Amor por venganza 7

Es lo que ocurre, cuando escuchas algo a medias, que al final nada es lo que parecía...

Yo: No quiero compartirte con nadie más, tienes todo para hacerme feliz toda mi vida, vamos a fugarnos.

Laura: ¿estás loca? No podría hacer eso, mas quisiera yo estar toda mi vida contigo, tu también eres la persona con la que sé, que podría ser la mas feliz, pero ya te dije que es superior a mis fuerzas, tengo miedo de que se entere la gente.

Yo: mira mejor dejamos el tema, porque vamos a pelear otra vez, yo ya se que esto van a ser momentos esporádicos, pero también quiero que tengas claro que ésto solo va a ser hasta que te cases, después de ello, no querré saber nada mas de ti, en este aspecto, ¿lo sabes no?

Laura: ¿después de mi boda me olvidarás?

Yo: voy hacer un esfuerzo para olvidarte, pero para mi ya serás una mujer prohibida, nunca mas podría tocarte.

Laura: lo sé ya lo hemos hablado que solo será hasta la boda, luego estaré muy triste...

Yo: Laura tu lo has decidido así yo estaba dispuesta a darte todo mi amor y todo lo que tengo.

Laura: por favor no me lo pongas mas difícil.

Yo: no quiero ponértelo mas difícil, sólo quiero que sepas que te has convertido en mi obsesión, que no puedo pensar en otra persona que no seas tú, que en 3 meses te casas y ya no puedo hacer nada para que no suceda eso.

Laura: ya no puedo más, me voy a trabajar, te quiero nunca lo olvides.

La dejé ir, no entendía ese momento de enamorarme de una mujer, de la mujer que se supone que tengo que odiar, de la mujer con la que mi novio de 7 años me puso los cuernos... pero no, aquí estoy yo llorando por ella, llorando porque la voy a perder, ya me avisó Alba de lo que podía ocurrir pero como siempre yo no le hice caso, ojala nunca se me hubiese ocurrido esa idea de enamorarla, porque al final la que ha caído he sido yo, no puedo más, solo quiero hacerle el amor, tenerla cerca, robarle mil y un beso, oler su perfume, ese perfume que me vuelve loca, que me mire, me sonría y me saque una sonrisa a mí, es la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida, con unos sentimientos increíbles, pero tiene ese maldito fallo, el fallo del miedo, miedo a enamorarse de alguien de su mismo sexo, yo también los tengo, ella no debe pensar que para mi ésto es muy fácil, porque al revés, aceptar que la quiero me está costando la misma vida, me está destrozando por dentro, pero aquí hay algo mas que importante por lo que yo no puedo luchar por ella y es que si se entera de la venganza ella no me lo perdonaría en mi vida, me dijo una vez que lo que más odiaba en la vida era la mentira y yo la he estado engañando, aunque a la única que he engañado de verdad ha sido a mí, negando lo evidente, todo empezó cuando la vi, era una mujer bellísima, pero claro verla en mi cama con mi novio pues no ayudó...cuando la vi en el hospital la seguí viendo igual de guapa que el primer día, de hecho me fijé más en sus ojos verdes, esos ojos que me derriten cada vez que me mira, y vi esa tontería de la venganza en internet y acepté porque quería empezar este juego, si hubiese sido otra lo mismo nunca habría aceptado, pero metiendo la mano en mi corazón, me apetecía enamorarla porque igual yo ya sentía algo por ella, lo mismo es verdad que me gustan las chicas, no lo sé, de lo único que estoy segura hoy por hoy es que ella me quiere, que se casa por el miedo al que dirán y que yo me he enamorado de ella como una tonta...

Nosotras seguíamos manteniendo la misma relación, yo sabía que me hacía mas daño porque cada vez estaba más enamorada, ya solo quedaban 3 semanas para la boda...

Laura: amor ¿me acompañas a la tienda para que me hagan el último retoque en el vestido?

Yo: ¿es necesario?

Laura: por favor, no seas mala.

Yo: vale, ¿a que hora tienes la cita?

Laura: a las 7 ¿te viene bien o estás ocupada?

Yo: nunca estoy ocupada para ti mi vida

Laura: te como ( y me empezó a dar muchos besitos)

Yo: por favor para, que al final acabamos como siempre tumbadas en esa mesa y sin ropa.

Laura: ¿y no te apetece?

Yo: como apetecerme, me apetece mucho, pero como deber, no debemos, tú tienes mucho trabajo al igual que yo, así que vamos.

Laura: hoy estás insoportable cariño.

Yo: anda búscame luego y nos vamos en mi coche.

Laura: vale, dame mas besitos.

Ella se fue como siempre, ésto era el colmo, ¿cómo podía pedirme a mí que yo fuese a verla vestida de novia? ya no puedo más con ésto...

Fue un día duro, pero a las 6 y media, me fui al vestuario, para estar lista a las 7 y como siempre de puntual estuve en mi oficina y ella pegó.

Laura: ¿lo mas bonito de mi vida está lista?

Yo: si ya podemos irnos laura.

Salimos, arranqué el coche y nos fuimos directas a la tienda de novia.

Dependienta: hola Laura, ya puedes entrar al vestidor, tenemos tu traje listo, creo que te quedará perfecto y no habrá que retocar ya nada más.

Laura: eso espero, porque por mi trabajo no puedo estar viniendo muy de seguido, ella entrará conmigo.

Dependienta: perfecto, ¿necesita que entre para que le ayude?

Laura: tranquila ya lo hace mi amiga.

Dependienta: de acuerdo, pues adelante,está colgado en la parte izquierda.

Ella acercó mi rostro al suyo, acariciando nuestras mejillas la una con la otra, sintiendo como poco a poco nuestras pieles se erizaban, su nariz rozaba con la mía entonces ella se acercó a mi oído susurrándome un beso, yo accedí pero Laura antes de besarme los labios siguió besando mi cuello, sabía que era algo que no podía aguantar, a ella le gustaba escuchar mis gemidos que por cierto comenzaban a ser audibles y mi respiración se hacía mas fuerte, ahora fui yo la que cogió el mando me fui directa a sus labios, esos que me volvían loca , usando mis labios y de vez en cuando mi lengua, solo para producir los escalofríos necesarios…

Disfrutaba cada milésima de segundo al lado de aquella mujer que en poco tiempo se había convertido en lo más importante de mi vida, yo ya estaba bastante húmeda, esa era una de las virtudes de Laura que sabía como humedecerme rápidamente.

Laura me arrinconó contra el espejo mientras seguí jugando con nuestros labios haciéndome de esa manera desearlo mucho más. Abriendo su boca sacó su lengua lamiéndome una y otra vez

Alargó sus manos hacia mí agarrándome mis tetas,yo poco podía hacer, pues ella estaba vestida de novia y ni modo que manchase o mojase el vestido con el que se casaría, así que la dejé que ella siguiese haciendo el trabajo, Laura me fue desnudando, primero soltando los botones de mi blusa. Sonia me ayudó apartándome las manos y empezando ella misma a desnudarse echándose la blusa, luego llevó sus manos a mi espalda soltando el sujetador que cayó igualmente al suelo.

Agachó la cabeza y empezó a lamer y darle pequeños besos a mis pezones que respondieron al instante a a sus caricias elevándose hacia arriba y poniéndose bien duros.

Mas tarde me bajó el pantalón y de pronto se agachó tenía su cabeza frente a mis piernas, me fue bajando el tanga con la boca casi sin rozarme con un solo tirón las fue dejando caer por mis piernas apareciendo así mi vagina totalmente expuesta frente a ella.

Acariciándome una y otra vez los muslos, las ingles.

Abrió los labios mayores para poder disfrutar la imagen de unos hermosos y sonrosados labios menores. Yo no hacía más que apretar los muslos tratando de apresar su mano entre ellos. Se metió dos de sus dedos en la boca y empezó a chuparlos para llevarlos finalmente a los alrededores de mi clítoris que empezaba ya a pedir guerra.

Ella cogió mis nalgas apretándolas entre sus dedos y la noté aspirar profundamente el olor de mis jugos. Así estuvo durante un buen rato jugando con mi entrepierna lamiéndola y chupándola hasta que un placer indescriptible comenzó a invadirme haciendo que mi piel se erizara de la cabeza a los pies. De mi boca no paraban de salir gemidos y más gemidos que debían ser silenciados, pues todavía seguía consciente de donde nos encontrábamos, poco después me corrí, la levanté y la bese, definitivamente era la mujer de mi vida.

Dependienta: disculpen, oigo mucho alboroto ¿necesitan algo?

Laura: no gracias, es que costó abrochar la cremallera (me miró con una cara de pícara, mientras yo volvía a colocarme toda la ropa) pero ya está bien, en un minuto salgo.

Yo: Laura estás loca, ¿cómo se te ocurre hacer el amor aquí?

Laura: ¿no te ha gustado cariño?

Yo: claro que sí, pero hacerte el amor en una tienda y encima con el vestido con el que dirás sí a tu futuro marido...

Laura: para que recuerdes que cuando me esté casando serás tu la persona que esté en mi mente,que cuando diga sí, será el sí que quisiera darte a ti.

Yo: para laura, realmente estoy mal...

Laura: ¿mal por hacer el amor?

Yo: mal por todo, por tu boda, por este sentimiento que tengo hacia ti que cada día crece más...

Laura: ya mi vida, vamos hacer entrar a la dependienta, que al final sospechará y todo... Ya puede entrar.

Dependienta: señorita Laura que bien le queda, justo a su medida.

Laura: si ha hecho muy bien trabajo.

Dependienta: bueno somos un gran equipo, estoy encantada de que le guste entonces, solo le pondremos aquí un alfiler por si adelgaza más, que con los nervios de la boda.

Laura: vale

La dependienta le puso los alfileres, yo me salí y ya le ayudo ella a quitarle todo, ésto había sido una tortura para mí, que guapa estaba vestida de novia, no me quiero ni imaginar ese día con el peinado y con todo, como estará.

Todo seguía igual, con nuestros encuentros esporádicos, nuestras miradas cómplices, pero todo igual, su boda en una semana...

Pom Pom

Yo: adelante

Alba: hola cariño

Yo: Alba , cuanto tiempo sin tener un rato tu y yo.

Alba: he venido porque creo que necesitas hablar.

Yo: la verdad es que si, estoy fatal , se me casa Alba

Alba: te lo avisé Sandra, desde que me hablaste de esa maldita venganza.

Yo: si esa maldita venganza que al final no la puedo cumplir, pues ella se va a casar, Alba se casa y yo no he podido cumplir mi promesa, de enamorarla y luego dejarla tirada y decirle las peores cosas.

Alba; yo sabía que no la cumplirías, porque te enamorarías de ella.

Yo: pero me he enamorado como nunca, ella sabe dármelo todo.

Alba: siempre te he dicho que luches por lo que quieres, y si ella es tu felicidad¿ por qué no luchas por ella?

Yo: ¿y que hago para luchar por ella? Que se casa en una semana, que tiene todo preparado, que después de su boda no quiero saber nada más de ella, me la tengo que sacar de la cabeza.

Alba: ¿y cómo lo harás estando ella aquí, viéndola todos los días?

Yo: lo haré, yo sé que lo voy a conseguir.

Alba: pero lucha por ella, Sandra ella te quiere se le nota a leguas, cualquiera podría darse cuenta solo que la gente no piensa en tal cosa, pero vuestras miradas dicen muchos, cuando estáis en la sala de operaciones o en cualquier reunión que estáis rodeadas, vuestras miradas se buscan y cuando se encuentran salen chispas de enamoramiento.

Yo: es que no puedo engañarme yo la quiero y la quiero mucho, pero ya todo a acabado.

Alba: lucha por ella Sandra, habla con ella antes de casarse, dile todo lo que sientes, dile que la amas.

Yo: pero me va a rechazar de nuevo, ella le tiene miedo a salir del armario y para mí tampoco es fácil pero por ella lo haría.

Alba: si no lo intentas nunca lo vas a saber, dile a Noe que la llame y que venga y díselo, a parte de estar invitada a su boda, dile que no puedes ir, ahora me tengo que ir, sabes que siempre estaré aquí, te quiero mi chiquita.

Yo: gracias Alba desde luego eres mi mejor amiga.

Ella salió del despacho, y yo me quedé pensativa, pero hice lo que ella me dijo, era hora de afrontar la realidad y de decirle todo lo que pienso, así que llamé a Noe.

Yo: Noe, llama a la enfermera Laura por favor.

Noe: Sandra ella se ha ido a comer con su novio.

Yo: ah ok

¿cómo que a comer con su novio? Siempre comemos juntas, no estoy entendiendo nada, así que la llame.

Yo: Laura, ¿dónde estás?

Laura: pues comiendo con mi novio o no puedo hacerlo?

Yo: ¿qué te pasa, por qué me hablas en ese tono de voz?

Laura: te estoy hablando correctamente.

Yo: ¿no puedes hablar, es eso?

Laura: claro que puedo hablar, yo a mi futuro marido le cuento todo.

Yo: mira Laura no estoy entendiendo nada, cuando llegues de comer, te pasas por mi despacho.

Laura: no se si me va a dar tiempo, tengo mucho trabajo.

Yo: me da igual el trabajo que tengas, es una orden.

Laura: entendido Doctora.

Y me colgó, ¿pero que le pasaba a esta mujer ahora? Sigo sin entender nada, yo desviviéndome por ella, y ella restregándome que está con su futuro marido, pues como ella ya había salido a comer, busqué a Alba y comimos juntas, le conté lo que había pasado y ella me tranquilizó, me dijo que sería porque no podía hablar delante de Manuel y yo quise creerlo aunque sabía que algo estaba pasando...

Pasó una hora y pegaron en la puerta, obvio era Laura.

Laura: ¿se puede?

Yo: pasa Laura

Laura: ¿que se le ofrece doctora?

Yo: que te sientes y me expliques ahora mismo lo que te pasa conmigo.

Laura: ¿con usted nada, que me iba a pasar?

Yo: que no me hables de usted, me estas cabreando Laura, yo que venía a decirte hoy todo lo que siento y tu me tratas así, no entiendo nada.

Laura: ¿no entiendes nada? Pues has memoria.

Yo: yo a ti no te he hecho nada Laura, solo quererte.

Laura: lo sé todo Sandra, te escuché hablando con Alba, lo de la venganza que no te has podido vengar de mí, porque me voy a casar.

Yo: ¿escuchaste toda la conversación?

Laura: escuché lo que me hizo falta escuchar, así que ya puedes dejar tu juego, sí has enamorado a esta pobre tonta, pero esta tonta se va a casar y va a ser la esposa más feliz.

Yo: déjame explicarte, ya veo que no lo has escuchado todo...

Laura: que no hace falta que me digas nada, que ya me he enterado que nunca me has querido que lo único que querías era vengarte de mí, enamorarme y luego hacerme sentir la peor mujer del mundo.

Yo: que no es así Laura, de verdad déjame explicarme, yo te quiero me he enamorado de ti.

Laura: pero que buena actriz que eres de verdad, eres la mejor, yo sentía que de verdad me querías, fíjate si eras buena actriz, pero ya veo que no.

Yo: yo no te quería, te quiero Laura, cuando hacíamos el amor..

Laura: cállate, no hables de hacer el amor, lo nuestro nunca ha sido hacer el amor, no después de todo lo que me he enterado, ojalá nunca hubiese caído en tu maldito juego de enamorar, te doy un aplauso, sí Sandra has conseguido enamorarme, así que tranquila que ya te has vengado de mí, nunca nadie me había hecho más daño que tú, eres la peor persona que he conocido nunca, a partir de ahora solo quiero que te dirijas a mí para las cosas del trabajo, nada más, borra mi número, borra los mensajes, todo yo haré lo mismo, no quiero tener ni un recuerdo más tuyo.

Yo: Laura no me dejas hablar, pero nada es así, es cierto que al principio quería vengarme, pero luego me fui enamorando de ti, y ahora estoy super pillada por ti, no puedo soportar que te cases me comen los celos y es porque estoy enamorada de ti, pero si no te lo crees está bien, espero que tengas una boda bonita, que seas muy feliz, y que en cuanto al trabajo, no te preocupes seremos doctora, enfermera, ni mas ni menos.

Laura: que falsa eres Sandra, que te escuché muy bien, ahora dime una cosa ¿que frases utilizarías para humillarme?

Yo: ninguna, no podría utilizar ninguna, te amo Laura

Laura: que no digas mas te amo, no menciones eso cuando no es verdad, te odio, me voy espero que no te moleste que coja lo que quede de tarde, adiós.

Y si ahora mismo estoy destrozada, ella ha escuchado mal y yo ya no podía hacer nada, ya no podía convencerla de que es verdad que estoy enamorada de ella, pero como voy mentir si cuando la tengo cerca el corazón se me acelera, noto eso que dicen que son mariposas en el estómago, me pierdo en sus ojos y quiero hacerle el amor a todas horas, ¿de verdad eso se podía fingir?

Ya la he perdido para siempre, por ser una idiota, ahora si estoy destrozada, me acaban de romper el corazón como nunca, ver a la persona que amo salir por esa puerta creyendo que yo le miento y llorando, eso es lo peor que me ha pasado, solo espero que le vaya muy feliz la vida, que se enamore de su futuro marido de nuevo...

Los días iban pasando y ya nunca me la encontraba por el hospital, y llegó el sábado ese maldito día que no quería que llegase nunca pero llegó como todo llega en esta vida.

Yo en mi despacho como siempre, haciendo trabajo en el ordenador y pegó, suponía que era Alba y efectivamente ella era.

Alba: ¿cómo estás?

Yo: ¿cómo quieres que esté ? Pues bastante mal, nunca voy a olvidar este día, ni que no me creyese, ni nada.

Alba: Sandra llevas una semana que no eres persona, la amas y te estás consumiendo, deberías de buscarla en la iglesia.

Yo: no podría hacer eso, que mas da y ella se va a estar casando ¿para que ir a la iglesia, para torturarme más?

Alba: no, para gritarle la verdad frente a dios, para impedir esa boda, ella te ama y tu la amas...

Yo: es mejor así, mejor que se case con él.

Alba: Sandra, tu no la has visto en toda esta semana por el hospital, pero yo sí, se ha quedado mas delgada todavía, y está todos los días de mal humor.

Yo: será por los nervios.

Alba: Sandra vamos, yo te voy a acompañar a la iglesia, no seas cobarde por una vez en tu vida.

Yo: que no puedo hacer eso, ella no me va a creer y encima romperé su matrimonio si digo que ha pasado algo entre nosotras.

Alba: arriésgate, te lo digo de verdad, si no te amase ella pues no te animaría pero ella te ama, lo sé Sandra, vamos.

Alba me metió a la fuerza en el coche ella conducía, llegamos a la iglesia y allí en la puerta ya no había nadie, por lo que pensamos que ya la ceremonia había comenzado, Alba aparcó en un mal lugar, pero si la multaban decía que le daba igual que lo único que quería era ayudar a una amiga, subimos las escaleras de la iglesia y ahí estábamos en la misma puerta de la iglesia, viendo a la mujer de mi vida vestida de novia, con ese vestido con el que hicimos el amor, íbamos tan corriendo que cuando nos paramos en seco en la puerta hicimos bastante ruido con lo que todos los invitados, incluidos los novios se quedaron mirando a la puerta, los dos pusieron cara de sorpresa y yo dejé que siguieran el guión

Cura: Manuel

¿quieres recibir a Laura como esposa, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

Manuel: si quiero

Cura : Laura ¿ quieres recibir a Manuel como esposo, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y , así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

( ella giró la cabeza hacía donde yo estaba, tragó saliva y se dispuso a responder)

Yo: espera padre hay algo que tengo que decir...

Perdonen la tardanza, estos meses he estado bastante liada, he hecho varios viajes, la navidad, todo se ha juntado, pero bueno aquí estoy de nuevo dando guerra, espero que os guste este capítulo, es la parte que más me gusta por lo menos a mí así que espero que para ustedes también, muchos besos y prometo la próxima entrega muy pronto.