Amor prohibido

Ese amor que se vive a escondidas y que, tal vez por ello, es fortísimo.

Amor prohibido

I

Y ya que estás aquí tan en el aire

o tan en el misterio -no lo puedo decir- quiero tus besos,

esos besos distintos

que de siempre me llamaron de lejos,

besos ardientes

que no besan amor, besan el fuego

de tu labio en mi labio

en un acercamiento pagano y sin fronteras.

Lo nuestro es contra el mundo,

por detrás de las leyes y los santos,

lo nuestro es aventura,

ardorosa y magnífica,

que estalla en nuestras vidas

bañándolas en vino y en veneno.

¡Que importa el silogismo!

¡Que importan los contratos firmados con anillos,

si estamos los dos juntos

y el sol se tambalea

Cuando la vida rompe contra la piedra escrita,

¡que importa lo que ocurra!

El viento que nos lleva no lo ha soplado nadie.

Nació tenso y vibrante en nosotros

y en nosotros está.

Ha borrado el pasado, el mundo y las cadenas

y, al no dejarnos nada nos lo ha dejado todo.

Vivamos lo imposible.

Tal vez nos despeñemos,

pero ahora eso no importa.

Tan solo, los dos juntos,

vibrar, volar y amarnos,

llevados por el viento.

II

Nos deshagas ese abrazo que está amasado con fuego.

Deshaz los otros si quieres.

Ese no.

Ese abrazo es el prohibido y nos seguirá envolviendo

aun más allá de la muerte.

Los otros los lleva el agua

-se cayeron al arroyo-

pero ese abrazo es culebra que nos silba en los oídos

y no puede abandonarnos,

porque nos marcó en las ingles,

y en los ojos y en los labios.

No deshagas ese abrazo.

Si todos nos abandonan, porque lo harán,- lo sabemos,-

solo quedará ese abrazo.