Andrea - 6

Andrea se estrena como semental

ANDREA – 6

La decisión que habíamos tomado las cuatro fue aceptada por unanimidad, y así se dispuso.

El día previo a mi vista al endocrino, Rosa, me recordó que esa noche dormiríamos juntas y que estaba muy ilusionada, le di las gracias y salí  para hacer unas gestiones.

Me fui a un banco de semen con la intención de congelar mi semen para ser utilizado por las personas que indicase.

Hable con la dirección y les expuse mi caso, no quería pasar por este mundo, sin que las personas que me habían ayudado tanto no pudiesen cumplir el deseo de tener un hijo mío y para ello quería donar mi esperma para ser utilizado por ellas las veces que fuese necesario a voluntad propia y que ellas mismas pudiesen decidir en el caso de que con el tiempo ya no pudiesen concebir, donarlo para uso de otras mujeres.

Me informaron de que no había ningún problema, solamente necesitaban mi autorización escrita, el nombre y su número de identidad y quedarían registradas como futuras receptoras hasta que ellas mismas lo decidiesen, quede en ir a los dos días con todos los datos y fotocopia de su documentación.

Por la noche, apenas cene, tan solo un poco de fiambre y un yogur y me retire a mi cuarto, me fui al baño, me duche y tras ponerme un batín, me fui al cuarto de Rosa, me metí en la cama y la espere, ella estaba en el otro baño arreglándose.

A los pocos minutos, apareció vestida con un camisón corto color blanco haciendo juego con unas braguitas del mismo color y un sostén, se acerco a la cama y antes de meterse en ella dándome un beso en la boca me dijo:

-          Andrea, esta noche es para mí, mi noche de bodas, la noche que toda mujer se entrega a un hombre por amor y con el deseo por parte de ambos de concebir un hijo, fruto del amor que se profesan.

Nos abrazamos y besamos, al mismo tiempo que mis manos recorrían su cuerpo acariciándolo, pensando que dentro de unos años yo estaría en brazos de un hombre que me hiciese el amor. Bese sus labios, que lucían un tono rosado, dándole a su rostro un aspecto angelical y de inocencia, lentamente le saque el camisón y el sujetador, dejando libre sus hermosos pechos que pedían ser besados y acariciados, sus pezones con una areola pálida me los metí en la boca acariciándolos y besándolos con mi lengua succionándolos como si de ellos manase la leche que amamantaría a nuestro hijo, ella comenzaba a suspirar de gozo, al mismo tiempo que su mano buscaba mi pene para masajearlo y ponerlo a tono  una vez que lo encontró se metió bajo las sabanas con la intención de besármelo y hacerme una mamada, se lo impedí, indicándole que lo dejase para después, momento que aproveche para quitarle las braguitas y arrojarlas fuera de la cama, estábamos los dos completamente desnudos, mis manos recorrían todo su cuerpo, en realidad parecía que me faltaban manos, me baje para comerle el clítoris aceptando mi disposición para que lo lubricase bien, mi lengua comenzó a acariciar sus labios vaginales y comenzó a separarlos para que mis labios besasen el clítoris, un dedo entro en su vagina, comprobando que ya estaba muy mojada aprovechando el momento para ponerme sobre ella en la posición del misionero y penetrarla. Fue en ese momento que me dijo:

-          Andrea, te quiero, y siempre te querré, soy una puta que te quiere follame duro y déjame preñada, quiero que me hagas un hijo para recordarte siempre, perfórame el coño soy tuya.

Y abriéndose de piernas cogió mi pene y se lo puso a la puerta de su vagina, sus piernas las cruzo por detrás de mis caderas y de un solo golpe se acerco tanto a mí que ella misma se perforo el coño.

-          Ahora bombea tu hermosa polla dentro de mí y lléname el coño con la fuente de vida de tu polla.

Entonces comencé con el movimiento de mete y saca, cada vez más rápido, ella comenzó a excitarse de tal manera que parecía que estaba poseída, agitaba su cabeza de un lado a otro gritando.

-          Si así fállame duro déjame preñada no la saque descárgate dentro de mí, sigue no pares quiero que mi vientre se hinche con un hijo tuyo eres el mejor amante que he tenido y tendré, nadie más pondrá su polla dentro de mí, mi coño es tuyo.

Yo seguía con los movimientos y comprobando que ella estaba a punto de tener un orgasmo, aproveche para acelerar los movimientos y coincidir mi eyaculación con su orgasmo, cuando de repente me dijo.

-          Cariño ya está aquí ya me viene, YAAAAA Si es maravilloso.

Fue en ese preciso momento que yo eyacule en su interior llenando su vagina con abundante esperma, que si teníamos suerte, quedaría embarazada.

Me desacople y me tumbe a su lado, le dije que cerrase las piernas para evitar que cualquier gota de semen saliese de su vagina, la abrace, ella apoyo su cabeza sobre mi pecho y dándome un beso me dijo.

-          Andrea, te quiero, espero que su simiente encuentre donde anidar y que sea tan guapo como tú.

Y así en esa posición nos quedamos dormidos.

Al despertarnos, estaba en la misma posición, no se había movido durante toda la noche, le di un beso y se despertó, aprovechando el momento para ir al baño a orinar, tenía la vejiga a reventar, cuando regrese, me la encontré sobre la cama a cuatro patas, y esperando con el culo en pompa para que la penetrase en la pose del perrito, no me hice de rogar, le bese el coño al mismo tiempo que mis manos agarraban sus pechos que colgaban como si fuese las ubres de una cabra. Comprobé de que ya estaba excitada y bastante mojada, entonces le agarre las caderas y sin ningún miramiento apunte hacia su coño y le metí de un solo movimiento todo mi pene en su vagina. Dio un grito, no esperaba mi reacción y me dijo.

-          Cariño, en realidad la tienes enorme, me toca el cuello del útero, descárgamelo todo ya que tus bichitos tendrán menos camino que recorrer.

Sin parar y agarrándola por las caderas comencé a moverme con fuerza, ella suspiraba de placer, en realidad era insaciable, en eso se parecía a mi cuando me perforaban el culo.

-          Dame fuerte, no pares, dame un par de azotes, me gusta que me azotes cuando estoy en esta postura soy una niña mala que te quiere, no tengas vergüenza.

Era exactamente lo que yo pedía cuando me penetraban y comencé a azotarla cada vez con más fuerza, ella me pedía mas, y fue entonces cuando me dijo.

-          Ya está aquí me viene, eres fenomenal y   YAAAA

Yo aproveché para acelerar los movimientos y eyacular en su interior, estaba agotado y me derrumbé sobre sus espaldas. Nos desacoplamos y quedamos tumbados sobre la cama, ella apretó sus nalgas y piernas y levanto las caderas con el fin de que mi esperma no saliese de su coño.

Tras el acto me arregle para acudir al endocrino, me presente y le dije que me lo había recomendado Katrina, me reconoció y tomo las medidas anatómicas correspondientes, posteriormente me mando hacer unos análisis, a poder ser en ayunas, y que una vez tuviese los resultados llamase para pedir cita. Le pregunte:

-          Dr. Al tomar las hormonas la producción de semen disminuye y los espermatozoides desaparecen, cuánto tiempo pasa hasta que eso suceda.

-          Algunas hormonas eliminan la producción de espermatozoides, pero eso no es de inmediato, pueden pasar dos o tres meses y la producción de semen lo mismo.

-          El tamaño del pene disminuye, pues he visto que muchos transexuales tienen unos penes muy desarrollados?

-          Algunas hormonas hacen que disminuya considerablemente el pene, dejándolo en el tamaño de un niño con la única utilidad de orinar, no obstante otras lo disminuyen pero no tanto, ya que si disminuyese demasiado no quedaría materia prima para efectuar una vaginoplastia en un futuro, ya que la vagina en estos casos se construye con la piel que cubre el pene, es como si le diésemos la vuelta a un calcetín.

-          Se lo pregunto por la siguiente razón. Las chicas con las que vivo, compañeras de piso a las que aprecio mucho, me han pedido de que antes de comenzar el tratamiento quieren que las deje embarazadas, como un recuerdo de mi persona como hombre, son tres y con una ya empecé, pero me faltan las otras dos, siempre que las deje preñadas a la primera. Como ve, soy sincero y no quiero andar con medias tintas.

-          No te preocupes, tienes como mínimo tres meses para dejarlas preñadas, espero que tengas puntería.