Andrea; el deseo
El recuerdo de la piel de una mujer, que llega a enloquecerte al saber que vas ha perderla.
"Andrea; el deseo"
El poema prometido en la caricia,
se hace fácil recordando lo bonito.
Puedo romper cada una de las palabras
transitando la memoria de tu piel.
Cali como paraíso soñado,
cuando mi evocación sólo recorre
las dunas doradas de tus senos,
que las manos recuerdan en su tacto.
No podría de ti, Andrea,
mantener en mí una constante.
Tu configuras por ti misma
todos los edenes salomónicos.
Sé de todo lo tuyo, en el futuro próximo,
y te conformo como diosa
pagana, en este templo
al que te convoco de amor.
Hablo de ti Andrea.