Amor Sin Fronteras
Capitulo 3
"Amor Sin Fronteras" -Chris- 3
“Inesperada Realidad”
“Cuando tu te me acercas, no respondo de mis actos y siento que aquí voy, de odiarte a quererte de principio a fin, buscando un poco de amor”
“Un poco de Amor” -Shakira-
Melissa sin más se le acerca tomándola del rostro, sin dejarla reaccionar la besa, sorprendiendo por completo a Anya quien segundos después reacciona correspondiendo el beso, tomando a Melissa de la cintura acercándola más a ella… Segundos después un poco renuentes se separan del beso sin querer hacerlo, pero vaya sí que necesitaban tomar aire, aún estaban con sus ojos cerrados sintiendo sus respiraciones agitadas
A: ¡Tú a mí no me gustas okay!
M: Tú a mi mucho menos… Pero tus labios si -se besan nuevamente, pero esta vez no es un beso sorpresa, es un beso lleno de deseo total, donde sus lenguas pasan a ser las protagonistas principales, entregándose a una pelea lingüística ¡Mi Dios! Es que hasta sus lenguas “Se caen mal” si, aja-
En la habitación principal
M: ¿Su merced pretende pasar toda la noche emberracada o qué?
P: ese par me hizo molestar, no sé qué ganan con tratarse tan mal todo el tiempo
M: Melissa se notaba arrepentida después de lo que dijo…
P: si viniste a defenderla pierdes tu tiempo conmigo, no se me pasara la molestia tan fácilmente
M: pues que mal por su merced. Pensándolo bien me afecta más a mí que no estés de humor, más con estas ganas que tengo de hacerte el amor, pero bueno para este caso no hay nada mejor que una ducha fría… -Se acerca al oído de Patricia- aunque estoy segura que lo mejor para esta calentura es que tu boquita y lengua me devoren por completo, que me hagas gemir y gritar tu nombre o darnos placer mutuo con un divino 69 como los que tanto te encantan hacer, estoy tan húmeda de solo verte mi amor, es que ese conjunto tan pequeño y ajustado que tienes me hacen volar la imaginación -Le da un beso en el cuello, escuchando un gemido escapar de la boca de su amada, sonríe complacida y con total sensualidad pasa su lengua, haciéndola arquear un poco, sintiendo como le pagaba el trasero a su pelvis- ¡Que rico mi amor! -lleva una de sus manos al seno izquierdo para apretarlo suavemente-
P: -suspira- ¡Ay dios!
M: Te deseo pato, te deseo mucho mi amor -besa el cuello de Patricia de manera apasionada por varios segundos- quiero amarte, saborear cada parte de tu piel. Hacerte delirar y escucharte gemir mi nombre, cogerte de la manera más divina...
P: ¡Marcela! -Dice con la voz entrecortada de la excitación-
M: Uy que rico nada más mira como tu piel reacciona a mis caricias
Marcela lleva sus manos dentro de la franela de Patricia quien aún se encontraba de espalda a ella, acariciando con las yemas de los dedos su abdomen, haciendo un suave vaivén de sus caderas rozando la pelvis en su trasero, como puede le quita la franela, besa su nuca entre lamidas y delicadas succiones. Los pequeños suspiros de Patricia la estaban excitando de sobre manera. Sin pensarlo más le quita el brasier, una de sus manos se dirige a un seno el cual acaricia sintiendo lo erecto que esta el pequeño pezón…
Y lo demás pervertidas(os) queda a su imaginación
En la habitación de Anya
Me: no saldrás con Sarah a ninguna pinché disco gay…
A: ¿Qué te pasa nena? ¿Por unos besos que nos dimos ya te crees mi dueña? -Las preguntas iban llenas de ironía. Bendito orgullo- “que hermoso le queda el acentito mexicano cuando se lo propone” -Pensó para sus adentros Anya-
Me: ¡Dios me libre de ser tu dueña! Además, no te quejes que mis besos te gustaron -cruzando sus brazos-
A: no manches naquita, te aseguro que hay otras chavas que besan mejor que tú. Seguro esta noche tendré el gusto de sentir un beso de verdad...
Me: ¡Aff! Eres insoportable, puedes hacer lo que quieras o te venga en gana -Hace el amago de salir de la habitación, pero es detenida por Anya quien la agarra por la cintura abrazándose a su espalda sintiendo como colocaba el mentón en su hombro-
A: ¡No te vayas!... ohm… besas rico, tus labios son muy suaves, pero debes admitir que mis besos son mejores
Me: -sonríe- no seas creída… ni besas tan bien
A: -aprieta más su abrazo- entonces me iré a la disco, estoy segura que habrá más de una chica que querrá probar mis labios -se suelta de Melissa quien se voltea para verla-
Me: -la señala- ¡No iras a la disco!
A: ¡Sal ya de mi habitación! tengo que terminar de arreglarme
Me: no te dejare ir, tendrás que pasar por encima de mí -cruza sus brazos pegando su espalda a la puerta-
A: ¿Crees que con eso me detendrás? ¡Suerte loser! -se dirige a su closet- esta blusa que me puse no me convence, mejor busco una más provocativa -se quita la blusa quedando con un brasier de encaje blanco un poco transparente, Melissa no puede evitar verla- ¿Crees que esta me quedé mejor? ¡Melissa!... ¡Naca! ¡MELISSA!...
Me: ¡¿Ah?! ¡¿Qué?! -Reacciona desviando su mirada-
A: ¡¿Qué onda chava?! ¿Te gusta mi brasier, no creo que te quede tan bien como a mi
Me: -sonrojada- yo tengo los míos, mejor ponte ropa para dormir no saldrás de aquí Mexicanita
A: Que flojera me das en buena onda… ¿Qué harás para impedir que me vaya? -Melissa comienza acercarse a ella- gringa sal de mi habitación, anda a leer un cuento para que puedas dormir o toma un vaso de leche. Lo que quieras, pero salte de mi habitación que esta noche yo salgo y pienso divertirme…
Me: sin salir te aseguro que te divertirás, yo me encargare de eso -se quita la blusa dejando a la vista de Anya su torso desnudo-
A: ¡Oh my God! ¡¿Qué?! -observando los senos bien formados de Melissa, ¡Carajo, Son hermosos! Se dijo para sí misma- ¿Qué haces?...
Melissa se acerca a ella llevando sus manos a la espalda, desabrochándole el brasier, pegando sus senos a los de ella, sintiendo sus pezones los cuales se encontraban totalmente erectos
Me: -suspira y muerde su labio inferior cerrando sus ojos- ¡Que rico se siente! -en un hilo de voz, abre sus ojos-
A: -con la respiración entrecortada, observa como los ojos de Melissa brillan de deseo- definitivamente esta noche no saldré de esta habitación -la besa… En medio del beso- no me gustas Melissa, no… no me gustas…
Me: Tú… tú tampoco me gustas Anya, ni un poquito… pero ¡Shh! Nuestras palabras están demás en este momento
A: pero… -siendo interrumpida por un beso apasionado- Mel… ¡Ay dios!... Melissa recuerda, que eres…
Me: ¿Virgen?
A: -traga fuerte- Aja… -recibiendo un beso con lengua que la hace perder la cordura-
Me: no pensemos en eso, solo recordemos que nos odiamos con locura, solo disfrutemos, de verdad es increíble sentirte así, siento que ardo por dentro
A: -sonríe con picardía, para luego besarle el lóbulo de la oreja- ¿Ni se diga la rica sensación en la entrepierna verdad?
Me: -suspira al sentir la mano de Anya apretar suavemente su entrepierna por encima del pequeño short que tenía, logrando ahogar un gemido con un beso lleno de deseo- haz… hazme tuya Anya… así nos odiemos quiero ser tuya
A: ¡God!... me sabes tan bien gringa, pensar que aún no hemos llegado a la mejor parte… me estas volviendo loca de deseo… (“Hoy serás mía Meli, solo mía”)
La mirada de Melissa irradiaba deseo, su cerebro había dejado de funcionar solo quería sentir a Anya, recorrer todo su cuerpo y que le calmara el ardor en su vientre e intimidad. No había sentido la necesidad de entregarse a nadie de tal manera, solo Anya logró despertar un deseo inexplicable.
En otro lado de la amplia casa
S: woao, italiana, sí que estas dispuesta a seducirme ¡Que sexy! -mirándola con lujuria-
D: esperemos que te ganes estar en mi cama española -Sonriendo de la misma manera-
S: ya te oiré pronunciar mi nombre en medio de gemidos
D: vamos por tu adorada Mexicanita…
S: de acuerdo…
Ambas se dirigen a la habitación de Anya, Sarah antes de tocar logra escuchar unos suaves gemidos, sonriendo mira a Donnatella…
S: -susurrando- ve a la habitación de Meli y cerciórate de que se encuentre ahí -Donnatella asiente, se dirige a la habitación, abre con cuidado la puerta. Al notar que la luz estaba apagada la prende viendo la cama de Melissa bien tendida, hecha un último vistazo, ríe para sus adentras negando con la cabeza, regresando así al lado de Sarah-
D: -susurrando- Mí linda gringa no está en su habitación
S: -en el mismo tono de voz- si ya me di cuenta que no está en su habitación, acércate en silencio, pega la oreja a la puerta -Donnatella con sumo cuidado acerca su oreja a la puerta para escuchar en medio de gemidos- “Oh si, umh ¡Dios! No pares Anya, por lo que más quiera nos pares” -lleva su mano a la boca tapándola, para evitar reír- mejor vámonos si no este par me hará acabar aquí mismo -ambas ríen por lo bajo retirándose del lugar, al llegar a la sala no pueden evitar reírse con todas las ganas-
D: ¡Madre mía! Que caliente son esas mujeres -ríe-
S: -ríe- yo que ya estaba caliente de solo verte con esa ropa tan sexy, ahora lo estoy más aun después de escuchar a ese par de cachondas…
D: ¿Vamos a la disco o mi habitación? -en tono seductor-
S: -sonríe- creo que en tu habitación la pasaremos mejor
Donnatella la agarra de la mano y la lleva a su habitación.
Al llegar a la habitación no tuvieron tiempo para palabras, ambas entre besos apasionados y desesperados por el deseo se despojaron de todas sus prendas, deleitándose con el cuerpo de cada una, las manos no tenían descanso, acariciaban cada parte de sus cuerpos logrando gemidos ahogados, suspiros, besos en los cuales saboreaban sus lenguas, mordían sus labios.
Sus piernas ya no podían permanecer de pie cuando ambas con sus caricias llegaron a sus sexos los cuales debido a sus acciones se encontraban totalmente húmedos.
Sarah con una sonrisa lujuriosa empujo a Donnatella a la cama “¡Joder que cuerpo de infarto tiene la italiana!” pensó para sí misma al detallar como Donnatella la esperaba con una cara que denotaba excitación total y una sonrisa perversa. Estaba Alucinada era una imagen que quería grabada en su cerebro. Su pasión, excitación, lujuria y deseo se desencadeno de manera inmediata al ver como Donnatella abría sus piernas mostrándole su divino sexo depilado el cual era acariciado de manera sensual por sus finos dedos los cuales se humedecían con el elixir que emanaba de sus adentros.
Sarah se acercó a ella tomando la delicada mano que acariciaba tan segura exquisita intimidad, llevando los dedos a su boca para probar un poco el sabor de su nueva amante, para luego ubicarse sobre cuerpo sintiendo la tibieza del cuerpo de Donnatella que congenió a la perfección con el de ella. Cada beso era diferente, pero todos marcaban la misma lujuria, sus sexos rozaban entre si haciéndolas gemir y respirar entrecortadamente, movimientos sensuales que al pasar los minutos eran más enardecidos para ambas. Era más que delirante sentir como sus labios vaginales y clítoris rozaban entre sí, Donnatella al sentir las contracciones en su sexo aferro sus manos en el trasero tonificado de Sarah su orgasmo estaba cerca y así se lo hizo saber, en la danza erótica que ambas marcaban estallaron en un orgasmo exquisito que las dejo respirando entrecortadamente y con la garganta totalmente seca, Sarah se dejó caer con suavidad sobre el pecho de Donnatella
S: Solo un par de minutos nada más para retomar tan rico sexo italiana -Con voz casi audible-
D: Solo un par de minutos española -Acariciando el cabello de Sarah- La noche apenas empieza, esto es solo el preámbulo. Estoy segura que será una noche de sexo que nos dejará con ganas de más
S: Eso dalo por hecho -Llevó su boca al rosado pezón el cual roza con la punta de su lengua para luego succionarlo escuchando el apasionado gemido que escapo de los labios de Donnatella, por lo visto no necesitarían un par de minutos, ya ambas ardían de deseo nuevamente-
Definitivamente sería una noche llena de una gran sinfonía de gemidos, suspiros y jadeos, de éxtasis total para las amantes que se encontraban en dicha casa por supuesto cada quien en su respectiva habitación…