sería pero no estaba por demás investigar así que lleve un taburete que tienen mis papás en el cuarto y logre bajar una de las cajas, la menos pesada, la lleve a la cama de mis padres y la abrí

Ahí encontré muchas, muchas cosas menos "ropa de cama". Había un par de películas porno, una con una mujer rubia de pechos muy lindos y muy sensual y la otra con una mujer rodeada de 7 hombres que la admiraban con sus pechos de fuera. Unas cosas de látex que no entendía que eran, pilas chicas y varias formas fálicas, de las que recuerdo, un gran pene color café muy oscuro, como si fuera de un negro potente, un falo plateado mediano y un azul con burbujas de dos cabezas.

Creo que mi cara se iluminó y tome el plateado ya que era el más "decente", la película de la rubia y lo demás lo deje dentro de la caja sobre la cama, estaba feliz, había encontrado un "tesoro" pero todo termino cuando me preparaba para salir y encontré a mi hermana espiando desde la puerta abierta.

  • No te puede dejar una sola un minuto porque comienzas de "puerca".-

  • No… discúlpame…- balbuceé.

  • Mírate, con una película porno en la mano y en la otra un consolador. Y luego de mamá. Ya ni la chingas.-

Creo que se me fue el color pues mi hermana notó mi susto.

  • Está bien. No diré nada pero con esta ya me debes dos Andreita. Y te las voy a cobrar, ven con tus juguetes, vamos a mi cuarto.-

Yo la seguí con mi ropa aún desacomodada pero conforme caminábamos poco a poco se fue acomodando la blusa, pensaba que me daría un sermón peor que los de iglesia y mil cosas más, cuando ella abrió la puerta de su habitación me quede de una pieza al ver a su amiga sentada en la cama y al lado una caja de cartón de color blanco, era anteriormente de unas botas negras que casi no usaba mi hermana.

  • Mira babosa, si querías juguetes me hubieras dicho… enséñale Julieta.-

Su amiga saco volteo la caja de cartón sobre la cama y en ella había más consoladores, vibradores, películas y otras cosas que seguía sin entender que eran.

Julieta tomo un consolador en forma de pene muy lleno de venas, de tamaño normal y lo empezó a chupar, ella siempre (desde que recuerdo) fue un poco delgada, sus pechos medianos no se comparaban a los de B, eran más bien como los míos si cabe hasta un poco más chicos, su pelo cambiaba constantemente de color, ahora era rubia con mechas oscuras, iba vestida como mi hermana, con una mini de color azul (ella marino), una blusa sin sostén blanca, sus tines de color azul y sus tenis de color blanco. El como chupaba aquella verga artificial me comenzó a calentar y estaba absorta mirando como lo hacía hasta que B me despertó.

B se dirigió a donde Julieta estaba y comenzó a chupar el mismo consolador encontrándose sus lenguas muchas veces hasta que se fundieron en un beso. Esto me recordó la película que hace unos minutos había visto y la humedad entre mis piernas iba en aumento. Mientras se besaban ambas dirigieron la mirada hacia mi y B me llamo a su lado, me puso el consolador cerca de mi boca y me invito a probarlo.

  • Haz así como nosotras.-

Y comencé a lamer poco a poco viendo como ellas lo hacían, lo mejor fue sentir nuestras lenguas rozarse a veces con mi hermana a veces con Julieta o las tres al mismo tiempo, era un éxtasis increíble, a cada lengüetazo, a cada roce, mi vagina generaba más fluidos y ya estaba muy empapada. Estábamos tan absortas en nuestra tarea que no me di cuenta que Tom estaba viendo todo en la puerta, él estaba desnudo viéndonos y jalándosela, hasta que Julieta se nos separo y lo trajo a nosotras tomándolo de la verga.

Lo sentó en el filo de la cama y nos invito a chupársela a él, mi hermana declino la invitación mientras yo veía esa verga con sus venas marcadas y erecta sin ser muy grande pero era la primera que veía y me invitaban a mamar.

  • B…- Mire a mi hermana que se metía el consolador lleno de nuestra saliva como pidiendo autorización de mamársela a Tom.

  • Hazlo como con esta.- me enseñaba la que tenía entre sus piernas entrando y saliendo poco a poco.

Asentí y me acerque a la verga de mi hermano, estaba caliente y húmeda por la saliva de Julieta, primero comencé a lamerla mientras Julieta le chupaba la punta y cuando llego mi turno me la metí poco a poco, no era tan grande pero sentí que no me cabía más que la punta. El sabor era extraño, un poco salado pero me gustaba, creo más por el morbo que por otra cosa.

B se metía su consolador para sacarlo de nuevo a un ritmo casi hipnótico, yo estaba absorta de ver a mi hermana así y casi ya no ponía atención al falo de mi hermano por lo que Julieta me quito para poder sentarse en la verga de mi hermano y cabalgarlo frenéticamente.

Entonces decidí acercarme a B y acariciarla como había visto en la película, tocar sus pezones oscuros y sus pechos generosos, era algo increíble, ella metía y sacaba ese miembro falso de su concha y yo la acariciaba como si fuera una escultura o un muñeco muy lindo de peluche. B llego a su primer orgasmo y me beso en la boca, nuestras lenguas se juntaron y pelearon por un par de minutos, sentir la lengua de mi hermana jugar con la mía me daba un morbo increíble.

Mientras Julieta y Tom cogían como si se les fuera a acabar el mundo y ella hacía mucho ruido, creo por la excitación de cogerse a un hombre frente a sus dos hermanas que también gozaban del sexo. B se levanto y regreso del cuarto de mis padres con un consolador de uno 40 o 50 cm. de largo, rojo y como con una columna vertebral dentro de él de color blanca

  • ¿Nos dan permiso? Solo desocupemos un momento la cama, cojan aquí por favor.- decía B mientras les ofrecía la silla de su mesa de computo, algo no muy cómodo pero junto a nosotras.

A mi me guío a acostarme con las piernas bien abiertas. Al poco sentí su lengua lamer desde mi perineo hasta mi clítoris, cada lamida era una chispa dentro de mi como pólvora. Estuvo dándome placer por un par de segundos y orgasmos hasta que se detuvo para poder meterme ese enorme dildo.

  • Ya estás lista.- Me dijo mientras se subía a la cama frente a mí con las piernas abiertas e insertada del otro extremo del consolador.

Yo veía a momentos a mi hermana tocándose los pechos moviéndose al mi compás con su vagina chorreante y el dildo dentro de las dos y a mi hermano cogiendo a Julieta, estuvimos así por espacio de 10 minutos, muy placenteros cuando Tom salio de Julieta para venirse en su boca, ella lo recibió todo dentro no dejo escapar casi nada y B y yo tuvimos un orgasmo muy rico de solo ver como recibía el esperma de mi hermano esa chica.

Ella se levanto y tomo de la barbilla a mi hermana para poder ponerla boca arriba y mi calentura subió de solo ver como Julieta le pasaba el semen de mi hermano a B

  • ¿Quieres probar?- Me invito Julieta mientras Tom descansaba con los ojos cerrados en la silla.

Asentí tímidamente y mi hermana hizo lo mismo que Julieta hizo con ella, sentí esa cantidad de semen muy grande gracias a la saliva acumulada por esas mujeres y mi concha empezó a chorrear de nuevo como si nunca lo hubiera hecho, un escalofrío recorrió mi cuerpo y el sabor me era gustoso, raro pero rico.

B me cerró la boca y me ordeno que me lo tragara para que supiera hacerlo siempre.

Lo trague y el solo sentir como resbalaba por mi garganta me causo un pequeño orgasmo, después empecé a sentir un picor en mi garganta pero me dijo B que eso era normal.

Acabamos los cuatro exhaustos, nos vestimos y luego nos bañamos Tom y Julieta, B y yo para después pedir unas pizzas y cenar como si lo que hicimos lo hiciéramos todos los días.