¿Amor o maldición? Especial: Kitty x Cathy

Por fin el relato amoroso de estas dos hermanas tan felinas. ¡El primer especial de ¿Amor o Maldición?!

Miau, ¡bienvenido o bienvenida! Me llamo Kitty y seré la anfitriona de este relato, y también una de las protagonistas de este relato. Johnny-Johnny me ha pedido que me haga cargo, porque él dice que no entiende el amor entre dos mujeres… Así que… ¡Miau! ¡Aquí estoy! Lo primero que me ha dicho que haga es que me presente.

Verás… Soy una de las sirvientas de la mansión Bentley, del relato ¿Amor o Maldición? Todos los capítulos de este relato han sido incluidos en la categoría gay de esta página, pero este es un episodio especial para nosotras, las lesbianas, ¡¿Miau?! ¿¡Que por qué?! ¡Porque somos genialosas! ¡Nos lo merecemos!

Soy una gata que adoptó forma humana, por eso siempre digo ¡miau! Espero que todo haya quedado claro. Ahora el autor quiere deciros hola:

La verdad es que este es mi primer relato lésbico, lo siento si no me queda muy bien, pero varias personas me pidieron un especial lésbico de estas dos. Eso me dió la idea de que, mientras empezaba con la segunda temporada de ¿Amor o Maldición? podía hacer una serie de especiales por otras categorías, y este es el primero. ¡Espero que os guste!

Si queréis, podéis comentar a través de email a la dirección de correo:

latumbadelenterrador@gmail.com

Y ahora, mientras me como todas estas raspas de pescado que me ha dado Johnny-Johnny a cambio de presentar el relato, podéis leerlo.

¿Amor o Maldición?

________________

Un relato del Enterrador

Especial: A sisters' day, Kitty x Cathy

-Zzzz…. Miau… Zzzzz… Miau…-roncaba Kitty.

Ya se ha dormido… Siempre cae rendida nada más echarse en mis rodillas… Ah, hola. Me llamo Cathy. Solía ser una gata ladrona, junto con mi hermana Kitty, pero un día un cuervo amigo nuestro nos ofreció trabajo como sirvientas en una mansión, y nos convirtió en humanas… Sé que lo encontraréis difícil de creer, pero así era… A mí me da igual que os lo creáis o no…

-¿Miaaa? ¿Hermanita, todavía estás despierta?-dijo Kitty, mi hermana, que dormía en mis rodillas.

-Kitty, ¿podrías dejar de dormir en mis rodillas? Me haces daño, ya sabes que ya no somos gatas, ¡ahora pesas mucho más!-dije un poco molesta.

-Pero es que se está tan cómoda y calentita aquí-dijo restregando la cabeza por mis rodillas.

-Ah… Está bien. Duerme en mis rodillas si quieres…-dije agotada.

-¡Miaaa! ¡Bieeeeeen!-dijo ilusionada-Oye, hermana. ¿Cuándo volveremos a hacer lo de aquella vez?

-¿Lo de aquella vez?-dije nerviosa.

-¡Miau, claro! ¡Me gustó mucho! ¿Por qué no lo repetimos?-dijo Kitty.

Me quedé en blanco. Lo de aquella vez, decía. El error más imperdonable que cometí en mi vida. ¡Tener sexo con mi hermana! No fue un error porque las dos fuéramos mujeres, a mí siempre me han gustado las mujeres y lo tenía asumido, sino porque es mi hermana, ¡eso es incesto! ¡Está mal!

Todo comenzó el día que llevé a mi primera novia a casa, Misy se llamaba ella. Tenía un cuerpo peludo y… Oh, que no lo entendéis como atractivo, supongo que en humanos no lo es tanto… Vale, intentaré traducirlo a cómo sería para los humanos. Era una chica de pelo largo rubio, con unas tetas de escándalo, piernas largas y tersas, un culo firme y duro, y unos ojos azules capaces de derretir el hielo.

La invité a casa para… Bueno, os podéis imaginar para qué la invité… Comencé a desvestirla (si, llevaba un jersey, era una gata doméstica, así que su dueña la vestía), y a lamerla, cuando la puerta de mi habitación se abrió de golpe. Al otro lado estaba Kitty.

-¡¿Miaaaaaaaaaaaaaaa?! ¡¿Quién eres tú?!-gritó Kitty señalando a Misy.

-Miau, Kitty, vete, ¿no ves que estoy ocupada?-dije molesta.

-¿E-ella es amiga tuya? ¿Mau?-preguntó Kitty deprimida.

-¡Miaa! Así es, ¡y no te puedes quedar! ¡Largo de aquí!-dije empujándola hacia la puerta.

-¿Miau? P-pero… ¡Yo quiero jugar con vosotras!-dijo Kitty oponiendo resistencia.

-Miau, créeme, tú no quieres jugar a esto-dije yo empujando más fuerte.

-¡Miaaaaaaaaaa! ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Cathy no me deja jugar!-gritó Kitty.

Acabamos jugando las tres a las cartas. Mi madre me obligó a que introdujera a Kitty en los juegos. Por aquella época yo tenía 18 años (en edad humana) y Kitty 16. Mi cara era un poema, y la de Misy también, la única que parecía disfrutar era Kitty.

-¡Miaaaaaau! ¡Tengo full!-gritó Kitty contentísima.

-Enhorabuena Kitty, tú ganas-dije yo sin ganas.

-Miau… Vaya… Ya es muy tarde, debería irme-dijo Misy al mirar el reloj de pared (este es un relato de fantasía, por tal, es posible que los gatos tengan en su casa un reloj de cuco, y siempre que suena se tiran a por él para cazarlo, siempre sin éxito).

-¿Mieeh? No te vayas… Todavía es pronto…-dije para que se quedara.

-Miau, pero es que no quiero que mi ama se preocupe, lo siento, vendré otro día-dijo sonriendo-Adiós.

Entonces Misy se fue. Me dí la vuelta para mirar a Kitty con rabia. ¡Me había jodido el polvo! ¡Esto era algo que no le perdonaría fácilmente! Pero cuando me dí la vuelta, vi que su cara había cambiado completamente, ya no estaba soriente y feliz, sino triste y con la cabeza agachada.

-Oye hermana, ¿esa chica era tu novia? ¿Miau?-dijo Kitty sin mirarme.

-¡¿Miaaaaa?! Pfff… Qué tonterías dices… Es solo mi ayudante….-dije nerviosa. Todavía no le había confesado a nadie mi identidad sexual, ¡y mucho menos a menos a mi hermana pequeña!

-¿Miau? ¿Ayudante de qué?-dijo todavía sin mirarme.

-(¡Mierda…! No se me podía ocurrir una excusa mejor…) Mi ayudante de peluquería, porque estudio para peluquera-dije yo inventándome una excusa.

-¿Miau? ¿Una gata peluquera?-preguntó extrañada, pero aún sin mirarme.

-C-claro, para eso tenemos las uñas, tonta, mijajajaja-dije nerviosa.

-Miaaah….¿M-me vas a abandonar por ella?-dijo seriamente con la cabeza agachada.

-Miaah…-empecé a decir-Ya te he dicho que ella no es…

-¡Respóndeme! ¡Miaaa!-gritó Kitty.

-¡¿Qué quieres que te diga, Kitty?! ¡Ella es mi novia, sí! ¡Ella me aporta cosas que tú no puedes! Pero tú eres mi hermana, no te voy a abandonar-dije yo nerviosa.

-¿Qué es lo que ella te puede dar y yo no? ¡Haré lo que haga falta! Pero por favor, sniff… Hermanita… Sniff… No me abandones, ¡Miaaaaaah!-dijo Kitty y comenzó a llorar.

Se tiró a mis rodillas y me abrazó mientras lloraba, sus ojos llorosos me rompieron el corazon, pero apareció una parte de mí interior que no conocía, una parte depravada y sexual que lo único que quería era estrellarla contra la pared y tomarla allí mismo. De hecho, así lo hice. No dije una sola palabra. Simplemente le lamí las lágrimas de los ojos y la violé allí mismo.

-Miaaaah… Miaaaaah… ¡Genial, hermanita! ¡Quiero jugar más a esto contigo!-dijo Kitty agotada.

En aquel momento me di cuenta, había pervertido a mi hermana, el ser más puro e inocente del planeta, ¡soy un monstruo! Por ese tiempo la evité durante unos días, pero ahora que hemos recuperado la confianza, no habíamos vuelto a hablar del tema… Hasta hoy.

-Kitty… Eso que hicimos aquel día estuvo mal, ¿de acuerdo? ¡No volveremos a hacerlo nunca más!-dije yo tajantemente.

-¡¿Mieeeh?! ¡Pero me gustó mucho! Venga hermanita solo un poco, porfa, porfa-dijo saltando en la cama.

-¡Para Kitty, para!-grité.

Entonces la puerta de la habitación se abrió súbitamente, y entró Chippy, con un portavelas en la mano.

-Ah… Ah… ¡Señorita Cathy! ¡¿Se encuentra bien?!-dijo nervioso.

-No es nada, Chippy, solo era Kitty saltando en la cama-dije sonriendo.

-Ah… Si solo es eso…-dijo sonriendo también-Disculpen las moles…

De repente, como un depredador que ataca a su presa vi a Kitty abalanzarse sobre Chippy. Comenzó a arañarle la cara. Estaba furiosa, y no paraba de repetir: “¡No te acerques a ella!” una y otra vez. Entonces me abalancé sobre ellos y los separé, después Kitty salió corriendo.

-¡Kitty, espera!-dije corriendo tras ella.

La perseguí por todo el jardín hasta que la perdí de vista. Estuve andando un rato sin rumbo por el jardín pisando enredaderas (Eaglon, el jardinero, debería currarse un poco más su trabajo…) hasta que la ví sentada en la fuente del jardín delantero.

Me acerqué por detrás y…¡zas! ¡La atrapé!

-¡Te tengo! ¡¿Se puede saber qué demonios te pasa?!-dije sujetándole los brazos, mientras estaba encima de ella.

Entonces ella se sonrojó y me apartó la mirada.

-¡Gggg! No quiero que Chippy vuelva a acercarse a ti…¡Ni tú a él!-dijo inflando los mofletes.

-¿Estás celosa de Chippy? Por favor… Es solo un crío…-dije yo soltándola.

-Miau… Es que… No quiero que me abandones…-dijo ella triste.

-Tonta… Eres lo más importante de mi vida… ¿Por qué iba a abandonarte?-dije sonriendo.

-¿Mi-miaa? ¿D-de verdad soy lo más importante para ti?-dijo llorando.

-Por supuesto, yo jamás te abandonaré. Porque tú eres mi hermanita y te quiero-dije abrazándola.

No sé cómo pero aquel sentimiento de aquella vez volvió a aflorar en mí. Y volvió a suceder. En medio del jardín, sobre la fuente. Para cuando quise darme cuenta, nuestros labios se habían entrelazado, y su lengua bailaba en mi boca. Cuando ví a mi hermana con los ojos cerrados besándome, mi corazón se aceleró instantáneamente.

Nos separamos y, con sus ojos llorosos me pedía más, así que se lo concedí. Le quité ese traje de sirvienta tan hortera que Johnatan nos obligaba a llevar y comencé a jugar con mi lengua con sus tetas. Empecé a lamerle un pezón mientras le acariciaba el otro, esto hizo que ella comenzara a gemir.

-Shhhh… Baja la voz… Alguien podría oírnos…-dije tapándole la boca.

Ella asintió. Entonces le metí mis dedos en la boca para que los lamiera, cosa que ella hizo con mucho ahínco. Comenzó a lamerme los dedos y después a chupármelos. Cuando ví que Kitty estaba lo suficientemente caliente le aparté los dedos de la boca y se los fui introduciendo por su coñito, lo que la hizo emitir un pequeño gemido.

-¡Miaaaaa… Miaaaa…..! ¡Más… Más… Hermanita….!-decía entre gemidos.

Emitía círculos en su interior, lo cual la hacía gozar, toda la humedad de su coño me estaba poniendo a mil, así que decidí dejar de lamerle los pezones, y comencé a lamerle yo misma el coño. Restregaba mi lengua por su clítoris, a lo que ella respondía con gemidos. Parecía disfrutar, y yo también. Solo con oír sus gemidos me compensaba.

-Miaaaa… Miaaaa… Da… Mucho… Gustito… Ah..-decía Kitty entre gemidos.

Lo hicimos varias veces esa noche en la fuente, al aire libre, probablemente alguien pudo pillarnos, pero no nos importó, y gracias a Dios, nadie lo notó.

____________________

-Señor…¿Desea que tome medidas?-dijo Johnatan pegado a la ventana de mi habitación.

-No te preocupes…. No hacen nada malo-dije yo bostezando-No hacía falta que me despertaras para esto…

-No sabía cómo proceder… Por supuesto que si hubiera sido en horas de trabajo las habría detenido inmediatamente, pero…-dijo Johnatan confuso.

-Se las ve felices… Juntas…-dije yo estirándome-Mientras lo hagan en sus horas libres, pueden hacer lo que quieran.

-No como ese otro par…-dijo Johnatan pensativo.

-Ah… Supongo que tenemos una mansión muy liberal, ¿no te parece?-dije yo sonriendo.

-Y tanto… Por cierto señor-dijo Johnatan quitándose la corbata-Ya que se ha despertado qué le parece si…

-¡Ni hablar! ¡Estoy cansado!-dije enterrando la cabeza en la almohada.

-Vamos, señor…-pidió Johnatan.

-¡Que nooooo!-grité yo.

____________________

Volvimos a nuestro cuarto, ya no había ni rastro de Chippy. Kitty quiso dormir en mis rodillas otra vez, y yo no me negué.

-Al final has conseguida lo que querías, ¿eh? Hemos hecho lo de esa vez-dije acariciándole el pelo.

-¿Miau? ¿Qué dices? No lo hemos hecho. Yo me refería a la vez que nos comimos un águila juntas-dijo Kitty pensativa.

-¡¿Cómo?! ¡¿No te referías a lo que acabamos de hacer?!-dije nerviosa.

-¿Miaa? ¿Al sexo? No, puedo vivir perfectamente sin él, ¿por quién me tomas, por una salida?-dijo Kitty con el ceño fruncido.

-Pe-pero-empecé a decir-yo..

-¡Buenas noches hermanita, te quiero!-dijo dándome un beso en la boca, y después me guiñó un ojo.

Supongo que esta chica es así, enfadarme no serviría de nada. Pero no sé por qué, tengo el presentimiento de que no será la última vez que tengamos sexo…

-Zzzzz… Miaaau… Zzzzz.. Miau…Te quiero, hermanita-dijo Kitty en sueños.

-¿Mieeh? (Vaya, ya me lo ha pegado….) Ah… Yo también te quiero, Kitty-dije dándole un beso en la frente.

FIN

____________________

Miaarf… Miaaaarf… ¡Oh! Ya has terminado de leer, qué rápido, yo habría tardado el doble… Pero claro, yo solo soy una gatita… Aunque no cantes victoria, queda el segundo mensaje del autor, leedlo mientras yo termino de comer, miaaarf… Miaaaarf…:

He pensado en hacer un poco de publicidad al relato por diferentes categorías, aunque no cuenten mucho para la historia principal… Aunque este relato me ha costado escribirlo, me lo he pasado muy bien. Si decido volver a escribir otro relato lésbico prometo documentarme más para la escena sexual. Pues eso, muchas gracias por leer.

OS SALUDA

EL ENTERRADOR

Miaaarf… ¡Ya está! ¡Terminé de comer! ¿Eh? ¿Tú también de leer? Me alegro, estamos sincronizados, mijeje. Este es el avance del próximo especial:

¿Miaaa?¿Nunca habéis pensado que Eaglon es una máquina sexual que no descansa ni un segundo? Bien, pues como Johnatan le ha regañado, ha decidido no tener sexo durante una semana, ¿cómo llevará Tweety la sequía sexual? A lo mejor tiene que satisfacerse él solo…

En el próximo especial de ¿Amor o maldición?

Tweety Solo

En la categoría “autosatisfacción”

¡Miaaaau! ¡Hasta otra!

PRÓXIMAMENTE