Ampliando horizontes

A veces rechazamos a personas por su físico, y luego nos sorprenden. "Podía notar la presión acumularse desde la base. Mi mano comenzó a moverse más rápido, deslizándose por el grueso tronco de mi polla mientras mis ojos seguían fijos en el culazo que estaba siendo brutalmente follado "

Podía notar la presión acumularse desde la base. Mi mano comenzó a moverse más rápido, deslizándose por el grueso tronco de mi polla mientras mis ojos seguían fijos en el culazo que estaba siendo brutalmente follado en la pantalla de mi ordenador. Una gota de precum salió de la punta de mi rabo, brillando con el reflejo de la luz del portátil. La recogí con mis dedos y la llevé a mi boca, relamiéndome. Cerré los ojos y recordé la última vez que jugué así con otro tío. Exploté a los pocos segundos, con varios chorros de lefa que salpicaron mi pecho peludo, mi abdomen y que se deslizaron hacia mis huevos sudados a la vez que yo recuperaba el aliento.

Otro día a base de pajas. Y con este ya llevaba ocho. No es que me dedique a follar cada semana pero desde hace unos días tengo un calentón increíble. Cada vez que veo a un tío por la calle no paro de mirarle el culo, y de imaginármelo a cuatro patas abriéndose el ojal, suplicándome que se la clave y pidiendo que no pare hasta que le de toda mi leche. Mi día a día se ha convertido en una lucha constante entre intentar mantenerme centrado y evitar que mi paquete duro me meta en más de un problema.

Sé lo que estáis pensando, "¿para qué tienes las apps? descárgate grindr o métete en alguna web de citas y folla de una puta vez" . ¿Creéis que soy gilipollas? ¿Que no lo he intentado ya? Pero la peña que hay disponible no son nada más que un montón de mierdas. O te calientan la polla veinte minutos para luego bloquearte, o te dejan en visto y no te responden ni un saludo. Estoy cansado de ver perfiles con la misma mierda de siempre, que dicen buscar hablar, quedar, follar... pero no son capaces de responder a nadie si no tienen la polla dura en la mano.... o los dedos metidos hasta el fondo de sus ojetes. El resto es peor. Perfiles sin foto que son la puta ruleta rusa. Mucho "mascxmasc", "het busca pasiva" que en el fondo son unos putos cobardes inseguros porque saben que si se dejasen llevar se podrían convertir en aquello de lo que tanto sus amigos como sus familiares se ríen tanto.

Además, con esto del confinamiento la cantidad de gente disponible se ha reducido considerablemente. Y podéis llamarme vago, pero paso de sacar el coche y hacerme un par de kilómetros para un polvo que puede ser más bien mediocre. Lo que más me jode es que la mejor opción para aliviarme el estrés es el puto vecino de en frente. Sé que es él por la foto de perfil, pero al verlo en la calle nunca me ha atraído. Es de mi estatura, pero está bastante gordo, va siempre vestido muy pijo y tiene un tupé que le hace parecer gilipollas. Tiene pinta de ser el típico que si le haces disfrutar un rato se engancha al rabo y no quiere soltártelo. No tengo nada en contra de los gordos pero yo las pocas experiencias que he tenido con ellos no han sido muy agradables. Con uno que se puso encima casi estuvo a punto de dejarme sin aire. Es mi culpa por ser un tirillas, pero aún me queda mucho para coger volumen así que estoy jodido.

Al menos, mañana ya es puente y con el buen tiempo espero que haya alguien, quien sea, que tenga ganas de echar un polvo como dios manda. Mi rabo pega una pequeña sacudida. También está impaciente. Lo dejo todo limpio y me voy a dormir casi en pelotas, destrozado despúes de toda la semana de mierda.

Me despierto como va siendo habitual, con una erección de caballo. Mis diecisiente centímetros se rozan con la suavidad de las sábanas y eso sólo hace que necesite echarle mano a algo que tenga carne. Necesito algo más que una mano. Necesito una lengua. Una boca. Un culo.... Cualquier cosa para aliviar esta tortura que se acumula en la punta de mi capullo. Mientras me preparo el desayuno abro la app y empiezo a revisar los perfiles. No hay nada nuevo. Ni siquiera parece que la gente se haya despertado todavía. Estoy más que jodido. Decido dejarla abierta y esperar un poco a ver si hay suerte.

Debería estar haciendo cosas. Currando un poco. Pero no paro de meterme cada dos por tres en la puta app. Ya se ha pasado casi toda la mañana y no ha habido nada. Me he estado tocando los huevos, aguantando las ganas de correrme con otro pajote a pesar de tener la polla dura y lubricando. Todo por si acaso aparece alguien que me ofrezca algo interesante. No me perdonaría desaprovechar la oportunidad proque me corriera hace dos minutos. Pero lo único que estoy consiguiendo es hacer un repaso de la mejor selección de vídeos porno y ponerme de mala leche.

Dejo el móvil en el sofá y me acerco a la ventana. Tengo que concentrarme en otra cosa. Necesito calmarme un rato para poder centrarme. La calle está casi desierta, y aunque el sol está fuera corre una suave brisa. Me sienta bien. Justo entonces me fijo en la ventana del vecino. Normalmente está cerrada y con la persiana medio echada, pero hoy está completamente abierta. Se ve que también tenía ganas de disfrutar del calor de hoy. No puedo ver mucho, pero parece que es un salón amplio. Seguro que en ese sofá se ha echado muchas veces con las piernas bien abiertas para que le taladrasen el ojete. Ojalá el cabrón tenga mejor suerte que yo.

Iba a irme cuando veo al vecino pasar sin camiseta. Efectivamente tiene un cuerpo grande, pero no es el típico gordo en el que toda la piel está suelta y fofa. Más bien parece que tiene exceso de músculo. Su piel parece muy tersa. Seguro que también es muy suave, porque el capullo no tiene ni un solo pelo en todo el cuerpo. No lo voy a negar, se me ha despertado un poco la polla. Imaginarme siendo un cabrón con el pijito del vecino y ahogándole con mi polla es una buena manera de empezar a ponerme burro. Sin embargo, no es suficiente. La parte más decisiva de todas viene con su culo. Incluso si eres el tío más guapo del mundo, tu culo puede ser tan feo que no quiera ni acercarme. Y eso es una pena porque me encanta clavar mi lengua en un buen culito. Como todo en esta vida para gustos los colores pero a mí no hay nada que me ponga más que un buen culo firme, depilado, y con ganas de ser follado.

Mientras me acaricio el rabo que está luchando por salir del boxer, el vecino empieza a buscar algo por debajo del sofá. Se pone de rodillas en el suelo y levanta el culo. La vista es preciosa, digna de una peli porno, pero el pantalón del pijama sigue ocultando la mejor parte. Empieza a meter un brazo por debajo del sofá, intentando alcanzar algo.

"Mira que es inútil. Sería mucho más fácil si moviera el sofá entero en lugar de ponerse de rodillas. En fin, seguro que ha sido cosa del instinto. Es difícil cambiar los hábitos."

Pero al final voy a tener que agradecerlo. De tanto menearse el pantalón ha empezado a bajar. Me estoy muriendo de ganas de terminar de verle el culo bien colocado como una puta pidiendo rabo. Si sigue así tendré que gritarle desde la ventana para que se lo baje de una vez. Ahora el inútil parezco yo, porque seguro que si se lo pidiese por la app me pasaría un puto carrete entero. Pero el morbo del directo, y que él no lo sepa, lo hace más interesante. El pantalón se baja un poco más y consigo verle la raja y medio culo. Parece depilado. Eso es un gran punto a su favor. Llevo mi mano a mi polla y sacándola por un lateral comienzo a pajearme lentamente. Un poco más... Mierda, se ha llevado la mano al pantalón. Está intentando que no se le caiga. Venga, joder. ¿Qué más te da si nadie te está viendo?

Por fin. Entre lo que había debajo del sofá y el pantalón se ha decidido por lo primero. Abriéndose un poco más de piernas ha podido alcanzar lo que sea que estuviera ahí abajo, pero el pantalón se le ha caído por completo y he podido verle un culo apretado. Firme, depilado, grande y redondo. El culo perfecto para pasarte horas comiéndolo y dándole la buena sesión de dildos que se merece porque seguro que es un jodido tragoncete. Quizás sean las ganas, que lleve toda la mañana empalmadísimo como un puto mono, pero no puedo evitarlo. Ya no quiero aguantar más esta mierda. Cojo el móvil y abro la app.

  • Hey, qué tal?

El mensaje aparece como entregado y espero pacientemente a que me responda. Como ya le he dado alguna vez calabazas lo mismo no quiere hacerme ni caso. También hay que pensar que está trabajando en su casa, como debería haber hecho yo.  Pasan siete minutos y estoy a punto de rendirme cuando por fin me responde.

  • Holaaa. Yo bien, y tu?

Ahí está. Por fin. Podría camelármelo un poco, intentar coger confianza pero la verdad es que prefiero dejar las cosas claras.

  • Cachondo en casa. Con la polla a mil que llevo con un calentón toda la semana y me apetece mucho echar un buen polvo.

  • Jejejeje. La verdad es que con el buen tiempo que hace hay ganas.

  • Pues sí. Podrías ponerte en pompa y dejarme disfrutar de tu culo un rato, no?

  • Yo pensaba que no te gustaba.

  • Mira por la ventana.

Me asomo otra vez al balcón, asegurándome que los boxers estén un poco bajados para que se note que tengo la polla dura apuntando al techo. Con un poco de suerte se dejará ver, y seguro que eso le convence. Le veo acercarse a la ventana y saludarme con la mano.

  • Te he visto antes mientras limpiabas. Todo tu culo en pompa. Tiene pinta de ser muy follable.

  • Sii?? Qué vergüenza...

Le veo ponerse un poco rojo, pero sigue mirándo el móvil y de vez en cuando me mira a mí. Noto como sus ojos se van hacia mi paquete. Le tengo casi ganado.

  • Te animas? Podríamos pasarlo muy bien....

  • Es que llevo un tiempo sin que me follen tio.

  • Y qué?

  • Pues que lo tengo bastante cerrado. Y con esa polla que gastas... Parece gorda. Seguro que le cuesta entrar.

Me acaricio la polla y la agarro fuerte. Noto como me la mira y se muerde el labio. Qué ganas tiene el cabrón de arrodillarse y comérmela como si fuese su puto chupa-chups. Lo de que esté cerrado puede ser un problema, pero cualquier cosa es mejor que nada.

  • No te preocupes. A mi me encanta comer culo. Yo te lo dilato bien para que no te duela.

  • Uff, y con eso tu crees que va a entrar? Me lo vas a tener que comer mucho rato....

  • Por eso no hay problema. Tú sólo tienes que ponerte a cuatro patas que yo me encargo. Ya verás como al final conseguimos que ese culito se vuelva un tragoncete.

Se ve que esa frase le ha gustado porque como respuesta se da la vuelta y se baja el pantalón. Acerca su culo a la ventana e incluso se inclina como una zorra sólo para mí. No puedo evitarlo y me saco completamente el rabo fuera, pajeándome con esa vista.

  • Seguro que disfrutarías mucho con mi culo. Al principio tendrás que ir muy despacio pero cuando se acostumbre ya podrías darle todo lo fuerte que quieras.

"Todo lo fuerte que quiera, ¿eh?" Con esa frase ya me ha empezado a dejar claro que le mola el sexo duro. Si terminamos de encauzar esta conversación quizás acabe saliendo de esto algo bueno y todo. Me encanta follar con pasivos que tienen un lado sumisete. Con ellos el sexo siempre acaba siendo más morboso, más cerdo. No hay nada como ver la cara de un buen putito pidéndote que le revientes a tope mientras gime de gusto. A ver cómo reacciona si subimos un poco el tono.

  • Claro que sí. Voy a hacer que disfrute de tener dentro un rabo duro y gordo que lo deje bien abierto. Para que puedas gemir como una putita en celo disfrutando de una buena polla. Como a ti te gusta, ¿a que sí?

  • Uffff tio, siiii. Quiero que disfrutes de mi culo. Todo lo que quieras. Pero me da un poco de miedo porque otros tíos me han hecho daño. Se pasan un poco y sólo les importa su propio placer.

Me fijo en que no le ha desagradado que le llame putita. Sabía que le iba a molar ser un poco sumisete. Últimamente parece que a casi todos les va eso. La sensación de ser un trozo de carne, que te usen para que una buena polla explote dentro de ti y te llene de lefa. Y que te siga usando después durante horas. Sinceramente, a algunos se les va mucho la pinza cuando se meten demasidado en este rollo.

  • No te preocupes. Voy a dilatarlo muy bien. Con lubricante y mucha lengua.

En ese momento se agacha un poco más, y se abre el culo dejándome ver su ojete cerradito. Juro que si no me deja follarlo voy a reventar. Empiezo a imaginarme cabalgándolo. Sujetándole del pelo. Azotándolo hasta dejarlo rojo.... Acabemos ya con tanta charla.

  • Si no puedes con mi polla no me importa. Me basta con restregártela por el ojete. Que notes lo dura que está y como suelta precum. Hasta que se deslice suave por todo tu culazo de zorra. También podemos jugar a que me comas los huevos y me ordeñes la polla con tu boquita. Te va encantar mi lefa por toda tu cara.

  • Mmmmmm siiii, quiero que me hagas todo eso. Pero es una pena que tengas la polla lista y no me la acabes metiendo. Prométeme que irás despacio.

  • Tu confía en mí. Quédate así a cuatro patas en el sofá y deja la puerta abierta. Yo voy en seguida.

  • Vale. Aquí te espero.

Mientras miro como se aleja de la ventana y se mete hacia dentro, apago el móvl y respiro profundamente. La verdad es que pienso portarme como un cabrón con él, pero cuando termine, le va a gustar tanto que seguro que me deja repetir cuando me salga de los huevos. Ya empiezo a sentirme mejor. Mientras cierro el balcón y le doy un par de sacudidas a mi polla empiezo a calentarme todavía más. "Vamos a follarnos ese culo gordo como se merece."