Amores Para Recordar Capítulo 2

Su orgullo de chico malo fue destrozado por un chico lindo y jurando volvería a cobrarles su osadía de enfrentarlo en una pelea, Juan se relajó en cuanto vio solucionarse su situación y Pablo estaba feliz de ver sido valiente en frente de sus agresores.

Mientras Juan caminaba escuchando la canción de Coldplay “Viva la vida”, Luis se acercaba lentamente a su víctima conforme avanzaban a un callejón y haciendo uso de la fuerza bruta, lo agarro con ambas manos desde la espalda para intimidarlo. Quién simplemente no le dio tiempo de reaccionar ante el enemigo, Luis con aspecto de bravucón con una sonrisa en el rostro y una risa malvada, no era precisamente la persona correcta para hacer enojar y menos aún tenerlo de enemigo por su mala fama de chico malo.

También vio a sus secuaces que se presumen lo ayudan siempre, tratando de poner en claro sus ideas mente pensaba en la forma de huir y librarse de un enfrentamiento, donde fácilmente le ganarían en número. Carlos y Mauricio dos chicos casi tan peligrosos como el mismo Luis, vivían prácticamente a su sombra con tal de tener su protección y ahora se dedicaban a hacerles imposible la vida a los chicos inocentes. Buscando en el pasado de este trio maldito todos tuvieron muchos problemas, continuamente peleando con los jóvenes para robarles su dinero y usando el miedo para disuadirlos de tomar represalias.

Rodeado por los enemigos el joven capitán de basquetbol trataba de sonreír, esto molestaba a Luis porque deseaba verlo de rodillas suplicando por su vida y la razón es simple de adivinar; amaba tener el control de la situación para doblegar a los demás.

Luis — ¡Hoy será el día! Te borraremos esa tonta sonrisa del rostro de un golpe, has estado presumiendo mucho con el equipo de basquetbol — La mirada segura de Luis decía que tenía el control esta vez.

Juan — Has elegido a la persona equivocada para enfrentar este día, vamos chicos no estoy en busca de problemas en la ciudad y si me dejan, prometo no decir nada — Intentaba hacer uso de poder de convencimiento con ellos, tal vez si insistía lo suficiente le dejarían escapar.

Luis — Escuchar tus palabras me hace sentir emocionado, veras eres un perfecto candidato para mi… Mi antiguo victima ha desaparecido, pero tú eres el reemplazo ideal —

Mauricio — Si haces lo que te decimos, quizás no seamos tan crueles contigo —

Carlos — Solo queremos jugar un poco contigo, veras estamos cansados de esperar a Pablo por un mes y la verdad es difícil hacerlo —

Juan — Vamos a llegar a un acuerdo — Confundido por las palabras de sus enemigos, la salida fácil no figuraba entre sus opciones.

Mientras Carlos tenía conflicto interno en su cabeza con el amor, resulta que tiempo atrás confeso sus sentimientos a Juan en secreto y este lo rechazo por tratarse de un chico, Carlos estaba furioso por haber sido hecho a un lado. Le había tomado mucho tiempo darse cuenta de ellos, ahora veía la oportunidad de vengarse del capitán de basquetbol y decidió ayudar a Luis, pero verlo ahí, contradecía su corazón para hacerle daño.

Pablo estuvo jugando a las escondidas en su intento de mantenerse a salvo, curiosamente el destino tiene un plan diferente para cada persona y ahora estaba en el momento preciso, había creído ver a varias figuras conocidas a la distancia. Temiendo la peor de las situaciones se escondió detrás del contenedor de basura, ahí tenía una clara vista de Luis con sus secuaces y Juan el capitán de basquetbol rodeado por ellos. En realidad, nunca tuvo la oportunidad de tratarlo, ahora debía tomar una decisión para salvarlo de una pelea con su enemigo y arriesgarse a ser vencido en un combate de 3 contra 1.

Cuando Luis se disponía a atacar, Pablo salió de su escondite del basurero tanto Carlos como Mauricio se sorprendieron de su valentía o mejor dicho su estupidez para creer vencerlos en su propio juego, incluso Luis no creyó la suerte de verlo ahí.

Pablo — ¡Luis déjalo en paz! Soy yo a quien has estado buscado por semanas, estaba decidido a presentarme en el futuro contigo y, ahora veo que has cambiado de objetivo — La mirada de Pablo había cambiado desde la última vez, Luis nunca había conocido esta personalidad de él.

Juan — Así que tú eres Pablo el chico del problema —

Pablo — Yo soy la victima de estos idiotas desde hace mucho tiempo, he venido a cobrar mi venganza por sus golpes y malas palabras del pasado, pero esta vez, me siento generoso por eso dejen ir a Juan —

Carlos — ¡Has hecho tu última jugada por tonto! Ahora te daremos una lección con tu amigo —

Mauricio se apresuró a sujetar a Juan para retenerlo en el callejón, primero se harían cargo de Pablo por hacerlos esperar en vano y Carlos se precito a golpearlo, harto de sus palabras por eso quería terminar su propio asunto incompleto con él. Sin embargo, el golpe fue fácilmente esquivado en un segundo, haber practicado un mes en secreto parecía dar buenos resultados como lo dijo su entrenador y ahora podía luchar en igualdad de 1 contra 1. Luis rápidamente intervino para asestarle un golpe en la cara, Juan lucho con Carlos por librarse de su agarre en una distracción y logro tirarlo en la calle, la pelea iba en favor de Pablo con una buena ventaja.

Carlos — Debiste cooperar con nosotros por tu bien, hemos estado siguiéndote durante mucho… conocemos todos tus movimientos y amigos — Riendo en el suelo fue una razón para hacer temblar a Juan, sus problemas solo habían comenzado con este trio del infierno.

Juan — Mis compañeros de equipo, no me dejaran solo a mi suerte —

Carlos — ¡Adelante si crees que saldrás de aquí! Lanza tu mejor golpe ­—

Empezaba a jugar con la mente del capitán tan seguro de triunfo contra los dos, Pablo lanzo repetidas patadas en dirección de Luis para derribarlo y Mauricio intento atacarle por la espalda, Juan consiguió romperle la nariz de un buen golpe a su agresor. Posteriormente corrió para ayudarle a su nuevo conocido en desventaja, Pablo cometió un error de juzgar a Juan sin pensarlo dos veces y resulto más valiente a diferencia de él, quizás las cosas serian diferentes si se hubiera defendido desde el primer día. Luis comenzaba a preguntarse como dos chicos lo superaban, siempre hacia lo que deseaba en la preparatoria con sus secuaces y su plan se fue a la basura por dos inexpertos chicos decididos a combatirlo.

El conflicto se prolongó por varios minutos en el callejón entre los estudiantes, Juan termino por ceder la victoria esta vez a su presa y se retiró, seguido de Carlos y Mauricio hacia el sur de la ciudad. Había sido herido en donde más le duele a un bravucón como el, su orgullo de chico malo fue destrozado por un chico lindo y jurando volvería a cobrarles su osadía de enfrentarlo en una pelea, Juan se relajó en cuanto vio solucionarse su situación y Pablo estaba feliz de ver sido valiente en frente de sus agresores.

Después de recoger sus mochilas del suelo para caminar a clases, ambos chicos por fin pudieron retomar sus modales para presentarse y lo hicieron con un apretón de manos, además de decirle el nombre al otro, pero sobre todo agradecer por la ayuda.

Pablo — Mi nombre es Pablo de tercer año del grupo B. Es un gusto poder conocerte Juan —

Juan — Has adivinado mi nombre Pablo, pero seguro eres un seguidor del equipo, usualmente las chicas me llaman por mi nombre a la primera y no había tratado con chicos hace tiempo —

Pablo — Escuché tu nombre en los pasillos, pero no creí verte en persona, pues no soy fanático de los deportes y la verdad tampoco asisto a los juegos —

Juan — Entiendo. Sería mejor si vamos juntos de ahora en adelante a clases, yo suelo pasar por tu salón de camino al mío como parte de mi rutina y ahora tenemos el mismo problema en común — Haciendo a un lado sus sentimientos por la pelea con Luis, claramente estaba feliz de haber encontrado una buena persona en esta penosa situación.

Pablo — Lo siento, enserio por causarte contratiempos con esos rufianes — Apenado con su nuevo amigo por haberle hecho pasar un mal momento, pedir perdón le hacía sentir menos culpable de involucrarle en su conflicto personal.

Juan — Olvídalo porque de ahora en adelante será mío por igual, aquí tienes a un nuevo aliado y si gustas un buen amigo para cuando estés solo —

Pablo — Muchas gracias ­—

Por primera vez en su vida, Pablo contaba con un amigo sincero, quizás su encuentro no fue en las mejores circunstancias y todos los rumores sobre Juan resultaron ciertos, un buen capitán de equipo preocupado por los demás. Tal vez no puede predecir lo que sucederá en el futuro con su amistad, pero si de una cosa puede estar seguro es que luchara con él y esta vez no huira de los inconvenientes del pasado como lo hizo en tantas ocasiones.

Al llegar a la preparatoria los dos adolescentes caminaron a su salón de clases, Juan se despidió de Pablo para dejarlo en su aula para continuar por el pasillo y retomo su andar para tomar su clase de matemáticas en la mañana como lo hacía habitualmente. El segundo tuvo problemas con la hora llegada con el teacher Sergio, este tomo represalias por irrumpir durante su explicación de la actividad y haciendo una mueca le permitió entrar al aula, Pablo nervioso veía como las miradas se posaban sobre él.

Durante el resto de la mañana los chicos trataron de olvidar lo ocurrido, mientras los rufianes tramaban su próximo movimiento lejos de ahí y se recuperaban de los golpes de ellos, tardarían en recuperarse, pero su venganza seria dulce. A las 3:00 de la tarde el día escolar termino con los maestros finalizando clases, alumnos salían en grupos completos por los pasillos de la preparatoria y Pablo fue de los primeros en abordar un autobús para ir a casa, todavía preocupado en menor medida volteaba a los lados para buscar a Luis. Quien simplemente se saltó el día completo sin dudarlo, Carlos y Mauricio por otro lado se quejaron de la decisión de su jefe por retenerlos ahí y rápidamente fueron silenciados con una mirada asesina.

Dentro del autobús Pablo se dijo a si mismo que Juan tenía algo especial, tal vez empezaba a gustarle un chico, pero sacudiéndose la cabeza lo negó y descarto la idea de tener un chico como esposa, realmente en su mente le pareció una completa locura. En otro punto de la ciudad Juan regresaba a casa con una extraña sensación en su pecho, quizás estaba muy emocionado de ser salvado como en las historias y su nueva amistad logro dejar una buena impresión en su mente, creía conocer a casi todos los alumnos de la preparatoria. Sin embargo, Pablo resalta entre la multitud no solo por un buen físico, sino también con su valor de reconocer sus errores del pasado e intentar enmendarlos para hallar una solución final a su problema.

Continuara…