Ana y el profesor de francés (II)

Siguen las lecciones con mi estudiante de 18 años

Como recordarán Ana es una de mis alumnas de clases particulares de francés. (http://www.todorelatos.com/relato/113676/)

Después del primer encuentro que tuvimos en su casa las cosas por mi parte volvieron a la normalidad. No me gusta mezclar trabajo y placer, además yo quería que Ana aprobase su asignatura de francés aunque no me quitaba de la cabeza ese culo duro, esos pechos desafiantes y esas ganas que tenía mi alumna de aprender más y más.

La ocasión para volver a tener un nuevo encuentro sexual se produjo cuando en su casa empezaron unas reformas. Los ruidos que había en la casa no eran propicios para estar estudiando así que, hablando con el padre de Ana le comenté que si le parecía bien podríamos dar las clases en mi casa. A este le pareció una excelente idea y empezó esta nueva historia.

Ana se presentó a la primera clase dispuesta a darme guerra. Minishorts vaqueros, una camiseta de tirantes, una camisa desabrochada por encima y sus inseparables tacones. Nada más empezar la clase empecé a mirar su escote y Ana sonriendo me preguntó: ¿Te gustan? Quieres volver a verlas?. Esta jovencita sabía a lo que venía pero iba a ser yo el que llevase las riendas.

Si me gustan Ana, así que ahora mismo te vas a quedar desnuda y solo con tus tacones. Quiero que me hagas un striptease. Me senté en un sillón y ella empezó a desnudarse. Primero la camisa y la camiseta quedándose en sujetador. Luego los short. Ya estaba en tanga y sujetador negros, bailando para mi con cara de vicio. Yo miraba con deseo su cuerpo, empalmado tocándome la polla por encima del pantalón.

-Sigue bailando y desnúdate putita, quiero que desees esta polla dura, le dije.

Ella obediente se quitó el sujetador y el tanga. Ya estaba desnuda en tacones solo para mí. Sus pezones duros, sus labios húmedos entreabiertos, su coño joven brillante de humedad. Estaba tan excitada como yo.

-Ven, arrodíllate y acércate. Mi gatita vino arrodillada hacia mi. Me puse de pie y empecé a desnudarme mirando a sus ojos que imploraban deseo. Me senté de nuevo y cogiendo mi polla le dije: chúpamela pero no uses las manos, solo quiero notar tu lengua y tus labios. Ana empezó a deslizar su boca a lo largo de mi polla dura y caliente. Su lengua jugaba con mis huevos, subía hacia el capullo y se lo iba metiendo poco a poco en la boca, encerrándolo entre sus labios y moviendo su lengua, era una experta mamadora a pesar de su edad. Estuvo así unos 10 minutos jugando con mi polla, mis huevos e incluso noté su lengua jugar en mi culo, esta chica sabía como hacer las cosas.

Pero quería disfrutar más así que me levanté, y la llevé a la cama. Le tumbé y le dije: ahora vas a dejarte hacer lo que yo quiera. Ella me miró entre sorprendida y asustada. Saqué un antifaz de la mesilla y se lo puse. Le até las manos al cabecero de la cama con unos esposas que había comprado en un sex shop y la dejé allí tumbada, desnuda, expuesta. Me dediqué a acariciar sus pechos y retorcer sus pezones lo que provocó sus primeros gemidos. Cogí unos vibradores, uno vaginal y un plug anal y un bote de lubricante. Comencé a acariciar su coño mojado y caliente. Dejé caer un buen chorro de lubricante en su clítoris y empecé a masajeárselo, sin meter mis dedos, seguí untando su coño y su culo rosado, duro, tenso. Relájate, no te va a doler y te va a encantar. Con un dedo empecé a jugar en su culito hasta que se deslizó dentro sin problemas. Luego intenté con dos poco a poco. Ana gemía y se retorcía e incluso protestaba, pero le dije que o se callaba o le ponía una mordaza. Mi alumna obediente me dijo no, pero me molesta. Con el plug anal empecé a jugar en su culito y poco a poco se lo metí. Tranquila te irás acostumbrando y disfrutarás mucho. Con el plug llenando su culo empecé a meterle el consolador en su coño. Sus gemidos ya eran grititos de placer y el flujo le caía por los muslos. ¿Te gusta verdad? Sí respondió Ana entre gemidos.

En ese momento me subí a la cama y le puse la polla en la boca: mámamela y siente lo que es tener todos tus agujeros llenos. Ana empezó a mamármela y yo me movía follando su boca. Que imagen más deliciosa la de mi alumna con su coño y culo llenos  y su boca en mi polla. Cuando me cansé de la postura le dí la vuelta. La hice ponerse a 4 patas y le saqué el vibrador del coño y le metí mi polla de golpe. Ana gimió y gritó: siiiiiiiii. Dame fuerte cabrón. Yo le hice caso y le pegué en un azote en sus nalgas, dejándoselas enrojecidas a la vez que empezaba a taladrar su coño con mi polla sin parar. Notaba el plug llenando su culo en mi polla y estaba a punto de correrme pero no quería acabar aún. ¿Qué quieres Ana? ¿Qué deseas? Quiero que me folles fuerte, que me la metas por el culo y me hagas correr también así. Ummm muy interesante pero no te quejes. Saqué la polla de su coño y el plug de su culo y empecé a empujar mi capullo en su culo, despacio. Gracias a la dilatación del plug entró fácilmente. Cuando la tuve metida aproveché para meterle el vibrador en el coño. Que sensación más rica la de la presión de su culo y el roce del vibrador. Ana sollozaba y gemía, pero no decía nada. Empecé a empujar poco a poco en su culo alargando mi orgasmo, quería disfrutar de ese culo. Estuve un buen rato follándola y parando para no correrme. Cuando ya estaba a punto, paré se la saqué y la gire de nuevo.

Me levanté y me fui, dejándola allí atada, deseosa de más. Me fui al baño, me lavé la polla y volví. Ahora volvamos al francés Ana, le dije. Te soltaré y me harás la mejor mamada que sepas hasta que me corra.  Me tumbé en la cama y la hice ponerse en posición del 69, mientras le comía su tierno coño y su recién desvirgado culo, Ana empezó a mamármela de esa forma tan estupenda que ella sabe. Sus gemidos iban en aumento gracias a la comida de coño y culo que la hacía y al notar que se corría ya no aguanté más y empecé a correrme en su boca. Ana no paró de chupármela, deleitándose con mi leche caliente dulce y salada.

No ha estado mal la clase profe, me dijo mirándome con ojos picaros y restos de semen en los labios. Nada mal Ana, hay que seguir estudiando temas nuevos, le contesté.

Hasta la siguiente lección.

Se agradecen los comentarios en vitines_a@hotmail.com