Andrea

Como me sedujo la mujer de mi mejor amigo.

ANDREA

Muchas veces había pensado la posibilidad de tener algo con Andrea. Pero nunca pensé que algún día se haría realidad. Andrea y Luis son una pareja de amigos de mi mujer y míos. Andrea es una mujer muy morena, con unos ojos negros y brillantes que te absorben con la mirada. Es delgadita y aunque no está especialmente dotada de pecho, el culo respingón que tiene suple con creces ese defecto. Yo soy Alberto, un tipo normal 1,80 moreno y ojos castaños no excesivamente delgado... vamos corriente, lo único de lo que estoy orgulloso es mi sonrisa se que es bonita o eso decía mi mujer.

Andrea y yo siempre nos habíamos llevado muy bien, había feeling entre nosotros. Pero siempre la respeté porque era la mujer de Luis y además yo era fiel a mi mujer. Un día de diciembre, había quedado con Luis para ir a su casa y así ayudarle a configurar su ordenador nuevo, que se había regalado por navidad. Así que decidido a ayudarle me fui a media tarde.

Cuando llegué a su casa, llamé y fue Andrea quien me abrió. Me quedé de piedra, no porque me abriera Andrea, si no por como iba Andrea. No no estaba desnuda no penséis mal estaba mejor que eso estaba impresionante. Iba arreglada como para ir a una fiesta. Llevaba una falda por encima de la rodilla con una abertura que dejaba ver cuando andaba el final de las medias negras que llevaba. Arriba llevaba una blusa negra que se transparentaba dejando difuminada la silueta de su sujetador negro. Y por último llevaba unas botas de tacón alto ajustadas a las piernas que le llegaban por debajo de las rodillas. A mi siempre me han encantado ese tipo de botas!. Después de quedarme embobado mirándola me di cuenta que ella me sonreía, creo que satisfecha por el efecto que me había causado. Me fijé en su mirada y había algo diferente no se... lujuriosa me pareció, pero enseguida me quité eso de la cabeza era mi amiga Andrea.

-Pasa no te quedes en la puerta, tonto – Me dijo.

Algo ofuscado por mi reacción entre a casa.

-Había quedado con Luis- Le dije.

-Estará al llegar, pasa y espérale-

No sentamos en el salón mientras me puso una copa, a mi no me apetecía porque era muy pronto, pero viéndola notaba que ese día sería incapaz de decirle que no a nada, mis ojos no dejaban de recorrer su cuerpo, y ella se daba cuenta satisfecha. Puso música suave mientras charlamos de nuestras cosas y así fue como me explicó que acababa de venir de la comida de navidad de la empresa y por eso la pillaba así (por eso me explicaba también que estaba un poco chispa).

Se me estaba haciendo eterna la espera, estaba incomodo porque no paraba de cruzar y descruzar esas largas piernas insinuando todo lo que no dejaba ver y consiguiendo hipnotizarme con su movimiento. Además estaba muy alegre y no paraba de mirarme como si fuera su presa, miradas que lógicamente tenían su efecto en mi, mi corazón se aceleraba y otro miembro mío empezaba a sufrir estrecheces, cosa que ella notó y hasta me pareció que se relamía la boca mirándolo. En esos momentos si no es mi amiga Andrea me hubiera lanzado vorazmente hacia ella, pero yo soy así me controlé.

Cuando ya llevábamos 2 copas sonó el teléfono, era Luis que no podría venir, estaba en el trabajo y tenía para un par de horas más. Así que me dije "salvado por la campana" y me levanté para irme. Pero ella me paró, me agarró de la mano y mirándome con esos ojos profundos me dijo dulcemente al oído

–No me puedes dejar sola con la copa. Baila conmigo-

y como percibía al principio era incapaz de decirle que no a nada. Así que ahí estaba bailando con ella, y ella se apretaba contra mí como si en ello le fuese el respirar, se frotaba contra mi entrepierna, la cual estaba que estallaba y ella lo notaba. Estaba perdiendo el control sobre mí y sin poderlo evitar le mordí el cuello y la hoy decir a mi oído

– ya era hora ... – seguido de un suspiro.

Al momento me sentí empujado contra el sofá y quedé boca arriba, y vi como con rapidez y ansiedad Andrea me desabrochaba y habría el pantalón dejándome como un mástil enarbolado apuntando al cielo. Me la agarró y se la introdujo de golpe y avidez sin quitarse la falda, solamente apartando el tanga que me pareció ver que llevaba. Me sorprendió lo fácil que entré pues estaba tan caliente que estaba empapada en sus jugos y me encantó su gesto de plenitud y el suspiro ronco que emitió al entrar en ella. No sé si se había corrido pero sin duda había conseguido su trofeo y no iba a dejarlo escapar sin jugar con él, y empezó a cabalgar encima de mí. Al principio despacio controlando la situación, ella subía y bajaba encima de mí dejando que mi polla llegara desde su entrada hasta lo mas profundo de ella. Yo notaba como entraba mi polla en su coñito húmedo y fresco, y como recorría toda su matriz por dentro. Estaba dura como una piedra, me dolía de ganas de estallar pero quería disfrutar al máximo, creo que nunca la había tenido en ese estado. Cuando menos esperaba aceleraba su ritmo a la vez que decía

-damela toda-

llevándome hasta el borde del orgasmo, no se como lo sabía pero cuando estaba a punto de correrme se paraba moviéndose en circulo y volvía a empezar. No me iba a dejar correr y me estaba volviendo loco yo no podía dejar de suplicarle

–sigue, más rápido...-

pero ella tenía el control y le encantaba, sin darme cuenta estaba empezando a gritarla

-vamos puta más rápido.... no era esto lo que querías Zorra....-

estaba completamente fuera de control. Me creí morir cuando bruscamente paró en seco y se salió

-no todavía no te vas a correr- me jadeo.

Aunque había parado se le veía que rebosaba deseo por todos los poros, era una hembra en celo, en ese momento era mi hembra y yo debía saciarla. Me lancé contra ella y le quité la falda a la par que le arrancaba el tanga lanzándome voraz a saciarme de su jugo, no podía pensar solo quería que se corriera a toda costa. Empecé jugando con su clítoris, lo rodeaba con mi lengua y luego lo mordía suavemente hasta que la oía gemir, seguí acelerando el ritmo de mis pasadas pasando mi lengua por toda su raja hasta que empezó a suplicar entre gemidos

-Más rápido, más rápido por favor...-

en ese momento tantee con la mano el culo que tantas veces había deseado y vi que jugando con su ojete era ella la que perdía su control y empezaba a gritar

-Sigue cabrón!, sigue-

Así que seguí a la vez que jugaba con la lengua en su perlita, acariciaba rápidamente su ojete. Cuando no podía mas me volvió a empujar dejándome otra vez boca arriba y se volvió a empalar despacio dejándome sentir y sintiendo ella como mi polla se habría paso como un misil entre sus carnes, pero esta vez mirando en contra mía y dejándome todo ese hermoso culo a la vista. Fue increíble la sensación de volver a estar dentro de ella, y empezó un movimiento rápido de subir y bajar encima de mí, ya no tenía fuerzas para controlarse, notaba como estaba ella a punto de correrse así que agarré su culo a la vez que me cabalgaba con fuerza y le introduje el dedo gordo hasta el fondo.

-Siiiii-. Gritó

Fue increíble como se convulsionó a la par que gritaba tan increíble que perdí todo el control de mi cuerpo mientras una descarga de placer recorría todo mi cuerpo y sentía como me secaba y absorbía todo lo que yo echaba y cuando a mi no me quedaba líquido ninguno ella seguía aún cabalgando y gritando.

-No pares todavía, no! Dame más-

Eso hizo que aún aguantase un poco más, tanto que empecé a marearme, hasta que paró exhausta.

Nos quedamos tendidos jadeando el uno contra el otro acariciándonos sin poder articular palabra, había sido el mejor de nuestras vidas y por lo tanto cambiaría estas vidas. Ese día abrimos la caja de Pandora y una vez abierta no se puede volver atrás.

Me gustaría saber vuestras opiniones sobre el relato. A_t_71@hotmail.com