Amores Para Recordar Capítulo 6
En la privacidad del baño, el espejo empañado con el vapor del agua, dos cuerpos adolescentes hermosos, enjabonados y calientes compartían besos húmedos, usando sus manos para explorar su piel centímetro a centímetro.
El sol se empezaba a filtrar por la ventana de la habitación de Juan, dentro los jóvenes amantes se encontraban cubiertos con una sábana y abrazados en una escena de novela, Pablo abrazaba cariñosamente a Juan recostado en su pecho desnudo. 7:00 am con Lupita en movimiento la parte inferior de la casa preparando el desayuno, los padres se levantaban para iniciar su día en el trabajo y se vistieron con sus trajes para la oficina, le pidieron despertara a los chicos.
Padre —¡Buenos días Lupita! ¿Aún no han despertado los chicos? — Miro en todas direcciones para buscar a los chicos, Lupita no sabía que decirle porque normalmente Juan se despertaba temprano toda la semana.
Madre —¡Buenos días Lupita! Seguro se quedaron jugando videojuegos en la computadora — Ella trato de adivinar la razón detrás del repentino cambio de su Juan, quizás su rutina cambio por la visita de su amigo Pablo.
Lupita — ¡Buenos días! Ustedes son los primeros en levantarse — Saludo amablemente con una sonrisa como cada mañana, siempre tan alegre de ayudar a sus patrones.
Padre — Puedes ir a verlos para que desayunen con nosotros este mañana — Tenia curiosidad de saber la razón de la demora de Juan para bajar a desayunar.
Madre — No tenemos mucho tiempo para esperarlos, podrías decirles que queremos saludarlos para ir a trabajar y nos gustaría compartir la mesa con su compañía — Ella se adelantó a su esposo para dejar en claro sus intenciones con su querido hijo.
Lupita — En seguida los despierto — Sin perder tiempo salió para cumplir su orden.
Rápidamente se dirigió a las escaleras para subir a la segunda planta, minutos más tarde toco varias la veces la puerta de madera, sin escuchar una respuesta y viendo que olvidaron colocarle el seguro a la puerta, entro a la recamara como lo hacía, cuando Juan era pequeño.
Lupita —¡Buenos días Juan! Levántate de la cama con Pablo. Toc, toc, toc — Hablo fuerte con la esperanza de hacerle despertar a la primera oportunidad.
Lupita — Juan y Pablo los están esperando en el comedor para desayunar. Toc, toc, toc — Nuevamente la alzo la voz tocando la puerta más fuerte.
Lupita — No sean flojos despierten. Toc, toc, toc — Frustrada de intentar despertarlos, decidió entrar en la habitación para hacerlo personalmente.
La conmovedora escena de los muchachos durmiendo abrazados, termino de confirmar las sospechas del repentino cambio de Juan y todas las veces que solía llegar tarde a casa, ella fácilmente comprendió que podían estar saliendo en secreto. Todavía con un poco de culpa movió cuidadosamente la cabeza de Juan, quien sorprendido por haber sido interrumpido su sueño salto del susto y termino por despertar a su compañero de sueños, quien estaba igual de asombrado por la comprometedora situación de ambos.
Juan —¡Buenos días Lupita! ¿Qué estás haciendo en mi habitación? — Trato de conservar la calma a pesar de estar nervioso por ser descubierto.
Lupita — ¡Buenos días Juan! solo vine a llamarte para que desayunes con tus padres — Ella se calmó para saludarle como la voz tranquila.
Juan — No les digas sobre lo que has visto aquí — Temeroso de ser castigado junto a su acompañante, suplico a Lupita la única persona que lo entiende.
Pablo — Solo estábamos durmiendo, pero no hicimos nada malo en la noche — Decir la verdad era su forma de decir lo siento, tampoco buscaba dejar solo con problema a Juan.
Lupita — Confió en las decisiones de Juan. Guardare su secreto, pero sean más cuidadosos. Mas tarde me gustaría hablar con Juan a solas, ahora bajen a desayunar con tus padres — Esperaba sus palabras los hicieran estar más calmados por el momento.
Después de la incómoda situación entre los chicos y Lupita, ella inconscientemente bajo con una sonrisa en la cara para comunicar su respuesta y mientras los amigos, se sintieron apenados de lo sucedido, la primera noche que pasaban durmiendo en la misma cama, fueron descubiertos. Pablo se atrevió a romper la tensión en el ambiente de incertidumbre, usando un tono de voz calmada expreso su punto de vista y trato de consolar a Juan con una sonrisa.
Pablo — Hemos sido descuidados con el seguro de la puerta, quizás la próxima vez sea bueno verificar dos veces para estar seguro de ponerlo — Conservaba las esperanzas de poder volver a pasar la noche con su amado.
Juan — Lupita es una buena nana por eso no debes preocuparte, ella siempre ha buscado mi felicidad desde su llegada a esta casa y me ve como un hijo propio — Revolviendo el pelo de Pablo con su mano sonreía pensando en Lupita.
Pablo — Si es necesario puedo hablar con ella sobre lo visto — Sosteniendo la mano de Juan se ofreció a hablar con la nana.
Juan — Es mi habitación, mi casa y yo debo enfrentar mi realidad — Estaba conmovido con el actuar de su chico bronceado.
Pablo — Ahora estamos juntos como una pareja, así que solo hay nosotros — Convencido de poder enfrentar los problemas de ahora en adelante.
Juan — Gracias Pablo — Le dio beso en la mejilla como premio por su valor.
Mientras se vestían para bajar a desayunar en la planta baja de la vivienda, ellos pudieron observar a detalle el cuerpo del otro por primera vez y especialmente el área de su entrepierna, dos leves erecciones se hicieron presentes con el contacto de piel con piel. Juan le presto un cambio de ropa a Pablo para que se vistiera rápidamente, ambos eligieron prendas similares para vestir y esta consistía en; un jean azul y playera blanca. Hicieron una carrera desde la recamara del dueño, sim embargo Pablo robo un beso en la mejilla a su lindo chico de piel clara y esta se sonrojo por un momento, casi maldiciendo en su corazón por ser tímido con él. Cuando descendieron por las escaleras en dirección al comedor, los padres estaban comiendo sus alimentos con su conversación y Juan los interrumpió para saludarlos, seguido de su chico.
Juan — ¡Buenos días mama y papa! — Emocionado de la noche anterior saludaba con mucha alegría a sus padres.
Pablo — ¡Buenos días! — Todavía con su corazón acelerado por la carrera.
Padre — ¡Buenos días hijo! Finalmente has despertado. Le pedimos a Lupita su ayuda porque hoy regresaremos tarde a la casa y tenemos deseos de desayunar contigo — Él se encontrada inusualmente más feliz a lo habitual.
Madre — Ven Pablo siéntate a desayunar con nosotros en la mesa — Señalando un lugar en frente de ella para el chico.
Pablo — Muchas gracias — Inclino la cabeza como agradecimiento a su anfitriona.
Padre — ¿Has dormido bien la habitación con nuestro hijo Juan? — Miraba a su invitado sin saber lo sucedido en la habitación con ellos.
Esta pregunta hizo a los chicos mirarse mutuamente como si supiera su secreto, Sofia temiendo fueran malinterpretadas las palabras de Santiago y viendo su cara de confusión en ambos chicos, les repitió la pregunta a los dos por sino la escucharon.
Madre — Si tuviste alguno problema en compartir la cama con mi hijo, la próxima vez puedes quedarte en una habitación de huéspedes — Ella consciente de la forma de dormir de su hijo, ofrecía una solución al problema de su invitado.
Pablo — No tuve ningún inconveniente en hacerlo por eso no se preocupe — Pablo no recordaba la última vez que dormía tan tranquilamente toda la noche.
Padre — Estamos pensando en celebrar el cumpleaños de Juan y nos gustaría asistieras a la fiesta para hacerle compañía ese día, incluso puedes traer a tu padre contigo — Mencionaba el anuncio orgulloso de ver a su hijo cumplir un año más de vida.
Juan — Entonces puedo invitar a Erick, Miguel y Sara para venir a la casa — No podía dejar a un lado a sus amigos de toda la vida y fieles compañeros de clases.
Madre — Sera un cumpleaños en familia por eso encárgate de traer a tus compañeros, nos gustaría compensarte la falta de atención en los últimos años y pedirte perdón — Arrepentido de su error de mantenerse lejos de Juan quería compensarle de alguna manera.
Juan — Nunca los he culpado por pasar muy poco tiempo conmigo, he llegado a entender la importante que es su trabajo para ustedes y me siento solo a veces, pero tengo a Lupita, ella me ayudo a comprender la situación en general sobre sus empleos — Su corazón se sentía aliviado de escuchar una disculpa de su parte.
Pablo estaba presenciando una emotiva conversación con los suegros, inevitablemente sentía curiosidad sobre como seria su vida, si su mama viviera todavía y si aceptaría su relación con un chico, ahora solo tenía a su papa para cuidar de él. Después los padres continuaron comiendo sus alimentos en silencio, Lupita sirvió dos platos extras para los muchachos que se unieron a la mesa y se dedicó a contemplar por la conmovedora escena en familia, aunque le dijo a Juan de hablar sobre verlos en la cama durmiendo. Ella comprendía que sobre los sentimientos uno simplemente no puede elegir, lo mismo sucede cuando se trata de la persona a quien amas y su género, no debe ser un obstáculo para su felicidad, lo importante es que ambos se sientan bien en una relación de pareja.
Lupita creía importante hacerle saber a Juan de contárselo a sus padres, ellos independientemente de su poco tiempo libre, seguro lo apoyarían en su relación y le ayudarían a superar los retos en los años siguientes con Pablo. Luego de terminar su desayuno se marcharon a su trabajo por separado en sus autos, Santiago se fue a una sucursal de banco como parte de una inspección sorpresa y Sofia fue a un nuevo complejo de viviendas al oeste de la ciudad, allí vería un cliente para mostrarle un departamento.
Padre — Juan nos marchamos al trabajo, pero dale a tu amigo lo que necesite — Levantándose de la silla daba una orden a su hijo.
Juan — Si papa me hare cargo de mantenerlo cómodo en la casa — Pensaba en lo afortunado de tener unos padres compresivos.
Madre — Nos alegra que hayas podido venir a cenar con nosotros, ojalá podamos repetirlo en otra ocasión con más tiempo — Entusiasta de repetir las buenas experiencias.
Pablo — ¡Muchas gracias! — Confundido por sus palabras sinceras solo agradecía.
Posteriormente tras la partida de Santiago y Sofia a su trabajo, los jóvenes subieron al cuarto para jugar carreras en la consola de videojuegos y decidieron apostar un castigo como la última vez, solo que este sería dicho al final de la contienda. Conectaron el PlayStation 4 a la pantalla plana en el escritorio, cada uno tomo un control inalámbrico del dispositivo y presionaron el botón del menú de inicio, evidentemente el dueño empezó liderando la carrera. Pablo reacio a darse por vencido, hizo su mejor esfuerzo por superarlo aumentando su velocidad, estaba haciendo su mejor trabajo para superarlo y pronto empezó a darle una pelea real a su chico rubio, quien creía firmemente en sus habilidades para ganar la competición.
Tras 5 vueltas seguidas Pablo se vio obligado a declarar su derrota, el ganador festejo su victoria a pesar de conocer la verdad de su triunfo y omitió la elección de su premio para otra ocasión, debía pensar cuidadosamente la recompensa de su amado.
Pablo — Acepto que has vencido en la carrera, pero fue una carrera injusta de tu parte, francamente carezco de experiencia para jugar videojuegos y tú tienes mucha de sobra — Se justificaba haciendo uso de la verdad a su favor.
Juan — Si quieres te daré la revancha — Regodeándose con su victoria del momento.
Pablo — ¿Cuál será mi castigo por haber perdido la competencia en el juego? — Necesitaba estar preparado para la petición de su chico lindo.
Juan — Lo dejaremos para la próxima vez que nos veamos en la preparatoria, necesito tiempo para hacer la elección correcta — Se hizo el interesante haciéndole esperar en lo que pensaba.
Pablo — Solo estas dándole vueltas, pero si eso quieres. Adelante — Desmotivado no pudo más opción de esperar un tiempo más.
Juan — No quieres tomar una ducha para marcharte a casa, me parece que le has dicho que volverías en la mañana y el tiempo se pasa volando contigo aquí — No quería dejarlo ir, pero su suegro debería estar pensando en él.
Pablo — Te parece si compartimos la ducha hoy — Tenía ganas de disfrutar un momento privado con su apuesto compañero.
Juan pensó la propuesta de su acompañante de bañarse juntos, esto hizo dudar a Pablo de haberle hecho una proposición tan descarada y a la vez tan intima, habían compartido la cama durante la noche, pero esto quizás superaba su privacidad. Justo cuando se disponía a retirar sus palabras para evitar poner tímido a Juan, este deliberadamente acepto la oferta con una sonrisa y los dos tomaron un par de toallas para dirigirse al baño, ambos se desnudaron en frente del otro con total naturalidad. Juan finalmente pudo apreciar por completo el cuerpo desnudo de Pablo, su six pack en el abdomen bajo por su entrenamiento en las tardes y el tono bronceado de su piel, incluso pudo ver una línea de vellos desde su ombligo a su sexo.
Pablo se quedó viendo fijamente a Juan por primera desde que lo conoce, ahora se daba cuenta que sus cuerpos eran similares en proporciones y su piel clara, hacia levantar a su miembro en su entrepierna y sus largas piernas con escaso vello en ellas le incitaban a pecar. Su trasero firme por todas las horas en la cancha corriendo, lo hacían afortunado de compartir su vida con un chico atractivo e inteligente a quien pudiera abrazar por las noches y entregarse completamente en un acto de un amor, fusionar sus cuerpos como uno solo.
Pablo — Eres el chico más lindo que he visto en vida — Usando su tono dulce para demostrar el inmenso cariño dentro de su corazón.
Juan — Solo me pones tímido con tus cumplidos tonto, podía decir lo mismo de tu cuerpo en entrenamiento y sabes de difícil contener mis instintos contigo cerca todo el tiempo — No podía evitar ponerse tímido con los cumplidos de su amado.
Pablo — Cumpliré todas tus fantasías, pero iremos paso a paso, debemos disfrutar los momentos como pareja — Siempre ha pensado primero en los sentimientos de Juan por miedo a cometer el error de ir rápido con él.
Juan — Confió en tus palabras desde ese día que acudiste a salvarme — Su voz denotaba el amor que guardaba en lo profundo de su ser.
En la privacidad del baño, el espejo empañado con el vapor del agua, dos cuerpos adolescentes hermosos, enjabonados y calientes compartían besos húmedos, usando sus manos para explorar su piel centímetro a centímetro. Juan estaba disfrutando por primera vez de las caricias de Pablo, mismo que estaba viendo a detalle la figura de Juan tras años de jugar basquetbol y apreciando su trasero redondo, especialmente su piel banca. Juan podía hacer realidad la fantasía de tener a su persona especial, el chico de tono bronceado a quien había estado frecuentando y el responsable de acabar la soledad de su alma, el único que provocaba sensaciones tan contrarias en su corazón.
Pablo tomo suavemente con su mano el miembro de su amado, moviéndola de arriba a abajo para masturbarlo como lo haría con su propio pene y Juan tímidamente correspondió sus atenciones haciendo lo mismo con Pablo, durante los siguientes minutos, ambos chicos dejaron escapar varios gemidos de placer. La espuma del jabón facilitaba el trabajo de los jóvenes en su acto de amor, los latidos de sus corazones aumentaban conforme lo hacían sus ganas de alcanzar el anhelado clímax. En un intento por alargar la sensación de goce, disminuyen la velocidad, concentrándose en la suavidad de las caricias profesadas al miembro ajeno, lentamente sus manos comienzan a empaparse ligeramente del líquido pre seminal, mientras que a través de sus cuerpos se extiende la electricidad que emana desde el interior de sus vientres, anunciando la llegada del orgasmo.
Seguidamente de bañarse juntos se pusieron nuevos cambios de ropa, Pablo nuevamente termino usando la ropa del chico rubio para guardar la suya y prometió devolvérsela la próxima vez que lo visitara, 12:00 pm ambos bajaron de la habitación hacia la sala a ver a Lupita. En esta ocasión Pablo inicio la conversación con el fin de aclarar lo visto horas antes, estaba decidido a comprometerse a luchar por el amor de Juan y cuidar de su corazón en el futuro, aunque eso implicara confrontar a los padres para ganar su aprobación.
Pablo —¡Buenas tardes Lupita! Quiero hablar sobre lo que viste en la mañana — Poniendo su cara seria veía a Lupita directamente a los ojos.
Lupita —¡Buenas tardes joven! Yo vi a dos adolescentes abrazos en la cama casi desnudos — Ella menciono los hechos tal cual los había visto sin formular suposiciones.
Pablo —Mi relación con Juan por ahora es solo amigos, pero quiero hacerlo mi novio, ahora no hemos formalizado la relación porque no hemos encontrado el momento y cuando lo hagamos, personalmente me encargare de decirle mis intenciones a sus padres — Sus ojos serios mostraban que estaba siendo claro con sus sentimientos por Juan.
Lupita — Juan es como un hijo para mí, veras mi única razón de continuar con la familia es el. Te quiero pedir que cuides siempre de su persona, quizás sea terco, pero es un buen chico — Ella dijo sus pensamientos en voz alta como una forma de hacerle entender su preocupación, dejando de lado el hecho de que ambos sean unos adolescentes.
Pablo — Nunca dejare que nadie lo lastime o intente alejarlo de mi lado — Su determinación por estar con Juan es incuestionable a los ojos de los presentes.
Lupita — Entonces te lo encargo mucho — Tomo la decisión de dejar a su pequeño en las manos del chico que le devolvió su sonrisa.
Juan —Gracias por toda tu comprensión Lupita — Realmente había demostrado ser una mujer comprensiva a lo largo de los años en su casa.
Luego pablo se despidió de Juan con un fuerte abrazo en frente de la nana, salió por la puerta con dirección al centro para tomar un autobús y finalmente regresar a su casa con su padre, mismo que posiblemente se encontraba trabajando en el taller. Durante el camino a su hogar se pasó recordando los hechos de la noche anterior, perecía un sueño tan bonito a pesar de la desaparición de Luis y la posible venganza que debe estar formulando con sus aliados en las sombras, solo necesita una pista para ubicar su paradero en la ciudad. Abordo en el autobús “ESTRELLA DEL NORTE” con destino a los suburbios, tan pronto bajo de la unidad salió corriendo para refugiarse en su cuarto y poder gritar entre las 4 paredes de emoción, su felicidad estaba completa con Juan a su lado como amigo/novio.
Salto a la cama con una enorme sonrisa recordando sus caricias matutinas, la sensación de poder tocar la suave piel blanca de su chico y poder pasar toda la noche a su lado, incluso poder abrazarlo en su propia cama como si fuera a irse. Cuando el padre volvió a casa su hijo se encontraba durmiendo plácidamente, Gustavo se dispuso a preparar la cena para Pablo con una sonrisa y revisando el refrigerador, coloco los ingredientes disponibles en la mesa, decidió preparar; milanesas de pollo, papas horneadas, sopa de vegetales y helado. En el pasado su esposa se encargaba de preparar los alimentos, Lucia llevaba todo lo relacionado con los gastos de la casa y ahora Gustavo prácticamente se convirtió en hombre multiusos. Pablo comenzó a despertar con el olor de la comida recién hecha, afuera el cielo se empezaba a oscurecer por la puesta de sol y su estómago vacío reclamaba su atención, prácticamente solo había comido una vez en la casa de Juan y eso fue su desayuno.
Gustavo y Pablo tuvieron una agradable cena en familia, el padre aprovecho la oportunidad de hacerle varias preguntas sobre Juan y la familia de este, últimamente estaban pasando tanto tiempo juntos, pero no lo había visto por su trabajo.
Padre — ¿Como estuvo la cena con los papas de tu amigo? — Miraba a Pablo para comprobar sus expresiones, nunca lo había visto ir a casa de un amigo en especial.
Pablo — Ha estado muy bien en especial porque los padres son buenas personas — Realmente daba gracias por calidez del hogar de los padres de Juan.
Padre — ¿A que se dedican los padres de tu amigo? — Su curiosidad comenzaba a salir conforme veía a Pablo hablar de Santiago y Sofia.
Pablo — El padre Santiago es presidente de un banco y su madre Sofía vende bienes raíces. La verdad me he quedado sorprendido por el tamaño de su casa — Sentía un poco de envidia de solo contar con su padre a diferencia de su amado.
Padre — Entonces deben ser personas influyentes en el mundo de los negocios, sabes tu madre en el pasado siempre tuvo el sueño de tener su propio negocio — Ver las expresiones tan variadas de Pablo lo motivaron a desempolvar sus propios recuerdos.
Pablo — Probablemente es verdad, Juan me ha dicho que trabajan demasiadas horas — La pena en sus ojos también hicieron sentir culpable a Gustavo.
Padre — ¿Y cómo te llevas con tu amigo Juan en la escuela? Imagino que estudian en el mismo grupo de clases — Verlo hablar de su amigo también le daban ganas de conocerlo.
Pablo — Somos del mismo año de preparatoria, pero su grupo es otro, digamos que lo he conocido por pura casualidad por un amigo en común — Evito el tema de la pelea con Luis por miedo a preocupar a su progenitor.
Padre — No me gusta verte dormir en la casa de tus amigos porque no los conozco, tengo miedo de perder lo único valioso que me quedo y sabes me preocupo todo el tiempo porque el mundo afuera es muy peligroso — Expuso sus puntos a favor con el fin de hacerle entender su preocupación de verlos salir a la ciudad, ciertamente el mundo estaba cambiando a pasos muy grandes con el crimen en las calles.
Pablo — Sabes que no soy un niño pequeño como en el pasado, ahora puedo cuidar de mí mismo por mi cuenta y solo te pido confíes en mi — La confianza de su padre es lo único que necesitaba para estar seguro ahí afuera.
Padre — Confió en tus habilidades, pero como tu padre siempre serás mi pequeño, recuerda que si tienes un problema siempre podrás contar con mi ayuda y apoyare tus decisiones — Conociendo el corazón de su hijo quiso darle una prueba de su apoyo de padre.
Pablo — ¡Muchas gracias papa! — Siempre le había tratado como un adulto por eso no quería darle una preocupación, ahora quería demostrar su valor con Juan.
Padre — Te quiero mucho hijo — Un abrazo fuerte resultaba más efectivo con él.
Luego de una conmovedora cena en entre Pablo y su padre, el primero se retiró a su habitación para iniciar su tarea en la comodidad de su cama y asegurarse de cumplir su promesa a Lupita, si quería cuidar de Juan en el futuro debería conseguir un buen trabajo. Saco sus libretas con los apuntes de sus clases para revisar cada una, debía estar seguro de completarlas, si quería evitar un llamado de atención y tomándose su tiempo empezó a hacerla en silencio, Juan estuvo practicando toda la tarde basquetbol en su patio trasero. El domingo por la mañana Pablo termino con sus deberes escolares, entre ellos un proyecto de ciencias de una representación del sistema solar y durante la tarde fue a su entrenamiento en el gimnasio, llevo su maleta con un cambio de ropa para bañarse después del ejercicio.
Al llegar saludo a su entrenador como normalmente lo hacía, empezó con 10 minutos en la caminadora, hizo 20 minutos en la prensa con piernas y curl con mancuernas sentado por 30 minutos, además paso 20 minutos en la bicicleta como un extra. 6:30 pm fue a los vestidores para bañarse en las regaderas, se cambió su ropa de entrenamiento por la muda limpia que previamente preparo y se marchó tiempo más tarde para su casa, sin embargo, en el camino tuvo la sensación de estar siendo seguido tras unas calles. Volteo en varias ocasiones para comprobar sus sospechas, todas resultaron infructuosas porque nunca vio a ninguna persona y cansado de la situación de la incertidumbre del momento, se escondió en una tienda de ropa cercana para descubrir la verdad de los hechos.
Cuando las sombras a la distancia se hicieron presentes en la calle, se sorprendió de ver a 3 enemigos reunidos como si fuera una pesadilla y ahí se acabaron las dudas de su corazonada, lo habían estado observando todo este tiempo para emboscarlo. Se acerco cuidadosamente para escuchar su conversación entre ellos, debería saber que estaban planeando como su próximo movimiento y prevenir a Juan de sus intenciones para evitar problemas, debió haber imaginado desde el principio su venganza de atacar por la espalda.
Luis — Como han perdido de vista al inútil de Pablo tan pronto, es culpa mía por dejarlos a cargo de una tarea tan simple y ahora no sabremos a donde se dirigía — Su tono de voz se elevaba conforme hablaba con los chicos.
Carlos — La culpa ha sido de Mauricio por estar mirando a las chicas en esa tienda, si quieres castigar a alguien es el responsable — Hizo lo posible por evitar su responsabilidad de su error.
Mauricio — Es tuya por convencerme de comprar un helado contigo, tú sabes lo importante que es la misión de seguir a Pablo y lo arruinaste — No pensaba dejar a Carlos salirse del problema.
Carlos — Mentiroso fue tuya — Aceptar su culpa era igual a dispararse en el pie.
Mauricio — Cabeza hueca — La única forma de hacerle retroceder es usar malas palabras.
Luis — Basta de pelear entre ustedes pendejos, ahora quiero lo encuentren donde sea que se escondió y lo traigan conmigo porque si no el castigo será para ambos — Su voz llena de furia dejo a los chicos perplejos de la situación.
Mauricio — Estoy cansado de seguirlo por semanas por la escuela, simplemente deberíamos atacarlo y ya, si queremos vengarnos de Pablo porque seguimos a Juan — Expresaba su descontento por tener que hacer la cosas al doble.
Luis — Necesita una lección para que nunca vuelva a desafiarnos como lo hizo, ahora divídanse para encontrarlo seguro no está lejos de aquí — Insistía en encontrar a su víctima a como diera lugar para atormentarlo.
La búsqueda fue un completo fracaso a pesar de buscar en los negocios, Pablo se había ocultado en un probador de ropa con último recurso y consciente del problema entre sus manos, rápidamente mando un mensaje por LINE a Juan. Simplemente estaba decidido a evitar los riesgos innecesarios por no tomar sus precauciones, tras dar vueltas en círculos Luis el bravucón de la preparatoria se lamentó en voz alta y les dijo a sus secuaces sobre una reunión en la vieja fábrica abandonada a las afueras de la ciudad, esta seria a las 9:00 pm el jueves para confirmar los detalles de su plan. Un preocupado Pablo volvió a su casa por la noche cansado, debido a su desafortunado encuentro se fue directamente a la cama y quitándose la ropa se quedó en bóxer para intentar dormir con la información en su mente.
Lunes por la mañana, se levantó de la cama temprano hacer el desayuno, Gustavo sorprendido por el repentino cambio de actitud de su hijo y evitando hacer preguntas innecesarias, noto claramente en los ojos de Pablo su mirada confusa.
Padre — ¡Buenos días hijo! Has despertado muy temprano hoy — Alegre de ver a su hijo por primera hacer el desayuno para él.
Pablo — ¡Buenos días padre! Prepare el desayuno para ti — Disimulando la preocupación en su voz sonreía y hacia el intento de engañar a Gustavo.
Padre — ¡Muchas gracias! Ayer regrese tarde del trabajo porque no fue un compañero — Ver a través de los pensamientos se volvió una tarea muy fácil para Gustavo.
Pablo — Tengo que presentar un proyecto de ciencias a primera hora de la mañana — Deseaba que sus palabras se hicieran verdad por primera vez.
Padre — ¡Que tengas buena suerte con tu presentación! — Hizo lo posible tratando de darle ánimos a pesar de no querer meterse en su cabeza.
Posteriormente de comer su desayuno fue a tomar una ducha rápida, se arregló con su uniforme para iniciar la semana de clases y se despidió de Gustavo con su mochila en manos, salió corriendo a la parada del transporte público en la acera. Abordo el autobús en cuestión de minutos para el centro de la ciudad, sentado en un asiento envió un nuevo mensaje para Juan en el camino y 1/3 hora más tarde se encontraba en la entrada de la preparatoria, el chico rubio accidentalmente, le cae encima por venir escuchando su música.
Juan — ¡Buenos días Pablo! — Se acerco a su oído para susurrarle su saludo.
Pablo — ¡Buenos días Juan! — Algo asustado por el inesperado encuentro con su amante.
Juan —¿Cuál es el asunto tan importante del que quieres hablar? — Cambiando su expresión de sorpresa por una seria, hizo la pregunta que había estado rondando su mente.
Pablo — He tenido un encuentro desagradable con Luis y compañía camino a casa, logré evadirlos porque me escondí en una tienda de ropa del centro — Sin adornos y retrasos dijo la verdad tal cual le sucedió con Luis.
Juan — Entonces has tenido mucha suerte de lograr salir ileso del problema, la próxima corre lejos en dirección contraria del lugar o llama a la policía por si las dudas — Su mirada se volvió de miedo por escuchar el nombre de su enemigo.
Pablo — Escuche una conversación a la distancia sobre que no han estado siguiendo, vigilan cada uno de nuestros movimientos del pasado mes y ahora planean reunirse el jueves — Odiaba el hecho de ser espiado por su enemigo a escondidas y más la idea de que conozca su estatus de amigos íntimos.
Juan — Has pensado en la posibilidad de que se trate de una trampa — Él tenía que ser la voz de la razón en su relación y hacer entender a Pablo de las intenciones del otro.
Pablo — Quiero arriesgarme para dejar de sentir miedo cada vez que cruzo la calle, he tenido suficiente miedo en mi vida de Luis y no quiero continuar en la oscuridad, necesito conocer sus planes a detalles para protegerte — Si alguien debería pasar un mal momento por un error, sin duda él estaba mejor calificado para salir fácilmente del problema.
Juan — Estamos juntos en este problema. No puedo dejarte ir solo — A veces le resultaba comprender los pensamientos de Pablo en su papel de héroe.
Pablo — Prometo solo ir a confirmar los detalles de su plan, si me descubren escapare — Jugarse la vida no era nuevo para él, si había tolerado años de abuso.
Juan — Lo has prometido recuérdalo — Aunque le pidió prometerlo no parecía suficiente para su paz mental y su corazón enamorado.
La conversación continua entre los jóvenes hasta la llegada de los amigos; Erick, Miguel y Sara se unieron para dar los ¡Buenos días! a Pablo, quien se excusó para ir a su salón de clases por un pendiente y dejando a Juan preocupado por su intento de infiltración, realmente valía el riesgo ir a una fábrica durante la noche solo para comprobar un plan. En el aula de clase pensaba en la forma de formalizar su relación con Juan, seguían siendo buenos amigos a la vista de los compañeros del rubio y debía encontrar la forma de pedirle sea su novio en una cita, quizás sería bueno la ayuda de una chica como Sara.
11:30 am sonó el timbre en toda la preparatoria para el almuerzo, los chicos se reunieron para comprar sus alimentos en la cafetería y comerlos en la mesa de costumbre, se había hecho una rutina frecuentar los mismos asientos. Esta vez Sara abrió la conversación con la cena del viernes, ella había estado buscando el momento perfecto para sacar el chisme y felicitar a la joven pareja como si fueran a casarse pronto, Sara creía que sería bueno festejar su noviazgo.
Sara — ¿Juan como estuvo la cena del viernes con Pablo y tus padres? — La voz aduladora de Sara claramente hizo a los chicos ver sus intenciones.
Juan — Fue muy emotiva por parte de mis padres, pero incluso han invitado a Pablo a mi fiesta de cumpleaños — Estaba demostrando la alegría de su corazón y la emoción de tener a su amante en su círculo de amistades.
Erick — Entonces Pablo has conocido finalmente a tus suegros — Decidido a unirse a molestar a Pablo por relación con su amigo.
Pablo — Si así es Erick. Además, le he dicho a Juan que me gusta — Hacerlo saber a sus amistades era una forma de probar su amor por su chico rubio, quien le robo el corazón.
Todos los presentes en la mesa se quedaron con la boca abierta, sinceramente no creyeron Pablo se atrevería a confesar su gusto por Juan y menos en un lugar con tantos testigos a su alrededor, Miguel sugirió deberían terminar de formalizar su noviazgo.
Miguel — Espero pronto se hagan novios si ambos se gustan — Realmente le conmovía la idea de ver a Juan feliz con una persona valiente y decidida.
Juan — No tenemos prisa por hacerlo si tenemos mucho tiempo para disfrutar la vida — No le importaba como fuera su relación o cual fuera el termino para referirse a su situación, él estaba feliz de hacer cosas con Pablo en privado y ser la única persona en su corazón.
Miguel — ¿Entonces Juan eres realmente gay? ¿Como puedes estar seguro que amas a Pablo? Si nunca te has enamorado en tu vida — Sus dudas le hacían sentir curiosidad de como Juan de dio cuenta de su amor, cuando ni el mismo podía comprenderlo a pesar de conocerlo por años.
Juan — Cuando tenía 10 años se mudó un chico a la casa de junto, inicialmente lo conocí por sus padres en afán de hacernos amigos y durante un tiempo sentí cierta atracción por él, quería estar todo el tiempo jugando con él, pero es muy diferente a lo que siento por Pablo — Traer un recuerdo del pasado era la mejor forma de comprobar la verdad en sus palabras.
Erick — ¿Entonces que sucedió con tu vecino? — Su pregunta fue producto de no saber qué hacer con su propio amor por Miguel y el miedo de perderlo como amigo, ignorando el hecho que también tiene un sentimiento especial por él.
Juan — Durante un tiempo nos hicimos amigos, pero él estudiaba en una escuela diferente, inevitablemente cada uno termino por tomar un camino por separado — La realidad puede ser un factor decisivo en los sentimientos de una persona.
Pablo se hizo de oídos sordos de la explicación de su amigo para escapar, tomando de rehén a Sara para contarle su plan sobre su propuesta para Juan y convencerla de ayudarle a planear la cena en un restaurante, el confiaba en sus conocimientos de chica para asesorarlo.
Pablo — Necesito tu ayuda urgentemente con mi plan — Quizás mostrar su debilidad por atrapar a Juan le daba puntos extras.
Sara — Te has vuelto loco por arrastrarme contigo pensaran que estamos saliendo — No podía evitar pensar en dicho “LAS PAREDES TIENEN OÍDOS” y surgieran los rumores de que salía con el amigo del capitán de basquetbol.
Pablo — Ambos sabemos que yo amo a Juan y él es tu amigo — Reafirmar sus sentimientos le daban valor para continuar su plan.
Sara — ¿Para que necesitas mi ayuda? Ni siquiera me dejaste terminar mi comida — Ella confundida por ser llevada por Pablo.
Pablo — Necesito tu ayuda para preparar una cita con él. No pienso seguir siendo amigo de la persona que amo y me gustaría pedirle formalmente sea mi novio — Nervioso por hecho de ser un chico con pocas ideas para el romance, admitió que necesitaba ayuda en su plan.
Sara — ¿De cuánto tiempo estamos hablando exactamente? — Ella no imagino que Juan tendría novio primero y ella ni un solo chico interesado en ella.
Pablo — El viernes es una fecha perfecta porque es mi cumpleaños — Se reía como un niño con la idea de festejar su 18 cumpleaños con Juan y usar la excusa para proponerle ser su novio.
Sara — Esta bien. Cuenta conmigo para tu plan — Dispuesta a ver triunfar el amor acepto la propuesta de hacerla de cupido.
Sara y Pablo regresaron finalizado el receso a su mesa con el resto, luego volvieron todos juntos para continuar las clases normales en su aula y Pablo le dio su número de celular a Sara para comunicarse, ahora se convirtieron inesperadamente en cómplices de momento. Durante la salida Pablo se despidió de Juan a escondidas en el baño para besarlo, Sara lo acompaño a visitar el distrito de los restaurantes para buscar precios y seleccionar el lugar perfecto para su propuesta, así tendría una buena idea de todo el panorama.
Continuara…