Ana y Mía

Hola Bonita...

Hola bonita,

Qué duro se me hace tener que venir hasta aquí para poder "comunicarme" contigo. Bueno, sólo esta vez, esto es demasiado espantoso y real para mi (y para ti también, no te engañes) como para traerlo hasta un blog de internet.

Sin embargo, me alegro de que tú hayas llegado hasta aquí gracias a "mi gilipollez", me alegro de que tu cerebro haya tenido que empaparse de mensajes muy distintos a los que tú y tus enemigas (no seas tonta, nena, no las llames amigas) lo atiborrais las 24 horas del día.

No vas a hablar conmigo ni con nadie, me quedó claro con tu último portazo en las narices, pero yo, la jodida fuckinglifes (qué arte para insultar!!!), seguiré "sembrando cizaña" como tú dices, para impedir que utilices tu prodigiosa inteligencia en manipular la realidad, en mentir y, por supuesto, en destrozar tu vida. Porque ¿sabes qué, princesa? También aquí has mentido, porque no eres "superfeliz" (con 39,40kg???), porque sí necesitas que te quieran, y que te besen, y que te abracen.

Pero tienes una enfermedad (que no se llama Ana, se llama Anorexia, y a lo mejor, el día que logres pronunciarla en voz alta, ya habrás dado un paso), y es esa enfermedad la que no te deja reconocer que no eres tan fuerte, que sólo es una máscara para esconder tu fragilidad y tu dulzura de siempre (sí, nena, aunque no lo quieras admitir)

¡Tan guapa antes, y ahora tan gris, tan triste, tan cansada! ¡Tanta inteligencia desperdiciada en maquinar nuevas estrategias para llevar acabo tu lento suicidio! Me parte el corazón mirarte a los ojos a ti y mirar a los ojos de quien mas te quiere.

Pero ya queda poco, sé que, por desgracia, vamos a necesitar tocar fondo y llegar hasta la cama de un hospital para que caiga la venda de tus ojos. Tú también lo sabes ¿verdad? Quizás por eso lloras cuando crees que no te oímos ¿a que si?, porque sabes que "tus enemigos" tenemos, aunque sólo sea en esto, toda la razón.

Pero tranquila, cielo, porque entonces y como siempre, seguiremos estando a tu lado y todo volverá a ir bien, porque eres demasiado lista como para no dejar que esta pesadilla tenga un buen final, demasiado lista como para seguir perdiendo los mejores años de tu juventud.

Para ti dejo aquí colgado el abrazo que no me dejas darte.

Para los demás, otro abrazo de agradecimiento y disculpa por utilizar este espacio para lo que tú ya no me dejas hacer cara a cara.

No es un relato mío, pero es real, como es real lo que expone y digno de mencionar en cualquier parte.

Suelen decir: "Nadie dijo que ser princesa fuera fácil"

Yo digo: "¡¡¡Acabemos con la monarquia!!!"