Amor o sexo-5
! Luc sujetándolo por las caderas lo embestía con fuerza mientras le besaba la nuca y la boca, Román sin tocarse comenzó a correrse sobre las piernas de los que estaba frente a él
AMOR O SEXO-5
Mi nombre es Carlos, soy el propietario del edificio de apartamentos de alquiler y vivo en el sobreático, tengo 30 años e intento mantenerme en forma tengo un pequeño gimnasio en mi piso, pero no todo fue así. A los 20 estudiaba para ser arquitecto cuando fallecieron mis abuelos me dejaron en herencia un edificio, que había sido primero un hotel y luego un banco internacional cerca del centro de Barcelona, me gustaba la fachada de entrada con unas tallas esculpidas de dos hombres musculados a cada lado de la entrada sujetando sobre el hombro el mundo, pero el interior se tenía que rehacer de nuevo, tras consultarlo con mi padre arquitecto, él dijo de hacer apartamentos o un hotel para venderlos y sacar beneficios, pero le expliqué mi idea de hacer apartamentos de alquiler, algunos a corto plazo y otros renovables al año, en el centro no hay nada de esto y estuvo de acuerdo conmigo.
Mis padres sabían mi tendencia hacía los chicos, pero ignoraban que apenas ligaba debido a mi obesidad mido 1,75 pero me encanta comer y no hago ejercicio, mi padre realizó el proyecto y casi un año después el interior ya estaba remodelado, me gustaba mucho hasta el punto que en el apartamento de muestra me instalé mientras trabajaban en el resto del edificio, me gustaba ver a los obreros entrando y saliendo del edificio había de todo tipo desde muy jovencitos hasta entrados en años, pero yo no me comía ni una rosca, a veces ligaba a través del App del móvil, previo pago.
Y ocurrió una noche bebí demasiado en un bar cercano me acompañó un joven de buen ver, me contaba cosas divertidas y llegamos a los apartamentos y entró detrás de mí, luego también en mi piso él cerró la puerta, me abrazó mientras me comía a boca entramos al salón y se tiró sobre mí en el sofá acariciando mi cuerpo, yo estaba sorprendido pero me dejaba querer ante su pasión, tumbado en el sofá me dio la vuelta dejándome boca abajo y me bajó el pantalón por debajo del culo y sacándose la verga me la clavó y disfruté mientras me follaba, yo gemía de gusto, pero poco después otro joven se acercó a mi cara metiéndome su polla en la boca, el placer era tan real, que apenas pensé en el otro aparecido, poco después sacaron sus pollas de mi culo y boca corriéndose sobre mi ropa gimiendo tras saciarse comenzaron a insultarme llamándome ¡Maricón de mierda! ¡Chupapollas! Mientras me insultaban me golpeaban con fuerza sentía el sabor de la sangre en mis labios y mi cuerpo recibía golpes brutales al igual que mi cabeza, el que me había metido su polla en la boca me dio una patada en toda la cara con mucho dolor escuché un ¡Crack! Un fuerte crujido de mi nariz comenzó a salir bastante sangre, el de detrás tomó mi cartera sacando todo el efectivo que había junto a las tarjetas, me golpeó para saber el nº secreto y se lo di, con tal de no recibir más palizas, buscaron por los cajones removiendo todo y desaparecieron, como pude me arrastré hasta la puerta gritando ¡Hijos de puta, maricones de armario! Y perdí el conocimiento con medio cuerpo fuera de mi apartamento, casi una eternidad después me pareció sentir un aroma distinto y unos cálidos dedos en mi yugular, al poco llegaba una ambulancia y luego la policía.
Tenía la cara destrozada, apenas pude dar explicaciones sobre los dos jóvenes, mis cuentas fueron bloqueadas antes de sacar dinero y supe que un joven sin techo y su colega me habían socorrido al escuchar mis gritos, él tomando mi móvil del pantalón había llamado a la policía y a urgencias quedándose junto a mí hasta que llegaron, tras unas preguntas los jóvenes desaparecieron, uno dijo llamarse Hamed y el otro Sayed ambos de origen tunecino o magrebí, no lo supieron a ciencia cierta.
En el hospital mis padres junto a mi cama con cara de espanto bajaban la mirada al suelo, intenté mover la mano pero me dolía todo y la cabeza estaba vendada en casi su totalidad, mis ojos apenas se abrían y mis labios simplemente susurraban, mi padre acercó su oído para saber mis preguntas y respondió: ¡Te encontraron dos jóvenes inmigrantes de Túnez o El Magreb, que solían dormir en el parking del edificio y llamaron a la ambulancia junto a la policía, que me avisaron con rapidez! Yo volví a balbucear y mi padre asintió: ¡Miraré si los encuentro, ahora tienes que descansar e intentar recuperarte bien que será muy duro! Casi una semana más tarde continuaba en el hospital y aparecieron mis dos salvadores, me dijeron sus nombres, dándome las gracias porque su padre los había tomado para la obra de los apartamentos consiguiéndoles permisos de residencia y ocupaban el mío hasta mi recuperación, además vigilaban que nadie se colara dentro del edificio en obras, yo les di las gracias por lo que me habían ayudado, mis ojos seguían hinchados tras alguna operación de nariz pero ya veía mejor, los dos jóvenes no eran guapos pero su piel con ése color tostado se les veía apetecibles y con sus delgados cuerpos les miraba como si fueran bombones para comerlos a los dos, Hamed se acercó junto a mi mano en la cama y cogiéndola la llevó a su entrepierna diciendo: ¡Esta te estará esperando! Frotó su mano sobre la mía por toda su verga que se endurecía, luego Sayed hizo lo mismo y realmente tenían buenas pollas, hice una mueca de dolor al intentar sonreír, como estaban de espaldas a la puerta de la habitación ambos sacaron sus vergas dejándolas sobre mi mano, que golosamente fui acariciando una tras otra mientras yo gemía, Sayed metió su mano bajo la sábana masturbándome los miraba, sus caras sonrientes mostrando sus dientes perlados eran atractivos en su forma de tocarme, la mano de Hamed sustituyó la de su amigo y no pude resistir dejando salir mi semen, tomaron unos pañuelos de papel me limpiaron y antes de marcharse besaron mis labios, su frescura me dio placer de nuevo.
Pero por la noche tendido en esa cama hospitalaria mi mente volvía a la barra del bar, yo sentado frente a un chico bastante atractivo que me hablaba mientras su entrepierna se frotaba contra mi rodilla y muslos notando una erección declarada, pero mis ojos volvían una y otra vez hacia los ojos verdes de un joven que estaba en el otro extremo con una chica, que no dejaba de hablarle, esos ojos verdes con gafas de concha y un cabello negro intenso lo hacían de lo más hermoso, el joven no parecía darse cuenta del interés que despertaba a su alrededor, pero cuando me miró a los ojos sonrió levantó ligeramente su cerveza en brindis, yo hice lo mismo bebiendo, pagó sus bebidas y salieron del bar, lástima de su vestuario era muy clásico y no le hacía honor. Cada noche esos ojos verdes me llevaban muy lejos y un cuerpo imaginario desnudo me llevaba al máximo placer, en sueños gemía. Cuando mi cuerpo se recuperó de los golpes fui ingresado en una clínica privada, hablé con mi padre sobre los apartamentos pidiéndole que fueran de los más seguros al estar en pleno centro de la ciudad y estuvo de acuerdo, me tenían que operar de nuevo partes de la nariz y mandíbula me hacían andar un montón y mi cuerpo rechazaba la idea de antemano, la obra iba muy adelantada y los jóvenes inmigrantes trabajaban duro sin quejarse, venían a verme un rato el domingo y no cesaban de contarme todo lo que hacían se les notaba contentos mi padre les pagaba bien y estaban haciendo unos cursos de mantenimiento de ascensores y de edificios, en plan secreto dijeron que mi padre estaba preparándome el sobreático para mí y ellos se instalarían en el mío definitivamente, cada semana comentaban las obras muy avanzadas, todo quedaba muy bien. Aún pasaron tres meses hasta que pude salir del hospital definitivamente.
Ya estaba en mi dúplex del sobreático pero cualquier leve ruido me sobresaltaba, los apartamentos se comenzaron a llenar, pero me costaba mucho salir al exterior, según el médico podía padecer Agorafobia durante algún tiempo dándome un tratamiento contra la ansiedad, Ham y Say, así los llamaba pasaban horas conmigo hablé con una compañía de seguridad y vinieron al piso pocos días después en cada rincón de la casa tenía micro cámaras instaladas para poder ver las estancias sin moverme ya fuera por la Tablet o el gran televisor, un día fuimos con mis amigos Ham y Say a comer al bar restaurante de al lado del edificio y allí estaba el joven de verdes ojos hablando con los camareros diciendo que pronto estaría en uno de los apartamentos nuevos, entones supe el apartamento que había alquilado por mis colegas y tras llamar a la compañía de seguridad hice colocar micro cámaras en todas las estancias del mismo hasta me sincronizaron con la cámara de los ascensores.
La primera vez que lo vi desnudo se me hizo un nudo en la garganta, su cuerpo era perfecto y esa polla inmensa me hacía la boca agua, era de mayor tamaño que las de mis amigos y ellos la tenían grande, pero nunca entraba nadie en su apartamento. Una tarde Say fue al supermercado a recoger mi compra-normalmente me la traían, pero se les había estropeado una furgoneta- Y vi en el ascensor a Say con el joven Lucas que llevaba una de las bolsas en brazos con las asas rotas, sonó el timbre y fui a abrir, Sayed entró seguido de Lucas y fueron a la cocina después de saludarme, al momento aparecieron de nuevo y Lucas dijo: ¡Me llamo Lucas, pero a veces me llaman Luc, encantado de conocerte! Me tendió la mano y yo la estreché diciendo: ¡Mi nombre es Carlos, encantado de conocerte! ¿Qué ha pasado? Say dijo: ¡Una de las bolsas se partió a punto de caerse, pero Lucas entraba y la pilló al vuelo! Lucas mirando el piso silbó diciendo: ¡Menudo apartamento es genial y grande! Y le mostré todo, él añadió: ¿No hemos coincidido nunca en el ascensor? Yo dije: ¡Tengo agorafobia y apenas salgo de casa! Luc dijo: ¡Sí algún día necesitas algo o simplemente compañía me puedes dar un toque al móvil! Lo apunté en una hoja y se despidió estrechándome la mano Sayed lo acompañó a la puerta y lo abrazó de forma cordial, al volver Say noté su erección dentro del pantalón, mientras él soltaba: ¡Es muy guapo el cabrón, se merece una paja en su honor! Yo sonreí soltándole: ¡Por qué no le has visto la polla, te abrirías de piernas sin pensártelo dos veces! Entonces apareció Ham con su juego de llaves nosotros estábamos sentados en el sofá viendo al joven Luc en el televisor se paseaba hablando por el móvil parecía molesto con la chica con la que hablaba, Ham preparó unas bebidas sentándonos todos juntos pendientes del televisor, Luc colgó el móvil soltando un taco y comenzó a desnudarse la parte superior, fue a la nevera sacando una botella de vodka fría y se puso un buen trago en el vaso bebiéndolo de golpe y se quitó el resto de la ropa, tanto Hamed como Sayed soltaron: ¿Dónde esconde todo eso? Yo riendo dije: ¡Pues como vosotros! Luc puso el televisor en los canales porno y para nuestra sorpresa apretó la de chicos, tras seleccionar una dio al play, era antigua de J.D.Cadinot, trataba de unos jóvenes franceses que iban al norte de África y uno se pierde en el desierto, otro vaguea por el zoco buscando ropa más liviana y todos son follados por distintos chicos de color, mirábamos la película en la mitad de mi pantalla y en la otra mitad veíamos a Luc jugando son su enorme polla, esto nos calentó a los tres.
Al poco estaba comiéndome la polla de los dos arrodillados a cada lado mío y sobre el sofá mientras ellos se besaban y acariciaban sus cuerpos delgados, me gustaba el sabor y olor ligeramente a almizcle de sus pollas algo más oscuras, sus cuerpo sin vello era muy agradable al acariciarlos pero cuando les comía el culo yo estaba en la gloria, yo susurraba: ¡Qué buenos estáis los dos! Sayed me tumbó en el sofá boca arriba levantándome las piernas enterró su boca en mi culo , su lengua pasaba una y otra vez sobre mi ojete que comenzaba a palpitar mientras Ham había dejado resbalar su culo sobre mi boca y le comía su agujero ¡Mmmm, Mmmm, que ricura de culo, algún día me gustaría follarte! Mis manos separaban sus nalgas y el dedo pulgar entraba dentro de esa delicia de ano y él gemía moviendo su trasero mientras yo apretaba mi dedo dentro y entonces Say sujetando su polla me fue penetrando lentamente, sentía mi corazón latiendo desaforadamente siempre iba con sumo cuidado de no dañarme, pero después me cabalgaba con fuerza apretaba mis piernas sobre su delgado cuerpo dándome un placer enorme, mi verga palpitaba dentro de la boca de Hamed mientras la mía disfrutaba con la suya, Say sacó su polla descargando su semen sobre mi ojete mientras gemía convulsionando su cuerpo paseando su verga sobre su propio semen enterrándola de nuevo dentro de mí, un par de empujones y la sacó de nuevo, se apartó y Ham me dio la vuelta quedándome a cuatro patas, mojó su polla con el semen de Say y la clavó dentro de mí mientras levantaba mi cuerpo contra el suyo. Sayed se puso delante de mí de rodillas y sujetando mi polla se la acercó a su ojete empujando su culo contra mí, Ham devoraba mi boca y yo sujetaba las caderas de Say mientras me movía adelante y atrás, en ése momento unos fuertes gemidos nos llegaron de la pantalla, era Luc que se estaba corriendo como un loco mojándose todo el cuerpo de semen y provocó que yo comenzara a correrme dentro de Say y lo mismo le pasó a Ham que se descargó dentro de mí, notaba sus fuertes sacudidas de semen llenándome el culo, levanté el cuerpo de Say besando sus carnosos labios y Ham besaba mi cuello. Tras evacuar nos duchamos vistiéndonos de nuevo y les dije: ¡No os lo toméis a mal, pero no estaríais mejor compartiendo éste apartamento, hay el otro dormitorio! Continué: ¡Y esto no tiene nada que ver, vosotros hacéis vuestra vida y yo la mía, pero simplemente sería agradable estar acompañado! Se miraron y dije: ¡Os lo pensáis y no hay ninguna obligación, simplemente no pagaríais alquiler!
Ellos hablaron en voz baja en árabe y Hamed dijo: ¡Espero que no te enfades y nos comprendas, sería muy grato vivir aquí contigo, pero no creo que sea justo tú conocerás a alguien en tu vida, tan atractivo como tú y necesitarás sitio y nosotros tenemos nuestras costumbres, tal vez con los años regresemos a nuestro país, nos casemos y tengamos hijos, tú por otro lado superarás los problemas que ahora te agobian, los dos te queremos en nuestras vidas, eres más que un hermano y por eso te queremos! Yo cambiando de tema repliqué: ¿Me invitaréis a vuestras bodas? Y ambos se abalanzaron sobre mí comiéndome la boca. Casi todas las tardes aparecía Luc con sus ojazos verdes y hablábamos mientras él en una pequeña libreta dibujaba algunos esbozos para sus proyectos, me gustaba charlar con él, su compañía me relajaba olvidándome de mi problema, el sonido suave de su voz me encantaba, le dije que nos habíamos visto anteriormente en un bar mientras él escuchaba a una chica asintiendo mientras me miraba al fondo de la barra levantando su cerveza en un brindis mientras me sonreía y recordó ése día, le conté que ése mismo día ocurrió mi agresión no omití nada, me pareció natural explicárselo, luego él me dijo que también ése día rompió con él su novia Inma y se emborrachó terminando durmiendo en el sofá de Ricardo y Mónica, para terminar excitado en el sofá de su apartamento pajeándose tras los gemidos de Ricardo penetrado por su mujer con el arnés, eso me hizo reír.
Una tarde Sayed preparó té moruno antes de marcharse a un cursillo, yo puse la pantalla de televisión revisando actividades en algunos pisos dejándola en el apartamento de unos auxiliares de vuelo, su Compañía había alquilado el apartamento por un año era con dos dormitorios y el sofá cama del salón, en ése instante dos jóvenes vestidos de uniforme se comían la boca en el sofá y se desnudaban lentamente uno al otro dejando las prendas bien puestas, ya desnudos se tumbaron en el sofá acariciándose todo el cuerpo frotando sus vergas con sus cuerpos de forma apremiante, entró un joven rubio por la puerta acercándose a ellos, le palmeó el culo al de arriba mientras intentaban que se desnudara para unirse a ellos, el joven rubio de nombre Sean entró en una habitación aflojándose la corbata y comenzó a desnudarse, colgó las prendas tumbándose solamente con el slip puesto sobre la cama ¡Menudo cuerpo tiene el niñato! Mi mano se coló dentro de mi calzoncillo sobándome la verga, Sayed dijo, que se iba me despedí de él sin mirarle pendiente de la cama, el joven Sean moviendo su trasero frotando su polla contra la sábana, en la habitación de la pantalla un hombre de buen aspecto con pelo canoso se quitaba el uniforme mientras miraba el cuerpo de Sean contorsionándose en la cama, el hombre canoso se arrodilló entre sus piernas metiendo sus manos por debajo del slip apretándole las nalgas, Sean gemía al contacto de esas manos, yo con la polla fuera me masturbaba ,a mi lado una voz suave dijo: ¡Tal vez necesites una mano amiga! Me sobresalté tomando un cojín y cubriéndome la dura verga, con toda normalidad Luc se acercó sacó de unos rápidos puntapiés las bambas sin cordones y tras arreglarse el chándal se subió al sofá poniéndose detrás de mí con las piernas separadas, su contacto me excitaba, hizo que mi espalda se apoyara sobre su cuerpo mientras él apoyaba su cara con la mía sobre mi hombro.
Sus largos dedos acariciaban mis muñecas subiendo por todo el brazo, luego estrechó mi vientre con las palmas de sus manos, yo cerraba los ojos gimiendo mientras Luc me susurraba: ¡Revélame tus sueños! Yo con la voz entrecortada dije: ¡Uno se acaba de cumplir! Sus dientes perlados mordían suavemente el lóbulo de la oreja, una de sus manos tomó el cojín apartándolo a un lado, mi verga estaba en trance y pidiendo estallar, pero sus manos no se acercaban a ése lugar, era un infierno de lujuria y placer, ahora sus carnosos labios apretaban lo mismo que sus dientes y yo gemía como perra en celo, su boca descendió por mi cuello lamiéndome, yo notaba la dureza de su potente armamento contra mis posaderas, sus manos se deslizaron hacía mi calzoncillo bajándolos hasta media pierna luego me los fui sacando, su mano derecha acarició mis huevos y la fue subiendo hasta cogerme la polla, su contacto me hizo gemir de nuevo, pero su voz dijo: ¡Te prohíbo que termines tan rápido, lo haremos juntos! ¿Te gusta el joven rubio Sean? Yo asentí: ¡Está muy bueno, hasta me lo tiraría! Luc dijo: ¡Es un joven muy amable! ¡Mira la pantalla! Y efectivamente en la pantalla se veía al joven chupándole la verga al hombre mayor mientras éste estaba de rodillas sentado sobre sus talones acariciándole la cabeza a Sean. La mano de Luc inclinó mi cabeza hacia atrás y sus labios se posaron sobre los míos, su beso fue intenso, su lengua entraba dentro de mi boca explorándola, luego mis labios fueron succionados, mi verga estaba por estallar mientras su cálida mano subía y bajaba dándome placer, mis manos inertes fueron hacía atrás intentando bajarle el pantalón de chándal, se movió consiguiendo que se deslizaran un poco de momento mi mano acariciaba su enorme polla, arrugando su chándal fui deslizándolo hasta el suelo, Luc puso su verga entre mis piernas rozándose con mis huevos, él juntó mis piernas mientras su verga se movía arriba y abajo, se mojó ambas manos con saliva acariciándome la polla como muchas veces lo había visto a él masturbarse la suya con las dos manos, como si exprimiese un paño y su susurrante voz decía: ¡Mira cómo te follas a Sean mientras yo te follo a ti hasta el fondo! Sus palabras me excitaban mucho más, en la pantalla Sean era penetrado por el canoso mientras gemía y se quejaba, el final se acercaba, la intensidad de la follada era potente y lo mismo nos ocurría a nosotros, notaba la gran polla entre mis piernas juntas rozarse y sus manos moviéndose al mismo ritmo su boca buscaba la mía y casi al mismo tiempo que la pantalla gemimos los dos, mi polla escupía semen sobre mi cuerpo y la suya sobre la mía y los huevos mientras me comía la boca con desespero empujando su verga, segundos después alguien detrás del sofá comenzó a llenarnos de semen a los dos sobre los hombros y cara, al terminar se puso delante era Hamed que dijo: ¡No quería interrumpir pero me habéis excitado tanto que no he resistido! Me besó la boca agachándose chupó mi verga limpiándola, su lengua fue recogiendo nuestro semen y también el suyo luego se dedicó ampliamente a chupar y lamer la gran verga de Luc, cuando se irguió nos acercamos a él y los dos le chupamos la negra e inmensa polla mientras él gemía.
Más tarde acompañé a Luc a la puerta y él salió mientras decía: ¿Sí quieres un beso tienes que cruzar el umbral? Comenzaba a cerrar la puerta, pero la abrí de nuevo dando un paso afuera abrazándome a su cuerpo y su beso me consumió, al separar nuestros labios me dio una palmada en el trasero diciendo: ¡Mañana serán dos pasos, sino no hay beso! Y se fue sonriendo, a solas con Hamed suspiré y él también soltando: ¡Es un joven increíble, el otro día en el cuarto de las lavadoras él esperaba la suya, me saludó con toda normalidad y hablamos de todo un poco, me puso la mano en el hombro un momento y mi cuerpo se excitó, me dijo que le gustaba sentir el traqueteo de la lavadora cuando centrifugaba y se sentó encima noté que su entrepierna crecía, luego me ayudó a sentarme junto a él mientras que su mano reposaba apoyada sobre mi muslo y mi cuerpo estaba por estallar, me habría abierto de piernas allí mismo! Yo repliqué: ¿Pero nunca te dejas penetrar por nadie? ¿Cómo es eso? Hamed dijo: ¡De la conversación que tuvimos me hizo ver, que cuando quieres a alguien no importa el rol que tengas en el sexo, lo importante es disfrutarlo juntos, ya sea penetrando como recibiendo, no se es más hombre al hacer una cosa u otra, si realmente quieres ser feliz tienes que dejar los prejuicios de lado! Pregunté: ¿No tuviste sexo con él? Ham dijo: ¡Su mano se posó sobre mi entrepierna acariciando mi verga diciéndome, que la aprovechara con la o las personas a las que quiero! Luego añadió que él no podía hacerlo ya que la persona que él quería estaba unida a otra y los quería a los dos y no deseaba romper su amistad con ellos ya que también se querían.
Los días siguientes cuando le preguntaba siempre rehuía el tema sin soltar prenda y poco a poco yo salía a besarle cada vez más afuera de mi apartamento, esta noche me besó dentro del ascensor no me habría importado que me llevara al fin del mundo sus besos me transportaban. Al día siguiente Luc se presentó frente a mi puerta con Sean, hizo las presentaciones y llamando a Ham y Say dijo que iban al cuarto de las lavadoras llevándose la bolsa de Sean para lavar dejándome a solas con él, comenzamos hablando de Luc y al poco me contaba que él de pequeño odiaba volar y ahora viajaba por todo el mundo en avión, yo le pinchaba diciéndole que debía tener un amor en todos esos sitios, pero dijo que no, que a veces tenía sexo para descargarse de la tensión que a veces le provocaba el volar tanto, el joven rubio era australiano pero su abuela era española y por eso sabía bien el idioma, yo le expliqué mi problema con el salir de casa, el miedo a la multitud, la agorafobia, él parecía interesado preguntándome: ¿Sí ahora fuéramos tres? Yo dije: ¡Si los conozco no pasa nada! Y él dijo: ¿Y tres más o cuatro? Yo respondí lo mismo, entonces se acercó a mí soltando: ¡Nadie te ha dicho que eres muy guapo! Su mano sobre mi camisa parecía arder mi pecho, yo apenas reparaba en mi aspecto tras las operaciones, mi cuerpo era mucho más delgado, la gimnasia lo había perfeccionado, mi cara tras varias operaciones había quedado diferente y más alargada, pero nunca me pasaba tiempo estudiando mi cuerpo lo notaba simple, recordé las manos de Luc sobre mis abdominales quemándome de placer y ahora ocurría lo mismo con Sean, sus ojos como aguamarinas me miraban fijamente y fui acercando mis labios sobre los suyos.
Apretó su cuerpo al mío saboreando mi lengua que entraba dentro de su boca, luego la suya invadía la mía lentamente nos fuimos desnudando uno al otro nos tumbamos en el sofá con nuestros cuerpos frotándose mientras nuestras bocas no cesaban de besarse, él no era mucho menor que yo pero me moría de ganas de tenerle conmigo era dulce y tierno, mis manos deslizaron su slip hasta los muslos acariciándole esas nalgas tan apetitosas como si fuera un perfecto melocotón, sus manos hicieron descender mi calzoncillo y al mismo tiempo no los quitamos mirándonos a los ojos, sus manos se pusieron a cada lado de mi cara, besó mis parpados, mi nariz, mis labios, esos cálidos labios recorrían mi garganta e iba descendiendo poco a poco, su boca succionó cada pezón mientras que luego su lengua continuaba bajando paseándose por mi formado abdomen sus labios tironeaban de los pelillos del ombligo para seguir había abajo, su mano tomó mi polla bajando el resto de la piel mientras que su boca y lengua volteaban sobre mi glande causándome gemidos de placer, su mano apretaba con fuerza mi verga y lentamente se la metió dentro de la boca, gemí de nuevo, levanté su cara diciéndole: ¡Cómo sigas así terminaré muy pronto! Sean dijo: ¡Déjame saborear tu néctar! Yo repliqué: ¡Hagámoslo juntos! Y colocándole a la inversa comencé a chuparle la polla, él sobre mí me ofrecía un espléndido espectáculo, su culito redondo y prieto mientras me tragaba su polla, de vez en cuando lamía un huevo tras otro y paseaba mi lengua por su precioso agujero rosado para volver a su verga que no estaba nada mal, mis manos no dejaban de acariciarlo por todas partes y él hacía lo mismo también me lamía el ojete frotando sus dedos dentro de mí, estábamos retrasando el placer, pero el ansia de su preciosa boca pudo más y comenzó a chupar cada vez con más ímpetu y yo también, su mano y la mía masturbaban la polla del otro mientras las chupábamos y dijo: ¡Estoy a punto! Yo dije: ¡Cuando quieras! Y unas mamadas más y comenzó a llenarme la boca con su semen al mismo tiempo que yo derramaba el mío entre sus labios que chupaban golosamente mi verga dejándola seca de semen, yo me relamía de gusto con el suyo dentro de mis labios mientras me lo tragaba de forma placentera se la chupé de nuevo dejándola limpia de cualquier resto, se puso de nuevo como antes sobre mío y nos besamos. De pronto le dije: ¿Te apetece cenar y pasar la noche conmigo? Sean me miró a los ojos diciendo: ¡Sí me gustaría, pero hoy es imposible, un compañero lo cambian de ruta y le hacemos una cena de despedida, pero si quieres mañana soy todo tuyo! Yo dije: ¡Te tomo la palabra, será mañana! Sean preguntó: ¿Qué estarán haciendo con nuestra ropa allí abajo? Yo riéndome dije: ¡Seguro que están haciendo cualquier cosa menos lavar la ropa! Sean dijo: ¡Vamos a pillarlos! Yo le recordé que apenas salía del piso, pero él parecía ilusionado en que bajara con él y me dijo: ¡Bajaremos solos en el ascensor, muy apretados mirándonos a los ojos y luego en el sótano vemos lo que están haciendo!
Cogido por su brazo alrededor de mi cintura me condujo al ascensor mientras hablaba y dentro me miraba a los ojos, yo miraba los suyos tan insondables aguamarinas en segundos llegamos al sótano y al salir del ascensor oímos música y risas agradables, entramos en el cuarto de las lavadoras quedándonos estupefactos ante el divertido panorama, del iPhone se repetía en bucle la misma canción pegadiza “Despacito” y Hamed delante, Luc detrás y finalizaba Sayed los tres con el torso desnudo y sujetándose la cintura mientras su otra mano agitaba su camiseta mientras sus cuerpos seguían el ritmo apretando sus entrepiernas al culo de delante y cantaban desafinando pero riendo, luego cambiaban dándose la vuelta y entonces Sayed era el primero luego Luc siempre en medio y al final Hamed, se les notaba cachondos por sus frotamientos en los traseros de los otros, en ése instante nos daban la espalda y nos acercamos a ellos me agarré a la cintura de Ham y Sean sujetó mi cintura siguiendo el ritmo, Ham inclinó su cabeza hacia atrás mirándome y sonrió, yo le besé los labios y giré mi cara para besar a Sean, Ham apretaba su culo contra mi entrepierna y mi erección fue rápida, yo ya notaba la dura verga de Sean sobre mi culo y me gustaba esa sensación, volvieron a cambiar dándose la vuelta y ahora Sean debía notar mi dureza en su trasero mientras yo notaba la dura polla de Ham apretándose contra mi culo y todos reíamos, la camisa de Sean se deslizó por debajo de la nuca dejando a mi vista un tatuaje en forma triangular, lo había tenido desnudo sobre mío pero no me había fijado en él y entonces mis labios se posaron sobre el tatuaje diciéndole: ¡Es precioso tu tatuaje! Apretó su culo contra mi verga.
El grupo se fue deshaciendo mientras la música continuaba sonando, Luc se sentó sobre una lavadora bajándose el pantalón y Ham y Say le devoraban la polla juntos o por separado mientras acariciaban su perfecto cuerpo, yo abrí el pantalón de Sean y me iba a agachar, pero se sentó sobre otro aparato dejándome su polla lista para mi boca y no tardé en comérsela, mi boca subía y bajaba mojando toda su polla, sus manos acariciaban mi rostro para apretar luego mi cabeza, le oía gemir y de pronto soltó: ¿Por Dios de dónde saca Luc esa polla? Yo sonreí mientras seguía chupándole la suya mirando de soslayo a los dos jóvenes árabes comiéndole la polla a Luc y todos gemían excitando más al resto, Sean apretaba más fuertemente mi cabeza sobre su polla y respirando profundamente comenzó a correrse, era una sensación lujuriosa, me tragaba su semen y continuaba chupándole la polla, se inclinó levantando mi rostro besándome la boca degustando su semen, se bajó de la lavadora y haciéndome subir a mí bajándome el pantalón y me chupó la verga con tal intensidad que no pude resistir demasiado, sus labios me apretaban todo el tronco y sus dientes mordisqueaban mi glande para luego tragarse toda mi polla y terminé estallando dentro de tan ansiosa boca que fue absorbiendo mi jugo seminal con fruición mientras nos arreglábamos la ropa nos dimos cuenta que nuestros amigos habían desaparecido, subimos en el ascensor y tras despedirnos Sean se fue a la cena de su compañero, yo puse el televisor pero en el piso de Luc no había movimiento señal que estaba con Ham y Say en el suyo. Pero mientras me ponía ropa más cómoda vi que Luc entraba en su apartamento, puso en marcha el televisor y comenzó a desnudarse frente a la pantalla mirándola fijamente, se pasó un dedo sobre sus labios metiéndolo dentro de su boca chupándolo mientras su otra mano acariciaba su pecho descendiendo hacía abajo y sujetando su verga, era pura incitación al sexo, retiró las cosas de la mesa de centro sentándose en ella mientras se masturbaba lentamente y separó sus piernas mostrando su ojete a la pantalla, el dedo de la boca se acercó a ése lindo agujero frotándolo, al poco entraba dentro mientras él gemía mirando fijamente a la pantalla, me bajé el pantalón corto y me puse como él sentado en mi mesita con las piernas separadas metiéndome el dedo mojado en mi ano mientras me masturbaba, seguía su mismo ritmo, juntaba los labios a modo de beso y paseaba su lengua por ellos, su mano comenzaba a ir más rápida y la mía también, yo siempre pendiente de esa perfección atormentadora me producía gran placer, ahora en su ano entraba hasta tres dedos y en el mío también y las manos comenzaron a ir más deprisa, los dos gemíamos y cuando dijo ¡Esto ya viene! Una gran cantidad de semen salió por su polla mojando la pantalla del televisor de tal forma que parecía que me lo echaba a mí, al mismo momento yo estallaba mojándome todo el pecho, mirando la pantalla vi que Luc lamía todo su semen y finalmente mostró el puño cerrado con el pulgar hacia arriba, era la señal de perfecto.
Esa noche en la cama antes de dormir mi mente veía con claridad esa intensa y lujuriosa mirada verde mientras que sus carnosos labios se tragaban toda mi polla mientras me miraba fijamente, poco a poco esos ojos se fueron transformando en aguamarinas y sus labios fueron sustituidos por unos dientes blancos que rascaban todo mi glande para comérselo después y gemí de nuevo quedándome dormido feliz.
Al día siguiente se respiraba algo distinto en el ambiente, Hamed y Sayed estaban diferentes, Luc no apareció en mi apartamento y en la cena estuvimos los cuatro, Ham, Say, Sean y yo. Sean de forma inocente preguntó por su desaparición con Luc del día anterior en la lavandería, ambos se miraron y Hamed comentó: A instancias de Luc nos fuimos a nuestro apartamento con él, nos fue desnudando frente a frente, sus manos acariciaban nuestros cuerpos, Say se puso de pie sobre el sofá mientras Luc me ponía de rodillas frente a Say chupándole la polla, Luc detrás de mí me comía el culo de una forma espectacular consiguiendo que me relajara y metiendo su lengua dentro dejándome saliva, luego su lengua y dedos fueron abriéndose paso en mi ano, él sin desnudarse nos calentaba a los dos y tomó un preservativo poniéndoselo en los labios se inclinó sobre mi espalda y tomando la verga de Sayed se lo colocó con los labios haciéndole sentar en el sofá, se acercó a mi oído susurrándome: ¡Recuerda, el dolor desaparece dando paso al placer! Y mi trasero fue descendiendo sobre la polla de Say, el dolor fue intenso, Say mirándome con los ojos acuosos y los besos en la espalda de Luc hicieron que olvidara el dolor, noté la calidez de su mano mientras me inclinaba sobre Say fundiéndome en un beso apasionado mientras él empujaba clavándose dentro de mí repetidamente, al poco estábamos solos en nuestro apartamento, para mí fue una noche mágica y muy placentera, me hizo reconocer a la persona que amo y nunca me había entregado a él en esa forma, todo debido a los viejos prejuicios de siempre, se puede decir que Luc me abrió los ojos. Yo sonriendo añadí: ¡Y con su lengua también abrió algo más! Y todos reímos en la mesa, Sayed cogió la mano se Hamed llevándola a sus labios.
Sayed dijo: El otro día Luc me contó, que tras la marcha de sus amigos parte de su corazón les acompañaba y escogió a uno de sus compañeros de trabajo para tener su primera relación homosexual, ése amigo creyó que le tomaba el pelo y lo poseyó a la fuerza tratándolo de puta, despidiéndole al terminar, pero él se rebotó enfrentándose a él y se lo folló mientras le cantaba las cuarenta. En la mesa todos aplaudimos vitoreando su nombre ¡Luc, Luc!
Sean explicó: Estaba en el restaurante en la barra tras marcharse mi compañero de cama, que es mayor que yo, sin ambages dijo, que yo podía escoger con quien estar, que era muy atractivo y no tenía que dejarme llevar simplemente por los halagos, porque esas personas se cansan pronto de ti escogiendo a otro nuevo tras usarte como un pañuelo de papel, usar y tirar para coger uno limpio. Al principio pensé que intentaba ligar conmigo, pero no hizo nada al respecto, simplemente me apuntó el número de su móvil por si necesitaba hablar con alguien y me dijo que conocía a un joven que le gustaba mucho por su sencillez con un problema similar, ya que ninguno de los dos nos atrevíamos a cruzar el umbral para mejorar, simplemente es miedo y es conveniente dar ése paso al frente. Y me presentó a Carlos.
Yo dije: Luc sabe lo que me pasó y el miedo a salir del apartamento, para mantenerme en forma me buscó un entrenador personal Román, que además es masajista y muy bueno, al principio todo era muy correcto, pero él siempre insistía en que mi espalda siempre estaba demasiado tensa, me hizo preguntas personales a las que yo respondí sin embustes. Me hizo hacer gimnasia, algo de pesas, luego un masaje dejándome relajado, me comió el culo y luego me folló corriéndome encima de la camilla del placer que me generó y venía dos veces por semana, pero siempre me dejaba un programa de gimnasia a modo de deberes y sino los cumplía ni me acariciaba y yo deseaba notar sus manos sobre mi cuerpo, él tiene poco más de treinta años, pero está para comérselo entero. Me comentó que Luc había estado en el gimnasio donde él trabajaba y al saber su situación económica le envió varios conocidos para ganarse unos extras fuera del gimnasio, también reconoció que solamente tenía sexo conmigo porque notó mi apatía frente a los retos que me daba y tuvo que buscar la forma de alimentar mi propio ego, sino había gimnasia no había sexo, él ya intentó que cruzara el umbral de la puerta, pero eso lo consiguió Luc, si quería un beso suyo un paso, luego fueron dos más tarde fueron tres hasta llegar al ascensor y me presentó a Sean que me llevó hasta el sótano de las lavadoras. Todos vitorearon: ¡Bien por Sean! Yo levantando mi copa dije: ¡Brindemos por Luc, de alguna forma nos ha unido!
Sayed y Hamed se fueron a su apartamento y Sean se quedó conmigo, le miré a los ojos diciéndole: ¡No quiero que estés a disgusto conmigo, me gustas mucho, pero si dices que no lo aceptaré igualmente! Sean respondió: ¡Es hora que tome mis propias decisiones sin presión alguna, me gusta lo que veo, me encanta cuando me abrazas, no sé si esto irá a más pero por mi parte haré lo posible para que así sea! Levantándolo en volandas lo llevé al dormitorio, con rapidez nos fuimos desnudando mientras nuestras bocas se devoraban, me dejé caer boca arriba en la cama y él se puso sobre mí, ya notaba su dureza clavándose contra la mía, separé mis piernas Sean sujetando su verga la puso frente a su destino y fue apretando mientras yo notaba la entrada forzada en mi ano que ya palpitaba de alegría, su boca no se saciaba de la mía, la apartaba unos instantes para comerme el cuello, la nuez la oreja o barbilla para atacar de nuevo dentro de mi boca, sus manos no paraban quietas me acariciaba por todo el cuerpo lentamente produciéndome una calentura total, mi cuerpo se arqueaba con cada embestida de su polla, mi pecho notaba la fuerza de sus latidos y los míos estaban a la par los dos gemíamos degustando nuestras lenguas, una de sus manos cogió mi verga apretándola contra su vientre y gemí de gusto mientras que su boca me comía la oreja solté: ¡Me entrego a ti con gusto para el placer de los dos! Noté sobre mi mejilla una humedad y cuando me besó la boca de nuevo sus límpidos ojos lloraban, yo le miraba mientras empujaba su polla con fuerza mis manos le acariciaban la cara y el cabello para después apretar su cuerpo contra el mío, arreció sus empujones y al poco gimió arqueando su cuerpo mientras yo le besaba la garganta ¡Dios, Dios me corro, me corro, no puedo resistir más! ¡Ahhh, Ahhh,Ahhh! Y yo notaba fuertes sacudidas dentro de mi ano llenándome con sus trallazos de semen, su boca comió la mía de nuevo con su respiración agitada, su mano que sujetaba mi polla la apretaba mientras se derramaba dentro de mí, el paroxismo fue tal que terminé explotando mojando nuestros cuerpos con mi semen solo entonces se percató de sujetarme con su mano y me masturbó sacándome todo el semen restante.
Satisfechos y agotados se tumbó encima y le pregunté: ¿Sean por qué llorabas? Él apoyando su mano sobre mi pecho dijo: ¡Me siento dichoso y feliz al mismo tiempo, hoy he dado ése paso al frente que decía Luc, ya no soy la muñeca que juegan con ella un rato para dejarla a un lado para volver a jugar con ella cuando les interesa! ¡Me he sentido vivo de nuevo, gracias a ti! Yo añadí: ¡Y a Luc! Y los dos reímos francamente mientras nos acurrucábamos, Sean preguntó: ¿Sabes si Luc encontrará ése amor perdido? Yo dije: ¡La vida da muchas vueltas, es como una ruleta a veces toca y otras no, pero para serte sincero espero que Luc encuentre alguien tan maravilloso como tú!
A pocos metros de distancia en el cuarto oscuro de la discoteca, Luc empujaba su gran polla dentro de un joven que lloraba de dolor pero apretaba su cuerpo al de Luc para que no parara de follarlo mientras que cada uno se morreaba con otros distintos que se masturbaban, otro agachado detrás le comía el culo separándole las nalgas y enterrando su cara con devoción, cada vez había más espectadores alrededor debido en parte a los profundos quejidos del jovencito penetrado y todos resoplaban masturbándose ante tal polla, acercaban sus manos para tocar a Luc y su gran miembro, el jovencito terminó corriéndose y se apartó, pero la verga de Luc no quedó sola, un hombre mayor se agachó ofreciendo su culo y fue penetrado de forma casi brutal, el hombre empujaba su cuerpo contra la verga potente tragándosela toda dentro del culo, detrás de Luc estaba un joven de unos treinta y algo musculoso que le metía los dedos en el culo mientras se pajeaba, El hombre agachado se fue y Luc se giró mirando al joven de detrás le acarició el pectoral, luego los músculos de los brazos y dijo: ¡Hola Román! Le dio la vuelta al hombre metiéndole la polla en el culo y Román soltó: ¡La echaba de menos! Luc sujetándolo por las caderas lo embestía con fuerza mientras le besaba la nuca y la boca, Román sin tocarse comenzó a correrse sobre las piernas de los que estaba frente a él y Luc le llenaba el culo con su estrepitosa corrida, al terminar se arreglaron la ropa saliendo a la pista y después a la barra, allí le preguntó: ¿Qué tal con Carlos? Román respondió: ¡Carlos es muy atractivo pero él no se da cuenta, en cuanto le doy dos meneos se corre como un mirlo, pero ése chico es muy sensible, es bueno que tenga amigos que se preocupan de él, como tú! Román se despidió marchándose y Luc volvió a entrar en el cuarto oscuro de nuevo, quería ser embestido por una buena polla y no tardó mucho en encontrarla, un hombre con barba arreglada lo folló en varias posturas en exclusiva apartando a cualquiera que se acercara, los dos disfrutaban corriéndose en varias ocasiones al terminar agotados se vistieron y el hombre le entregó su tarjeta diciéndole: ¡Me llamo Raúl! Luc no correspondió simplemente dijo: ¡Ha sido todo un gran placer Raúl! Y se fue.
Continuará.