Amor y poder 3

Desconfiar

AMOR Y PODER 3

ISABEL

Al levantarme temprano de la mañana me dirijo a desayunar, novedad no había nadie en la mesa solo yo,  me quedo pensando lo que me pasa con esa chica que se ve tan tierna y tan débil, y Raquel la mujer de la cual me enamoré desde que la mire, hasta que mis pensamientos se ven interrumpidos por el sonido de mi celular, al ver la pantalla observo que dice Alberto.

Isa: Dime que pasa.

Alberto: buenos días a ti también Isa, un placer escucharte – me dice en tono burlón

Isa: déjate de idioteces y dime que pasa?

Alberto; ven te tengo un regalito tu sabes donde -  me quedo pensado regalito? Ummm

Isa: están buenas las chicas?

Alberto: que chica?

Isa: la que me tienes de sorpresa en el departamento – es un departamento que tenemos el y  yo desde hace tiempo para llevar chicas solamente.

Alberto: no, la sorpresa no son chicas más bien chicos.

Isa: chicos, explícate?

Alberto: ven a nuestro lugar especial

Isa: ahh – nuestro lugar especial como Alberto le decía era un sótano que teníamos en una casa vieja cerca de un bosque al cual llevamos a cualquiera que “necesite atención”, en lo personal yo no tenia problemas con las torturas, pero una tortura al lado de mi primo Alberto era estresante, sus métodos son algo como decir muy peculiares ya verán a que me refiero. – ok ya voy de camino.

Alberto: descuida Isa que te guardare algo para que te entretengas. – al decirme esto solo pensé la que me espera con este loco tiene complejo de pitbull mientras ve sangre sigue atacando. Me monto en mi carro al llegar a la caballa veo varias Jeepetas, me desmontó me encuentro con varios de los muchachos a los cuales los saludo y ello a mi, entre a la casa y me topo con Javier con cara descompuesta, Javier es uno de nuestros mas antiguos ayudantes el no esta de acuerdo casi nunca con los métodos tan sangrientos de Alberto, lo miro y le sonrió a medias y me dirijo al sótano al llegar solo veo la imaginen dos hombres amarrados uno bañado en sangre y el otro solo esta atado, el que esta bañado en sangre tiene laceraciones le faltan las uñas de las manos pedazos del pecho y quemaduras, veo que se esmero en este.

Isa: Alberto veo que hoy estas inspirado – Alberto se encuentra sin camisa con la sangre del tipo en su cuerpo, los ojos desorbitados, la cara roja y sudando. Todo eufórico

Alberto: isa que bueno que llegaste – me dice todo emocionado, se me trata de acercar pero saco mi alma y lo apunto al pecho.

Isa: aléjate o te doy un tiro, que no quiero que me ensucies de aquí voy para otro sitio y no quiero una gota de sangre en mi ropa o cuerpo, ok. – el se aleja sabiendo  que soy capaz de hacerlo.

Alberto: ya, ya  ok, mira  te acuerda de tu atentando de hace dos días.

Isa: si – la verdad ya lo había olvidado.

Alberto: pues fíjate que aquí ahí dos de ellos.

Isa: y por lo que veo no has logrado que hable he. – al decir esto se irritó se le fue encima al tipo y lo pateo en la cara.

Alberto: es que se la quiere dar en fuertecito el perro este.

Isa: ok yo me sentare en ese sillón  - le dije señalando un sillón que había en una esquina, uno de los muchachos que andaban con Alberto esta leyendo una revista y se la quite.

Alberto: ok. Tu solo observa como este perro lo hago hablar. – al sentarme en el sillón ya sabia que el hombre no hablaría por lo menos se llevaría eso, ya estaba tan herido que era inminente su muerte, me entretuve por casi una hora leyendo la revista hasta que mire el reloj y observe al otro tipo que ya estaba tan asustado por lo que le estaban haciendo a su compañero que hablaría sin que lo presionaran mucho.

Isa: Alberto ya mátalo no te dirá nada tienes desde que estoy tienes casi una hora golpeándolo y no dijo nada, no dirá nada entiende – el tipo ya estaba agonizando, Alberto no quería matarlo, quería seguir con su trabajo hasta que saque mi arma y le di un tiro al  tipo en la cabeza.

Alberto: que has hecho casi estaba por hablar – oye pero que cosas la de este tipo casi por hablar y el hombre estaba mas de aquel lado que de este.

Isa: tu crees, mira ya me quiero ir, se me ha hecho tarde muy tarde para ir hacer algo asi que terminemos esto rápido. – le di una seña a Alberto de que me traiga al otro tipo, al traerlo solo le dije esto. – mira yo que tu hablo, por que al parecer este joven que ves a tu lado no se a cansado.

El secuestrado: perra estúpida yo no te voy a decir nada. – yo no lo iba a golpear pero agarre la cacha de mi pistola y con fuerza se la estrelle en la cara  el tipo se fue al piso, le dije a Alberto que lo ablandara un poco cosa que sin dudarlo aria, lo paro del suelo y quiso golpearlo con tanta fuerza que el puño se le doblo causándole dolor al estrellarlo en el rostro del tipo.

Alberto: aw, aw, aw, Isa creo que me lo rompí – que hombre mas débil como se atreve a quejarse con razón es que yo soy la siguiente al mando.

Isa: ok – me dirijo al tipo y le digo – tengo 5 balas de las cuales las 5 son tuyas tu decides si la recibes todas o no – apunto mi pistola a su pierna y le disparo – los gritos de dolor del hombre se hacen presente. – ahora dime quien te envió?

Tipo: no se pregunta primero, antes de actuar?

Isa: si – como ya le había preguntado le dispare nuevamente en la otra pierna – ya te pregunte no me respondiste, ahora ya esta conforme? – mi sarcasmo era indudablemente claro.

Tipo: sabes esta loca.

Isa: - otro disparo a su hombro por el cual botaba mucha sangre. – mira ya solo quedan dos, yo que tu hablo así por lo menos quedarías vivo – al ver que no decía nada le dispare en el otro brazo, le apunte al corazón,

Tipo: espera, espera, ya quien nos mando a dispararte fue la Familia Rosso

Isa: que?

Tipo: si Los Rosso teníamos ordenes de herirte mas no de matarte

Isa: por que?  Si Raquel estaba a mi lado y le dispararon a ella

Tipo: si, pero esa fueron las ordenes – Salí de ahí y le dije a Alberto que se encargue del tipo, no podía dejarlo vivo. – las palabras  de el retumbaban en mi cabeza Los Rosso, respire profundo tome mi carro y me dispuse hacer lo único que se tranquilizaría, fui a buscar a Raquel, lo cual no me fue difícil, era Marte de seguro esta ya en el Spa. Al llegar a este estuve esperando casi una hora en el auto a que  ella saliera, sus escolta se distrajeron un poco y rápidamente me le pare delante en el camino cuando cruzaba la calle abrí mi puerta y la jale hacia mi y cerré acelere el auto.

Raquel: que haces, estas loca, como te atreves a hacerme esto no sabes quien soy.

Isa: créeme que si lo se. – al escuchar mi voz se tranquilizó y volteó a verme.

Raquel: Isabel.

Isa: hola Raquel, como estas – le palmo el trasero – umm veo que bien.

Raquel: oye que te pasa déjame, que piensa hacerme

Isa: yo, nada que no te merezcas.

Raquel: Isabel por favor déjame.  Entre sus reclamos y ruegos llegamos al departamento, la cargué mientras ella pataleaba y me metí con ella en el elevador – a donde me llevas que harás conmigo – bueno no se me ocurrió otro sitio más privado que este no la llevaría al lugar especial.

Isa: Tranquilízate Raquel si te hubiera querido matar ya lo hubiera hecho así que deja el dama que no te queda. – al llegar al departamento lo cerré con llave y la tire en el mueble – y me fui a servir una bebida refrescante – quieres algo de tomar.

Raquel: agua por favor – me servir mi refresco y le di un vaso de agua – toma me siento frente a ella y coloco mi arma en una mesa al lado mió, ella se queda mirando el arma y su miedo me causa una sonrisa.

Isa: hablemos, quieres, empezare yo, por que me mandaste a disparar?

Raquel: yo, como crees que seré capaz de eso?

Isa: mira Raquel sabes que como nos criaron somos capaces de todo.

Raquel: eso será tu que tu padre es un ser inmutable.

Isa: por favor Raquel no me hagas reír, que ambas estamos en el mismo circulo,  dime la verdad.

Raquel: esta bien  por lo que veo es hoy o nunca, si me mande a disparar – en eso la interrumpo.

Isa: dirás a dispararme.

Raquel: no, a dispararme, y no me interrumpas quieres que después dirás lo que quieras, isa yo te amo, siempre lo he hecho desde que te conocí, eres la mujer mas hermosa a mis ojos de gran personalidad, atractivo físico determinación – se me acerca y se sienta a mi lado me acaricia el rostro y me dice – como te enteraste?

Isa: digamos que te faltan dos hombres.

Raquel: ah ya veo, que piensas de lo que te he dicho?

Isa: que quieres que piense, que eres una egoísta niña mimada que no mide las consecuencias o no te importa que acabo de matar a dos hombres por tu culpa – la verdad a mi tampoco me importaba solo quería ver a donde llegaba.

Raquel: y tu que hablas de eso acaso crees que no se que has matado a cada pretendiente que he tenido.

Isa: ah ufff, no pensé que sabias esos

Raquel: crees que no lo se, por favor si te los pasaba por la cara intencionalmente.

Isa: ummm ya veo, mira que ha sido muchos.

Raquel: si – en eso se acerca a mi y me besa tanto he añorado esos labios, ese beso que le correspondo de manera tan total le voy acariciando el cuello los hombros y le sigo besando el cuello – Isabel mmm paremos si

Isa: llámame Isa, si tienes razón  mejor detengamos esto – no quiero llevármela a la cama en la primera como a muchas después d esperarla tanto.

Raquel: isa por favor no me  digas eso, yo no me refería a eso sino que no me quiero acostar contigo así de una.

Isa: ah, ok. Por ahora que vamos hacer.

Raquel: estas dispuesta a vernos escondidas por un tiempo hasta ver como evoluciona esta relación.

Isa: jajaja sabes que a casi nada le tengo miedo en esta vida.

Raquel: y a que le temes?

Isa: le temo a esto que siento por ti. Es demasiado fuerte. – ella vuelve a besarme y vuelvo a sentir sus labios. – vamos a llevarte a un sitio ara que te recojan que deben de estar preocupados por ti. -  la deje en un área segura no sin antes  besarla con tranquilidad y ternura. Me pongo rumbo al bar y al entrar solo veo a Alberto y a mi tío su padre hablando muy sospechosos no es que desconfié, pero tampoco puedo confiar en nada así me crió mi padre.

Tio: Isa, como estas? – su cara denota hipocresía.

Alberto: isa, por fin apareces.

Isa: tío como te va, y Alberto no sabía que me tenía que reportar contigo de mis salidas, te encargaste de lo de esta mañana.

Alberto: si ya, problema resuelto.

Tío: puedo preguntar de que se trata ese problema?

Isa: disculpa tío pero mis asuntos son míos, así que no te metas – en eso siento como su mano alcanza mi cara e inmediatamente le pongo la pistola en la cabeza. – quien te crees que eres tu para golpearme?

Alberto: Isa cálmate - trata de hacer el intento de sacar su arma pero  mi padre Don Marcos calventi llega de la nada. Y se queda mirando la escena.

Marcos: isa que sucede aquí?

Isa: dile a el que te diga – le digo apuntando a mi tío todavía.

Marcos: ok, pero baja el arma ya. – bajo mi arma y me quedo de frente a el.

Marcos: a ver cuéntenme que paso.

Tio: tu hija que me falto el respeto y la golpee en la cara.

Marcos: aja no me digas? De que modo te ofendió?

Isa: le dije que mis asuntos son mios.

Tio: es una falta de respeto la oyes.

Marcos: primero sus asuntos de ella, son de ella, y como la proxima al mando no tiene que darte explicaciones a ti, pero a mi si. Segundo no la puedes golpear y tercero isa que son todos esos asuntos que tienen a tu tio tan intrigado? - en eso le explico todo a mi padre a lo cual el entendio a la perfeccion.

Isa: ahora Alberto tu arma, en quien la hibas a usar?

Alberto: mi arma - se queda pensante todos estamos esperando su repuesta - pues para ayudarte Isa

Isa: para ayudarme

Alberto: Si

Isa: ah, sabes te pediria que me lo demuestre - Alberto abrio los ojos mi tio y mi padre se quedo sorprendido - pero no lo hare por que se que mi padre no me lo permitiria.

Marcos: Isa por favor olvidemos este asunto, tu tio no volvera a ponerte una mano encima y todo queda como antes - como antes lo dudo.