Amor sin Edad
Es una historia real, abstenerse los que quieren sólo sexo salvaje y sin sentido.
Dedicado a Erotika, quien me ha inspirado y ayudado a tratar de escribir mejor.
Es jueves, está lloviendo mucho, me tomo un capuchino mientras la espero, recuerdo cuando la conocí en este mismo café, el mismo que queda al frente de su centro de trabajo, estaba ella tomando un café y leyendo algún informe de su empresa, me encantaron sus cabellos semi ondulados de color negro que le llegaban hasta sus hombros, su piel blanca, su cara de facciones finas y sus labios carnosos que invitaban a ser besados con pasión, su figura no era muy exuberante pero sí formada atractivamente como para llamar la atención de cualquier hombre, que tenga mis gustos claro.
Yo tenía entonces sólo 19 años y ella denotaba unos 30 años, me senté en una mesita al frente de ella y me quedé mirándola, ella estaba concentrada en su informe, yo estaba embelesado, no me importaba la edad que aparentaba sólo quería que fuera mía; terminó de tomar su café y se fue, llevaba unos libros de contabilidad y unos archivos, me llené de valor y la seguí, paró en una esquina y le pregunté la hora, cuando me respondió oí una dulce voz emanando de su boca, siguió caminando y yo la seguí, ella se dio cuenta y aceleró el paso, yo le dije: "esos libros parecen muy pesados para tus delicados brazos, ¿te ayudo?" ella respondió: "no" . Seguí siguiéndola, me arriesgaba a que le diga a algún policía que la estaba molestando pero no me importaba, caminamos seis cuadras y entonces le dije: "desde que te ví me has encantado, no quiero que sea la última vez que te vea, por favor, dime alguna manera de volver a encontrarte" ella volteó y me dijo: "¿estás loco? Soy una mujer casada, vete y búscate una nena de tu edad" ___ "la nena que quiero eres tú, aún si eres casada me convertiría en tu amante y te daría más amor que cualquier hombre de más edad, no es necesario ser mayor de edad para comprender esas cosas" ___ "jajaja, tontito, eres muy guapo si tuviera tu edad con gusto sería tu novia, pero " ___ "pero la sociedad nos reprime, siempre andamos pensando en el qué dirán de la gente, eso no importa" ___ "ya basta, vete por favor, ahí viene el metro, fue un gusto, adiós" . Abordó el metro y yo me subí por la puerta trasera sin que se dé cuenta, se sentó y yo desde el asiento que estaba detrás de ella le susurré al oído: "te seguiré al fin del mundo si es necesario" , ella me miró sorprendida y dibujó una sonrisa en su bello rostro "estás loco" me dijo, "loco por ti" respondí, "debes irte, no puedes seguirme y no sabes quién soy" cuando terminó de decir eso me lancé a sus labios y le robé un beso, la impresión no la dejó reaccionar, cuando abrí mis ojos ella estaba mirándome sorprendida entonces yo le dije: "nos vemos mañana en el mismo café para conocernos bien" , luego me bajé del metro.
Al siguiente día estuve en el café cinco minutos antes de que ella saliera de su trabajo, pensaba que no llegaría y si llegaba estaría muy enfadada conmigo, la ví salir del edificio cruzar la calle y entrar, me buscó, cuando me vio se sentó en la mesita conmigo y me dijo: "estoy aquí para que me devuelvas el beso que me robaste ayer" cogió mi cabeza y me acercó a sus labios, nos besamos, esta vez con calma, como si fuéramos novios, esa vez el sorprendido fui yo, ella sonreía; hablamos y en un par de horas sentíamos que nos conocíamos de años, salimos del local, tomamos un taxi y nos dirigimos a un hotel, ella intentó pagar la habitación pero yo me negué y pagué, pues no era un niño, estudiaba y trabajaba.
Entramos besándonos y tocándonos por todo nuestro cuerpo, nuestras lenguas se enlazaron y nuestra excitación crecía a cada momento, parece increíble pero no teníamos ninguna inhibición, yo tocaba su culo como si hubiéramos hecho el amor miles de veces, con mucha confianza, agarré sus nalgas y la alcé, ella enroscó sus piernas en mi cintura y pasó sus brazos por mi cuello, me dirigí a la cama matrimonial, me eché y ella quedó encima mío, rápidamente se despojo de su saco y de su blusa y yo le quité el sostén y liberé sus hermosos senos blancos y con las aureolas sonrosadas, parecían las de una adolescente en desarrollo pues no eran muy grandes, los besé luego abrí mi boca y atrapé sus pezones en mis labios, los mordí con suavidad, ella se estremecía, juguetié con mi lengua por toda la extensión de sus hermosos senos, ella suspiraba, ella me estiró los brazos y me quitó la ropa que llevaba puesta, besó mi cuello y bajó hasta mi pecho y lamió mis pezones, bajó hasta mis piernas y me desabotonó el pantalón, me lo quitó, acarició mi pene por encima del slip, "está duro" dijo ella, luego me quitó el slip y mi pene saltó como un resorte, lo tomó entre sus delicadas manos y lamió el glande, sentir su lengua fue increíble, luego ella abrió su boca y se introdució hasta la mitad de mi pene, luego la sentí dar lengüetazos a los extremos de mi verga, luego ví su cabeza subir y bajar, le pedí que me mire mientras lo hacía y así lo hizo, ponía una cara de inocencia cuando lo hacía que aumentaban mi excitación, cogí su cabeza y la presioné contra mi pene, ella lo engulló todo, luego le dije que dejara de chupármela me paré y la puse en cuatro, ella apoyando medio cuerpo sobre la cama, de nuevo cogí su tentativo culo y subí su falda hasta la cintura, tenía una tanga puesta que se le metía entre las nalgas, metí un dedo y se lo jalé aun costado, luego toqué su sexo bastante húmedo, me agaché y empecé a lamer su coñito y no contento con eso subía alternadamente mi lengua hasta su culo, eso la enloquecía, hundió su cara en la cama suspirando, luego me acomodé y dirigí mi pene hacia la entra de esa raja deliciosa y la penetré, fue glorioso, poco a poco se la fui metiendo hasta que se la enterré hasta los huevos, luego cogí su cintura y empecé a moverme de atrás hacia delante, ella empezó a jadear y a gemir, pero como dije esa primera vez era como una de muchas, teníamos bastante confianza, ella me pidió que me mueva más rápido y así lo hice, ella me decía que le encantaba que fuera salvaje y que le demuestre mi vigor juvenil, la complací y aceleré mis movimientos, la cama sonaba y parecía que iba romperse, mientras la penetraba veía sus nalgas abrirse y cerrarse mostrándome el orificio de su culito, ella se corrió dos veces y yo estaba a punto de hacerlo, al cabo de un rato saco mi pene vaporoso de su sexo para botar chorros y chorros de leche en sus nalgas e incluso manché su falda.
Dormimos un poco, me desperté, la ví dormida con una pierna doblada y la otra estirada mostrando su sexo, algo depilado por lo que se podía apreciar los labios de éste, no resistí y me lancé sobre ella; ella casi dormida me dijo: "¿quieres más?" , no le respondí, simplemente introducí mi pene que ya estaba erecto, ella soltó un quejido y luego pasó sus piernas en torno a mi cintura y sus brazos por mi cuello, empecé a penetrarla casi con las misma fuerza de antes, su sexo facilitó el ataque mojándose, había un espejo al costado de la cama en el cual podía verme encima de ella fornicándola, follándola o como quieran decirlo, al cabo de un rato terminé, esta vez me dijo que me corra dentro de ella. Ese día lo hicimos 2 veces más, pero fue en nuestro cuarto encuentro que pude entrar en su culo, fue en su casa, la de ella y la de su marido, ese día ella fingió sentirse mal, al ser domingo acostumbraban a salir en familia, así que para no arruinar el día le dijo al su marido que lleve a su hijo a pasear como era la costumbre, me llamó y al poco rato llegué, lo hicimos en su cuarto, en la cocina y luego en el baño, allí la tenía apoyada en la pared y ofreciéndome una muy buena vista de sus hermosas nalgas, el agua corría por nuestros cuerpos, abrí sus nalgas y puse mi verga en su pequeño orificio, ella no opuso resistencia, sólo dijo: "con cuidado, es mi primera vez por allí" , luego con mucho esfuerzo logré enterrar mi pene hasta los huevos, a ella le gustó y me pidió que la penetre sin contemplaciones, lo hice, se desató una terrible batalla entre su culo y mi verga, al poco rato llené sus entrañas de leche espesa.
Así ha pasado un año, ahora tengo veinte y ella treinta y tres años, pero ella me quiere sólo como su amante, sin embargo yo la amo, pero sé que ella es realista y no dejará a una familia estable por una jóven aventura, pero es la única manera de estar cerca de ella, sé que me quiere a su manera y le encanta hacer el amor conmigo, es una decisión que hemos tomado ella y yo así que seguiremos así hasta que el tiempo decida lo contrario, siempre será igual, ahora la estoy viendo llegar, está con su marido en el auto, se están despidiendo con un beso, él cree que entrará a su centro de trabajo, pero ella cruzará la calle al encuentro de su jóven amante.