Andrea (1)

Esta historia esta basada en un echo real espero q os guste...

Me llamo Andrea y esta es la historia de cómo me adentré en el mundo del sexo

Durante el ultimo curso justo antes de entrar en la universidad, mi media no es que fuera de una lumbreras así q decidí ponerme en marcha y buscar un profesor particular. Me anuncie el tablón del colegio y puse algún otro cartel por mi barrio. Las primeras llamadas pedían cifras por las nubes las cuales no estaba dispuesta a pagar. Una tarde recibí una llamada de un chico. Tenía una voz madurita sin llegar a formarse del todo. Su nombre era Tristán. Nos pusimos de acuerdo para quedar los jueves de cada semana.

No quería darle una primera mala impresión así q me puse lo mas formal q encontré, una falda negra ajustada asta la rodilla y una pequeña blusa morada que se ajustaba perfectamente a mis curvas. Me anude el pelo con una cola alta que dejaba mi pelo caer justo por encima de los hombros.

Llamaron a la puerta…abrí con mi mas dulce sonrisa. Un chico alto y fuerte me esperaba tras la puerta. Unos ojos grandes y verdes se clavaron en mí. Su pelo ondulado color avellana le caía levemente sobre uno de sus ojos. Le invite a entrar y le pregunte si quería algo. Le lleve a mi habitación era difícil concentrarse con mis padres en el salón. Mi habitación era estrecha y llena de ropa por el suelo pero a el no le importo pasar. aun no había dicho una sola palabra y su sonrisa seguía tatuada en su cara como si de un cuadro se tratara. Nos sentamos en la mesa y me charlamos un rato. Primero hablamos de el y luego pasamos a hablar de mi y del colegio.

Reconozco q notaba como esa mirada fija se clava en todo mi ser, una mirada penetrante y difícil de definir. Me dispuse a sacar los libros cuando mi mano rozo con su pierna, el rió pero yo solo me había puesto mas nerviosa. Saque los libros y el empezó a platicar. Escuche asta la última palabra que salio de su boca. Su voz me tenía hipnotizada. La lección acabo antes de tiempo así q nos sobro un rato para hablar antes de que se fuera .nos acomodamos en la cama ya que las sillas no eran demasiado cómoda y la habitación no dejaba espacio para mas. El me hablo de sus relaciones, y yo de las mías… el ambiente se fue calentando y la conversación subió unos grados cuando empezamos a hablar sobre sexo… Yo solo había tenido una relación sexual anteriormente. Se llamaba Darío El chico me superaba en edad y experiencia… ocurrió un domingo en casa de EL llevábamos poco tiempo juntos pero aquel día estaba mas excitada de lo normal.. Nos sentamos en la cama yo sentada encima de él. Notaba que a medida q mi lengua se deslizaba mas por su cuello la presión en mi coñito iba creciendo. Sentía como poco a poco mis braguitas se iban mojando un poco más y el roce con su cuerpo desnudo erizaba mis pezones. Mis palpitaciones iban aumentando al igual q mi respiración. Como si de una explosión se tratase Darío me agarro fuerte mente y violentamente me lanzo contra la cama colocándose encima suyo.

Yo no me sentía dispuesta a perder la virginidad con aquel chico de momento asta ahora solo habíamos echo ‘manualidades’ y nada mas... Se lo comente a Darío al cual pareció no importarle mis intenciones. Me apretó con todas sus fuerzas contra su cuerpo y levanto mi camiseta a la altura de mis pechos q quedaron descubiertos ...Empezó a mamarlos y a darlos ligeros bocaditos lo cual me puso mas nerviosa.. Me intente liberar de sus manos pero lo único q conseguía era q el se pusiera aun mas erecto. Se desabrocho los pantalones y quito los calzoncillos dejando a la visto una poya gruesa, larga y erecta. Sin dejar de soltarme un solo segundo me la metió con fuera en la boca y dijo- cómetela zorra – su tono me estremeció pero al mismo tiempo me gustó subiendo la temperatura un poco mas. Se la mamé de lo lindo sin olvidarme por supuesto sus huevos q colgaban sobre mi boca como dos duras nueces. Sujete su polla con una de mis manos y la subí y la baje con rapidez las venas se hinchaban a la vez q notaba la sangre de mi cuerpo bajarme hacia abajo.. las palpitaciones ya se me estaban haciendo mas fuertes pero no pare en ningún momento.

Mi mano seguía deslizándose por su verga agitándola. Mi mano se empezó a cansar así q empecé con la boca me la introduje asta el fondo de la garganta reconozco q esto me causo ganas de vomitar pero no pare. La mano de Darío estaba ahora sobre mi cabeza y la apretaba con fuerza indicando q acelerara el ritmo. Le mire la cara estaba sudando y los ojos los tenia medio cerrados y la boca entreabierta, se le veía disfrutar ¿y porque no decirlo? yo también disfrutaba. De pronto note como su polla tenía unos pequeños espasmos y un río de semen inundo mi garganta. La lefa caía por mis labios, el se acercó y deslizo su lengua por ellos y seguidamente me introdujo sus dedos en mi boca y los fue bajando… era mi turno para pasar un buen rato

Si os ha gustado hacérmelo saber y escribiré segunda parte.