Ana la autoestopista

A Ana se le estropea el coche, la recoge un camionero y se la folla de manera animal.

ANA, LA AUTOESTOPISTA

Ana era una viajante que llevaba varias marcas de productos de belleza, esa mañana tenía que estar en una ciudad del interior para asistir a una reunión, salió de casa a las ocho de la mañana, cogió el coche y partió para la cita.

Ana era una mujer de unos treinta años, pelo largo liso de color cobrizo, ojos marrones, labios normales, de cara normalita, pero con un cuerpo de escándalo, sobre todo sus piernas, los pechos pequeños rematados con unos pezones marrones oscuros pequeños, el culo duro ligeramente levantado y respingón y el coño con una ligera tira de vello pubico, de labios gorditos y como si fuera una pendiente que fuese a terminar entre sus muslos sobre todo cuando vestía jeans, los cuales siempre llevaba bastante ceñidos, esa mañana había escogido un traje chaqueta de color crudo, una blusa blanca y debajo un conjunto de sujetador y tanga negros.

No llevaba ni cien kilómetros recorridos cuando el coche dijo basta y se paró, lo condujo hacia el arcén de la carretera, en ese momento iba por la carretera nacional, aparcó, puso los triángulos de emergencia, levantó el capot y miró a ver si podía arreglarlo por lo menos para llegar a algún taller. En ese momento paraba un camión que habiéndola visto inclinada sobre el coche con el culo en pompa no pudo evitar detenerse.

Se acercó presentándose y diciendo si la podía ayudar, vió la avería y hubiera podido arreglarla pero prefería ofrecerse a llevarla a su cita, cosa que la mujer aceptó, no tuvo que insistir mucho. Se montaron en el camión y partieron, al de un rato de marcha y mientras charlaban de temas intranscendentes, el camionero cambió de carretera metiéndose en una comarcal aduciendo que tenía que parar para recoger unos papeles pero que serían cinco minutos de retraso solamente, llevaban un trozo en la nueva ruta y el camionero comenzó a ponerle la mano en la rodilla a Ana, ella se asustó porque aunque el hombre físicamente estaba bastante bien, estaban en un paraje desierto y no sabía que intenciones traía él. Aparte de querer follarla podía querer matarla, así que tenía que ir con mucho tiento.

El hombre cada vez era más insistente y aunque ella cada vez estaba más mojada, estaba más nerviosa conforme pasaban los intentos de Juan, él ya cansado de los rechazos paró el camión detrás de una nave que él sabía que estaba abandonada y en la cual nadie les vería y la cogió del pelo y la dijo:

Puta, me vas a pagar el viajecito y si no quieres que me porte mal contigo y te haga daño de verdad te conviene no resistirte y disfrutar---- le ordenó él.

Ella que le había excitado la situación se quedó parada por completo sin saber que hacer, él la besó en la boca intentando con la lengua abrir sus labios sin conseguirlo pero al final ella fue respondiendo a los besos con una fogosidad cada vez mayor, notaba sus pezones ponerse como piedras y el sexo humedecerse por completo. El la empujaba con la mano a que bajase la cabeza para que comenzase a hacerle una mamada, la voluntad de Ana cada vez era menor por oponerse y cada vez mostraba mayor colaboración.

Ella puso la mano en el paquete de él y empezó a acariciárselo por encima de la tela mientras la polla crecía pugnando por salir de su prisión, él la llevó a la cama del camión sentándose él sobre la misma.

Ella se arrodilló ante él, con la mano le soltó el cinturón , seguido los botones del pantalón para dejarlos caer a media pierna. Restregó su cara contra su slip para sentir como la verga iba creciendo por momentos , le bajó el slip, él se sentó con las piernas bien abiertas y Ana empezó a lamerle la ingle,despacito fue subiendo hasta llegar a su vientre donde hincó bien la cara para ir bajando y llegar a la otra ingle, descendió un poco metió su cara entre sus piernas y le lamió ahí donde tanto le gustaba ,en el perineo, en ese sitio que queda entre los huevos y el culo, lo lamió, lo chupó y con la punta de la lengua bajó un poco hasta encontrar su culo, donde jugueteó un rato introduciéndola solo un poquito lo justo para dejarlo húmedo, subió de nuevo para besarle los huevos mientras iba abriendo la boca para terminar haciendo una pequeña succión con la que consiguió que sus huevos entrasen en su boca, jugó con ellos muy suavemente e hizo el amago de tragar para que notase el fondo de su garganta, de mientras con el dedo índice situado en su culo fue haciendo círculos y dándole pequeños pellizquitos....Sacó los huevos de la boca y con la lengua bien húmeda fue lamiéndole la polla hasta llegar a la punta, donde dejó un poco de saliva para poder introducir su lengua entre el prepucio y el glande , se esmeró bien en succionar el agujero de su polla donde hizo presión con la lengua como para intentar introducirla en el. Con el dedo índice empezó a hacer presión sobre su culo para penetrarlo un poquito, mientras él la había ido desnudando como podía ayudado por ella, solo la punta del dedo para ir haciendo cada vez mas presión y conseguir que entre hasta la mitad , una vez el dedo estaba dentro ,sin sacarlo hizo círculos dentro de él presionándole bien por dentro....siguió chupándole la polla , escondiendo bien los dientes y sacando la lengua todo lo que podía para que su polla entrase hasta el fondo de su garganta sin problema ,sin roces ,con movimiento acompasados y cada vez mas rápidos, mientras su dedo también empezaba a entrar y salir de su culo al mismo compás. Cuando notó que se iba a correr , sacó el dedo del culo y él la levantó como una pluma hasta ponerla a cuatro patas sobre la cama, ella solo llevaba una tanga que él arrancó de un golpe, se la puso en la entrada de su vagina y se la clavó de un golpe, ella gemía y jadeaba como una perra en celo, él la sujetaba del pelo haciendo que Ana arquease la espalda por el placer los fluidos por los movimientos del mete y saca se escurrían por sus muslos, él los recogía y los pasaba por el agujerito de ella en algunos momentos que paraba para tomar aire y que ella sintiese la profunda penetración.

Ella en cambio no paraba y colaboraba a la follada que estaba recibiendo moviendo su pelvis adelante y atrás y a la vez apretando y relajando sus músculos vaginales, para no correrse él se la sacó y bajando con la lengua por toda la columna de ella llegó al canal de sus nalgas y lo iba lamiendo hasta llegar a su ano, el cual lamía con pasión mientras con un dedo cogía parte de los fluidos derramados y untándola con ellos se lo introducía en el culo haciéndolo girar, luego dos dedos y repetía la misma operación, luego tres dedos, luego cogiendo la polla se la iba clavando más suavemente, ella soplaba y se quejaba hasta que el dolor se fue convirtiendo en placer y la resistencia era mucho menor, el se echaba sobre el cuerpo de la mujer y con una mano la pellizcaba los pezones intentándoselos morder y comer de vez en cuando y la otra mano masturbaba el clítoris, cada vez estaba más cachondo, cuando llevaban ya un tiempo en ésta postura la descabalgó sentándose de nuevo en la cama y sentándose ella encima de él clavándose la polla en el coño, dándole la espalda, él la empuñaba de los pezones mientras se los torturaba y la decía lo guarra que era, notó como ella se iba convulsionando por el cercano orgasmo, ella entonces le descabalgó y metiendose la polla en la boca le dio un par de lametones y de mamadas hasta que él eyaculó abundantemente en su boca.

Ella le miraba desde esa postura completamente desnuda y con todo el semen de él cayéndosele por las comisuras de los labios, se vistieron, adecentaron y él la dejó cerca del lugar de la cita de ella.

Este relato es imaginario pero si alguien quiere escribirme sobre todo mujeres podéis hacerlo a:

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