Andrea
Hay veces que el desear algo con toda tu alma ocaciona que el destino te quiera dar una lección. Este es el caso de Andrea. Una chica que creía que podía tener todo lo que deseaba y el destino le dio una lección muy dura.
Cuando hacia este relato, decidí cambiar la forma de contar la historia del mismo. Inspirado en una historia corta de un libro de relatos eróticos de la colección de La Sonrisa Invertida, decidí hacer un experimento. Relatar todo sin diálogos. Dejar el diálogo implícito en la misma historia. El resultado de ese experimento lo tienen acá.
Una vez concluido me di cuenta que era un relato bastante atípico, por lo que decidí hacer una votación en mí grupo de Facebook para que sus miembros voten a qué sección mandarlo. Por votación de la mayoría se decidió que sea en la sección de Infidelidad.
Honestamente, pienso que quedaría mejor en Grandes Relatos, o en Hetero: General, pero la mayoría voto por Infidelidad y bueno. Aquí tienen una historia bastante interesante. Ahora estará en ustedes el decidir si el relato está bien posicionado en esta sección o debería de ser mudado a Grandes Relatos o Hetero: General.
Sin más que decir... Disfruten de..
ANDREA .
Andrea tuvo dos amores a lo largo de su vida, y a ambos los perdió. El primero, y más importante, fue su amor de juventud y amor de su vida, el cuál la marcó por la forma de ser de esta persona, totalmente desinteresada, sensible, amorosa, alegre como ningun otro ser humano, pero, sobre todo, porque era una persona que podía dar incluso su vida, sin importar nada. Esa persona era Gerardo, y lamentablemente la vida iba a hacer que cambiara su personalidad totalmente por las experiencias que viviría y esa persona que era en su niñez y adolescencia cambiaría totalmente.
El otro amor que tuvo, no tan importante como Gerardo, pero no por eso importante, era David. David era muy parecido a Gerardo en personalidad, pero tenía alguna que otra diferencia. Ambas personas la marcaron en dos momentos de su vida. Y a ambas hizo daño. Por eso la vida se encargaría de hacerla pagar por las cosas que les hizo tanto a uno como al otro.
El día que conoció a Gerardo fue el primer día de jardín de infantes ya que terminaron siendo compañeros de aula los dos. Tenían la tierna edad de 3 años. Ella era una chica muy tímida en ese entonces y Gerardo era todo lo contrario. El tiempo iba a encargarse que esas personalidades terminaran por intercambiarse en ellos a lo largo de su vida. Lo que le llamó la atención de este chico era la facilidad que tenía para interactuar con las niñas. Siempre estaba alegre, era atento, y muy cariñoso con ella. Chica que él le decía si le daba un beso, chica que se lo daba en la mejilla y sin drama alguno. Para luego salir corriendo con una sonrisa enorme en su rostro. Andrea siempre veía a Gerardo jugar en los recreos con los demás niños a los caballeros y dragones. Él siempre era uno de los galantes caballeros que combatían a los malvados dragones usando una espada y un escudo de madera y se preguntaba como sería besarle.
Durante los años que estuvieron juntos en el jardín de infantes, Andrea llegó a tener una amistad muy especial con Gerardo. Pero cuando esta etapa terminó y se dio cuenta de que no lo vería más, se desesperó. Pero la suerte iba a estar de su lado. La melliza de Gerardo terminó siendo su compañera de clase durante toda la escuela primaria y secundaria. Durante toda la primaria, Andrea vió desde lejos a Gerardo y se ponía celosa cuando se enteraba que a él le interesaba alguien. Pero también fue testigo de como era rechazado con las excusas mas variopintas y clichés que pudiesen existir. Y eso, la hacia enfurecerse, por que no podía creer como un chico tan apuesto y atento era rechazado de las formas mas viles. Se juró que cuando tuviese la valentía suficiente iba a declarársele a Gerardo. Quería ser la mujer que le hiciera feliz. Quería formar una familia con él, ya que su sueño era tener hijos, y quería tenerlos con Gerardo. Poco se imaginaba que iba a volverse la peor de las mujeres que lastimaran a Gerardo.
Cuando cursaba el 4to grado de primaria, Andrea se desarrolló y comenzó a ser el objetivo de las bromas de sus compañeras de clase por los grandes pechos que había obtenido. Cuando iba de visita a la casa de Gerardo y Valeria, ella se refugiaba en la habitación de su amigo y le pedía consejos para que pudiera hacer frente a las bromas que sus compañeras de curso le hacían. Gerardo le dió muchos consejos a lo largo de los años posteriores y comenzó a interesarse por ella. Andrea se dio cuenta de eso y se alegró que pudiese haber un sentimiento reciproco de parte de su amor de juventud.
Recién, a la edad de trece años se animó a declararse a Gerardo, pero en esa época había un programa de T.V. que era muy famoso entre las chicas de esa edad y en vez de pedirle ser su novio, le dijo que quería que fuera su “amigovio”. Él, sorprendido, le dijo que no. Que estaba loca si le pedía eso. Novios o nada. Andrea finalmente acepta ser su novia, pero le pidió un enorme favor. Mantener la relación en secreto un tiempo ya que sus compañeras aún le hacían bromas y no quería que el estar de novia fuera motivo de burla también. A Gerardo eso no le gustó para nada, pero tuvo que aceptar a regañadientes. La relación duró dos semanas, y ¿se preguntarán por que duró tan poco? Muy sencillo. Finalmente pasó lo que más temía Andrea.
Un día que ella salía del colegio y fue a un kiosco de golosinas en donde siempre la esperaba Gerardo, no se percató de que una compañera de ella la seguía, y era la que más bromas le hacía. Esta compañera la siguió intrigada ya que se preguntaba a donde iba la mojigata, como ella le decía, todos los días a la salida de la escuela. Y pudo ver como Andrea le daba un beso en los labios al hermano de su compañera Valeria. Inmediatamente empezó a gritarle y a hacer varios cantitos humillantes a la pobre. Esta acción hizo que Andrea saliera corriendo avergonzada. Gerardo se acercó a la chica que había molestado a su novia y le dijo que lo mejor que podía hacer era meterse en sus propios asuntos y que se esfumara, e inmediatamente fue a ver cómo estaba Andrea.
Al llegar a su lado, esta le recriminó lo que había pasado y le echo la culpa de todo. Gerardo se sorprendió por semejante actitud y le dijo que hasta acá, que estaba cansado de sus niñerías, que cuando madure él iba a estar para ella. Todo enojado y cansado, finalmente se marcha dejando a una Andrea desconsolada.
Tras llegar a su casa y pensando que había perdido a su amor para siempre, la misma Andrea se desploma en la cama rompiendo en llanto.
Aunque ella se sintió devastada por lo que pasó con Gerardo, al tener una edad tan chica, se le pasó todo rápido. Pero si, le había dolido que Gerardo haya cortado lo que pudo haber sido una hermosa relación. Finalmente lo tenía todo para ella, para terminar de una forma tan inmadura.
Igualmente, a los pocos meses se cruzaría a Gerardo por 4 largos años. La razón, muy sencilla. La escuela secundaria a la que termino yendo él con Valeria era la misma que la que se inscribió Andrea. Solo que otra vez el destino iba a jugarle en contra y terminó en el curso de Valeria, lejos de Gerardo. En los únicos momentos que podía verle dentro del ámbito del colegio secundario era durante los recreos y las clases de educación física, ya que los cursos de ella y de él practicaban juntos las horas de esa asignatura.
Desde la lejanía pudo ver como a Gerardo le empezaban a interesar chicas de su mismo curso y veía como era rechazado por cada una de ellas. Ella fue fiel testigo de toda esa época de Gerardo. De como fue cambiando su personalidad. De cómo se volvía más retraído, más reservado. Y el ver esos cambios le dolía. El joven risueño, atento y cariñoso dejó pasó a un joven mas reservado, retraído, cerrado. No dejaba entrar a nadie. Y eso la destrozó.
Decidió que iba a hacer lo posible por que ese joven risueño que conocía de toda la vida volviese a aparecer. ¿Pero cómo? Su orgullo le impedía acercarse a él. Sentía que aún no era merecedora de regresar a su lado como novia.
Y mucho menos después de las cosas que hizo estúpidamente.
Los años pasarían y ella tendría varios novios a lo largo de los años, pero con todos era la misma forma de terminar. Cuando le interesaba algún chico, ella engañaba al novio de turno y bueno, pasaba lo que tenía que pasar. De boliche en boliche. De pibe en pibe. Hasta que un día conoce a David y con el comenzaría una relación más madura. David era todo lo que era Gerardo durante la infancia de este. Era una persona atenta, cariñosa y muy extrovertida. Andrea sabía que, aunque tuviera las mismas cualidades que su amor de juventud en sus primeros años, no era Gerardo, sin embargo, comenzó una relación con éste.
Siempre que se encontraba con Gerardo en su casa cuando iba de visita a ver a su hermana, le pedía consejos sobre que le gustaría a un hombre para sentirse querido por una mujer, entre muchas otras cosas, y Gerardo como si nada siempre le respondía todo sin siquiera mirarla. Llegó un día que Andrea misma, cansada de la indiferencia de Gerardo, le preguntó del por qué esa forma de responderle todo. Por qué esa forma tan despreciativa para con ella. Gerardo la miró, suspiro y finalmente le dijo de una manera totalmente desganada que la razón era muy sencilla. No le importaba en absoluto lo que le dijera ella.
Siempre que venía a ver a la hermana, Andrea terminaba en la habitación de Gerardo hablando con él, dejando a Valeria en segundo plano. Hasta antes de que Andrea se pusiera de novia con David, las visitas a la casa de los mellizos eran muy recurrentes y las charlas con Gerardo podían durar horas y por sobre todo, cualquier persona que entrará a la habitación de Gerardo cuando estaba Andrea, pensaba que entre ellos dos pasaba algo. Y sencillamente era eso por que se podía percibir en el ambiente una tensión muy grande entre ambos adolescentes. Aun, ahora, pasaba lo mismo. No importaba si Andrea estuviera de novia, la tensión que había entre ellos era demasiada.
Pero Gerardo no quería saber mas nada con Andrea y para no herirla permitía que la chica estuviera con él. Pero había llegado un momento en la vida de él que ya no le interesaba ni las mismas charlas. Lo único que quería era paz y tranquilidad en su vida. Por eso ese día le dijo lo que le dijo y con eso hizo que ella se enojara y se marchara de la vida de él por un tiempo.
Ese mismo día, a la noche, Andrea se vió con David. Al verla a ella, el muchacho, la nota como preocupada y algo depresiva. Inmediatamente trató de ver que le andaba pasando, pero nada de lo que hacía, hacia efecto en ella, por lo que opto por dejar que ella misma le contase en algún momento.
En lugar de eso, Andrea comenzó a desvestirlo lentamente mientras le besaba. David no podía creer lo que pasaba. La muchacha hasta ese momento jamás había tenido relaciones sexuales, esta era la primera vez que iba a estar con alguien del sexo opuesto. David se dejo hacer, se quedo quieto y vivió todo el momento como espectador. Dejó que fuera ella la que llevara todo adelante. El tan solo disfrutaría el momento.
La chica sentía como una especie de fuego que iba subiendo por su cuerpo. Se sentía acalorada, con deseos lujuriosos, quería sentirse amada, deseada. Sentó a David sobre su cama. Tan solo estaba vestido de la cintura para abajo el muchacho, ya que Andrea le había sacado la camisa mientras le había besado antes.
Mientras le besaba los labios, comenzó a desabrocharle el pantalón. David se sentía como en el cielo. La muchacha siguió con levantarle las piernas a su novio, para luego sacarle el mismo pantalón, para luego quitarle el bóxer. Al ver el pene de su novio, Andrea comienza a sacarse la ropa de ella lentamente mientras le mira fijamente a los ojos. Entrecruza sus brazos sobre su cintura y comienza a subir los mismos mientras se saca la remera muy lentamente para que su novio vea detenidamente su cuerpo. Luego dirige sus brazos para la espalda y se desabrocha el corpiño, sacándoselo lentamente. En ese momento Andrea siente que lo que esta haciendo no esta bien y David se da cuenta de que algo pasa por que ve en ella una mirada que no había visto nunca. Una mirada como de una mujer perdida. En ese momento él le dice que si no quiere seguir que esta bien. Que no es necesario que hagan nada. Pero Andrea le dice que no, que si quiere esto y le da un beso en sus labios. Empieza siendo un beso tierno y suave para luego ir subiendo en intensidad y pasión llegando al extremo de meterle la lengua a su novio, el cual también le corresponde metiendo su lengua a ella. En ese momento ya no importa nada, Andrea se termina de quitar toda su ropa y se mete el pene de David en el interior de su vagina toda chorreante por la excitación que tenía. David no podía creer lo ardiente que podría ser su novia. Andrea empieza a subir y bajar por su pene con una pasión casi animal, al punto que el mismo David le pide que disminuya la intensidad ya que esta por lastimarle. Sin importarle lo que le decía su novio, Andrea termina en una explosión orgásmica intensa al tiempo que grita el nombre de Gerardo y hace que el pene de David se tuerce en su interior, haciendo que el pobre chico pegue un grito.
David saca a Andrea de encima de él y le grita que ¿qué fue todo eso? ¿Acaso se volvió loca? Y a todo esto ¿Quién es Gerardo? Por toda la adrenalina del momento no se percató de que su pene estaba inflamado y poco a poco comenzó a sentir el dolor que esta inflamación le provocaba. Maldice a Andrea por el dolor que empieza a sentir. En ese momento la chica se quedó como sorprendida por las preguntas que le hizo su novio y se lleva las manos hacia la boca al oír como el nombre de Gerardo salía de la boca de su novio. Sin saber que decir sobre quien es Gerardo, Andrea sale corriendo de la habitación de David, agarra sus cosas y comienza a vestirse lo más rápidamente de la casa del muchacho. Al llegar a la puerta de entrada ve en dirección de la habitación de David. Ve a su novio y le dice que lo siente. Pero debe de irse a un lugar, y sale corriendo de ese sitio, cerrando violentamente la puerta y dejando a un David todo adolorido y sorprendido por lo que había vivido.
Al día siguiente Andrea aparece a la mañana en la casa de Gerardo y Valeria toda nerviosa. Toca el timbre y la persona que abre la puerta es el mismo Gerardo. Andrea al verle se abalanza sobre él y comienza a llorar de que la perdone. Gerardo todo confundido la separa de su pecho y le pregunta de qué demonios está hablando. Andrea toda compungida le comenta lo que pasó en la noche en la casa de su novio. Y le pide perdón por eso ya que ella quería que su primera vez fuera con él en lugar de cualquier otro hombre.
Gerardo no puede creer lo que oye. Y le dice todo calmado que no entiende nada. Que, ¿qué es eso de que ella quería que su primera vez fuera con él? Gerardo hace un gesto de resignación y finalmente continúa diciéndole que piense bien las cosas. Que eso que dice no tiene sentido alguno, que eso que quería jamás iba a ser posible ya que nunca fueron pareja. Que todo lo que tuvieron fueron unas semanas de amor juvenil durante el ultimo año de primaria y nada más. Que ahora ella estaba de novia y que era algo normal que tuviera relaciones sexuales con la persona que ella había elegido como pareja. Que deje de pensar en él como una posible pareja potencial, porque jamás iba a ser posible eso. No mientras ella estuviera de novia con otra persona. Y aunque estuvieran solteros los dos, con todo lo que vivieron el uno y el otro por separado y juntos, el no iba a hacer nada que rompiera la relación de amistad que tenían.
En ese momento, Andrea le mira a los ojos y le dice finalmente a Gerardo que dijo su nombre al momento de llegar al orgasmo. Esto lo toma desprevenido al muchacho y no puede creer lo que pasó. Le dice a su amiga que ahora si la jodió y mucho. La hace pasar a su casa para que se tranquilice y le hace un té con limón. Ella acepta la infusión y se queda mirándole muy atentamente. Lo que ve es una mirada como de nostalgia en Gerardo. Le pregunta si le pasa algo y este le dice que no. Que no se preocupe por nada. El muchacho se levanta de la silla y se dirige al ventanal de la cocina que da al patio, lo abre y sale al mismo patio y se sienta en un banco de madera. Andrea presiente que algo anda mal con su amigo y sale para averiguar mas sobre lo que le anda aquejando.
Le pide que por favor sea sincero con ella. Al menos una vez. Gerardo resignado acepta, pero con una condición. Andrea lo mira intrigada. Que lo que se diga en ese momento no se volverá a tocar jamás. La muchacha asiente con la cabeza y Gerardo entonces le dice finalmente lo que ella espero toda la vida oír de los labios de su amigo. Que desde hace años que la ama. Que nunca dejo de hacerlo. Pero que no podía ni quería iniciar nada por que tenia miedo al rechazo. Andrea no puede creer lo que oye. Finalmente, su amigo de la infancia se le había declarado. Pero que jamás lo había hecho antes por miedo a que ella fuera como las demás mujeres que le habían rechazado. La chica no pudo contener mas las lagrimas y se abalanza hacia el rostro de su amigo besándolo finalmente en sus labios.
En ese momento aparece Valeria junto a su novio y dice que ya era hora. Andrea ve a su amiga y sonríe. Todos concuerdan que para festejar este acontecimiento irían a bailar a un boliche de la zona, de nombre “Crash!”
Pero el destino iba a volver a joder a la pareja de Andrea y Gerardo. Esa misma noche mientras estaban esperando entrar al boliche, Andrea ve entre los tarjeteros del mismo antro a un ex con el cual había estado hace unos años. Al reconocerlo le dice a Gerardo que vio a alguien que no veía hace tiempo y que va a ir a saludarlo. Gerardo la besa y ve partir a su novia.
Andrea se acerca al chico que repartía tarjetas y este al verla no puede creer que sea ella. Comienzan a hablar y de repente este se acerca a su oído y le dice algo, acto seguido Andrea sigue al muchacho hacia adentro del boliche. Gerardo ve que su novia entra al mismo antro al que ellos estaban por entrar y presiente algo raro. Se acerca lo mas que puede para ver si ve algo y lo que ve le hiela la sangre. Andrea besándose con el tarjetero del boliche. Indignado por lo que ve, Gerardo retrocede y se acerca a donde se encuentra su hermana con su novio y les dice que no se siente bien y que prefiere irse. Rodrigo, el novio de su hermana, quiere saber que le anda pasando y este le cuenta lo que vió. Indignado, Rodrigo se dirige a donde había desaparecido Andrea y la ve venir hacia él. Ésta le pregunta que a donde esta Gerardo y totalmente furioso, Rodrigo le dice que se fue de regreso a su casa. Que la vió besarse con otro muchacho. La felicita irónicamente por como inició todo con el que ella decía ser el amor de toda su vida. Y finalmente la remata diciéndole que si Gerardo no quiere volver a verla más que acepte de una vez el perderlo. Que lo tiene bien merecido. Andrea se queda blanca. No puede creer lo que pasó en tan poco tiempo y sale corriendo en dirección a la casa de Gerardo.
Al llegar toca insistentemente el timbre de entrada. Como es la costumbre, atiende Gerardo y la cara que tiene… digamos que mejor no estar cerca. Andrea baja la cabeza, no puede siquiera mirarle a los ojos. Gerardo tiene una mirada como jamás le había visto en su vida. Los ojos inyectados de íra. Se podía ver el odio y el rechazo que de ellos emanaba. No hay nada de palabras, hasta que finalmente éste hace el intento de cerrar la puerta y un pie le impide cerrarla completamente. Gerardo cierra los ojos y se toca los mismos con los dedos índice y pulgar, hace una respiración de resignación y le dice que lo deje en paz. Que no quiere saber mas nada de ella. Que si tiene algún buen sentimiento hacia él, que lo deje en paz. Justamente era por esto que no quería decirle en primer lugar lo de comenzar una relación. De todas las mujeres que le interesaron a lo largo de su vida, justamente ella era la que no deseaba que le hiciera daño. Y sin embargo fue una más de las que se burlaron de sus sentimientos. Andrea escuchaba atentamente todo y con cada palabra que Gerardo le decía sentía que su corazón se comenzaba a marchitar. Justo él, la única persona que no le había tratado como un objeto desde que la conoció, él, la única persona que ella amó en serio, él, la única persona que no quería hacerle daño por lo bueno y atento y caballero que había sido toda su vida, justo a él, ella terminó lastimando. Se sentía como la mierda mas mierda de todas. En ese momento lo único que deseaba era desaparecer de la misma Tierra. Finalmente levanta la cabeza y lo que ve le destroza el corazón definitivamente, lágrimas, a Gerardo le caían lágrimas.
Gerardo la vio a los ojos y le pregunto que por qué. Por qué si decía todo lo que decía de que le amaba y que era el amor de su viday todo eso, ¿por qué hizo lo que hizo? Al no recibir respuesta de Andrea, no le quedó otra que decirle que no quería verla por un tiempo. A lo mejor si dejaban pasar unos años las cosas serían diferentes, pero que ahora se alejara de él.
Andrea, rota, le da un beso en los labios a Gerardo en señal de despedida, le dice que lo siente, que nunca había deseado hacerle lo mismo que las otras mujeres. Lo mira a los ojos otra vez y le vuelve a pedir perdón. Luego se da media vuelta y se marcha del umbral de la casa de su amigo de la infancia.
El tiempo iba a pasar para ambos. Otra vez.
La próxima vez que el destino cruzará a Gerardo y Andrea sería una mañana, a un año de los eventos del boliche. Ese día ella iría a la casa de él invitada por su hermana. Esta vez, la persona que le abriría sería la madre de los mellizos. Andrea sube la escalera y al cruzar por el pasillo en dirección a la habitación de Valeria, se detiene en la puerta de la habitación de Gerardo. Acerca su mano a dicha puerta y siente unos gemidos provenientes del interior. Extrañada, abre la puerta sin hacer ruido y la escena que ve la deja sin palabras. Sentado en la cama se encuentra Gerardo desnudo de la cintura para abajo, sus brazos al costado de su pecho, la cabeza para atrás y la boca abierta. De ella salen gemidos. Y arrodillada en el suelo se encuentra una chica, totalmente desnuda, haciendole una mamada. Esa escena hace que comience a mojarse y a sentirse acalorada. Se lleva una mano a su entrepierna y se desabrocha el pantalón jean, metiendo su mano en dirección a su vagina. Se mete un dedo y comienza a masturbarse muy lentamente viendo la escena del interior de la habitación. Con la mano que tiene libre se desabrocha la camisa que lleva puesta y comienza a tocarse uno de sus pechos. Ver a Gerardo en esa escena hace que ella desee estar con él ahí, en lugar de esa chica. Saca su mano de la vagina y la lleva al clítoris, y comienza a tocárselo con mucha fuerza y velocidad.
Se da placer por al menos diez minutos viendo a la pareja de dentro de la habitación, hasta que una sensación eléctrica recorre su cuerpo avisándole que estaba próximo su orgasmo. En el momento que Andrea llega al mismo, sale Valeria de la pieza y sorprendida le pregunta que, qué está haciendo? Andrea se sobresalta y sale corriendo toda avergonzada, mientras se arregla toda la ropa como puede. Baja las escaleras, abre la puerta de entrada y se marcha de esa casa.
Tras ese acontecimiento, volvería a pasar varios años, además de otras muchas cosas. Andrea iba a ir de relación en relación hasta que finalmente regresase con David y se terminara casando con él. Gerardo, en cambio, seguirá soltero mucho tiempo hasta que conoce a Cinthia, de la cual se enamora perdidamente y con la cual comienza una relación que terminaría en casamiento, también.
Y si, Andrea conocería a Cinthia. Ocurrió al poco tiempo de que Gerardo comenzará su relación con la que terminaría siendo su esposa y madre de sus hijos.
En ese momento, ella estaba soltera, y al conocer a Cinthia le dijo que ella y Gerardo tuvieron algo hacia unos años atrás. Pero las cosas no funcionaron como se esperaban. Cinthia le dice que ya conoce la historia, que Gerardo se encargo de contársela. Y le dice que hacía tiempo que quería conocer a la famosa Andrea. En ese momento, Andrea no sabía en dónde meterse ya que, si Gerardo le había contado la historia, sabia todos los detalles. En ese momento Gerardo se acerca a Andrea, acerca sus labios a su oído y le dice en voz baja, que descuide, que el no conto ningún detalle que la haga quedar como una villana. Que se quede tranquila.
Si quieren saber cual fue el destino de Andrea, pues les diré que ella finalmente obtuvo lo que sembró. Finalmente, David, cansado de los engaños reiterados que ella le hacía, decide engañarla también y termina enamorándose de la amante, pero, el destino iba a ser un poco mas maligno con Andrea. Como verán, Andrea siempre tuvo el deseo de ser madre. Pero eso es algo que el destino se encargó de que jamás pasara. Lo que quiero decir es que hace unos años ella se enteró que su útero era hostil para engendrar vida y que por eso jamás podría tener un hijo. No importa las veces que lo intentara, su cuerpo iba a rechazar todo intento de que el embrión pudiese desarrollarse. Esa noticia fue la que hizo que David la terminara engañando, enamorándose de su amante y teniendo un hijo con ella.
Tiempo más tarde, Andrea está en una plaza viendo a la gente pasar y a lo lejos ve aparecer a Gerardo y Cinthia caminando, al lado de ellos un niño de unos 4 años y tirado por Gerardo, un carrito con un bebe de 1 año dentro. Al ver al amor de su vida pasear con su familia, Andrea solo puede pensar en las cosas que perdió por ser tan egoísta. Gerardo para ella siempre será el amor de su vida. Su caballero en brillante armadura, pero lamentablemente jamás podrá estar a su lado.
FIN... (Por ahora)