Amor universitario (10-1)

Volvi...

Las disculpas primero y ante todo.

Después de estar perdida más de dos años (alguien me dijo que el último relato lo subí hace más de dos años ¡¡¡que exageración!!! Jajajaja jajaja), ya está el siguiente capítulo, no sin antes disculparme por tanto retraso, pero es que han sido dos meses de locura (que si el mundial, que si los exámenes, que si la crisis existencial de los 22 años, que si me dio laringitis, gripe y tos, que si se me fue el Internet pfffff solo faltó que me casara (también me dijeron eso, pero yo aun no estoy lista para suicidarme, perdón, casarme jajajaja), en fin me disculpo por hacerlos llorar por mi ausencia… (ok, ok, sé que no lloraron pero creer eso le hace bien a mi autoestima jajajaja) con cada una de las personas que tuvieron la mala fortuna de esperar que yo terminara este capítulo pero más vale tarde que nunca (ni yo me creo eso) pero bueno espero que ustedes sí jajajaja jajaja y mejor termino con estas disculpas antes de extenderme más y terminar contando todo lo que he hecho jajajaja

CAPITULO 14.

CAROL:

Lauri: ¡¡No espera!! —dijo Lauri repentinamente

Carol: ¿Y ahora qué paso? Me estas desesperando —le contesté irritada

Lauri: No quiero que nuestra relación se base solo en el sexo

Carol: ¿Estás bromeando, cierto?

Lauri: ¿Acaso tú solo aceptaste tener una "relación" para acostarte conmigo?

Carol: ¡Sí!

Lauri: Eres de lo peor…—Se apartó de mí bajándose de la mesa.

Carol: Ok. No fue mi intención decirlo de esa manera, pero tú me exasperas.

Lauri: Pues de mí no obtendrás nada hoy— se cruzó de brazos frente a mí.

Carol: Bien, entonces vete de mi departamento, que yo me voy a dormir. Adiós.

Dejé a Lauri en medio de la sala y me fui a mi cuarto con un coraje tan grande, que si alguien se me atravesaba en mi camino, lo mataba.

Me tiré en la cama y me tapé la cara con una almohada para ahogar mis gritos de rabia y frustración. Muy dentro de mí, esperaba que me hubiera seguido hasta mi cuarto, pero al parecer era más terca que yo.

A los 15 minutos y sin esperanza de que Lauri siguiera en mi departamento me quede dormida.

LAURI:

Vi a Carol irse furiosa a su cuarto y yo entre tanto no sabía qué hacer. Estuve tentada en seguirla, pero mi intención era dejarle claro que nuestra relación no solo era sexo o por lo menos yo no la veía así, aun cuando disfrutaba con ella en la cama.

Estuve un rato dando vueltas por toda la sala, sin poderme marchar, pues esa mujer es como un imán que me atrae hacia ella sin remedio, y por más resistencia que ponía, no me era posible alejarme.

Pasados unos 30 minutos, me decidí y fui a su cuarto para ver que estaba haciendo, y al entrar la vi completamente dormida, con una almohada en sus brazos. Me recosté al lado de ella y me entretuve viéndola dormir.

Pasaron los minutos y la ternura que me invadía por observarla ahí, quieta, hermosa, apacible, dejándome observar todos sus rasgos, su más mínima línea de expresión, lo cual es casi imposible detallar cuando está despierta, pues su carácter enérgico y mi negación a admitir cuánto me gusta, no me habían permitido en todo este tiempo, acariciarla lentamente con mis ojos y mis pupilas más que dilatadas, ignorando el tiempo que transcurría, y sin darme cuenta, me quedé dormida a su lado.

CAROL:

Como a las dos de la mañana me desperté, al sentir unos brazos que descansaban en mi cintura. Abrí los ojos sorprendida, pues tengo la soberbia costumbre de dormir siempre sola… y allí estaba Lauri.

No puedo explicar lo que sentí al verla dormida cerca de mí. Se veía tan frágil, tan bella, tan dulce, tan distinta a aquella Lauri furiosa que vive peleando conmigo o a la que estremece de placer cuando hacemos el amor. Era una faceta de ella desconocida para mí, tan atractiva como las otras, pero también más aterradora.

Moví mi mano deseosa de tocarla, pero no quería despertarla, sobre todo para que no me viera en una situación tan incomoda y tan vulnerable a su presencia en mi cama. Mi mano quedó a menos de un centímetro de su rostro, sintiendo como su energía y su aliento me acariciaban. Acerqué mis labios a los suyos y me regale un beso sin su aprobación… lento, suave, tierno, sin nada de morbo. Tomé una de sus manos entre las mías y nuevamente me quedé dormida.

LAURI:

La luz de la mañana entrando por la ventana, me dio los buenos días. Con un leve movimiento de mi cuerpo sentí el roce de otro, comprendiendo que aún seguía en el cuarto de la mujer que logra estremecer mi alma. Noté que una de mis manos estaba cómodamente alojaba entre las suyas y me invadió una extraña emoción al imaginar que Carol se sentía cómoda durmiendo junto a mí. Me sentía feliz, completa, como si en ese momento no necesitara nada más.

El reloj despertador me trajo a la realidad, cayendo en cuenta que no avisé a mi mamá que dormiría fuera de la casa y debía estar preocupada. La llamé con una excusa y me disculpe por no haberle llamado antes.

Me levanté despacio de la cama y me fui a la cocina por algo para comer, pero como el refrigerador estaba vacío, volví al cuarto para despertar a Carol, pero su cara y sus ojitos tan tiernamente cerrados, no me daban el valor de avivar nuevamente a esa chispa de dinamita que significa esa mujer en su cinco sentidos, en especial para mí.

Me acerqué a su boca con ansias de robarle un beso, pero ésta, al sentir apenas el contacto de éstos en los suyos, abrió su boca atrapando la mía, en un beso más que apasionado. Nuestras lenguas enredadas acusaban recibo en todo mi cuerpo, como una alarma inmediata de que el fuego comenzaba a consumirme la conciencia.

Lauri: ¡¡Suéltame!!— le dije intentando parecer furiosa

Carol: Pero si tu comenzaste— me dijo abrazándome y haciendo que cayera a la cama acostada junto a ella— Yo estaba tranquilamente dormida y tu me besaste aprovechándote de eso, ahora no te hagas la inocente, querías violarme mientras dormía para poder tener el control alguna vez. Jajaja jajajaja

Lauri: ¡¡Estúpida!! Solo quería darte un beso suave y delicado, ya que es imposible dártelo cuando estas despierta— le dije soltándome de su abrazo— y a las pruebas me remito— expresé finalmente mientras me levantaba de la cama.

Carol: Oye, déjate de romanticismo, ven aquí y dame lo mío. Es la primera vez que una mujer logra meterse a dormir en mi cama, así que merezco por lo menos una recompensa.

Que ilusa fui al creer que mi felicidad por ese noble momento, había sido compartida. Me sentía decepcionada, pero tampoco se lo iba a demostrar.

Lauri: Esto que vez aquí frente a ti, es demasiado valioso para ser una simple recompensa. Así que mira y traga, porque este dulce no te lo comerás.

Carol: Uuuuyyy… pero con qué genio se levantaste hoy… ¡A ti como que te está afectando la falta de sexo más que a mí! Jajaaja jajajaja

Lauri: Lo que en todo caso podría afectarme, es el haber dormido a tu lado y de paso despertarme en un departamento donde no hay ni un pan que se pueda comer de desayuno.

Carol: Ven aquí, para darte tu desayuno.

Lauri: No es precisamente de ti que tengo hambre

Carol: Eso no parecía hace un momento cuando intentaste besarme.

Lauri: Ahhgg… piensa lo que quieras… yo mejor me voy a un lugar donde pueda desayunar en paz.

Carol: Espera, espera… en la puerta del refrigerador hay un numero de teléfono, pide lo que quieras para que lo suban y que lo carguen a mi cuenta. Ahora si me permites, mientras tu desayunas "en paz", yo duermo "en paz". Gracias.

Salí del cuarto y ordené el desayuno como Carol me sugirió (de verdad tenía mucha hambre) y mientras lo esperaba, para desquitarme de ella, me puse a hacer ruido con todo lo que encontraba y así evitar que siguiera durmiendo, aunque lo realmente cierto era que la necesitaba ahí, conmigo, bien despierta, así fuera para fastidiarme la vida. Pero nada funcionaba y ella seguía metida en el cuarto.

El desayuno llegó y cuando estaba a punto de empezar a comer, Carol apareció en la sala con una cara de adormecida y de rabia.

CAROL:

MARTES (A 3 DIAS DE MI CUMPLEAÑOS)

Su escandalosa presencia en mi departamento, no me permitieron pegar un ojo ni un minuto más desde que salió a pedir su desayuno. Y es que, para que engañarme, la sola idea de que ella estaba ahí, al otro lado de la pared, era más fuerte que el sueño que tenía y el ruido que ella hacía para obligarme a levantarme.

La influencia que tenía Lauri en mi vida, cada día era más poderosa, y ya estaba comenzando a preocuparme. Pero las ganas de verla otra vez, aunque sea molesta conmigo, me vencieron, y salí como sonámbula a su encuentro. Ella al verme no pudo evitar sacar una sonrisa de triunfo en su cara.

Carol: ¿Por qué demonios hacías tanto ruido? (yo misma me daba pequeños golpes en la cara para despertarme bien).

Lauri: Porque quería que te levantaras de la cama y desayunaras conmigo.

Carol: Eso no es cierto… lo haces para desquitarte de todas las bromas que te he hecho.

Lauri: Jajaja jajaja… Sí, puede ser… Odio tus bromas y quizás esta es mi manera de desquitarme.

Carol: Recuérdame que la próxima vez te lleve a tu casa antes de dormirme, eres demasiado insoportable por las mañanas— dije ya algo irritada.

Lauri: No soy insoportable— respondió con una preciosa y malvada sonrisa dibujada en la cara— ¿quieres desayunar?

Carol: Sí, eres insoportable— dije empujándola suavemente con mi cuerpo— y no me queda de otra, ya que por tu culpa se me fue el sueño

Lauri: ¿Dónde quieres desayunar?

Carol: Vamos a la sala, ya que me despertaste temprano quiero ver televisión.

Lauri: Ok. Ayúdame a llevar todo.

Carol: Eres peor que una niña, de todos te quejas… dame el café y las tostadas

Lauri: Cuidado se te caen las manos al cargar eso tan pesado

Carol: No te pases... que mucho hago con ayudarte, se supone que debería estar durmiendo a esta hora ¿Dónde está el control del televisor?

Lauri: Está frente a ti.

Carol: Ves…. eso pasa cuando me despiertan tan temprano, me vuelvo ciega.

Lauri: Jajaja jajaja mejor siéntate y come.

Carol: Como digas, ¿dónde está el café y el queso?

Lauri: Jajaja… están frente a ti

Carol: Uyyy creo que en serio me estoy quedando ciega.

Lauri: Jajajaja comienza a comer de una vez… ¿qué haces?... ¿Por qué le pones queso a tu café?

Carol: Lo que pasa es que me gusta remojar las tostadas con queso en el café, pero hoy no tengo ganas de comer pan, así que solo remojo el queso en el café.

Lauri: Jaja jaja jaja jaja, estás loca, ni una niña desayuna de esa manera.

Carol: No te rías… ¿Dónde está la mermelada?

Lauri: Ten aquí está

Carol: Gracias.

Lauri: ¿Qué haces? No le metas los dedos, agarra el cuchillo

Carol: La mermelada sabe mejor cuando la coges con los dedos ¿quieres probar?

Lauri: ¡No!

Carol: Dale, prueba

LAURI:

Carol untó en sus dedos un poco de mermelada y la puso en mi labio inferior para luego pasarle la lengua y después chupar mi labio, se alejo de mi boca unos centímetros para mirarme y sonreír para luego besarme primero despacio y luego comenzó a introducir su lengua en mi boca… ¡Woow!! esa mujer podía hacer de cualquier cosa algo tan excitante, logrando que yo pierda el control.

Me fue recostando hacia atrás mientras me besaba, pero en un mal movimiento con mis piernas tire el frasco de la mermelada encima del sofá.

Carol: Jajaja acabas de arruinar mi mueble favorito.

Lauri: Lo siento

Carol: La mermelada en tus labios sabe muy bien

Lauri: No lo dudo, pero mejor levántate y déjame limpiar el sofá.

Carol: ¡¡Estas loca!! Yo estoy muy cómoda aquí sentada, además ya van a comenzar los dibujos animados que me gustan.

Lauri: ¡¡¡¿Vas a ver dibujos animados?!!!!

Carol: Sí, ¿qué tiene de malo?

Lauri: Cada minuto contigo, me convenzo más que eres peor que una niña.

Carol: No soy una niña.

Lauri: Sí lo eres.

Carol: No lo soy, y ya deja de hablar que comenzaron los dibujitos.

Lauri: ¿Cómo es posible que una chica de 21 años aun vea dibujos animados? ¿Acaso no tuviste infancia?

Carol: Claro que tuve infancia, no como la tuya pero tuve. Además el pájaro loco es un dibujo animado clásico, a todo el mundo le gusta.

Lauri: A veces creo que tienes serios problemas mentales jajaja

Carol: Aún con problemas mentales, tú sigues aquí conmigo, eso da a entender que tú estas peor que yo jajajaja jajajaja jajaja ahora solo has silencio.

Lauri: ¡¡Eres una idiota!- dije conteniendo la risa

Carol: Pues se dice que la persona que sale con una idiota es doblemente idiota

Lauri: Si a esas vamos, tú eres triplemente idiota porque sales con una doble idiota.

Carol: Pues… en ese caso, tú

Lauri: Pffff solo cállate…. Déjame ganar una (le cerré la boca con un beso porque sino ella iba a seguir hablando).

Carol: Jajaja. Ok., pero solo esta vez… no te acostumbres jajajaja

Lauri: Eres peor que una niña malcriada

Carol: ¿Sabes lo que dicen de las personas que salen con niñas malcriadas?

Lauri: No, no, no, no lo sé y no lo quiero saber.

Carol: Jajajajaja jajaja mejor déjame ver los dibujos animados.

Lauri: ¿Y no vas a seguir desayunando?

Carol: No, no tengo mucha hambre— Se recostó a lo largo del sofá con su cabeza sobre mis piernas y la mirada directo al televisor.

Lauri: ¿Estas cómoda?

Carol: Vaaaa…. Se podría estar mejor pero nada es perfecto… Jajaja

Lauri: Boba— Le di un leve golpe en el hombro

Carol: No sabía que eras tan agresiva en las mañanas… jajaja— Me dijo sonriente y se volvió a concentrar en el televisor.

Ver a Carol recostada en mis piernas viendo atenta sus dibujos animados, me provocaba ternura y a la vez desconcierto, no entendía como una chica tan engreída, altanera, egocéntrica, desenfrenada, alocada, pesada, estresante, podía ver dibujos animados.

Terminé de desayunar y ella aun seguía viendo TV. sin siquiera pestañear, así que me dediqué a provocar un poco a Carol para que dejara de ver televisión.

Lauri: Me voy a bañar, ¿quieres venir?

Carol: Lo que tú digas— decía sin apartar la mirada del televisor

Lauri: ¿Escuchaste lo que te dije?

Carol: ¿Ahhhh? Si, haz lo que quieras, estás en tu casa.

Lauri: Carol no me estas escuchando.

Carol: Claro que sí… mmm

Lauri: Deja de ver la tele y préstame atención.

Carol: Ahhh, dame 5 minutos que esta buena esta parte

Lauri: Me voy a bañar

Carol: Ok. Yo te espero aquí.

Lauri: Como quieras

Carol: Cuidado te ahogas en la bañera.

Lauri: ¡Tarada!

Carol: Jajajaja

CAROL.

Me recosté a ver la televisión mientras sentía como Lauri me miraba y me analizaba, era claro que mi actitud la desconcertaba y eso me encantaba. Después de unos minutos escuché que me pedía que la acompañe al baño y me vi tentada a seguirla, pero me di cuenta que ella estaba solo provocándome y que seguro después me iba a dejar con las ganas así que mejor me quedé viendo televisión, ante mi actitud Lauri se fue furiosa a bañarse.

Sin embargo, de inmediato mi mente se puso en automático liberando imágenes de ella en el baño completamente desnuda… ufff que delicia de mujer, con esas gotitas resbalando por su piel.

Estaba tan concentrada en mi fantasía que no me di cuenta que me estaban llamando al celular, cuando apenas reaccioné, vi en la pantalla una llamada perdida de mi padre, ¿qué será lo que quiere ahora? Estaba dudando en llamarlo o no, cuando escuché unos gritos de Lauri.

Lauri: ¡¡¡Carol pásame una toalla!!!

Carol: ¿Quéeeeeeeee?

Lauri: No hay toalla aquí en el baño.

Carol: Ya voy.

Me levanté y me fui al cuarto, al entrar al baño ella estaba de espalda terminando de enjuagarse el cuerpo que estaba cubierto de jabón. Uuuyyy… ver como se desprendía el jabón y dejaba al descubierto su cuerpo desnudo y mojado, hizo que me olvidara de todo y me quedara ahí mirándola, como una completa idiota.

Lauri: ¿Qué haces?

Carol: ¿Ahhh?... pues aquí, viendo el espectáculo que estás dando en mí baño.

Lauri: ¿Te gusta?

Carol: Mucho.

Lauri: ¿Y no tienes ganas de bañarte conmigo?

Carol: Tengo ganas de todo contigo, pero como hiciste esa estúpida promesa de "Nada de sexo por una semana"… solo me queda mirarte.

Lauri: Ven acércate

Carol: No, estoy segura que solo quieres jugar con mis ganas.

Lauri: Ven.

Carol: ¿Segura?

Lauri: Sí

Carol: Ok… ahí voy— dije intentando quitarme la ropa, cuando la escuché decir.

Lauri: No, no, no te la quites.

Carol: ¿Qué? ¿Qué estas planeando Lauri?

Lauri: Solo quiero que te metas a la ducha con la ropa puesta.

Carol: ¡Vaya!... mmmm…. Ok… lo que tú digas.

Entré a la ducha sólo con mis pies desnudos y me coloqué frente a ella. Ambas nos miramos fijamente, con deseo, sin hacer, ni decir nada, hasta que ella se movió acercándose a mí y dándome un pequeño beso.

Lauri: Eres una chica muy fácil, no esperas que te lo pidan tres veces.

Carol: Jajaja jajaja, digamos que no me gusta que me rueguen jajaja

Lauri: Yo jamás te rogaría para que estés conmigo.

Carol: Eso no fue lo que dijiste el día de tu cumpleaños— su cara se puso roja al hacerle recordar lo que me pidió esa noche.

Lauri: Eso es un caso aparte.

Carol: Lo sé— No pude evitar darle un beso ante su reacción

Lauri: Te gusta incomodarme con tus comentarios.

Carol: Por ahora solo sé que me gustas tú, con tu millón de defectos y una que otra cualidad jajaja

Con su mano derecha abrió la llave y el agua comenzó a caer sobre nuestras cabezas, sus brazos se cruzaron por mi cuello mientras nos besábamos, mis manos recorrieron su cuerpo completamente desnudo… mojado…. tan provocador que me encendí de inmediato.

Sus manos dejaron mi cuello y fueron a parar a mi cabeza tratando de que la mayor parte de agua caiga sobre mí. Yo sólo la miraba, era lo único que me placía hacer en esos momentos, mirarla una y otra vez; sentir la dulzura de sus manos al tocarme; grabar en mi memoria cada gesto suyo; memorizarme su olor aún bajo el agua, para nunca más olvidarlo.

Sus manos se desplazaron a mi rostro tratando de seguir el recorrido del agua hasta que llegó a mis labios, los delineó apenas con el contacto de sus dedos, me miró y me besó despacio. Apenas eran roces que me desbarataban, me empujó hasta quedar mi espalda pegada a la pared.

Carol: ¿Acaso eres bipolar? Pasas de la dulzura a la agresividad en un sólo segundo.

Lauri: Shhhh… no digas nada, deja que yo haga todo.

Comenzó a besar mi cuello tan suave, que yo ya no podía aguantar de pie, mis piernas perdían fuerzas a cada segundo que ella me besaba.

Carol: ¡Wooow! que bien se siente estar así contigo— le confesé en un susurro.

Lauri: ¿Te gusta?

Carol: Ufffff… Necesitaba esto… te necesitaba a ti.

Lauri: No sabes cómo me gusta escucharte decir eso— me decía pegadita a mi boca y me besaba— Después de la primera vez que estuvimos juntas, tuve varias fantasías contigo cuando me duchaba— continuaba besando mi cuello.

Carol: ¿En serio? ¿Y que pasaba en entre tú y yo en esa fantasía?

Lauri: Yo besaba tu cuello mientras tú te sujetabas a la pared con ambas manos, porque mis besos te producían tanto placer que perdías todas tus fuerzas

Carol: Creo que ha comenzado a hacerse realidad.

Lauri: ¿Sí?

Carol: Ajam…— Mis manos buscaron tocas sus pechos mientras ella seguía besando mi cuello, pero no me lo permitió.

Lauri: No, no, no aún no me puedes tocar… así no era mi fantasía— me decía suave y sensualmente, terminando de acabar conmigo.

Carol: Dime que quieres que haga— nunca me imaginé estando así, a merced de una mujer, pero es que Lauri ya no era cualquier mujer, era mi debilidad y estaba dispuesta a complacerla en todo.

Lauri: Pon tus manos en mi cintura y acércame a ti lo más que puedas y bésame.

Hice lo que ella me pidió, de una forma posesiva y ardiente. La pegué a mí y comencé a besarla suavecito, mordiendo y delineando sus labios con mi lengua, mientras ella hacía lo mismo conmigo.

El beso fue subiendo de tono, mi lengua ya entraba en su boca y la de ella en la mía… y es que tenerla a ella pegada a mí, completamente desnuda, hacía que todo me diera vueltas, yo alucinaba con esa mujer.

Sus manos masajeaban mis pechos, que aún cubiertos con la tela de mi blusa, me hacían sentir en el cielo. Sus contactos se intensificaban cada vez, denotando una alta excitación de su parte y haciendo crecer aún más la mía. Busqué hacer lo mismo, pero ella atrapó mis manos con las suyas, impidiéndome tal movimiento.

Carol: Dime qué sigue.

Lauri: Tú solo quédate quieta.

Yo hacía al pie de la letra lo que ella me decía, para mí era impresionante verla y escucharla decirme lo que quería que le hiciera, lo que le provocaba.

Lauri: Quítate la blusa— me ordenó suave, pero con mucha determinación.

Lo hice despacio, mientras ella me miraba y sonreía mordiéndose los labios, al ir observando como mi torso se iba desnudando para ella. Por un momento pensé en que estaba jugando conmigo y que al igual que las veces anteriores, me iba a dejar con las ganas, pero en ese momento pude ver en sus ojos el deseo y la lujuria.

Se acercó a mí con desesperación y comenzamos a besarnos ya con más pasión, sus manos pasaron rozando mis pechos para luego bajar a mi abdomen y meterse en mi short que aún lo traía puesto, lo que produjo en mí un gemido de placer y eso a ella le agradó por lo que la vi sonreír, antes de que me volviera a besar.

Estábamos besándonos y tocándonos cuando el maldito timbre comenzó a sonar… no una, ni dos, ni tres, ni cuatro… fueron más de diez veces que sentimos ese escandaloso e inoportuno ruido en nuestros oídos, que aunque tratamos de ignorar, terminó por desconcentrarnos por completo y el ambiente lleno de pasión se disipó entre el agua y la impotencia.

Lauri: ¿Mejor ve a ver quién molesta tanto?

Carol: ¡¡Maldición!! Espero que sea una emergencia porque sino mato a quien sea que esté tocando… tú espérame aquí ya regreso, no salgas de la ducha ¿sí?

Lauri: No te demores, ya me he enfriado lo suficiente

Carol: No hagas nada, tú sólo quédate aquí, desnuda y mojadita, que así te ves más bonita. Yo regreso en un microsegundo

Me volví a poner la blusa mojada, tome una toalla y salí corriendo del baño para ver quién era la persona que tocaba el timbre con tanta insistencia, al abrir la puerta desee regresar el tiempo y jamás haber tomado la decisión de haber salido del baño.

Nota: se que es poco del relato pero pronto muy pronto subiré la segunda parte de este capítulo, lo prometo, se que ya no me creen pero no pierdan la fe en mi jajajaja jajajaja hasta eso dejen comentarios….