Anal con un maduro bien dotado.

Un maduro con quien ya había estado me parte el culo

Holi!! Ya algunos me conocen por aquí o en Twitter (@putipaoli) y sabían que les iba a escribir de nuevo pero si quieren doy mis características otra vez: me llamo Paola, soy de alguna parte de México, no soy muy alta, delgada, unos pechitos de buen ver pero un culo de mucho mejor vista, piel poco clara, cabello negro y labios gruesos. Si quieren ver como  soy en Twitter hay fotos jiji :3

Bueno, mi nueva historia fue con el maduro que había "conocido" con un repegon que me hizo en el bus y de ahí fue después me dio una cogida que no olvido aun, el relato está aquí mismo en la página (La cogida de mi vida).

En aquel entonces aún estaba en la preparatoria e iba de uniforme, aún tenía 17 años. Tomaba el bus de la escuela a mi casa, al señor lo veía muy seguido, pero claro que no siempre teníamos sexo, bueno poquito :3.

Un día de esos donde nos encontramos en el bus, iba casi vacío y él estaba sentado hasta la parte trasera y en cuanto subí nos miramos a los ojos y me fui a sentar a su lado. Como aquella primera vez, pero esta ocasión el llevaba un suéter en sus piernas al cual no tomé mucha importancia. Me dijo:

-Hola, ¿cómo estás?- de una forma muy familiarizada.

-Muy bien y ¿tu?

-algo atareado pero bien, agradecido de verte de nuevo.

Todo lo hacía de una forma en que no pareciera raro lo que después haríamos.

Yo estaba deseosa de comer esa carne y por encima de su suéter comencé a acariciar su entrepierna, aun no sabía lo que me esperaba. Metí mi mano para bajar su bragueta y sacar ese animal y oh sorpresa, ya lo tenía afuera y sólo se tapaba con su suéter. Esa carne estaba calientita abajo del suéter y yo con las manos frías jiji. Solo vi como sintió mis manos :3. Le empecé a hacer una paja de manera suave

-¿quieres hacer algo?

Queriendo disimular lo que pasaba.

-Pues tengo tiempo, si quieres tomamos un café.

Supo a que me refería pero primero quiso que hiciera algo más con su pene mientras estábamos en el transporte.

Le hacia la paja y sacaba mi mano y sin que me vieran la escupía para que resbalara más, el sólo se limitaba a tenerme abrazada. El chofer a veces miraba por el retrovisor y eso me excitaba aún más y entonces le dije:

-Tengo sueño, ¿puedo acostarme en tus piernas?

-claro que si linda. Si quieres métete abajo del suéter y te aviso cuando estemos llegando.

Entendió perfectamente porque quería hacerlo jiji. Levantó con cuidado que no le vean su miembro que es enorme y me "acosté". Estaba en sus piernas y su pene estaba pegado a mi cara le daba pequeñas lamidas a la mitad de su tronco, que era donde daba mi cara daba, estar en esa situación me excitaba muchísimo. Le daba pequeñas lengüetadas y sólo sentía como él me acariciaba mi cabeza demasiado desesperado queriendo mover mi cabeza a su gusto para yo mamar más. En una de esas quise hacer un poco mas así que me levante poquito y me metí su pene a la boca de forma lenta en eso sentí como tomó mi cabeza y la empujó hasta abajo, sentía que me ahogaba demasiado, ya la tenía parada y apenas me entraba a la mitad de la boca e hice lo posible por sacarla pues me ahogaba hasta que me soltó y me levanté rápidamente toda despeinada:

-Oye! No hagas eso aquí!.

Miré al chofer y estaba sorprendido y después se volteó y con una sonrisa siguió su camino, eso hizo que me mojara más. Ya íbamos llegando y el señor se acomodó su pene pues lo tenía duro pero ya casi era momento de bajar. Nos bajamos y el chofer me guiño y dio un papel con su número, me sentí rara y nos fuimos.

Camino al motel me apretó una nalga y me sonrojé pues muchos pudieron haber visto, eso me asustó y caminé más aprisa y el sólo rio. Llegando ahí nos metimos aprisa para terminar lo empezado.

-Ahora si perrita, ven por tu trozo que ya deseabas.

Me agarró y aventó a la cama, me levantó la falda y empezó a comer mi vagina por encima de mi calzón, ya estaba mojada y esa acción hizo que sucediera más. Lo tome del cabello y lo acariciaba, me estaba excitando mucho. Hizo a un lado la panty y ahora si me estaba teniendo su lengua con mi vagina, todo muy rico, en un momento me sentía demasiado bien que no me di cuenta y ya había metido dos dedos a mi vagina, esos dedos gordos y callosos de tanto trabajar me estaban penetrando y se sentían muy rico, mi vagina suave siendo penetrada por esa rigidez en la piel... Aún recuerdo y me mojo. Se detuvo y ahora me puso de rodillas frente a él, me quitó mi blusa y me dejo con el bra, la falda y las pantys, me quito mis zapatos y también me dejo con las calcetas de la escuela, era su puta colegiala.

Se abrió el pantalón y ya estaba ansiosa, ese trozo gordo y grande en mi boca, en cuanto abrió y bajó me golpeó su pene en la cara, estaba aún dura, me excito que me golpeara, la tome y me empecé a pegar en la cara, me atravesaba toda. Le di un beso al glande y desde ahí pase la lengua hasta sus testículos:

-Ya extrañaba esa lengua perrita, haz lo que sabes hacer...

Subía y bajaba mi mano, haciendo una paja, mientras comía sus testículos. Después de hacer eso empecé a mamar todo, le escupía, me la metía a la boca hasta la garganta. Me tomo del cabello y me la metió a fondo, me ahogaba, aun no me entraba toda y me encantaba, mis gritos sofocados y cada que podía tomaba aire, me la saco y toda mi saliva estaba en su pene, era rico. Me levantó y me dobló a la cama dejando mi culo al aire, dio un beso a mi culo e hizo a un lado mi panty y así me la metió por la vagina, primero la cabeza y poco a poco fue metiendo, era gruesa y dolía pero me gustaba:

-¿Te gusta perrita?

-Ah! Si! Lento...

Fue metiendo y yo intentaba tomarlo porque a veces dolía y lo detenía, eso fue un par de veces. Una vez toda adentro me dio una nalgada que recuerdo y aun me duele, empezó a moverse lento, yo lo detenía:

-Ah si! Suave! Suave! Mmm.... Que rico.

-Muévete perrita, anda, como sabes hacerlo.

Me empecé a mover de manera suave, adelante atrás y así. Me sacaba pequeños gemidos. El sólo se dedicó a lubricar mi culo, ponía su saliva y daba pequeños círculos fuera de él. Me encantaba eso. Yo aun moviéndome me tomó del trasero y empezó a meterla fuertemente, yo gritaba! Me gustaba y gritaba:

-Ah sí!! No pares! Si quiero más!!! No te dejes de mover ahhhh....

Hasta que se detuvo y yo con el culo levantado me movía rápido quería sentir más, me gustaba, casi me caía porque me daba parada y mis rodillas casi se doblaban por lo rico y agotador que era. Me movía de arriba a abajo, era delicioso, sentí un fuerte orgasmo que quizá me hizo gritar tanto que juro se escuchó en la habitación de un lado. Me detuve, no podía más pero él aprovecho mientras tenía el orgasmo y comenzó a bombear más, yo sólo gritaba mucho, me encantaba eso.

-Anda perrita, grita todo. Me gusta que hagas saber a los demás que te cojo bien...

Me tomó de mis brazos y jalo hacía atrás y me daba fuertes embestidas, me gustaba.

Me sacó su pene y me giró boca arriba en la cama, me quito la panty y la falda ahora sí y levanto mis piernas dejándolas casi a la altura de mi cara mis pies y me metió su pene fuertemente, tuve otro orgasmo.

-Aaaahhhhhh!! Si aahhhhh!!!

Me tapó la boca, yo quería gritar del rico dolor pero me callaba. Empezó a meter y sacar de manera fuerte mientras pellizcaba mis pezones, sentía demasiado rico, cambio sus manos a acariciar mi clítoris y con eso me mató.

Me abrazo y me levantó, empezó a subirme y bajarme, se salió su pene y yo misma bajé mi mano para meterlo.

-Que putita me sales, sabes hacerlo.

Me empezó de nuevo a subir, decía que era su vaquera. Se sentía delicioso como me entraba todo eso de un solo brinco. Se tiró en la cama y quedé montada en su verga y sólo me dediqué a moverme rápido, se oía el golpeteo de mi contra sus testículos. Me pidió voltear y darle la espalda y que ahora lo montara así, me gustó la idea y lo hice. Me movía de misma forma cuando otro orgasmo salió y dejé de moverme y él de nueva manera lo hizo, comenzó a moverse rápido, era grandioso.

-Si perrita, anda, esta vez sí me darás ese culo que prometiste hace mucho.

Yo estaba demasiado excitada:

-¿Pero prometes hacerlo lento y suave?

-Si mi amor, tranquila que no te dolerá... Mucho.

Con una pequeña sonrisa dijo eso. Me puse de perrito y dijo que me acostara dejando el culo hacia arriba para que no doliera, no estaba segura pero lo hice. Comenzó a comer mi culo, lo escupía mucho y metió uno de sus dedos, era gordo y dolía:

-Tranquila, relájate para que no duela mucho...

Lo metía suave, y giraba suave. Yo gemía de dolor y placer, ya no sabía diferenciar realmente. El tonto me dio una nalgada e hizo que me moviera y me doliera y solamente se burló. Sacó su dedo y me escupió más, me gustaba sentir su lengua ahí y después metió 2 de sus dedos por ahí, me dolía mucho y gritaba fuerte:

-Aaahh!!! Hazlo suave!... Ya no quiero....

-Tranquila perrita, relaja para que entren más fácil.

Mientras apretaba mi nalga izquierda. Fue metiendo lentamente hasta tocar fondo y acariciaba mi trasero. Los sacó, entonces se preparó y escupió mi ano, se puso frente a mí y dijo:

-Mámalo perrita y mójalo bien porque así irá para adentro.

Le di una chupada y le escupí. Se puso atrás de mí, tomó su pene y acomodó la cabeza en mi ano, gemía:

-Tranquila, agáchate y levanta el culo.

No me entraba, la sacó y puso más saliva, me ardía y eso que no había entrado ni poco. De nuevo se acomodó y metió poco a poco, iba entrando y me dolía, mordía la almohada, puse una mano en mi culo, como queriendo abrirlo para que entrara:

-Jajaja ¿te duele? Y eso que apenas va la mitad.

-Ahhhh ya no quiero!! Para!

No hizo caso alguno y siguió metiendo. Comenzó a masajear mi culo hasta que dijo:

-Listo.... Esperemos un poco.

Yo gemía de dolor pero esperó, dijo que para hacer que mi culo se acoplara al tamaño. Empezó a meter y sacar lentamente, mis gemidos eran suaves:

-Que apretadito lo tienes bebé, y esa manera en que gimes es tan excitante.

Seguía metiendo y sacando, suave pero muy rico. Yo ahí tirada y con el culo arriba y me dijo que acariciara mi clítoris y le dijera que pasaba. Sentí muy rico su penetración por el culo y yo acariciándome, hizo que liberara un fuerte orgasmo y de misma manera la tensión, eso lo notó él y empezó a bombear más rápido, yo sólo empezaba a doblar mis piernas, me estaba gustando:

-Ah sí! Parteme! Que rico! Si!

-Lo ves perrita, te dije que te encantaría.

-Ahhhh....

Me tenía él ahí rendida, como una perrita en celo pidiendo que la acaben. La sacó y me la metió por la vagina de golpe.

-ahí si! Que rico! Dame papi, parteme.

Siguió con el vaivén rápido, me gustaba y me tenía ya como su esclava:

-Me gusta como aprietas tu culito, hoy será ahí donde acabe.

Continuó en mi vagina, era delicioso. Y de pronto me clavó en el culo, lentamente, yo sólo apretaba porque aun dolía y comenzó a bombear en mi culo rápido.

-Ahhh no! Así no! Me duele! Para!

Cuando comenzó a terminar, sentía su chorro de semen llenar mi culo, ese líquido viscoso y caliente llenándome. Sacó su pene y sentía como escurría de mi culo a mi vagina y mis muslos. Se acomodó frente a mí y me dijo que limpiara.

Yo aún no me recuperaba del orgasmo y así empecé a lamer esa verga y comer el semen. Quedé muy agotada ese día que me encantó.

-ay linda, si nos seguimos viendo me tendrás que dar ese culo delicioso y apretado.

Mientras me daba una nalgada...

Nos bañamos y después de ahí cada quien tomó su camino, nos vemos aun jiji

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